La manada celebraba gustosa el gran banquete que se estaba ofreciendo por parte de la familia del líder, todos comentaban lo orgulloso que se debía sentir el alfa Taeyang al saber que su hijo tendría un fuerte alfa que lo sabría cuidar y proteger de todo.

Los instrumentos musicales sonaban y la gente cantaba con alegría, incluso las demás familias habían asistido pues era una verdadera fiesta lo que se estaba viviendo.

-Buenas noches querida manada, me alegra mucho que todos estos jóvenes hayan encontrado a su pareja, nuestra Diosa Luna es sabia, ella es quien nos guía hasta nuestro verdadero amor, espero pronto la manada crezca, pero por lo pronto disfruten, es un gusto volver a verlos a todos y estar de nuevo con mi familia, ahora bailemos y comamos que mañana será un nuevo reto, omegas no se lo hagan tan fácil a sus alfas, demuestrenle lo mucho que valen y eso espero ver mañana en el segundo día de cortejo, ahora si que la música siga hasta que nuestras voces se cansen- el Líder Taeyang había hablado estaba orgulloso de cada uno de sus miembros de la manada, quería que todos fueran felices tanto como él lo había sido con su omega.

Todos gritaban y bailaban incluso algunas parejas se abrazaban mientras se daban uno que otro beso, todos estaban en su momento romántico excepto una pareja que solo se habían dedicado a ignorarse mutuamente.

-Yoongi ¿me puedes explicar porque el alfa de tu hermano es un cachorro? Pensé que este sería fuerte y más varonil, pero miralo tiene pinturas extrañas en uno de sus brazos y algún defecto tendrá su boca pues lleva aquellas cosas raras ¿de dónde salió?

-Padre Jungkook viene de la ciudad, vino con su padre Jimin el cual es un explorador, querían fotografiar y ver como era nuestra tradición de las flores, pero jamás nos imaginamos que su hijo quisiera cortejar a Namie.

-No se ven muy apegados, se que apenas se conocen pero cuando ves a tu omega no te quieres separar de el o ella y justo ahora están como dos extraños, no los he visto bailar juntos o siquiera hablar, lo cual es extraño.

-Sabes que Namjoon es muy penoso y bueno el alfa es joven y desconoce nuestras costumbres.

-Es por ello que estuve pensando en la propuesta de Siwon- el joven alfa lo miró intrigado- cuando llegué los ancianos me lo dijeron y creo que es lo mejor, es un Alfa fuerte y que además conoce nuestras tradiciones por lo que creo sería un mejor prospecto para tu hermano.

-No lo sé padre, Namjoon no quería que Siwon lo cortejara y debemos respetar su decisión.

Con esas últimas palabras Yoongi dio por finalizada la conversación fijando ahora sus ojos en aquel pequeño omega que desde que llegó lo estaba volviendo loco, era tan lindo y sexy, aún recordaba la agradable y muy placentera noche que pasaron, deseaba volver a repetirlo, sin embargo el omega lo evitaba y solo se dedicaba a fotografiar a su manada.

Namjoon veía como todos bailaban alegremente, él a pesar de ser un poco torpe con sus pasos le encantaba hacerlo, disfrutaba mucho danzar al rededor de la fogata, cantar y sentir el viento en su cuerpo mientras se movía de aquí para allá.

-¿Podemos bailar? - aquella pregunta había salido de sus labios sin siquiera haberlo pensado bien, el alfa lo miraba como si esa fuera una idea tonta. -No se bailar Namjoon, además aún me duele mi herida, pero si gustas puedes hacerlo, no tienes porque estar aquí conmigo por lástima.

-No es lástima- dijo de inmediato el omega - yo debo estar donde tu estés, más ahora que serás mi alfa.

Al oír aquello el alfa quiso atragantarse con su propia saliva -Namjoon yo no soy ni seré tu alfa, todo fue un error y si realicé el primer cortejo fue más por mi que por ti, pues debía limpiar mi honor- mentía pues realmente lo había hecho al ver como el omega se había entristecido al sentirse rechazado.

-Oh- fue lo único que salió de los labios del omega, le dolía sentir ese rechazo del Alfa y aún no entendía porque su lobo estaba de ese modo.

-Hola Namie, vengo a presentarte a mi alfa-los ojos del omega se dirigieron al guapo alfa- su nombre es Seokjin.

-Hola mucho gusto Seokjin, soy Namjoon amigo de este pequeño omega.

-Me alegra que nos presentaran mi Tae habla mucho de ti, dice que te admira demaciado.

-Bueno Namjoon nos vamos no queremos interrumpirlos, debes estar ocupado con tu alfa- la pareja veía a Jungkook el cual los ignoraba pues ya conocía a Seokjin y la verdad no le interesaba conocer a ese omega.

Justo cuando la pareja se fue Namjoon se puso de pie dispuesto a irse, no quería estar más ahí se le veía triste y cualquiera podría notarlo, justo cuando avanzó unos cuantos pasos sintió como alguien lo tomaba del hombro.

-Disculpame Namjoon, no quería hablarte de ese modo, es solo que todo esto me asusta, jamas había hecho un cortejo, ir a cazar o salir con alguien de manera más formal. -el lobo de Jungkook le exigía que le dijera la verdad y se disculpara, no quería ver a su omega triste.

-Te entiendo Jungkook y no te preocupes, aún así muchas gracias por realizar la primera actividad de cortejo, los jabali son difíciles de atrapar así que felicidades fue la mejor caza de la noche, mi lobo y yo te lo agradecemos Alfa.

Jungkook sentía como algo dentro de el se removia cada que el omega se refería a el como su alfa, su lobo estaba feliz pues a su pareja le había gustado el animal que con tanto esfuerzo cazó para él.

-Me alegra que te gustara Namjoon- ambos se miraban a los ojos, sentian algo extraño en sus estómagos, sus cuerpos se atraían como si tuvieran imanes y sus aromas se mezclaban en aquella ligera brisa.

Los ancianos de la manada junto con otros integrantes comenzaron a sonar los tambores, todos los omegas se pusieron de pie y tomaron a su alfa de la mano para acercarlos a la gran fogata mientras sonreían alegremente, Namjoon veía aquello con ilusión sabía que era otra muestra de agradecimiento a los alfas por el esfuerzo que habían hecho al ir de Cacería, otra tradición que se llevaba a cabo.

Jungkook miraba al omega, este estaba maravillado viendo como todos corrían hasta situarse cerca del fuego, sabía que no debia continuar con aquello pero esos ojitos ilusionados del omega se estaban convirtiendo poco a poco en su debilidad.

-Creo que sólo faltamos nosotros Namjoon- el omega volteo a verlo sorprendido no esperaba que Jungkook quisiera ir, más no desaprovechó la oportunidad y tomó su mano para juntos acercarse a la fogata.

-¿Qué se supone que haremos aquí?-la duda le carcomia al alfa.

-Es una ceremonia de agradecimiento, ustedes los alfas se esforzaron mucho y es hora de su recompensa por su arduo trabajo.

De pronto los tambores pararon y una melodia suave comenzó a sonar, era como si el viento les hablara pues su toque era ligero.

-Debes quitarte eso Jungkook- dijo señalando a su camisa.

El Alfa obedeció sin objetar nada, de hecho Namjoon le podría decir cualquier cosa y este aceptaría, no entendía que le estaba pasando ni porque reaccionaba así,pero su lobo le pedía que no lo molestara llevándole la contraria.

La melodia continuaba mientras unas omegas les entregaban unas mantas y unos baldes con aceites y flores a los omegas.

-Buenas noches jóvenes parejas, hoy sus alfas se esforzaron mucho, trajeron buenos animales a la manada y esta tendrá alimento por amenos un mes, muchas felicidades son afortunados y afortunadas por tener alfas fuertes en su vida que sabrán proteger y proveer bien a sus cachorros cuando llegue el momento de agrandar la manada.

Muchos omegas sonreian avergonzados pues estar en la intimidad con su alfa y tener cachorros era algo que muchos deseaban y aunque Nam era más independiente y le gustaba la aventura, no negaría que tener un pequeño lobezno en sus brazos no le alegraba el corazón, tanto así que su aroma feliz hizo aparición hipnotizado aún más al alfa quien lo veía con emoción.

-Bueno basta de tanta charla, es momento que vayan a sus cabañas y concientan a sus alfas, relajenlos y hagan que descansen, mañana les espera otro gran reto y deben estar preparados para lo que sigue.

Jungkook y Namjoon se pusieron de pie, el alfa iba a caminar más la mano del omega lo detuvo-Antes de irnos debo aplicarte esto alfa-Jungkook no había notado aquella planta rojiza que el omega traía en su mano, con algo de presión observó como de esta salia un líquido rojo, Nam tomo dos de sus dedos para impregnarse de la tinta.

-¿Puedo? - preguntó con algo de duda, pero se alegro al recibir un si de respuesta. Namjoon pintaba el rostro y pecho del Alfa.

-¿Qué es lo que pintas omega? - aquello lo intrigaba pues veía el esfuerzo y dedicación del omega.

-Son los siete símbolos de la manada, este que parece una flor simboliza a la naturaleza la cual nos brinda un hogar, este caracol simboliza a los animales que hoy se sacrificaron por nosotros, en su honor nuestra manada no volverá a cazar hasta que sea meramente necesario, esta de acá es una estrella que simboliza a todos los ancestros que nos ven y protegen desde arriba ellos nos guian hacia nuestro destino, esta luna simboliza a nuestra Diosa la cual se encarga de escribir nuestro camino en esta tierra, esta gota es la pureza, el agua nos ayuda a limpiar todo el mal que nuestro cuerpo tenga, esta pequeña garra es la unión de toda la manada y la conexión que tenemos unos con otros.

-¿Y éste? - el alfa había señalado un último trazo, el cual tenía círculos y cosas que se entrelazaban.

-Esta es una celta que se conoce como el Nudo del amor, se dice que cuando conocemos a nuestro destinado nuestros corazones se unen igual que esto y se entrelazan creando un lazo tan fuerte que nada ni nadie puede romperlo, pues incluso después de la muerte, ambos amantes volverán a buscarse anhelando encontrar a su otra mitad.

Aquello le parecía tan asombroso al alfa, todos los habitantes de esta manada estaban muy relacionados con la naturaleza, la cuidaban y veneraban.

-Es momento de irnos- ambos se levantaron y el omega tomó las cosas que antes le habían sido entregadas, juntos partieron a la cabaña y por extraño que pareciera el alfa había sido quien tomó la mano del omega para caminar juntos.

Jimin observaba aquella escena un tanto sorprendido, no sabía porque su su hijo estaba haciendo todo aquello, quizás era para vengarse por haberlo traído hasta aquí gastando así sus vacaciones, pero no le parecía justo ilusionar de ese modo al omega, necesitaba hablar con Jungkook, por lo que esperando que pasaran algunos minutos fue en busca de su pequeño.

Namjoon en cuanto pusieron un pie en la cabaña tiro la manta en al piso acomodandola y poniendo los aceites a los lados, esperaba que su trabajo le gustara al alfa, pero cuando giro este ya se había desplomado en una cobijas dispuesto a dormir.

-Jungkook... Me preguntaba si..... Si bueno... Ammm tu quisieras.... Olvidalo - su voz había salido avergonzada y patética y es que así era como se sentía.

-¿Qué pasa Namjoon? ¿Tienes que pintarme más cosas? - su voz había salido tranquila como si realmente quisiera ayudar al omega.

-Yo quiero recompensarte- la mente del Alfa viajó tan lejos al escuchar aquello, incluso su lobo se puso feliz queriendo aparecer para tomar aquella recompensa que el omega estaba ofreciendo.

-¿Cómo vas a recompensarme omega? - su lobo estaba presente, Nam sintió como su omega se sometía al llamado del Alfa, pero debía ser fuerte para que este estuviera relajado y pudiera descansar.

-Debes recostarte aquí alfa- el alfa hizo caso tocando su pecho la fría manta.

Namjoon tomó un poco del aceite que se le habían dado y comenzó acariciar la espalda del Alfa, debía relajarlo acariciando sus músculos, en sus clases le habían enseñado a tocar los lugares correctos para hacer que su alfa destensara los músculos y esto estaba surtiendo efecto pues el alfa sentía dolor pero placer a la vez.

El masaje que le daba Namjoon lo estaba disfrutando y mucho, su espalda sentía como el omega ponía la presión necesaria que lo hacía gozar.

Cuando su tarea terminó el alfa estaba por quedarse dormido, pero unas manos curiosas lo hicieron salir de aquel mundo de los sueños. -¿Qué significan tus pinturas alfa? - el omega acariciaba aquellos fuertes brazos observando los raros dibujos que tenía.

-En un principio significaron rebeldía, quería hacer enojar a mis padres y me pareció la mejor idea, pero después me gustó, no puedo decirte que tienen un significado especial porque no es así, solo son las cosas que me gustan.

-Algunos son muy extraños- ambos rieron pues era verdad la mayoría de esos tatuajes eran raros y algunos incluso habían perdido la forma.

-Tienes razón, no son tan especiales como los que tu hiciste en mi pecho.- ambos están tranquilos el aroma del otro los tranquilizaba.

-Es hora de dormir Jungkook - el omega se quiso levantar pero el alfa se lo prohibió.

-Quisiera también ayudar a que te relajaras Nam, no soy tan bueno con los masajes pero haré mi mayor esfuerzo.

-No es necesario, ya hiciste suficiente con haber cazado aquel animal, tu eres quien necesitaba aquello en sus músculos. - su voz era dudativa pues estaba nervioso.

-Aún así, por favor dejame hacerlo, vamos- aunque no estaba muy seguro acepto tirándose en la manta- debes quitarte la prenda Nam.

El omega hizo caso quitándose aquella camisa holgada y volvió a recostarse, Jungkook se arrepentia de haber pedido aquello pues el aroma del omega se hizo más fuerte, su lobo le pedía enterrar su nariz en aquella bella espalda para olerla mejor y porque no incluso probarla.

Jungkook estaba confundido jamás le había atraído un omega varón, porque al final de todo seguían siendo un hombre y eso no cambiaba en nada, del lugar donde provenía los omegas eran mal vistos, incluso él había peleado muchas veces por defender a su padre Jimin de comentarios estúpidos.

Pero justo ahora que veía aquella ancha pero delicada espalda desnuda y al igual que esa pequeña cintura, su cuerpo estaba reaccionando y no precisamente como debería al estar presente con otro hombre, con manos temblorosas tocó la espalda del omega y comenzó con su tarea.

Su piel era tan suave en un tono canela que sólo lo hacía lucir más apetecible, con toda aquella ropa el omega parecía más tosco pero ahora podía notar incluso aquellas curvaturas.

Cuando finalizó se dio cuenta que el omega se había quedado dormido, su cuerpo debía estar muy cansado, así que siguiendo lo que su lobo le indicaba se recostó a un lado y ambos cayeron totalmente dormidos.

Y no eran los únicos relajados pues Yoongi también dormía con un pequeño omega rubio sobre su pecho, lo había interceptado cuando este iba a la cabaña de su hermano y convenciendolo que lo mejor era ir hasta la mañana siguiente ambos se fueron a dormir, no sin antes haberse entregado mutuamente al otro.

Cuando la mañana llegó Jungkook dormía plácidamente, jamás se había sentido tan a gusto, su cuerpo estaba relajado, sentía a su lobo tranquilo como drogado, cuando por fin abrió sus ojos supo la razón por la cual su alfa estaba así, Namjoon dormía tan tranquilo sobre su pecho, sus cuerpos estaban pegados piel con piel, tanto que incluso Nam ahora tenía el aroma del Alfa encima y eso lo hacía sentir orgulloso.

Jungkook prefiero dormir un poco más, pero unos golpes en su puerta alertaron al omega despertandolo.

-Vamos Namjoon abrenos estamos hambrientos- gritó Yoongi, por lo cual su padre lo regaño, no podía entender aquella conducta tan infantil de su hijo y menos cuando tenían enfrente aquel bonito omega rubio.

-No puede ser Jungkook, levántate- el omega se paró de inmediato y vio su cabaña, estaba algo desordenada los aceites y flores habían quedado por ahí regados, sus ropas también. -Ayudame a recoger todo, y ponte tu ropa.

Ambos se vistieron con las mismas prendas de la noche anterior y el alfa escondió todo el desorden en el cuarto del omega.
-¿Qué hace aquí tu hermano tan temprano? - aquello había llamado la atención del Alfa pues Nam le había dicho que nadie podía ir ahí con ellos.

-Es el segundo día de cortejo, hoy es la presentación formal con mi familia, se supone que debemos darles la bienvenida con un delicioso desayuno, pues esto les demostrara que podemos ser una gran pareja.

-¿Y ellos deben traer el desayuno? -los ojos del omega se abrieron estaba asombrado por lo poco que podía entender el alfa.

-Claro que no, se supone que nosotros debemos hacerlo, pero me quedé dormido.

Los golpes en la puerta iniciaron nuevamente -No hagas ruido omega, quizás piensen que no estamos y se vayan- decía el alfa ganándose una mala mirada del omega.

-Sabemos que están ahí par de mocosos- respondió el pálido.

Con algo de pena Namjoon se acercó a la puerta y la abrió dándole la bienvenida a su padre, hermano y.... Suegro, aquello no le había gustado pues el omega siempre lo veía con mala cara.

-Hola mi pequeño Namu, veo que descansaron muy bien, espero hayan pasado una agradable noche y ahora podamos comer juntos - su padre lo miraba con alegría, le gustan la idea de que su hijo al fin fuera feliz.

-Y por lo que veo si que fue agradable- respondía burlón Yoongi al haber olfateado a su hermano.

-Lo siento padre nos quedamos dormidos y no he preparado nada, pero pueden acomodarse y en un momento les haremos algo.

Jimin se quiso reír cuando escuchó aquello pues sabía que su hijo era un flojo de primera y no movería ni un dedo, tantos años que llevaba con él, lo habían hecho conocedor de lo inútil que solía ser kook en la cocina.

Namjoon se fue rápidamente y comenzó a partir fruta, verduras y buscar algo de carne seca que habían conservado y huevos, haría algo sencillo pero que sabía le quedaba delicioso.

-Hijo ¿podemos hablar? - jimin se había acercado al alfa con la intención de hablar con él. -Claro que sí padre ¿Qué necesi.... -

-Jungkook podrías ayudarme alcanzar algo por favor- aquella suave voz opaco cualquier otra cosa que hubiera en el ambiente, ignorando completamente a su padre se dirigió a la cocina en donde había sido llamado.

-Toma Namjoon- el alfa le había entregado unas conservas de tomates molidos -Dejame ayudarte omega.

Ambos comenzaron a partir todo y cocinar, Jungkook seguía la instrucciones de Nam al pie de la letra.

Mientras tanto Jimin no entendía que pasaba, ese que estaba ahí no era su hijo, su pequeño alfa era un holgazán que se la pasaba todo el día en ropa interior jugando videojuegos, tomando y comiendo, era aquel que renegaba e incluso quería comenzar una guerra mundial cuando se le daba una orden o se le pedía algo y sobre todo era aquel típico alfa que no se dejaba manejar por nadie, pero justo ahora que veía como este partía lo que el omega le decía, que recibía regaños de éste cuando cortaba algo mal o que incluso le decía que era pésimo ayudante en la cocina, mientras su pequeño solo baja la cabeza avergonzado fue que llegó a una conclusión, ese de ahí no era su hijo o bien su cachorro había sido domado al fin.