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BakuKami - Pijamada

Este relato va dedicado a amo-anne-with-an-e ya que hace poco fue su cumple 💕 y yo realmente la adoro 💕 El regalo de cumpleaños llegó tarde, pero llegó jeje. Espero que te guste corazón 😁

En algún momento pensé en publicarlo como historia independiente, con otro nombre, pero cambié de opinión. De todos modos, dejo la portada que hubiera usado, allá arriba. Solo para que la veas, ya que la hice...

Kaminari tarareaba una canción mientras esperaba emocionado a su novio. Era sábado y habían planeado pasar la tarde en su casa.

Con ayuda de su hermano mayor había preparado cupcakes, sabía que Bakugo disfrutaba de las cosas dulces y se sentía expectante por saber qué opinaría de su creación culinaria.

Cuando sonó el timbre se arregló la ropa y el pelo antes de abrir la puerta.

—¿Por qué estás tan nervioso? —preguntó su hermano—. No es la primera vez que viene.

Pero Denki no lo escuchó, ya había salido corriendo hacia la puerta de entrada. Katsuki fue recibido con besos, abrazos y una enorme sonrisa.

—Nos vimos ayer —acotó él ante tanta efusividad. Sin embargo, estaba contento de ver a su novio tan contento por su visita.

—Pasá, hice cupcakes —Tomándolo de la mano lo llevó hasta el sofá—. Si Ryo te dice que me ayudó, es mentira, no le creas.

Bakugo intentó no reírse, le parecía tierno que Denki quisiera impresionarlo.

—Está bien —dijo para complacerlo. Kaminari sonrió con los ojitos brillantes y se dirigió a la cocina para buscar las masas.

Cuando volvió de la cocina su madre y su hermano ya estaban charlando con Katsuki. La tarde pasó muy rápido y sin que nadie se diera cuenta, el día se nubló tanto que parecía que la noche había llegado antes.

Cuando Bakugo se dio cuenta de la hora y decidió volver a su casa, afuera caía un diluvio.

—Está lloviendo como si fuera a caerse el cielo —comentó la madre de Denki—. ¿Por qué no te quedás a dormir? Si querés yo la llamo a tu mamá.

—¡Sí! Hagamos una pijamada Suki —Denki sonaba muy emocionado.

—Yo me sumo —anunció Ryo.

—¡No! ¡Mamá!

—¿La terminan?

Bakugo veía con tranquilidad y diversión la pelea entre los hermanos y el hastío de la madre de ambos.

Kaminari acomodaba las almohadas en su cama para que cada uno tenga la suya. Había conseguido más mantas para evitar pelearse por estas durante la noche.

—Todavía es temprano Denki.

—Sí, pero podemos acostarnos un rato. Vení.

Haciéndole caso se acostó a su lado. Era un poco difícil caber en la cama, pero lograron acomodarse.

Denki comenzó a contarle anécdotas de su vida. Le contó de la vez que aprendió a atarse los cordones, cuando se le cayó su primer diente y cuando se enamoró por primera vez.

A Katsuki le encantaba escucharlo, mientras su novio hablaba, él le acariciaba el pelo con cariño.

—La primera vez que me enamoré fue de una mujer, ¿sabías? —Bakugo negó con la cabeza—. Yo tenía cinco años, era mi maestra del jardín. Y era muy bonita, solo para que sepas.

Bakugo sintió mucha ternura ante esa declaración. Había visto fotos de Kaminari a esa edad, imaginárselo enamorado solo aumentaba el nivel de ternura. Sin embargo, sabía que a Denki le gustaba cuando se comportaba un poco celoso.

—Basta de hablar de amores pasados, ahora me tenés a mí.

Denki se rio y lo besó con mucho amor.

—¡Me acordé de algo! Cuando iba al jardín aprendí a hacer sombras chinescas.

Se levantó de la cama entusiasmado. Salió del cuarto y volvió un momento después con una linterna. La prendió y la acomodó para que la luz apunte a la pared.

››Mirá y aprendé Suki. El perro es así —Junto sus manos como si quisiera hacer una pistola. En la pared se vio una sombra normal—. No, así no era —Intentó un par de movimientos, pero sin resultado exitoso—. No me sale, pero voy a hacer el ganso, ese es fácil.

Katsuki trataba de no reírse, se notaba que Denki se estaba esforzando por lograr una figura. Su cara de concentrado hacía que se vea más lindo.

Después de mucho intentar, el ganso parecía más un perro que el mismo perro. En ese momento Bakugo no pudo aguantar la risa, Kaminari siempre encontraba la manera de hacerlo reír.

Denki se contagió de la risa de su novio, aunque se sentía frustrado porque las sombras no le salían.

››Suki no te rías. Esta linterna no sirve. Mejor voy a buscar un mazo de cartas y jugamos al chinchón.

—No necesito eso para pasarla bien —Se levantó de la cama y lo abrazó— ¿No querés que te cuente sobre mi primer amor?

—No. No quiero.

—¿Estás seguro? Es un chico revoltoso que no sabe hacer sombras chinescas.

Denki le dio un golpe en el brazo, provocando que Katsuki ría otra vez. Sonrió feliz ante el sonido de su risa y escondió su rostro en el pecho ancho de su novio, olvidándose de la linterna, el mazo de cartas y todo lo que no fueran ellos dos.

Fin 💞

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