[OS] Colmillos
Inspirado en el AU de MasonSo
Encontré esto entre mis notas más viejas. El capítulo dos de algo que estaba escribiendo hace tiempo.
Lamentablemente perdí el capítulo uno.
Estaba escrito para otro fic de otro fandom y me decidí a adaptarlo para FNAFHS y así no desperdiciar esta escritura.
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Amanecía, un hermoso sol reluciendo en los bosques del pueblo.
El día comenzaba completamente normal en el pueblo de FNAF, excepto por los dos nuevos huéspedes.
El sol alumbraba debajo de las oscuras cortinas que los gemelos jóvenes inprovisaron con sus ropas más oscuras en el ático.
Aunque hubiese amanecido, el cuarto seguía a oscuras.
"Freddy, escuche a los pájaros cantar", dijo Fred, quien estaba acostado en la que era su nueva cama, a su hermano gemelo que colgaba de cabeza del techo, sujetando un libro frente a su rostro, "¡Ya amaneció!"
"¿Y cuál es la diferencia?", preguntó el joven, sin despegar la mirada de su libro.
"Los humanos despiertan cuando amanece", comentó Fred, levantándose de la cama, "Chica y Bonnie ya debieron despertar"
"Y a mí que me importa", dijo Freddy, aun sin despegar sus ojos del libro.
Fred solo se quejó en voz alta por la actitud de su hermano, y caminó hasta la puerta, "Freddy, hablo en serio, deja ese libro y ven conmigo"
Freddy sabía que su hermano solo usaba ese tono de voz cuando hablaba en serio. Él estaba dispuesto a lo que sea para que su hermano sea feliz, si no, él no estaría aquí. Por lo tanto, con mucha molestia, soltó sus pies del techo, y cayendo como si hubiese saltado un pequeño escalón, llegó al piso. Arregló su cabello un poco y caminó malhumorado siguiendo a su hermano.
Ambos gemelos salieron de la habitación y bajaron las escaleras tranquilamente.
Una vez abajo, olieron la esencia humana provenir de la cocina, por lo que siguieron el aroma.
Efectivamente, Bonnie y Chica estaban en la cocina. Chica estaba sentada en la mesa, tomando una taza de café recién servido, leyendo Una revista de modas. Bonnie estaba parado frente a la cocina, haciendo panqueques como si fuese un profesional.
El aroma a panqueques era casi tan fuerte como el aroma a humanos... Bueno, para los jóvenes vampiros.
"Buenos días, chicos", saludó Chica cuando vio a los jóvenes entrar a la cocina, "¿Durmieron bien anoche?"
Freddy resopló. Era obvio que ninguno de los adultos jóvenes sabía algo sobre vampiros, "No dormimos"
"¿De qué estás hablando?", preguntó la rubia, a lo que su mejor amigo respondió riendo.
"¡Ups! Había olvidado mencionarte Chica, que los vampiros no duermen, por alguna razón", contestó riendo mientras volteaba algunos panqueques en un plato.
"Oh...", fue lo único que Chica comentó antes de volver a su lectura. Se sentía algo incómoda como su ignorancia fue puesta en evidencia frente a todos.
"Bueno, no se queden ahí parados", rió el pelimorado mientras se acercaba a la mesa donde su amiga estaba sentada, con dos platos llenos de panqueques, "Sientense, están en su casa"
Fred sonrió inmediatamente y se sentó al lado de la rubia, para tratar de coquetearle obviamente. Freddy solo miró a su hermano antes de rodar los ojos y sentarse lentamente frente a Chica en la mesa, claramente incómodo.
Bonnie dejó los dos platos con panqueques en la mesa, uno frente al azabache, y el otro frente al castaño, "El desayuno está servido"
Ambos jóvenes miraron con extrañeza al muchacho, luego a sus platos respectivos, y de nuevo a él, con la misma mirada.
"¿Qué es esto?", preguntó Freddy, con una mirada de desprecio hacia su plato.
"Son panqueques", dijo el pelimorado algo preocupado por la reacción de los jóvenes, "¿No les gustan los panqueques?"
"No es eso", rió algo nervioso el castaño, "Es que no comemos comida humana"
"Nos da asco", espetó Fred Con disgusto, alejando su plato de panqueques de él.
Chica inmediatamente levantó la mirada de su revista, "¿Los vampiros no comen comida humana?", preguntó ella sorprendido, "Entonces, ¿qué comen?"
"Sangre"
La fría respuesta de parte del joven de cabellos más oscuros sentado en la mesa logró que a ambos humanos se les pusiera la piel de gallina.
"M-Me refería a-a si comían a-algo aparte de... S-Sangre...", tartamudeó la única mujer en la casa, evitando la mirada de los gemelos.
"Bueno... A Freddy le gustan las manzanas", sonrió un poco más relajado Fred.
"¿Manzanas?", preguntó Bonnie, dirigiendo su mirada al castaño, quien simplemente se encogió de hombros, sin mirar a los humanos.
"Es la única comida que me gusta", respondió Freddy monótonamente, "Tal vez porque son rojas como la sangre"
La mención de esa palabra nuevamente, provocó otro escalofrío recorrer los cuerpos de los humanos. Definitivamente, no se sentían cómodos hablando de sangre frente a dos vampiros.
"O-Oh", suspiró el pelimorado, tratando de no parecer nervioso, "Q-Que mal, ayer se nos acabaron las manzanas"
"Sí...", comentó Chica también, esta vez dejando su revista aparte, dirigiéndose a su amigo, "Creo que deberíamos ir a comprar más, ya sabes, para que nuestros... Emm... Invitados se sientan más cómodos"
Fred sonrió de lado, dejando su nerviosismo de lado, y abrazando levemente a su hermano, "¿Oíste eso? Te compraran manzanas"
Freddy solo miró a su hermano un momento, antes de bajar la mirada y decir susurrando; "Grandioso"
Chica se levantó de su asiento, y de su bolso de mano sacó su billetera, "Tengo una mejor idea", dijo la mujer, mientras sacaba un par de billetes.
"Chica, ¿qué haces?", preguntó Bonnie, atento a los movimientos de su mejor amiga, mientras se servía un vaso de agua.
"Les voy a dar un poco de dinero...", dijo la rubia mientras se acercaba al joven con mejor actitud, "...Para que vayan a comprar manzanas, y también algo de... Ya saben, ropa"
"¿Qué tiene de malo nuestra ropa?", se quejó Freddy.
Fred recibió el dinero la rubia, haciendo caso omiso a la queja de su hermano, y observó el regalo de la dueña de casa. Quedó anonadado, "¡Wow, preciosa! Esto es mucho dinero"
"¡Claro que no!", rió Chica, silenciandose de inmediato, tratando de procesar lo que dijo su "nuevo huésped".
"¿Y a dónde vamos a comprar?", preguntó Fred.
"En el supermercado, por supuesto", sonrió Bonnie, "Así pueden ir a conocer el pueblo"
"Super- ¿Qué?", preguntó Freddy, extrañado por la inusual palabra.
"Supermercado", contestó el pelimorado, tomando un par de sorbos de su vaso de agua, "Ya sabes, el establecimiento donde uno va a comprar comida, ropa, artículos de aseo..."
"¿Supermercado?", preguntaron los dos gemelos jóvenes, mirándose extrañados uno al otro.
La duda ganó absolutamente en la mente de Chica y se atrevió a preguntarles a los dos adolescentes algo que no se había atrevido a preguntar antes; "Chicos... ¿En que año nacieron?"
"En 1899", dijo Fred sonriendo.
El ruido desorbitante de una escupida de agua interrumpió la seria conversación en la cocina. El agua que Bonnie había estado bebiendo terminó en la cara de su mejor amiga.
"¿¡En qué año dijiste!?", exclamó incrédulo el adulto de cabellos morados.
"1899", repitió Freddy las palabras de su gemelo, algo dudoso.
"¿¡Cuántos años tienen!?", preguntó Bonnie.
"¡Agh, 117 años!", respondió Fred, un poco molesto, "¿¡Y eso qué importa!?
Un silencio incómodo invadió la cocina nuevamente. Pero como siempre, el vampiro azabache trató de dejar sus diferencias de lado e inmediatamente romper el hielo.
"Bueno, ¡vamos al Grandemercado!"
"Supermercado...", Bonnie aclaró.
"¡Supermercado!", se corrigió el pelinegro.
"Ok, después me cuentas como te fue", suspiró Freddy mientras se paraba de su asiento y caminaba fuera de la cocina. Sin embargo, antes de que pudiera salir, Fred intervino, "¡Ah, no! ¡Tú vienes conmigo!"
"¿Qué? ¡No!", reclamó el adolescente, "Yo no iré a ninguna parte"
"¡Oh, sí! ¡Sí irás!", respondió su hermano.
"¡Ni muerto, Fred!", respondió el castaño, un poco molesto, "¡No quiero convivir con ningún otro humano! ¡Suficiente tengo con estos dos viejos!"
"¡Hey!", se quejaron los dos adultos.
"¡Oh, acéptenlo! ¡Son viejos!", Freddy gritó en la cara de los dueños de casa.
"Dice el muchacho de 117 años", respondió Bonnie al insulto del vampiro.
"¡Suficiente!", por primera vez frente a los dos humanos, Fred levantó la voz. Ambos amigos se quedaron mudos al escuchar a la grave voz del azabache hacerse presente así de imponente. El castaño sabía lo que significaba... Él hablaba en serio.
"¡Bien!", se quejó Freddy, "Iré..."
"Eso quería escuchar", sonrió satisfecho el pelinegro, mientras salía contento de la cocina, "Iré por nuestras sombrillas"
"Agh...", gimió Freddy.
"No se olviden de comprar ropa de actuales adolescentes", recordó Chica, "Para que pasen más desapercibidos en el pueblo, ya sabes, como si fuesen dos adolescentes normales"
"Sí, un par de poleras y unos jeans estarían bien", comentó Bonnie.
"¿Jeans?", preguntó Freddy.
"Jeans, BlueJeans, pantalones de mezclilla, como quieras llamarlos", explicó el pelimorado, "Los que usan todos los adolescentes"
"Pero esos los usan los vaqueros", respondió dudoso el castaño.
Chica y Bonnie se miraron entre ellos, y luego miraron al joven vampiro.
"Tienes mucho que aprender de este siglo..."
***
Caminando por el bosque, iban los dos gemelos vampiros, cada uno caminando debajo de su sombrilla.
Freddy sostenía su propia sombrilla sobre si mismo, y sostenía la sombrilla de su hermano sobre él, mientras éste leía el mapa del pueblo que sus nuevos "amigos" les habían pasado para que supieran llegar al supermercado.
"Ya estamos cerca, Freddy", sonrió el azabache a su hermano.
"Eso ya lo sé, Fred", gruñó el joven, "Puedo sentir el olor a humanos desde aquí"
"¿Cómo será ese "supermercado"?", preguntó Fred curioso, mientras guardaba el mapa en su bolsillo de pantalón de antaño, que combinaba que su chaqueta negra de 1920's.
"Tal vez como un mercado, pero más grande", pensó el castaño que vestía muy parecido, pasándole la sombrilla a su hermano.
Después de unos minutos, los gemelos llegaron al pueblo.
Varios pobladores caminaban como cualquier otro día, cada uno centrado en sus propios asuntos.
Fred guió a su hermano por la ruta señalada en el mapa, y en un par de minutos se encontraron frente a frente con una gigantesca estructura comercial, con un letrero enorme arriba de sus puertas que decía; "Supermercado; Big Economi".
"Wow...", suspiró Freddy impresionado, "Así que esto es un supermercado"
Ambos gemelos se miraron entre ellos, impresionados. No perdieron más el tiempo y se adentraron a la estructura. Sin embargo, en el momento en que Fred iba a empujar las puertas, estas se abrieron antes que él si quiera las tocase.
"¡Ahh!", el azabache gritó sobresaltado dando un salto hacia atrás, mientras su hermano de escondía detrás de él asustado, "¡Se abrieron solas!"
"¡Fred!", gritó Freddy a su hermano, "¡Son puertas mágicas!"
Los vampiros se miraron impactados, antes de saltar de susto cuando las puertas se cerraron frente a ellos.
"Oh por Dios", susurró Fred conmocionado, "Las puertas están en verdad hechizadas"
El castaño miraba atentamente a las puertas, casi desafiendolas a una competencia de miradas, vigilando si es que hacían algo.
De pronto, un adolescente pelirrojo, bastante alto, piel pálida y ojos color ámbar, vestido con jeans ajustados, un par de zapatillas negras y un poleron rojo con orejas de zorro en la capucha, se dirigió a la entrada del supermercado. Vio a los extraños gemelos parados frente a las puertas, temblando de miedo y vistiendo prendas más viejas que las de su abuela. No pudo evitar reírse.
"¡Linda ropa, torpes! ¡Ja!", rió el adolescente pelirrojo mientras entraba al supermercado, causando aun más confusión de parte de los gemelos, cuando las puertas se abrieron y se cerraron cuando el chico entró. Entonces...
"¿¡Cómo nos llamaste, insignificante humano!?", gritó Fred, olvidándose de las puertas por un segundo y entrando enrabiado al supermercado, seguido de su hermano que gritaba su nombre detrás de él.
Freddy miró hacia atrás de él para notar que las puertas habían repetido el proceso, pero esta vez cuando ellos entraron.
"Vaya, Fred...", suspiró el castaño, "...Parece que esas puertas hechizadas están al servicio de la gente que quiera entrar"
"F-Freddy..."
El vampiro se volteó al escuchar su nombre, solo para quedar boquiabierto al igual que su gemelo. Ellos jamás habían visto un supermercado en su vida, por lo que todo era nuevo para ellos.
Pasillo y pasillo llenos de mercadería correctamente organizada, pisos blancos recién enseredados y el cielo raso con todas sus luces.
"¡Que increíble!", exclamó Fred, arrastrando a su hermano al interior del supermercado, "¡Vamos a comprar lo que-!", pero fue interrumpido por el jalar de su brazo cuando Freddy se soltó de su agarre.
"¡No, no!", se negó el castaño, "Yo me quedaré aquí, no quiero adentrarme a esta monstruosidad", dijo refiriéndose al supermercado.
"¡Agh, está bien!", se quejó Fred, ya desesperado por aventurarse al supermercado, "¡No voy a discutir contigo ahora! Yo iré por las manzanas y algo de ropa para mí, sólo te pido que busques ropa para ti, ¿de acuerdo?", dijo el muchacho ya alejándose de su gemelo y sin esperar una respuesta, él corrió adentrándose a explorar.
"¡No lo haré!', le gritó Freddy lo suficientemente fuerte para que su hermano pudiera escuchar.
"¡Lo sé!", respondió el pelinegro a la distancia, sin siquiera mirar atrás, perdiéndose en la multitud.
Freddy se quedó allí solo de pie, sin saber que hacer. Miró a su alrededor tratando de procesar las cosas nuevas que había aprendido.
Existen los supermercados.
Las cosas están más caras que hace 100 años.
Existen puertas mágicas que se abren y cierran solas.
Y que al parecer los pantalones vaqueros ya no los usan los vaqueros, si no los adolescentes de este siglo.
Era bastante para procesar...
De pronto, algo llamó la atención del joven vampiro.
En un mesón de ofertas, había un montón de latas apalidas en una torre, con un cartel gigante que decía;
"¡Oferta imperdible!
Sopa Instantánea
$1.95"
"¿Sopa Instantánea?", preguntó para si mismo el adolescente de cabello castaño, "¿Desde cuándo se puede vender sopa en una lata? ¿No se descompone?"
El muchacho se acercó a la pila de latas, y cogió una de ellas. Él leyó la etiqueta de esta, y su curiosidad aumentó cada vez más. ¡Freddy no podía creer que en verdad la sopa ahora se vendía en lata!
De pronto, algún descuidado empujó por accidente al muchacho, logrando que a este se le cayese la lata de sopa instantánea al suelo.
"¡Agh! ¡Fíjate, idiota!", se quejó el vampiro, sin siquiera mirar atrás a quien lo empujó. El castaño resopló, mientras se quejaba mentalmente de los humanos, y se agachaba a recoger la lata que botó.
Pero para su sorpresa, la lata ya no estaba en el suelo.
"Hey, creo que esto es tuyo"
Una voz varonil llamó la atención del joven vampiro. Cuando levantó la mirada se encontró con un joven, unos centímetros más alto que él, como de la edad que el vampiro representaba, de cabello rubio, piel ligeramente menos pálida que la suya, y ojos de un fascinante color grisáceo. Vestía un chaleco sin mangas amarillo, con una camisa blanca debajo, unos jeans grises ajustados y unas zapatillas negras.
Era bastante atractivo.
Sonría con una mirada coqueta, mientras sostenía la lata que el chico castaño había tirado.
Freddy se quedó en blanco al momento de encontrar las palabras. Por unos segundos se había quedado admirando los ojos del joven, y había perdido la concentración.
Entonces, miró la lata que el adolescente rubio sostenía. Así recordó la situación en la que estaba y recuperó las palabras...
"S-Sí, quiero decir, ¡N-No! Quiero decir... ¡N-No lo he comprado así que no es mío!"
...Bueno, algo así.
El rubio solo sonrió aun más.
"Pero lo ibas a comprar, ¿no?"
Antes de que Freddy supiese contestar, el rubio leyó la etiqueta de la lata que sostenía en voz alta, "Sopa Instantánea, la forma más rápida de comer rico y sano", esta vez se rió en voz alta el adolescente, "¿En serio te gusta esta asquerosa sopa? No pareces la clase de chico que come estas porquerías"
No tienes idea, pensó el vampiro para si mismo. Pero entonces, Freddy comenzó a procesar lo que estaba pasando.
"¿Y a ti qué te importa lo que yo coma?", gruñó el castaño, mientras le arrebataba rápidamente la lata al chico más alto de las manos, y la devolvía a la pila de latas en el mesón de ofertas.
"Oye tranquilo, chico", se acercó el rubio nuevamente, "Solo estaba bromeando"
"Sí, lo que sea", se quejó el más bajo, dándole la espalda al rubio y tratando de alejarse. Mas no pudo cuando sintió una mano sujetando su brazo.
"Oye, espera", dijo el rubio, "No te enfades, amigo"
"¡Yo no soy tu amigo!", gritó Freddy, zafándose agresivamentamente del agarre del rubio.
"De acuerdo... ¡No eres amistoso! Ahora sé cuatro cosas sobre ti"
"¿Qué? ¿De qué hablas?"
"Te gusta la sopa instantánea, vistes anticuado y no eres amistoso", sonrió el rubio.
Freddy frunció el ceño, "Esas son tres"
"Ah, la cuarta es que eres muy lindo", habló sonriendo pícaramente el más alto de los jóvenes.
El vampiro se sobresaltó ante el halago de parte del rubio y un pequeño rubor se propago por su piel pálida. Freddy bajó la mirada, tratando de ocultar su rubor, y la vergüenza.
"No eres nada gracioso", gruñó el castaño.
El rubio rió ligeramente, "Lo siento, tenía que intentarlo"
El vampiro resopló e intentó alejarse nuevamente del humano, para ser interrumpido otra vez.
"Perdón, perdón... ¡Empecemos de nuevo!", sonrió el rubio y le estrechó la mano, "¡Hola, soy Golden!"
"¿Golden?", preguntó Freddy, sin corresponder el saludo del chico más alto.
"Así es", sonrió Golden haciendo caso omiso al desprecio del chico castaño, "¿Y tu nombre es?"
"Mi nombre no importa", gruñó el chico más bajo. Se mantuvieron en silencio, ambos pensando en la actitud del otro, antes de que después de unos segundos Freddy tuviera que preguntar; "¿Qué quieres de mí?"
Golden solo se encogió de hombros, con una pequeña sonrisa fingida, "Sólo te vi, me pareciste lindo, me di cuenta que no eres de aquí porque nunca te había visto en el pueblo, y quise hablarte"
Freddy nuevamente se quedó en blanco. ¿Acaso el rubio estaba coqueteando con él? ¿Y no se avergonzaba? ¿Desde cuándo que la homosexualidad es aceptada?
"¿Sólo así?", preguntó el castaño.
"Sí, sólo así", sonrió el rubio de lado. Esto realmente muy confuso para Freddy, este siglo era increíblemente raro, nada parecido a sus tiempos.
"¿Y qué dices?", preguntó Golden, estrechando su mano a pesar del desprecio anterior, "¿Querrías salir conmigo? Tal vez a tomarnos un helado o dar un paseo por el parque"
"Eres raro...", comentó Freddy, con un ligero sonrojo, "...Ni siquiera me conoces"
"¿Eso importa?", volvió a sonreír el ojigris.
"Definitivamente sí", rió burlón el castaño alejándose del humano, distrayéndolo jugando con sus manos, "Es mejor que te alejes de mí, pero admiro tu valentía... No se ve todos los días"
Sin más, el vampiro desapareció de la vista del rubio, dejándolo completamente embobado.
"No me importa quién seas", sonrió Golden hablándole al aire, sin embargo sus palabras dirigidas al muchacho que lo flechó, "Pero te aseguro que no me rendiré hasta que aceptes salir conmigo"
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A ver si adivinan el fandom original de este fic.
Lo adapte completito, será difícil adivinar... (Más encima es un AU dr aquel fandom 😅)
¡Pista! Esto estaba originalmente escrito en inglés.
(Sí, escribo en ingles también ¡y qué bitch! En mi electivo humanista tengo una clase de literatura en inglés)
Bueno eso es todo. No tengo más que decir... O tal vez sí.
¡A él que adivina le dedico el siguiente corto!
Siguiente;
Segunda parte de Afonía.
Bye!!!!!
-Natta
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