Katsuki x Lector (masculino) - Castigo y recompensa
Hace unos días pregunté a mis seguidores que personaje querían para una historia de personaje por lector. Hubo varias respuestas así que hice un sorteo. En cuanto al género del lector más o menos les dio igual, pero como alguien mencionó que prefería "chico" me decanté por el género masculino.
Acá las pruebas del sorteo xD
Quedó re justo porque de los otros personajes ya hice cortos de este tipo jeje.
Ali, mi vida, si estás mirando esto quería que sepas que no lo incluí a Hanta, porque cuando vos lo postulaste ya había hecho el sorteo >.<
Este pequeño relato va dedicado a Arexlup14 que fue quien propuso a Katsuki 🧡 Puede que haya un poco de ooc 🙈 No hay nada porno en esta historia (aclaro porque el título puede sugerir otra cosa).
Por algún motivo que todavía no comprendo, varias personas terminamos siendo víctimas de la ira del profesor y debimos quedarnos a limpiar el aula y otros espacios de la escuela. Eso es un abuso de autoridad, si fuese más valiente me hubiera quejado con el director.
Para seguir sumando ítems a mi lista de desgracias quedé en el mismo grupo que mi crush, Katsuki Bakugo. No sería una desgracia si yo no fuese un tonto que se ponía nervioso cada vez que estaba cerca de él. Por suerte Mina y Ochako también estaban en el grupo. No todo era tan malo.
Limpiar el pizarrón no sería una tarea tan difícil si tan solo pudiera llegar al extremo superior. ¿Cómo es que el profesor llegaba a un sitio tan alto? Estaba en puntas de pie, estirándome todo lo que podía cuando escuché la suave voz de Ochako, hablando con un tono que hizo que se me ericen los pelos de la nuca.
—Mina y yo tenemos que ir a buscar algo al cuarto de limpieza. —Me di vuelta y la miré con el ceño fruncido, pude ver que estaba intentando no reírse.
—Sí, volvemos en un rato. Ustedes sigan limpiando. —No puede ser. Podía ver como de repente les crecían cola y cuernos de diablo. Esas malditas pensaban dejarme solo con Katsuki.
Las miré muy enojado, pero ellas evitaron mi mirada y se fueron mientras se reían con complicidad. Ya van a ver. Vaya amigas que tenía.
Suspiré con fuerza, miré de reojo a mi rubio favorito. Él seguía limpiando los vidrios, ajeno a todo lo que pasaba. Claro, para él no significaba nada quedarse conmigo a solas. Volví a girar para seguir limpiando el pizarrón, de verdad era muy difícil llegar tan alto. Quizás debería saltar, no quería usar una silla.
De repente una mano se posó sobre la mía con delicadeza y me quitó el borrador que estaba usando. Me había sorprendido al punto de asustarme, me di vuelta rápido y me encontré con un cuerpo cálido muy cerca del mío. Levanté un poco la mirada, Bakugo borraba el pizarrón como si yo no estuviera siendo acorralado por él.
—Katsuki, ¿qué estás haciendo? —susurré, no me salía la voz. Él me miró con sus ojos rojos tan bonitos.
—Estoy limpiando el pizarrón, ¿no es obvio?
—Sí, pero... yo... —No podía hablar teniéndolo tan cerca, estaba muy nervioso.
Quise salir de ahí, pero él apoyó su otra mano en la pizarra, bloqueándome la vía de escape. Sentí como mis mejillas se ponían rojas. Katsuki me estaba acorralando, ¿qué estaba pasando? ¿Acaso mis plegarias fueron escuchadas? Sintiéndome valiente por una vez en mi vida, levanté la mirada hacia él, me miraba con mucha intensidad y una sonrisa de lado.
Se veía tan lindo. No estoy seguro, pero creo que un suspiro escapó de mis labios en ese momento. Él se agachó un poco para quedar a mi altura.
—Sé que te gusto. —Oh por... Mi boca se abrió y se volvió a cerrar. Creo que me puse aún más rojo.
—N-no es cierto. —No podía dejar de mirar sus ojos, me tenían hechizado.
—No me mientas pequeño. —Se acercó un poco más.
—Tenemos la misma edad.
Su sonrisa se extendió un poco y mis ojos bajaron a sus labios. Tragué saliva y cerré los ojos para intentar calmarme. Esa situación era muy extraña.
Lo siguiente que supe fue que Bakugo me estaba besando. A mí.
Abrí los ojos, sorprendido. ¿Qué estaba pasando ese día? Si era un sueño era demasiado vívido. Katsuki tenía los ojos cerrados, se veía muy tierno así. Quise separarme, pero él puso una mano sobre mi mejilla y comenzó a mover sus labios con mucha delicadeza.
Ya no pude resistirme, soy humano y el chico más lindo del mundo me estaba besando. Devolví el beso con la misma delicadeza. Solo nuestros labios participan, era un encuentro muy suave y dulce.
Cuando el beso terminó, yo me había convertido en una masa líquida. Me había derretido por completo. Bakugo me dio un pequeño beso y abrí mis ojos despacio. Él estaba sonrojado igual que yo.
—También me gustás, pequeño.
—No soy pequeño —contesté con el ceño fruncido. Él rio bajo y me abrazó.
—Tengamos una cita el viernes.
—Sí —respondí escondiendo mi rostro en su cuello.
Nunca entendí por qué me vi involucrado en el castigo del profesor, pero no me quejo. Fue la mejor tarde de mi vida.
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