CORTO VII: AU CANON
"Cuando la relación va mal..."
•~•
Sanemi mira a Obanai analizandolo con bastante detenimiento, hace apenas unos segundos el hombre había decidido decirle un problema que había tenía con Tomioka, quien es su novio, desgraciadamente.
El problema no solo molestaba al Pilar de la Serpiente, sino que también perjudicaba a la compañía completa.
Resulta que el tan querido Giyū Tomioka había dicho de manera arbitraria y sin avisarle a nadie, ni siquiera a su novio, que hace un par de años le perdonó la vida a un DEMONIO. Y no solo eso, resulta que ahora hizo un juramento dando su vida si ese engendro se come a alguien.
¿Muy lindo todo, no?
Sanemi quería matarlo, pero no más que Iguro.
—¡Ese desgraciado! ¡Lo odio, lo odio!
Se quejó Obanai con los brazos cruzados mientras recordaba la tan inesperada reunión y la mirada apática de Tomioka durante esta, sobretodo la forma humillante en la que defendió a Kamado de él.
¿A caso ese frentón era tan importante como para que Giyū, quien nunca se mete en nada, se metiera?
Y encima de eso, ¿Qué diablos le hizo esa demonio a Tomioka para que este no la matara?
¿Por qué Giyū jamás se lo confesó? Hubiera sido mucho más fácil de digerir que en medio de una reunión sorpresa.
—Deja de quejarte, no sé porque te sorprende.
Obanai mira enojado a Sanemi.
—Tomioka es una persona desagradable, te lo dije una y mil veces pero aún así te fuiste corriendo con él.
—No jodas con eso ahora, Shinazugawa.
—¿Entonces qué hago? ¿Me quedo callado mientras te mortificas por un imbécil que aboga a favor de los demonios? Solo te estoy diciendo verdades.
Obanai no contesta, en su lugar se recuesta en la mesa y esconde su rostro en sus brazos. Piensa mil cosas pero sabe que en este momento no va a llegar a nada, no puede durar toda la vida enojado con él.
En algún momento debe hablarle.
—No me molestó que perdonara a un demonio...
Sanemi lo mira a penas conteniendo las ganas de insultarlo por aquel comentario.
—Agh, no me molestó tanto que perdonara a un demonio, lo que me hiere es que no confió en mí. Ni siquiera se preocupo en hablarme al final de la reunión.
—Es egoísta, solo piensa en si mismo. ¿No viste su cara durante toda la reunión? Te veía como alguien insignificante.
—¿Eh? ¿Insignificante?
—Sí, ¿O es que a caso piensas que alguien que te ama te va a ignorar como lo hizo en la reunión después de lo que tú hiciste por él? Lo habías defendido de todos como un idiota y el tipo ni siquiera te miró, prefirió defender a un recién aparecido.
Iguro parpadeó sintiendo un choque de realidad por las palabras de Sanemi, no quería pensar eso, Giyū no era así. Obanai lo conoce.
—Eso no es cierto.
Se mantiene firme y defiende a Giyū, no va a permitir que su amigo lo insulte.
Shinazugawa se molesta por la actitud cegada de Iguro cuando se trata de Giyū.
—Iguro, lo cierto es que ese tipo le ha perdonado la vida a un maldito demonio ¿A caso no es razón suficiente para odiarlo? Tú más que nadie sabes lo que esas cosas representan para el mundo, el sufrimiento y tormento que le han hecho a personas inocentes y aun así ese estúpido, siendo un jodido Pilar, lo perdona.
Las palabras le caen como enormes baldes de agua helada sobre él y siente que puede ahogarse. Era doloroso para Obanai escuchar esas palabras.
Iguro le ha mostrado a Giyū cosas que jamás había pensado en enseñar solamente porque lo ama.
En la reunión se armó de valor y en contra de sus propios valores lo defendió, abogando que tal vez haya una buena razón para su actuar y aun así Giyū lo trato con indiferencia.
Sanemi en parte tenía razón, Tomioka era un egoísta.
—Tal vez... Tal vez tengas razón.
Dice y para Sanemi es suficiente, ya es un logro hacer que Iguro al menos le diera el beneficio de la duda.
Shinazugawa sonríe satisfecho, volviendo a insistirle a Obanai para que termine con el de ojos azules. ¡Sería una noticia digna de celebrar! Había esperado algún problema grave para instigarlo a terminar la estúpida relación
El Pilar del Viento detestaba con su alma a Giyū, cada vez más sentía que Iguro lo desplazaba por él y aunque su orgullo no lo acepta le hiere un poco.
Con la cabeza aún caliente por toda la situación con el demonio Iguro resultó ser más fácil de convencer.
—¡Tienes razón! Ese tonto de Tomioka solo a demostrado ser el egocéntrico egoísta que habíamos pensado al principio, ¡Voy a terminar con ese imbécil!
Decir que Shinazugawa se alegró es poco decir.
—¡Eso mismo! Termina con ese desgraciado.
Y con una expresión decidida Iguro salió del restaurante para ir a buscar al Pilar del Agua.
Sanemi se sintió por completo satisfecho.
•~•
Sanemi no tuvo mejor cosa que hacer que morderse la lengua en este momento.
El hombre de baja estatura se veía con una expresión nueva llena de paz, lejos de ser la misma persona que había estado apunto de matar a alguien de antes. En realidad, se veía feliz.
Shinazugawa lo miró con desaprobación, fue aún peor cuando vió como el cabello de Iguro estaba peinando con un Kanzashi de jade adornado con pequeñas joyas.
¿Por una maldita baratija su amigo lo había perdonado?
—¿No... No ibas a terminar con ese tarado?
Iguro alza los hombros preocupándose más en mirar a Kaburamaru que en observar a su amigo.
—Iba a hacerlo pero hablamos, resolvimos el problema y ahora estamos como antes.
Giyū se había disculpado, confesó que la razón por la que no pudo hablarle era por estar asustado y no saber expresarse bien, de malas le presentó a Tanjiro y Nezuko (no se llevaron bien pero fue un inicio), y le regaló un Kanzashi.
Un Kanzashi con un significado muy especial.
—En realidad estamos mejor que nunca, ¿No es lindo?
Señaló el accesorio de cabello presumiendo, Sanemi sinceramente ya ni siquiera reconocía a Obanai cuando se trataba de Giyū. Extrañaba los días donde lidiaba con un Iguro babeando por Kanroji que por Tomioka.
—Es espantoso, tu noviecito tiene un gusto de mierda.
Iguro lo mira, casi ofendiendose por el comentario pero Sanemi alza los hombros lavandose las manos.
—¿Y qué con eso? Es una cosa horrible para el cabello.
—Horrible tu cara.
Iguro se cruza de brazos molesto, detesta que Sanemi sea tan bruto y no pueda entender lo importante que eran estos pequeños regalos de Tomioka.
—¿Por qué tan feliz por eso? Es solo un accesorio barato.
Ahí estaba la pregunta que había estado esperando.
—Shinazugawa, es una costumbre extranjera. Me sorprende que no lo sepas.
—Es extranjera no jodas, ¿Cómo diablos quieres que lo sepa?
El menor tenía un punto.
—Te explico; cuando en un noviazgo se regala un Kanzashi es una manera sutil de pedir la mano.
Matrimonio.
—¿Qué?
Sanemi se desencaja y mira la cara de enamorado de Obanai, en su interior el estómago del albino se retuerce en desesperación por aquella terrible noticia.
De entre todos los hombres que Iguro tenía que elegir ¡Tuvo que ser Tomioka! ¿Por qué? No tenía idea. Lo piensa con seriedad y se percata que prefiere que su amigo sea la cuarta pareja del Pilar del Sonido a que se case con el animal de Giyū.
—¡Iguro no digas estupideces!
—No digo estupideces, Shinazugawa. Nos vamos a casar. Por supuesto que no será pronto, aún no me siento digno de unir mi vida con la de él, debo limpiar mi cuerpo corrupto. Pero cuando renazca en un mundo sin demonios me casare con Giyū.
Qué estúpido.
Shinazugawa no dice nada, rueda los ojos con molestia y se cruza de brazos sin poder soportar las palabras del mayor. ¡Obanai era un imbécil y un traidor! No podía decir que cortara su relación para luego decir que se casará con él.
Al menos no será en esta vida, y si puede detenerlo tampoco será en la próxima. Sanemi se encargará de eso.
Con aquello de consuelo voltea a ver a Iguro quien seguía jugando con su cabello y tocando el Kanzashi con mucha ilusión. Obanai era tan bobo.
—¿Vamos a entrenar? Me enferma escucharte hablar de Tomioka.
Iguro despierta de sus sueños despiertos y mira al albino, un poco apenado.
—No, invite a Giyū a una cita. Vine para cancelarte este entrenamiento y posiblemente los próximos, comenzaré a entrenar con él.
—¿E-eh? ¿Se puede saber por qué?
—Giyū quiere estar más tiempo conmigo.
¿Más tiempo? ¡Si por poco no van a cagar juntos estos dos!
Eso fue el colmo de Shinazugawa, ya es el mayor desplazamiento que el Pilar de la Serpiente le había hecho en estos últimos meses.
¡Ese idiota de Tomioka siempre queriendo robarse la atención!
Pues Shinazugawa le dará mucha atención si ese es el caso, ¡Le dará una paliza!
•~•
"Cuando la relación va mal Sanemi es el único que lo disfruta."
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro