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Romántico a tu Estilo

"¡NECESITO TU AYUDA, CABRÓN!"

La lectura de Freddy fue interrumpida de pronto cuando un invasor entró a su habitación, alterando la paz de ambos osos que aprovechaban su tiempo juntos acurrucados en la única cama del cuarto.

El rubio casi cae de la cama por el susto, mas el ojiazul ni se inmutó, solo desvió su mirada de las preciosas palabras de Jane Austen en 'Orgullo y Prejuicio' para fijarlas en el visitante.
Sonrió ligeramente, "¿Qué ocurre, Eak?"

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"Eak, ¿a dónde me llevas?", reía divertido TownTrap quien traía los ojos vendados gracias a un pedazo de tela atado sobre sus ojos para que no pudiese ver nada. Era jalado del brazo por su novio, quien técnicamente corría  por el internado con miedo de que los descubrieran fuera de sus habitaciones desde del toque de queda. No quería arruinar la reputación de TownTrap con las autoridades del internado.

"Ya merito llegamos", le respondió el mexicano, "No te me impacientes"

El león rió nuevamente, pues ya el hecho de que Eak hiciese algo distinto para él lo tenía de buen humor. De pronto, la presión en su brazo pasó y sus pies frenaron.

"¡Llegamos!", le avisó el peligris, "¡Quítate la venda!"

El pelinaranja obedeció, y se quedó literalmente sin palabras cuando se encontró frente a un muro tremendamente alto y mal pintado de rojo. El león tenía que admitir que un muro era lo que menos esperaba cuando su novio le planteó tener 'la mejor cita en la historia de las citas', así que estaba un poco decepcionado, y no dudó en dejar saber a su pareja su duda, "¿El muro rojo?"

El mexicano ignoró las dudas de su novio y simplemente trasformó sus brazos en sus increíblemente grandes e implacables alas de águila. Entonces miró al pelinaranja confundido, "Espero que no me odies por lo que haré, pero bueno... ¡Nos fugamos!"

"Espera... ¡¿QUÉ?!"

El ojiambar sin más, corrió hasta su novio, y gracias a un habilidoso movimiento de alas logró que el león terminase en su espalda. A pesar de las quejas de TownTrap, Eak no esperó más y se elevó por los aires, cruzando el muro rojo.

Ambos chicos se alejaron del internado por el cielo, uno de ellos gritando como loco que debían volver, y el otro concentrado en lo que hacía, ya que era difícil volar con un peso extra en su espalda.

"¡EAK, VUELVE! ¡NOS METEREMOS EN PROBLEMAS! ¡EAK, NO ME IGNORES! ¡EAK!"

"¡Carnal, túmbate el rollo ¿quieres?!", le reclamó finalmente el ojiambar, "¡Tú solo disfruta del paseo, ¿si?!"

Town, dudoso, decidió hacer caso a lo que su carnal le decía. De todas formas, él sabía que no regresarían al internado por más que insistiese.
Se sujetó fuertemente del cuello de su novio, y comenzó a disfrutar del vuelo.
Los dos Aliums que surcaban el cielo disfrutaban del agradable paseo aéreo, solo ellos dos. El león estaba fascinado con la hermosa vista de la ciudad de noche desde las alturas. Parecía como una escena cinematográfica, una sensación que no cualquiera experimenta, el placer de volar.

Los nervios pronto fueron reemplazados por diversión. El ojinaranja divertido observaba toda la nocturna ciudad, apuntando cosas interesantes o simples a su novio, riendo con alegría. El mexicano solo reía entre dientes, enternecido por la actitud tan de niño de su pareja.

Varios minutos pasaron, y bueno Eak no tenía prisa alguna, y siguieron sobrevolando la ciudad, admirando todo lo que allí pasaba, y disfrutando de tan lindo momento juntos. Casi como una escena del superhéroe cuando pasea con su amada por los aire sobre la ciudad.
Así se sentían ambos chicos, como protagonistas de su propia comedia romántica.
Mas daba igual quienes fueran los espectadores de aquella película, pues a ellos solo les importaba los sentimientos que surgían en tan bella atmosfera.

Volando sobre el parque central de la ciudad, Eak fue descendiendo lentamente hasta llegar cerca de la laguna. Sus alas dejaron de aletear para simplemente planear y aterrizar en el suelo de forma sutil y delicada, casi como un vuelo de avión.

"¡Eso fue increíble, Eak!", exclamó emocionado TownTrap una vez que se bajó de la espalda del mexicano y darle un beso en la mejilla en forma de agradecimiento por el tan bonito paseo, "¡Eres el mejor! Lamento haberte gritado que teníamos que volver  y todo eso"

El ojiambar solo rió, "¡Cálmate, carnal! Que la velada aún no termina..." , sin mas el mexicano trasformó sus alas y le ofreció su mano al español, incitándole a sujetarla y seguirle.

El mayor aceptó encantado, y juntos caminaron por el parque de la mano hasta llegar a la enorme laguna, donde, ¡vaya, que sorpresa se llevó el león! Una pequeña barcaza decorada con bellas luces e incrustaciones de estilo rococo, los aguardaba con dos jóvenes humanos malhumorados que la conducían.

"¡No puede ser!", exclamó anonadado el pelinaranja, "¿Esto es por mí?"

El peligris asintió con una sonrisa, "¿Listo para el segundo paseo de la noche? Esta vez será en agua... Espero no te moleste, gatito", rió burlón a lo que TownTrap le dio un pequeño empujón a cambio.

Ambos adolescentes subieron al bote, y el joven de cabellos esponjosos lilas y ojos celestes, con una pequeña barba en su mentón, echó a andar el pequeño motor de la barcaza, mientras que el otro, de cabellos lacios y largos color salmón sujetos en una media coleta, de ojos del mismo color, simplemente seguía mudo y quieto en el asiento junto a su compañero.
La joven pareja se sentó en el único asiento del pequeño bote y allí se acurrucaron para disfrutar del paseo, TownTrap agachándose tanto para acomodar su cabeza en el pecho de su águila, y Eak apoyando su propia cabeza en la de su león, mientras observaban las estrellas a través de la arbolada.

Era una atmosfera tan romántica... 

Nada más que el ruido del motor de la barcaza, y los grillos era lo que los acompañaba, ya que hasta los humanos que dirigían el bote guardaban silencio.
Ninguno se decía una palabra, ya que disfrutaban uno del otro. Claro, se amaban, no necesitaban palabras para dedicarse amor.

Pero había una duda que inquietaba la mente del león, algo que sin duda no le dejaba disfrutar del todo su escena romántica.

"¿Eak?", rompió el silencio, algo inquieto, "¿A qué vino todo esto?"

El mexicano se mantuvo en silencio, y luego desesperado buscó algo en el bolsillo de su chaqueta. El español se sentó correctamente en el asiento para observar atento lo que hacía su novio. Entonces, el águila encontró lo que buscaba y sacó un pequeño papel arrugado de su bolsillo. Rápidamente lo estiró y lo sujetó frente a sus ojos.
Estiró su mano derecha hacia el cielo, y con sus ojos ámbar fijos en el papel, leyó;

"No puedo concretar la hora, ni el lugar, ni la mirada, ni las palabras que pusieron los cimientos de mi amor. Hace bastante tiempo. Estaba ya medio enamorado de ti antes de saber que te quería."

El león se sonrojó hasta las orejas, antes de procesar esas palabras... Era imposible que Eak hubiese escrito algo así, "Eak, ¿qué es esto?"

"¿No es la descortesía con todos los demás la esencia misma del amor?", volvió a leer el águila, sin prestar atención a lo que su pareja preguntaba.

"Eak..."

"¡Cualquiera en su sano juicio se habría vuelto loco por ti!", volvió a recitar, antes de ser interrumpido cuando el pelinaranja arrebató el papel de su mano izquierda y la leyera para si mismo.

"¿Son citas de 'Orgullo y Prejuicio'?", preguntó incrédulo el español a lo que el ojiambar asintió sin vergüenza alguna.

"Fazbear dijo que era el libro más romántico de todos", aclaró el águila, "Y ya que no puedo escribir cosas románticas, pensé en leerte citas... Es cómo recitar poesía, ¿no? ¿Eso es romántico?"

TownTrap se quedó en silencio, tratando de procesar todo.
El vuelo por la ciudad.
El paseo en bote por la laguna del parque central.
Las citas de 'Orgullo y Prejuicio'.

Definitivamente no era algo que Eak haría... No solo al menos.

"¿Freddy tuvo algo que ver en esta cita?", TownTrap se cruzó de brazos, curvando una ceja. No estaba molesto, para nada, solo confundido.
El peligris asintió, y desvió la mirada. Esta vez si parecía avergonzado, "Eak, que tierno de tu parte pedirle ayuda a Freddy para hacerme una cita perfecta, pero... ¿por qué?"

El mexicano, aún sin mirar a los ojos del león, apoyó sus codos en el borde del bote, y sujetó sus cabeza en sus brazos. Dirigió su mirada al horizonte, mas bien a la nada, pues no sabía como contarle la verdad a su novio sin que este se decepcionase de él.

"¿Sabes, carnal?", comenzó el ojiambar, "Yo... no soy un romántico de primera, y bueno, solo quería hacer algo lindo para ti"

"¿Intentaste ser romántico para mi?"

"¡Obviamente!", suspiró el peligris, "Y está claro que no funcionó"

"Adoro tu manera de ser romántico", rió el león, causando sorpresa del mexicano, "Nadie se había tomado tantas molestias por mi, y eso es sumamente romántico, al menos para mi"

El águila se quedó en silencio, con un ligero brillo en sus ojos al ver tan bella sonrisa en el chico junto a él.

"Sabes, es una de las cosas que me enamoraron de ti", confesó el español, sonrojándose un tanto.

Eak lo observó dudoso, "No mames"

"¡En serio!", insistió risueño el ojinaranja, "Tu intención es lo que me importa, no el acto en si"

"Eso suelen decir cuando no les gusta un regalo", Eak bufó frustrado. Acto seguido sintió como algo tiraba de su barbilla para finalmente ser sorprendido por un beso. Los brazos del más alto fueron a dar a los hombros del menor, en el momento en el que este correspondía el beso.

Al contrario de muchos de sus besos, este no tenía casi nada de lujuria en él. Sus labios danzaban juntos, a gusto, a un ritmo lento y tierno. Sereno, sin ninguna presión, solo una simple unión en sus corazones.
Eak le siguió el beso a su novio hasta que el aire se les acabase, y entonces separaron sonrientes.

"Ay wey...", suspiró el peligris, "...Me dejas sin habla, carnal"

Town rió, y unió su nariz a la de su pareja, "Eak, me encanta que seas romántico a TÚ estilo, ¿si? No intentes ser distinto, porque yo me enamoré de TI, no de otra persona, ¿de acuerdo?"

El águila sonrió, "Te amo..."

TownTrap se sobresaltó. A pesar de todas las indirectas que Eak siempre le daba, jamás había sido tan directo. Se estremeció al oír esas palabras tan sagradas para él provenir de aquella voz que tanto le hacía vibrar.
Era algo que le encantaría escuchar todos los días.

"También te amo"

Eak hacía lo posible para no morirse de vergüenza. Era verdad que no era de expresarse de esa forma, pero bueno, fue algo que le nació del momento.
Realmente ese león lo traía vuelto loco.

"Oye, ¿quieres hacer algo divertido?", preguntó TownTrap de pronto, llamando la atención del mexicano.

"De acuerdo"

Sin más, el español rápidamente acercó su mano al agua y con fuerza la arrojó a la cara de su novio, seguido de una carcajada de su parte.
Eak se quejó paralizado, y observó a su pareja reír con ganas. Frunció el ceño, "Ya valiste, carnal"

El español se llevó tal empujón que calló del bote al agua.

Pero claro, jaló a su novio con él.

"¡AGH, PERO QUE PENDE-"

"¡Ja, ja, ja!", reía con alma de niño el león, "Debiste ver tu cara"

El ceño fruncido desapareció de la frente del águila, "Sí... Bueno... Será mejor que salgamos del agua si no quieres resfriarte"

El pelinaranja asintió, y volvió su mirada a los chicos que conducían el bote, "¡Hey, chavales! ¿Podrían volver por nosotros?"

El humano de cabellos lilas se volvió hacia los adolescentes y luego cruzó miradas con su amigo de cabellos color salmón, y rió, "¡Ja! ¿Por Aliums? No lo creo, cuidaros solos, ¡bye!"

"¡¿QUÉ DIJISTE, PENDEJO?!", el peligris estaba apunto de elevarse por los aire y hacer de esos humanos carroña, pero cuando elevó sus brazos y estos se transformaron... "Mis alas están mojadas... No puedo volar..."

TownTrap le sonrió, "Tranquilo, vámonos nadando a la orilla, nos secamos y vamos a comer algo, ¿te parece?"

Eak sonrió, "Bueno, ¡pero vamos donde haya comida de esa rara que come la gente rara cómo tú!"

"Se dice ser vegetariano"

"Como no simón..."



















































































"¡Te compré flores!"

Jacob le dio un ramo pequeño, mas muy hermoso de bellas flores verde agua al chico de cabellos rubios que conquistó su corazón.

Theodore estaba sorprendido, y a la vez encantado. Nadie le había hecho un gesto tan dulce, "¡Oh, son preciosas, Jay! Gracias..."

El ojiambar sonrió con cierto brillo en sus ojos, "Las vi y me recordaron a ti, por el color de tus ojos"

"Oh... ¡Que tierno!"

"No creas que intento coquetearte", aclaró el lobo con una sonrisa enamoradiza, "No me olvido de que no quieres estar con nadie y que no eres un premio y blah, blah, blah"

"Eh, Jacob..."

"¡No te preocupes!", volvió a hablar con alegría el peligris, "¡Yo soy feliz siendo tu amigo, además de que sé que necesitas tiempo para aclarar tu mente y esas pendejadas! Además, entiendo porque le gustas a más de uno"

"¿Eh?"

"Cualquiera en su sano juicio se habría vuelto loco por ti"

"¿Eso es de 'Orgullo y Prejuicio'?"

"Sí"

"Jacob..."

"Me encanta verte sonreír", suspiró como idiota el mexicano, "Quiero verte feliz"

Theodore se quedó en silencio, su corazón palpitando mucho más rápido que antes. Sus mejillas sonrojadas y sus manos sudorosas.
¿El amor se sentía así?

"Jacob... Y-Yo no quiero lastimarte...", dijo nervioso el rubio, a lo que el ojiambar simplemente sonrió y sujetó su mano libre.

"Tranquilo, Ted", habló sonriente el mexicano, "Siempre serás mi Principito, no importa que pase. "

Sin más, besó su mejilla y caminó lejos del rubio.
Seguía confundido, pero a pesar de todo, esos pequeños gestos de parte de Jacob, le hacían sentirse tan bien que dejaba de dudar por esos instantes.

"¡Jacob espera!"

Ni siquiera sabía porque lo llamó de vuelta, solo lo hizo.
Aún con las bellas flores que le dio en sus manos, se acercó radicalmente al lobo.
Se sonrojó hasta las orejas.

"No sé que estoy haciendo...", admitió en un susurro avergonzado el rubio.
Pasó sus manos por detrás del cuello del ojiambar, y simplemente se dejó llevar.
Jacob no perdioó el tiempo y unió sus labios con los del más bajo casi en un abrir y cerrar de ojos. El rubio no dudo en corresponder.
Se separon al instante, tan solo fue tacto, sin embargo, un hermoso y celestial segundo para ambos.

"Ay wey...", suspiró el lobo, "...Me dejas sin habla, carnal"

"Lamento lo que hice, y-yo no sabía que hacía..."

"Me tienes loco, Principito", rió el peligris juntando su nariz con la del ojiverde azulado.
Teddy cerró sus ojos, disfrutando de la cercanía del contrario.
Su pecho lo sentía tibio.
¿Será que así se siente el amor?

"Ahí nos vidrios, Ted", dijo Jacob separándose bruscamente del ojiverde, "Tengo tarea que hacer, espero que te gusten las flores"

Es verdad, estaba enamorado de Theodore. Pero honestamente no quería seguir jugando con sus sentimientos.

Teddy se quedó allí, de pie en silencio. Una vez más, la culpa siendo su mejor aliado.

Mientras, al otro lado de la habitación, dos padres espiaban aquella escena que hubo entre los adolescentes.

"¡Ese es mi chavo!", sonrió Eak, en un susurro eufórico, para no llamar la atención, "¡Mira como dejó de baboso al pendejo ese!"

"Me parece que 'el baboso' es nuestro hijo", rió igual de despacio TownTrap, "Lo heredó de ti"

Eak igualmente no pudo evitar reír por lo que dijo su esposo. Con tantos años casado junto a él, ya no sentía vergüenza por admitir que estaba locamente enamorado de su león, "A wiwis... Oye, ¿de dónde habrá sacado ese romanticismo?"

"Es tan tierno y dulce", sonrió TownTrap, "Él si que es romántico"

"Eso lo heredó de ti, carnal"

"No", negó el español con una sonrisa que enamoraba a Eak cada día más, "Él es romántico a su estilo"

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¡Listo!
Aun me sorprende cuanta gente votó por el Jaddy.
Estoy impresionada.

Ya que tenía ganas de hacer EakTrap, y también sacó segundo lugar en las votaciones, hice ambas.
¿Qué tal?
Mola, ¿no?

¡Bueno, qué tal los dos humanos Aliufóbicos!
¡Tenía que agregarlos!
Esos dos me conquistaron.

Al de cabello lila le voy a decir Bers, por obvias razones, y al de cabellos salmón, le diré Mute (mudo en inglés, como el modo mute de la televisión)
Pronunciación: /miut/
(No sé como escribir fonemas, ni modo. Mi electivo no es de fonética)

Y eso pos.
Jajjsjsjsjs
Me encanta que les encante el Jaddy.
Eso :)

¡Un aplauso a Jane Austen y su increíble libro!
Un clásico de la literatura; Orgullo y Prejuicio.
Si no lo han leído, les recomiendo leerlo.

¡Nos leemos pronto!

-Natta

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