Una Mamá Dorada
Ganador: ¡Golden!
Dedicado a:
(En realidad me van a matar pero accidentalmente borré el pantallaso donde salían los que habían adivinado el fandom original del OS "Colmillos"
Pero si lo adivinaste, este capítulo va para ti...
La próxima vez tendré más cuidado, lo prometo.
Para quien no haya adivinado, era Gravity Falls.
Era BillDip :3)
¡Felicidades!
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¿Qué estaba haciendo allí?
Definitivamente cavando su propia tumba.
¿Era siquiera buena idea?
Bueno, se la había pasado más de un mes completo desde que su novio se fue de gira, consiguiendo datos e investigando propiedades para llegar allí, frente a esa puerta.
¿Debía tocar el tiembre?
¿Sería imprudente?
¿Le abrirán la puerta?
¿Le dejarán pasar?
¿Lo reconocerán?
¿Lo echarán a patadas de ahí?
No estaba seguro de querer averiguarlo.
¡Vamos Freddy! Hiciste todo esto por el rubio teñido, ¿y ahora no quieres terminarlo?
"P-Pero..."
¡No hay pero que valga! Vamos, toca esa puerta, ¡hazlo por Brillitos!
"De acuerdo..."
Sin más, Freddy tocó la puerta de aquella casa, y esperó tranquilamente a que le atendieran.
De pronto, la puerta se abrió revelando una hermosa mujer, bastante alta, de cabellos rubios y algunos castaños, sujetándose en un moño e igualmente dejando algunos cabellos sueltos. Tenía ojos rosas muy hermosos y vestía un vestido Rojo bastante ajustado, por lo que se podía ver que la mujer tenía muy buena figura. La verdad, pensaba Freddy, es que no tenía ni un rastro de ser madre, sino modelo.
"¿Se te ofrece algo, niño?", preguntó la mujer, con una sonrisa reluciente.
"E-Eh... ¡Sí!", dijo el ojiazul, "Estoy buscando a la señorita Sarah Golden, y averigüé que ella vive aquí, ¿e-es usted?"
La mujer se quedó en blanco, para acto seguido cerrar la puerta de golpe en la cara del joven Alium.
"¡Auch!", se quejó el castaño, sobando su nariz por el golpe antes de dirigirse nuevamente a la puerta, "¿Señora Golden? ¿Es usted? ¡Por favor abra la puerta!"
"¡Vete!", fue la respuesta del otro lado de la puerta.
"Por favor señora, solo quiero hablar con usted", suplicó el castaño, tocando la puerta insistentemente.
"¡Lárgate de aquí!"
"Señora, con todo respeto, no me iré hasta que me abra la puerta", Freddy declaró, sin dejar de tocar la puerta una y otra vez, haciendo resonar las tablas de madera.
"¡Largo! ¡Vuelve con Golden FredBear y dile que no conseguiste nada!"
"¿Disculpe?"
Esta señora está loca... ¡Igual que nuestro foco!
"¡Dile a tu jefe que deje de molestarme!", volvió a repetir Sarah, causando aún más confusión en el adolescente.
"Señora, a mi no me mandó nadie...", explicó el ojiazul, "Yo soy Freddy Fazbear, soy novio de su hijo Golden Freddy, le juro que nadie me pagó para venir a molestarla o lo que sea", dio un suspiro, por fin dejando de tocar la puerta, "Solo quiero hablar con usted... Sobre Golden... Ya sabe, es importante para mi saber que puedo hacer algo por mi novio..."
Silencio.
Creo que no volverá a abrirnos la puerta...
¡No puedes decir que no lo intentaste!
Me hubiese gustado lograrlo...
No puedes hacerlo todo. De todas formas fue un gesto muy lindo.
El castaño estaba a punto de irse, cuando sintió el sonido de una puerta de madera abrirse despacio.
El ojiazul se volteó y observó a la mujer asomada por la puerta, con apariencia temerosa, viendo detenidamente los ojos del Alium.
"¿P-Puedo confiar en que me dices la verdad?", preguntó ella, nerviosa, sin apartar su vista del adolescente, y tampoco asomar más su cuerpo por la puerta.
Freddy sonrió, "Se lo juro por mi propia madre, señora", eso relajó un poco a Sarah, "¿Puedo pasar?"
"Bien", accedió la mujer rubia, "Pero que sea rápido, si FredBear no te mandó entonces no será conveniente que te encuentre aquí"
"¿FredBear?"
"Mi suegro...", habló la mujer secamente, incitando al muchacho a entrar rápido a la casa, "...Mi pesadilla de toda la vida"
"El abuelo de Golden...", pensó Freddy, "Ahora lo entiendo"
Una vez que el joven Alium entró a la casa, le echó una rápida mirada. Era pequeña, suficientemente grande para una o dos personas, y estaba muy aseada y ordenada, se notaba que la madre de su novio era una persona muy preocupada, tanto de su apariencia como la de su casa.
"Te he visto en la televisión, me doy cuenta ahora que te veo de cerca", comentó Sarah, distrayendo los pensamientos del castaño, "Eres quien inició todo ese movimiento a favor de los Aliums, ¿no?"
"Sí, ese soy yo", suspiró Freddy. Él era capaz de luchar contra los humanos eternamente si era necesario hasta conseguir justicia, pero honestamente odiaba ese reconocimiento, "Freddy Fazbear, es un placer"
"Yo soy Sarah Lee... Aunque bueno, me conoces como Sarah Golden", ella dijo, "La verdad es que legalmente sí soy Golden, y bueno, soy viuda de Golden Freddy, pero... Después de todo lo que he vivido... Preferí ser llamada por mi apellido de soltera"
El ojiazul levantó una ceja confundido, para luego caer en cuenta.
"¿El abuelo de Golden le hizo la vida imposible?", antes de recibir respuesta, la mujer rió disimulada, un tanto dolida.
"Lo siento, es que dices Golden y recuerdo a mi esposo", dijo ella entristecida, "Yo lo llamaba Golden porque él odiaba su nombre... Casualmente es el tuyo; Frederik"
"Je, sí...", trató de reír el ojiazul nervioso, "Y-Yo soy solo Freddy"
"Oh, bueno...", sonrió de todas formas la mujer, "¿Puedo ofrecerte algo? ¿Una taza de té? ¿O algunas galletas?"
"Bueno gracias", sonrió Freddy, "Una taza de té estaría bien"
¡Ten cuidado! No la conocemos, ¡Puede que sea una bruja como el abuelo éste y solo este fingiendo! ¡Tal vez envenene el té!
¡Fred por favor! ¿Crees qué ella luce como una bruja?
¡Puede que sea una bruja muy hermosa!
¡Ya cállate!
Unos minutos después la mujer volvió con una bandeja de plata en sus manos, un juego de té sobre ésta, de adornado europeo, y en la pequeña taza de porcelana, té recién servido intuido por el vapor que de ella salía.
"Aquí está, cariño", habló tiernamente Sarah, invitándolo a tomar asiento al sofá donde tenía una pequeña mesa de café frente, "¿Cuánto de azúcar?"
El ojiazul sonrió al ver el pequeño plato de porcelana con terrones de azúcar en la bandeja.
La mujer era muy sofisticada.
"Dos por favor", respondió el castaño, a lo que la rubia tomaba con pequeñas tenazas los dos terrones solicitados y los agregaba al té del muchacho.
Sarah si que tiene clase.
Tal vez sea europea.
Y hablando de Europa...
"E-Eh... Señora Golden... Yo vine por-"
"Oh, puedes llamarme Sarah", interrumpió la mujer con una sonrisa, "Honestamente no me gusta que me llamen por el apellido Golden"
"Bueno... Sarah... Yo vine por su hijo", dijo sin más el ojiazul, tratando de llegar al punto en seguida y no dar más rodeos.
Eso causo un gran silencio en Sarah, pues era un tema bastante delicado. Ella observó al muchacho atentamente, tratando de aguantar la tristeza, tratando de aguantar las lágrimas que luchaban por resbalar de los ojos fucsias cristalinos con el solo recuerdo de su hijo y la culpa por haberlo abandonado cuando él más la necesitaba.
"¿C-Cómo es él ahora?", preguntó la mujer, dejando la pregunta del castaño de lado, limpiando las lágrimas de sus ojos, cosa de que no quedara evidencia de su llanto silencioso.
A Freddy se le hizo trizas su corazón.
Recordó a su madre, y eso lo ponía aún más sensible.
"Él... es un buen chico", sonrió consolando a la rubia, "Es un caballero, y es muy atento... Siempre intenta dar lo mejor de si por sus amigos y por mí... Aunque es un maldito celoso, intenta no serlo... Aunque sea un riquillo de vida fácil, intenta no serlo... Es muy buena persona, y como toda persona tiene sus defectos, pero... sigo amándolo como sea"
Sarah no respondió, simplemente sonrió, tratando de que las lágrimas no se volvieran a asomar.
Ella tomó un sorbo de té, talvez para aliviar su dolor en el pecho cuando pensaba en su hijo.
Quería verlo.
"Sarah... ¿Qué pasó con usted y su hijo?", preguntó con voz seca el ojiazul, tragándose su pudor.
La mujer suspiró, dejó su té de lado, y conectó su mirada con el joven Alium.
"Fue el maldito de mi suegro, el siempre me odió, siempre me consideró una mala mujer... Cuando mi esposo murió, él inmediatamente se fue en contra mía para quitarme a Junior... Él... Me amenazó con hacerle daño si yo no me iba de su lado... Y bueno, por miedo jamás intenté buscarlo, porque sé de lo que es capaz FredBear, y no quise arriesgarlo..."
"Creame que la entiendo, Sarah", suspiró el castaño, sintiendo como la voz de la mujer se quebraba, "Si la hace sentir mejor, mi propio padre intentó asesinarme en varias ocasiones"
Eso definitivamente no ayudó.
Sarah rompió en llanto, ya dejando de retener el dolor de las lágrimas encapsuladas. El castaño no sabía que hacer más que abrazar a la mujer e intentar consolarla de alguna forma.
"¡Junior!", lloraba y gritaba a todo pulmón la rubia, siendo consolada por el ojiazul como podía. Con suavidad acariciaba la espalda de la mujer, dibujando círculos en sus omóplatos, con mucha delicadeza.
Y así se mantuvieron. Parecían horas, parecían años.
El té se enfrió, y por fin el llanto cesó en la casa.
Nada más ruido que sus propias respiraciones.
Freddy sacó de su bolsillo un pañuelo desechable y se lo dio a la mujer que intentaba limpiar sus lágrimas caídas.
El silencio nuevamente reinó.
"Sabe...", comenzó Freddy para romper el hielo, "...Golden es una gran persona, lo que es raro considerando a su abuelo. Creo que ahí tuvo que ver usted, Sarah... Golden no sería quien es ahora si no fuese por usted, él tiene valores que un niño mimado hijo de cualquier empresario no tendría. Él tiene recuerdos muy lindos de usted, ¿sabe? Él agradece haberla tenido en su niñez, porque le enseñó a ser fuerte y que el dinero no lo es todo, que no te forma como persona.
Yo sé que hizo lo que hizo para proteger a Golden, creame que entiendo, mi madre hizo algo parecido. Yo estoy seguro de que si se vieran nuevamente, si se reencontraran, Golden no solo la perdonaría por supuestamente abandonarlo, él estaría completo nuevamente... Yo quiero verlo feliz, y aunque no quiera admitirlo, él no es feliz con la vida que le obligan a llevar"
Sarah quitó mi rostro del pañuerlo para poder los ojos azulinos del joven Alium, "M-Me encantaría mucho poder ver a mi bebé después de tantos años... Pero FredBear-"
"¡Que se pudra ese viejo!", se la respuesta del castaño, algo que alteró un poco a la mujer, "Yo haré lo imposible por reunirla con su Junior, lo prometo"
"¡¿E-En serio?!"
"Es mi novio de quien hablamos, yo solo quiero lo mejor para él", sonrió un tanto sonrojado el ojinegro, a lo que en respuesta recibió un abrazo súper apretado.
"Gracias...", suspiró Sarah, derramando sus últimas lágrimas en el hombro del joven Alium, "Eres un chico tan bueno..."
"Eso me han dicho...", rió en respuesta ahora el ojiazul, correspondiendo al abrazo de la rubia, "Solo tengo que decirle que ahora Golden está de gira por Europa, así que tendremos que organizar su reencuentro cuando él esté de vuelta en la ciudad"
"Claro", sonrió Sarah, antes de levantarse de su asiento y correr hasta un cajón cualquiera del paragüero del recibidor.
De ahí sacó una pequeña libretita rosa, y un bolígrafo negro. Allí escribió rápidamente su número de teléfono y entonces arrancó la página de la libreta. Caminó a paso rápido, un poco inestable por sus tacones, y le entrego la hoja al ojiazul.
"Aquí está mi número de teléfono", sonrió Sarah, "Llámame cuando Junior vuelva, o cuando necesites hablar con alguien"
Ambas personalidades sonrieron tomando el control.
"Muchas gracias, suegrita", rió el chico de ojos bicolor tomando el papel rosa de la mujer rubia.
Sarah solo sonrió mientras acompañaba al Alium hasta la salida, "Gracias a ti, Freddy", ella se despidió con un beso en ambas mejillas, "Junior tiene suerte de tenerte..."
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Vamono' a la verga, we
Jajsjsjjsjs
Ok, aquí está por fin un corto normal.
Bueno, los próximos cortos probablemente sean los premios de los ganadores del concurso #FNAFHSALIUM o los pedidos que me han hecho.
Pero de todas formas, para saber que podría ir después:
-Cárcel
-El Alium Misterioso Encapuchado
-Parte 2 de Afonía
Eso pos, me voy.
-Natta
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