Sábado, 11:32am.

"¿Alguien me puede recordar qué hago aquí?", preguntaba Freddy con un ceño fruncido sentado en la camilla de la enfermería del internado cruzado de brazos.

La enfermera sonreía mientras cargaba una jeringa con una extraña medicina, "El director me comentó cuando entraste al internado que tenías un trastorno de personalidad múltiple, y que gracias a tu metabolismo de Alium no habías tenido tratamiento contra este, ¿no es así?"

"Bueno sí", admitió el castaño, sin dejar el ceño fruncido, "¿Y eso qué?"

"Verás, un laboratorio especializado está desarrollando un tratamiento efectivo para este tipo de trastornos psicológicos compatible con el metabolismo de los Aliums", dijo la enfermera, a la vez que se acercaba con la jeringa cargada al joven ojiazul sentado en la camilla, "Y nos mandaron una muestra para hacer la prueba en un Alium con trastorno de múltiple personalidad, y tu eres el chico perfecto"

"Espere, ¿qué?", se alertó el castaño, "¡No, ni se le ocurra! ¡Yo no soy el conejillo de indias de nadie!"

"Joven Fazbear, ¿acaso no quiere curarse de ese terrible trastorno?", preguntó la enfermera.

"No"

¡Así se habla! Porque... No quieres deshacerte de mi, ¿v-verdad?

¡¿Estás loco?! ¡Jamás! ¡Eres mi hermano!

Je, eso quería escuchar...

"Ok, esa no era la respuesta que esperaba", confesó la enfermera, "Pero bueno, son órdenes del director"

"¡Me niego a que me quiten a Fred!", se quejó el ojiazul, causando una confusión obvia en la enfermera, a lo que él se corrigió, "A mi otra personalidad"

Entonces la sonrisa de siempre volvió al rostro de la mujer, "¡Oh, no te preocupes! Solo durará 24 horas aproximadas el efecto, y ni siquiera hay seguridad de que funcione"

Ñeee, ya déjala que nos inyecte esa cosa de una vez.

Pero, ¡Fred! ¿No ves que-

Tranquilo, ¡estaré bien! Ya escuchaste a la señora esa, solo será un día. Solo así nos dejarán de molestar.

N-No estoy muy seguro...

Confía en mí, dudo que esa droga pueda contra la Perfección.

"D-De acuerdo", accedió el castaño, sintiendo como la enfermera preparaba su brazo para inyectarle la extraña medicina.
Una vez limpio el brazo del joven Alium, la mujer lentamente enterró la aguja en su piel llegando incluso a sus venas.

Sintió un horrible escalofrío y una asquerosa culpa consumiéndolo. A pesar de Fred le haya dicho que él iba a estar bien, no quería que nada le pasara a quien consideraba su hermano. Cuando sintió que la droga comenzaba a hacer efecto, en un acto instintivo le cedió el control del cuerpo a su otra personalidad.

"¿Eh? ¿Qué?", el azabache estaba realmente confundido cuando vio que él tenía el control, y una vez procesado todo se alteró completamente, "¡Freddy!"

T-Tranquilo, Fred... E-Estaré bien...

"¡Freddy, ¿qué hiciste?!", se comenzó a asustar el ojinegro, "¡¿Estás loco?!"

R-Relájate, t-torpe... Y-Ya lo dijiste... S-Solo serán 24 horas... E-Estaré bien...

La voz del ojiazul cada vez se sentía más distante, hasta ya casi quedarse dormido por completo.

D-D-Disfruta... T-Tu día... S-Sin mí...

Entonces, Fred ya no escuchaba la voz de su hermano, y tampoco podía sentirlo con él. Había desaparecido.

"¡FREDDY! ¡Vamos, no es gracioso!", insistía el azabache ahora castaño por tener el control del cuerpo, absolutamente alterado, "¡Freddy, vuelve en este instante!"

"Veo que funcionó", sonrió la enfermera, "Ahora solo hay que esperar 24 horas a que tu otra personalidad regrese, y si no es así, entonces podemos decir que funcionó realmente, ¡y te curaste!"

"¡¿Q-QUÉ?!", exclamó incrédulo el ojinegro, sintiendo por primera vez en su vida un miedo petrificante, "¡¿A qué te refieres con 'curarse'?!"

"Que si tu segunda personalidad no vuelve a aparecer en el tiempo estipulado, significa que la medicina funcionó totalmente y él nunca volverá a aparecer, ¿no es genial?", sonreía entusiasta la enfermera, "No hay muchas probabilidades de que ocurra, pero no pierdes nada con hacer el intento, ¿no?"

"E-Eso quiere decir que... ¡¿Es probable que Freddy no vuelva nunca más?!", el ojinegro ni siquiera se daba cuenta que su cuerpo temblaba de miedo.

"Sí, hay una mínima probabilidad de eso", suspiró la enfermera, viéndose frustrada por la actitud de su paciente, "Yo que tú aprovecho el día sin tu otra personalidad"

Fue cuando Fred recordó las últimas palabras de su hermano antes de desaparecer;

"Disfruta tu día sin mí"

Tal vez estaba exagerando, después de todo solo sería un día.
24 horas.
Freddy estaría de vuelta antes de que se diese cuenta, ¿no?

O al menos de eso trataba de convencerse el castaño, con una sonrisa nerviosa.

Sin ninguna otra palabra, salió de la enfermería dejando a la mujer que lo atendía completamente confundida.

Si Freddy quería que disfrutara su día, eso haría.

"Todo está bien", reía nervioso el ojinegro mientras caminaba sin dejar se pensar en la pequeña posibilidad de que su hermano no volviese nunca jamás, "Todo está excelente"

Al estar tan distraído por sus pensamientos negativos, ni cuenta se dio cuando chocó con cierto rubio.

"¡Freddy! Justo iba a ir a buscarte a la enfermería", exclamó Golden sonriente al ver a su chico, hasta que se dio cuenta que no era el ojiazul en sí, "¡Oh, Fred! No me había dado cuenta que eras tú, osito"

"Je... Sí... No soy Freddy...", reía el ojinegro, rascándose la nuca con bastante nerviosismo, "¡Pero no te preocupes! Él volverá pronto, ¿cierto? ¿CIERTO?"

Eso preocupó bastante al rubio cantante, "E-Eh... ¿Fred, estás bien?"

"¡Claro que si, mi querido lámpara!", exclamó con una sonrisa extraña, y algo aterradora, "¿No ves que Freddy quiere que disfrute mi día? ¡LO ESTOY DISFRUTANDO, COÑO!"

Entonces, Golden supo que algo no andaba bien... Para nada bien.
Sin decir una palabra, sujetó a su novio del brazo y caminó junto a él guiándolo hasta la habitación que compartían, para que ambos pudieran hablar tranquilos.

"Muy bien... ¿Ahora que sucede, osito?", fue lo primero que preguntó el ojigris una vez que vio que el castaño se sentó tembloroso en la única cama del cuarto.

Fred simplemente sonrió, esta vez con su típica sonrisa pícara, "Nada rubio, es sólo que estaba muy nervioso por esa droga que nos dieron. Se supone que yo debía desparacer, pero Freddy tomó mi lugar de último momento... Solo será un día, y él volverá"

El rubio fruncio el ceño, "¿Freddy no está?"

"No, desapareció gracias a esa droga que nos dieron para curar la doble personalidad", aclaró el ojinegro, sin dejar su sonrisa confiada, "Pero no te preocupes, la probabilidad de que Freddy no vuelva son muy bajas... Solo son 24 horas, y él volverá"

Golden no sabía que decir. Por lo que Freddy le contaba, ellos dos siempre se complementan, y que uno sin el otro sería un caos total.
No sabía si creerlo o no, de todas formas en esta cuestión era Fred de quien hablábamos.
Freddy podía decir que necesitaba a Fred siempre consigo, pero el ojinegro podría opinar distinto, él no lo sabía.

"Bueno si me disculpas, dulzura", comenzó el castaño poniéndose de pie desde la cama para dirigirse hasta la puerta, "Freddy, antes de desaparecer, me pidió que disfrutara mi día solo, así que te veo más tarde, guapo"

"¡Espera! ¿A dónde vas?"

El ojinegro se encogió de hombros, sin dejar su sonrisa, "Supongo que donde me lleven mis pies"

Sin más que decir, solo con un guiño a su novio, se fue cerrando la puerta detrás de él.

Siendo uno de sus pocos días libres, y ya que su novio estaba "ocupado", el rubio se decidió a simplemente holgazanear todo el día. Se acostó debajo del cubrecamas, y así se dedicó a dormir, para porfin tener un descanso digno para su ajetreada vida.

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Sábado, 10:14pm.

"¡NO LO SOPORTO MÁS!"

Golden se despertó de golpe al escuchar un horrible grito junto a un fuerte portazo en su habitación.
Rápidamente vio el pequeño reloj en la mesita de noche y pudo ver que ya era muy tarde, ya habían pasado varias horas pues había oscurecido. Lo más probable es que recién haya sonado el toque de queda.
Entonces desvió su mirada a quien era su novio, que había entrado al cuarto haciendo todo un escándalo.

"¿Qué pasa, Fred?", preguntó desganado el rubio, pues el sueño aún estaba apoderado de su cuerpo.

"¿QUE QUÉ PASA?", respondió indignado el ojinegro, "¡NO ME SIENTO BIEN, RUBIO! ¡ESO PASA!"

"Ok...", suspiró el ojigris, "...Cálmate, osito. Si estás alterado, de nada va a ayudar..."

Dichas esas palabras, el castaño se calló y comenzó a temblar bastante.
Y eso alteró drásticamente al cantante.

"Y-Yo... N-No me siento bien...", comenzó a tartamudear Fred, algo que jamás pensaba escuchar el rubio.

"¿Qué ocurre, osito?", angustiado preguntó el cantante.

"Y-Yo me siento i-incompleto...", decía nervioso el ojinegro, algo realmente extraño para el chico que se hacía llamar a si mismo Perfección, "...M-Me siento... D-Débil, sensible, c-cobarde... ¡Tengo ganas de llorar, rubio! E-Eso no es normal en mí... ¡Y-Yo no soy así! N-No dejo de tiritar, y de sentir un peso en mi pecho... ¡QUIERO A FREDDY!"

"Espera...", detuvo confundido el rubio, "...¿esto es por Freddy?"

"¡O-Obviamente, idiota!", se quejó el castaño, "E-Él es mi complemento... ¡E-Él es el blanco, yo soy el negro! ¡E-Él es el sol, yo soy la luna! ¡E-Él es el Yin, yo soy el Yang! ¡E-Él es el ping, yo soy el pong!"

"¿Ping Pong?"

"¡P-PON ATENCIÓN O VOY A DESTROZAR A ESO QUE LLAMAS CARA!", dicho esto, el ojigris prefirió guardar silencio, sintiéndose intimidado por aquella actitud tan extraña de su novio, "¿E-Es qué no lo entiendes? Y-Yo no existiría si no fuese por él... ¡S-Somos una dualidad! S-Sin él, solo soy la mitad del equipo..."

La voz del ojinegro cada vez se escuchaba más quebradiza, y su temblar era aún más notable.

"...¿Q-Qué pasaría si él no volviese nunca?", las lágrimas se hicieron presentes, algo nunca antes visto con aquellos ojos oscuros, "¿Q-Qué pasaría si ya no vuelve? ¡Y-Yo me juré protegerlo! ¡E-Esa es mi misión en la vida...! E-Es mi hermano..."

"Fred...", Golden suspiró abrazando fuertemente a su chico para consolarlo, acariciando delicadamente las mejillas del castaño, limpiando aquellas lágrimas jamás antes vistas, "...No te angusties, Freddy estará bien, ¡solo tienes que pensar positivo!"

"N-No sé que haría sin Freddy... Es decir, ¡solo mírame, rubio! S-Soy un patético llorón si él no está aquí... C-Conmigo...", se quejó el ojinegro, tratando de contener el llanto, pero fallando brutalmente, "...J-Jamás pensé extrañarlo de esta forma, ¡siempre deseé en el pasado que él desapareciera de mi vida! Je, no sé en qué estaba pensando en ese entonces", comenzó a reír nervioso, y eso siguió angustiando al joven cantante.

"¿S-Será que me he vuelto muy dependiente de él? ¿S-Será que simplemente no quiero perderlo otra vez?", Fred seguía riendo con lágrimas en los ojos, "¡Quiero a mi hermano de vuelta, rubio! ¡Y lo quiero ahora!"

El cantante ojigris suspiró, acariciando la espalda de su novio, susurrando pequeños "shhh" para tranquilizar al ojinegro.
De alguna forma esas caricias lograban apaciguar los nervios del angustiado muchacho de poderes fríos.
Terminó pegándose al contrario, cargándose en el hombro del más alto y sollozó sus últimas penas en los brazos del rubio.

"Fred, no te angusties más", susurró con suavidad el menor, "Fre- digo, tu hermano estará bien, solo ten fe"

El castaño sonrió levemente, "Mi hermano... Suena aún más lindo cuando alguien más lo dice..."

Eso causó una pequeña risita del más alto, "En verdad se quieren ustedes dos, ¿eh? Es casi increíble de creer, porque ustedes son... Ya sabes..."

"Yo jamás le había dicho esto a nadie, pero... Q-Quiero mucho a Freddy", dijo sin más el ojinegro, "Si le dices a alguien que dije eso, voy a romperte los brazos y piernas"

Golden no hizo más que reír nervioso, sin dejar de acariciar su espalda.

Fred solo bufó, "Realmente la ausencia de Freddy me hace mal, ni yo me reconozco, ¡hasta me sentí culpable por amenazarte!", acto seguido bostezó, "No creo soportar mucho tiempo sin mi otra mitad... No me gusta sentirme así, tan debilucho... Solo quiero oír su estúpida voz de adolescente neurótico otra vez..."

"Solo un par de horas más, osito", tranquilizó el rubio con una sonrisa, acostando suavemente al ojinegro en su cama compartida, para luego acobijarlo y acostarse a su lado.
Acariciando sus cabellos castaños suavemente, abrigándolo en sus brazos y tarareándole una agradable melodía, logró hacerlo dormir.

"Espero que regreses pronto, Freddy", susurró Golden al aire una vez que confirmó que su osito azabache ya estaba sucumbido en el mundo de los sueños, "Fred te necesita... Y yo también..."

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Domingo, 11:30am.

"Entonces... ¿Estás diciendo que ayer a Fred y Freddy les dieron una medicina que se supone haría desaparecer a la segunda personalidad, pero que Freddy cambió su lugar con Fred de último momento y por lo tanto él desapareció y ahora Fred está desesperado e irreconocible todo gracias a que Freddy no está con él?", preguntó TownTrap una vez que el novio de ambas personalidades, Golden, le explicase la situación.

Los tres muchachos, el Oso, el León y el Águila, caminaban por los pasillos del internado en dirección a la habitación de los osos para poder ver al muchacho del que hablaban.

"Sí, eso es más o menos lo que pasó", respondió el rubio, un tanto avergonzado, "¡Y es por eso que necesito tu ayuda, Town! Eres un experto calmando a las personas"

"Wey, es muy difícil que te crea, ¿sabes?", frunció el ceño Eak, "Esos dos son literalmente opuestos, ¿y quieres que te crea que el lado fuerte de los dos, el lado confiado, seguro, presumido e insensible de los dos está afectado por la ausencia de su otra mitad?"

Golden simplemente suspiró, "Por eso necesito su ayuda, chicos, ¡jamás había visto a Fred así! Realmente me preocupa..."

"No puedo imaginármelo", rió avergonzado el pelinaranja, "Fred es tan... Rudo, por no decir otra cosa"

"Sólo faltan unos pocos minutos para que pasen las 24 horas", dijo el rubio, con cierta ansiedad. Si Fred tenía razón y hubieran posibilidades de que Freddy no volviese a aparecer, eso le angustiaba de formas inimaginables.
¿Jamás volver a escuchar esa tierna voz?
¿Jamás volver a ver esos hermosos ojos azulados?
¿Jamás volver a sentir sus caricias y apoyos morales?
¿Jamás volver a escuchar sus chistes o su risa ingenua?

Ahora entendía la angustia que Fred sentía.

"Tranquilo, tío", animó el león, "¡Freddy estará bien, y volverá sano y salvo!"

"Eso espero...", comentó nervioso el ojigris, una vez que abría la puerta de su habitación.
Fue algo bastante complicado, ya que la puerta y el resto del cuarto completamente congelado.
La angustia del castaño había tomado control de sus poderes, quien estaba hecho bolita sentado en su cama con varias mantas cubriéndolo, a pesar de que él no sintiese frío. Por esa razón, el cuarto tenía escarcha por todas partes.

"¿Fred?", preguntó confuso el pelinaranja al ver al chico de ojos oscuros, viéndose tan vulnerable y entristecido, "¿Estás bien?"

"S-Solo un minuto... Y-Y Freddy volverá...", fue la única respuesta del castaño, sin siquiera levantar la mirada.

"¡Chingada Madre, que frío hace aquí!", se quejó el mexicano, transformando sus brazos en sus enormes alas grisáceas para abrigarse.

"Tranquilo, osito... Ya verás que todo saldrá bien...", intentó animar el cantante, dudoso de igual forma.

"¡Deja de mentirme, rubio!", gritó alterado el ojinegro antes de esconderse debajo de las mantas por completo.

Los tres chicos simplemente se quedaron en silencio, sabiendo que tal vez el muchacho de cabellos castaños necesitaba estar tranquilo... Hasta que;

"¡YA SON LAS 11:36!", exclamó Fred, ya saliendo de debajo de las mantas, "¡ES LA HORA EXACTA EN LA QUE FREDDY DESPARECIÓ AYER! ¡YA VA A VOLVER!"

Los cuatro Aliums sonrienron impacientes y se quedaron en silencio, esperando a que Fred reaccionara para dar por sentada la llegada del ojiazul.
Sin embargo, pasaron los minutos y nada parecía cambiar en el castaño.
Poco a poco la sonrisa de Fred se fue borrando, dejando en su lugar una mirada de angustia total.
Eso estaba preocupando bastante a los otros tres chicos.

"¿F-Freddy?", preguntó el ojinegro, teniendo la ilusión de que su hermano le contestaría, "¿E-Estás ahí?"

Nada.

"V-Vamos Freddy...", volvió a habló nervioso, con una sonrisa insegura, "...N-No es gracioso... ¡V-Vuelve por favor!"

Aún más silencio.

Las lágrimas se hicieron presentes nuevamente en los ojos oscuros, "¡F-Freddy, vamos ya deja de jugar! ¡N-No te vayas! ¡F-Freddy...!"

Los tres muchachos de pie junto al ojinegro se estaban hiperventilando por las palabras del mismo.

Ya sin ninguna respuesta de parte de su mente, el castaño rompió en llanto, "¡FREDDY! ¡No, por favor! ¡No me dejes! ¡Vuelve, te necesito!"

Algunas lágrimas se asomaron por los ojos anaranjados y grisáceos.

"¡Esto es mi culpa!", lloraba desconsolado el ojinegro, "¡Yo debía protegerte, esa es mi única misión en la vida y fallé! ¡Lo siento tanto, Freddy! ¡Soy el peor hermano del mundo!"

¿D-De qué estás hablando, Fred? Eres el mejor hermano...

"¿F-Freddy?", en ese momento, el llanto frenó cuando escuchó aquella voz que a veces lo hacía rabiar y otra veces reír, en su cabeza, "¿E-Eres tú?"

Pues sí... Supongo que ya pasaron las 24 horas, ¿no?

"¡E-Eres un maldito idiota!", lloraba el castaño, con una sonrisa llena de alegría, "¿T-Te diste cuenta del susto que me diste?"

Fred... ¿Estás llorando?

"N-No...", negó de igual forma sonriente, limpiándose las lágrimas de sus mejillas, "S-Solo tenía algo en mi ojo"

¿Me extrañaste?

"¡O-Obvio que sí, idiota! E-Eres mi hermano...", admitió el ojinegro, ya sin ninguna vergüenza por estar frente a sus tres amigos. Por el momento, eran solo ellos dos los que importaban, "N-Nunca vuelvas a desaparecer así, por favor"

¡Wow! ¿Qué pasó mientras no estuve?

"Muchas cosas", suspiró ya más calmado el castaño, sin dejar su sonrisa de felicidad pura, "Solo no vuelvas a irte, ¡somos un equipo, ¿no?!"

Je, claro que sí.

El control del cuerpo pasó a ambas personalidades, y lo primero que hizo el chico de ojos bicolor fue abrazarse a él mismo muy fuerte.

"Ahora estoy bien"

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¡Este es el corto más largo hasta ahora!
Lo siento, me fui en la vola'

Ahora si que sí, siguiente; Afónia

-Natta