Capítulo 15-Sorpresa
—Vamos Jinnie así no se cargan a los bebés vas a tumbarlos— decía con calma viendo como su alfa cargaba a los gemelos.
—No los tiraré Tae a ellos les gusta que los cargue juntos.
—¿Crees que tenga nuevamente dos cachorros, alfa?— al escuchar aquello el semblante de Seokjin cambió.
—Omega ya hemos hablado de esto, no es recomendable que tengas al cachorro, las ancianas me dijeron que era peligroso.
Tae giró molesto, no le agradaba nada cuando su alfa se ponía con aquella actitud, él no se desharia de su hijo, además se sentía bien, estaba sano aunque débil.
—Mi cachorro va nacer Jin y es la última vez que lo hablamos.
Después de que los cachorros durmieran en sus brazos, el alfa se dispuso a salir, debía ir con otros alfas a cazar pues la manada necesitaba alimento.
Todo iba muy bien habia asechado a un gran venado, estaba a punto de atacarlo cuando cayó, un inmenso dolor se hizo presente en su pecho, lo cual no le permita respirar bien, todo estaba borroso, a lo lejos escuchaba que alguien lo llamaba, no sabía que pasaba, hasta que la imagen y voz de Tae se hizo presente.
Con todas sus fuerzas corrió en su forma lobuna, debía estar con su Omega, este lo necesitaba, estaba desesperado.
Cuando llegó estaba cansado y con las patas ensangrentadas por el sobre esfuerzo, pero nada le importaba, solo quería saber que su familia estuviera bien, su cuello le dolía, el lazo con Tae ardía.
—Que bueno que llegó alfa Seokjin, una tragedia pasó, así que síganos.
Una de las ancianas llevó al alfa dentro de su cabaña y ahí lo vio, Taehyung estaba inconsciente en aquella cama que juntos habían hecho, su respiración se oía pesada y sus latidos débiles, su rostro era pálido,no se veía nada bien su pequeño.
—¿Qué fue lo que pasó? —Dijo mientras trataba de controlar a su lobo que amenazaba con salir y destruir al culpable del estado de su Omega.
—Lo que tanto temiamos alfa, su Omega estaba tranquilo con sus cachorros, los cuales ahora cuida el hijo Omega del líder, pero un inmenso dolor lo atacó en su vientre, yo lamento infórmale que Tae perdió al cachorro.
Seokjin sintió aquella tristeza que invadió todo su cuerpo, no había cuidado bien a su Omega y a su cachorro, era un mal alfa, juró proteger a su familia y les había fallado.
—Pero eso no es lo peor— Jin miraba ahora a la anciana, qué podía ser peor que perder un hijo, era una completa insensible por no darle el valor que merecía un cachorrito.—Su Omega, Taehyung perdió mucha sangre, sabía que estaba débil, presentaba síntomas de anemia desde que tuvo a los gemelos y con esto su estado se agravó, lamento decirle que no podemos hacer más, debe llamar a su familia para que se despidan como es debido.
Aquellas palabras taladraban la cabeza de Jin, de qué diablos hablaba esa mujer, su Omega estaba bien, juntos habían cuidado a sus cachorros por la mañana, los dos se habían besado hasta que fue difícil respirar y el Omega lo había corrido antes que la pasión los consumiera, ambos habían celebrado los primeros dos meses de vida de sus pequeños y ahora está anciana pedía que llamara a su familia para despedir al amor de su vida, estaba loca, todos los estaban, su Taehyung estaba bien o eso quería pensar, su tonto lobo lloraba queriendo sentir el débil lazo que los unia.
Antes del atardecer las ancianas de la manada dieron la fatal noticia a los padres del omega, Seokjin lloraba desconsolado mientras se negaba a soltar el débil cuerpo de su Taehyung, lágrimas bajaban mientras veía a Namjoon cargando a sus pequeños a un lado de la cama, mientras la mano de Tae descansaba en la carita de sus hijos, su último suspiro se fue pidiéndole a su amigo que cuidara a sus hijos, pidiéndole a Jin que los protegiera.
—Los amo mucho Jin, gracias por hacerme el Omega más feliz del mundo, cuídalos, te amo alf....
Aquellas últimas palabras seguian en la cabeza del alfa, se repetian como una grabadora mientras su cuerpo ardía, mientras su lobo destrozaba todo a su alrededor, la cabaña que con amor habían hecho quedó en polvo, los pobres animales tampoco se habían salvado del enorme lobo herido, quería matar a todos, pero sobre todo él quería morir, su Tae había muerto por su culpa, él lo había embarazado, él había sido quien lo besó primero aquella noche en que engendraron a su cachorro, de odiaba por eso, odiaba a todos.
Tres días después de la muerte de Tae, por fin se tenían noticias del alfa, este lucía débil, su cuerpo se había marchitado en tan solo 72 horas, su lobo estaba casi extinto pues su aroma era difícil de decifrar, el lazo roto lo estaba destruyendo, pero aún y en toda esa nube gris el recuerdo de sus dos pequeños lo hicieron entrar en razón, debia ir con ellos, quizás despedirse si era necesario.
Namjoon cargaba a los pequeños pues estos no habían dejado de llorar, extrañaban a sus padres y aunque su aroma maternal los calmaba lo cierto es que ellos buscaban ese aroma de Tae o por lo menos el de Seokjin.
Hoseok y Nam estaban muy preocupados por su amigo, pues este se había ido sin decir más, los dos estaban tan metidos en su conversación que no notaron cuando los gemelos dejaron de llorar y un aroma que Nam conocía a la perfección se hizo presente.—Hola Hoseok...Hola Namjoon.
Al verlo sus corazones se hicieron añicos, Jin lucía debastado, se veía débil y apunto de morir, su aroma era amargo y agrio, ambos omegas querían consolarlo su instinto se los pedía, más Hoseok por respeto a su alfa no lo hizo, pero Namjoon si, alzando sus brazos para recibirlo delicadamente.
Seokjin al sentir aquellos brazos lloró.... lloró como no lo había hecho en los últimos dos días, sentía como su cuerpo se quedaba sin fuerzas hasta que cayó en aquella oscuridad.
Namjoon y Hoseok se habían encargado de cuidar a los cachorros y al alfa, incluso le habían preparado una habitación en la cabaña de Nam, pues Jin seguía inconsciente, su lobo de vez en cuando hacía pequeños sonidos lastimeros pero después volvía a irse, habían pasado dos semanas y estás eran las más difíciles en un lazo roto, pero gracias a la diosa Luna, Seokjin seguía con vida, pues su lobo se había aferrado aquellos pequeños, sus gemelos ahora eran su mundo y lucharía por ellos con todas sus fuerzas.
Dos meses después de la muerte de Tae,el alfa estaba renovado, seguía trabajando y esforzándose por su familia, debía sacar adelante a sus hijos, que gracias a Nam ahora estaban más grandes y gorditos, el Omega era su nodriza y los alimentaba para que tuvieran las vitaminas que necesitaban los cachorros.
Estos por su parte ya se habían adaptado al aroma del Omega, sus pequeñas naricitas lo buscaban al igual que su calor, por lo que todas las noches era un sufrir para sus pequeños al verse separado de este, pues aunque no le gustara la idea, sus hijos veían a Nam como su papi Omega, se emocionaban al verlo, le sonreían y le alzaban sus bracitos para que esté los cargara y así ellos llenarse de su esencia, Seokjin solo podía pensar en ese momento que Namjoon era el Omega más bueno del mundo y agradecía a la Diosa Luna por haberlo puesto en su camino, pues él ahora era parte de su familia, era el hermano que siempre quiso y que agradecía ahora el destino lo pusiera en su camino.
....
Namjoon despertó feliz, su cuerpo estaba relajado y sentía que había pasado una buena noche, excelente a decir verdad, Jin había sido maravilloso, lo había besado en todo su cuerpo y cuando decía todo era todo, jamás lo había sentido así tan pasional y entregado, tan fogoso y eso le había encantado, quería volver a repetirlo pero sabía que ambos tenían deberes y además el alfa siempre se iba en la madrugada para que nadie los viera.
Cuando salió de la cama fue directo a bañarse con el agua que había reunido la noche anterior, está yacía tibia pues siempre la tenía cerca del fuego que calentaba la cabaña, cuando estuvo limpio y los fluidos de Seokjin salieron de su cuerpo, se puso la ropa más cómoda que encontró y preparó el almuerzo para su cachorro, todo iba muy bien hasta que el olor del huevo le causaron unas náuseas horrendas.
Cuando todo pasó y la comida fue desechada de su estómago, regresó con su pequeño, el cual estaba angustiado al ver a su papi enfermo, pero al oír que estaba bien se alegró y continuo con su tarea de comer.
Hoy era día de recolección y Nam lo sabía, debía trabajar duro para que todos en la manada estuvieran bien, así que junto con su cachorro partieron a los pequeños sembradíos que tenía.
Al ir caminando Nam notó como ciertas miradas era dirigidas a él,no quería ser paranoico pero pensaba que igual ya todos sabían su secreto, aunque si lo relfexionaba mejor este aún no era notorio.
—Hola Namie— llegó muy sonriente Hoseok pues se había reconciliado con Nam, al disculparse.
—Hola Hobi, veo que el embarazo te a asentado muy bien, hoy luces muy lindo.
—Gracias Namie, estaba aquí porque necesito hablar contigo, Jackson fue muy temprano a buscarme y me dijo que habían entrado unos extraños a la manada y entre ellos estaba....
—Hola precioso omega— Siwon los había interrumpido, aquel alfa que lo acechaba a cada momento.—Debes estar muy contento no es asi— preguntaba con cierta burla.
—Vete Siwon no quiero hablar contigo, le dije a mi padre que le avisaría si seguías molestando.
—Omega vengo en zon de paz, aunque claro debes creerte mucho ahora que el cachorro alfa ha regresado.
Al escuchar aquello Namjoon abrió los ojos impactado por la noticia, pensó que era mentira pero los ojos de Hoseok le aseguraron que aquello era verdad, Jungkook había regresado.
—Aunque claro no debes estar muy feliz, no cuando regreso con una cachorra muy parecida a él y una hermosa Omega — sus palabras llevaban inyectado veneno.
—Eso no puede ser verdad Siwon, no voy a creerte— se negaba a creer aquello, su alfa había regresado con alguien más, así de fácil lo cambio y ahora venía a restregarle su nuevo amor.
—Pero no te preocupes Namjoon mi cama siempre estará disponible para ti— al escuchar aquello el Omega le dio una fuerte bofetada pues lo estaba ofendiendo.
—No permito que me hables así Siwon, jamás te he faltado el respeto así que pido lo mismo.
—No te ofendas lindo Omega, pero no te preocupes se que tú duermes calientito todas las noches, apuesto a que el viudo te tiene muy satifecho— y sin más se fue dejandolos sólos.
Namjoon no podía creer que Siwon supiera lo de Jin...... Seokjin el nombre de aquel lindo alfa le cayó como balde de agua fría, debía buscarlo, así que sin perder tiempo se alejó de Hoseok encargandole a su cachorro y fue directo a la cabaña del alfa.
Iba tan concentrado pensando en lo que haría, su cabeza era un caos, su lobo estaba feliz porque al fin vería a su alfa, mientras él solo podía pensar en Jin, no quería lastimarlo, pero sabía que el instinto siempre ganaba, tan perdido iba que no fue consciente cuando estuvo frente a una linda pareja, su alfa, su Jungkook abrazaba protectoramente a aquella hermosa Omega, su corazón comenzó a latir con tristeza, le dolía lo que veía pues confirmaba lo que Siwon le dijo y lo que fue peor es que vio como simplemente el alfa lo ignoraba como si no lo conociera, así que sin esperar más corrió a buscar a la única persona que siempre estaba para él.
Seokjin acomodaba algunas cosas en la cabaña con ayuda de sus pequeños, cuando su puerta fue tocada con insistencia, al abrirla jamás espero ver a su pequeño Namjoon llorando, así que lo tomó en sus brazos, sus pequeños al ver aquello salieron a buscar a su tío Hobi, pues su papi debía hablar a solas con papi Nam.
—¿Qué tienes Omega? Habla por favor— su lobo estaba inquieto al ver el estado del Omega.
—Regresó Jin, mi alfa volvió — esas palabras dolieron, su lobo bajó las orejas triste, pues para Nam ya no era su alfa sino que ese puesto lo tenía Jungkook, en realidad siempre lo había tenido él.
—Calma Omega, no llores por favor, que acaso no fue siempre lo que soñaste, que Jungkook regresara.
—Pero no así Jin—lloraba desconsolado—Kook no volvió solo, viene con su Omega y..... Tuvo una cachorra Jin, yo la vi.
Seokjin quería calmar al Omega no le gustaba verlo así, le partía el corazón cada vez que Nam sufría, así que no fue consciente de lo que dijo.
—Ella no es su cachorra es su hermana, Nam— los ojos del Omega se abrieron en grande, podía caber la posibilidad de aquello, Seokjin jamás le mentiría.....pero.....
—¿Tu cómo sabes eso Jin?— pronto recuerdos de la noche anterior llegaron, las palabras del alfa comenzaron a tener sentido —¿Tú sabías que regresaría hoy? — solo pudo ver como el alfa asentía.
—¿Por qué no me lo dijiste Jin? Creí que entre nosotros no había secretos, me ocultaste algo muy importante — gritaba con reproche.
—No supe cómo decirlo Nam, lo siento, pero debes saber que Jungkook no te abandono Omega, es muy largo de explicar pero.....al fin tu alfa regresó Nam, podrás ser feliz con él, tú y Jungkook lo merecen — decía para tranquilizarlo.
—¿Y qué hay de ti alfa? ¿Qué hay de nosotros?— las lágrimas no paraban.
—Siempre fui consciente que nuestra felicidad duraría poco Omega, quise aferrarme a un futuro juntos pero no pienso separarte de tu destinado Nam, mereces ser feliz y esa felicidad solo te la puede dar Jungkook.
—No puedes estar decidiendo por mi Jin.
—No lo hago y perdón si piensas eso Namie, yo simplemente no pienso interferir en su destino, no quiero lastimarte, así que.... Hoy termina nuestra historia Nam, eres libre de volver con Kook, y no te preocupes, soy lo suficientemente maduro para separar lo nuestro, así que desde hoy te ofrezco mi amistad, te quiero y por nada del mundo deseo alejarte de mí ni de mis cachorros.
El alfa no podía contener más las lágrimas, se sentía roto, herido, no quería perder a Namjoon lo amaba, pero hizo una promesa.
—No puedes dejarme Jin, por favor.
—Es por tu bien Nam, no quiero ser un problema más en tu vida.
Seokjin estaba dispuesto a salir, no quería quedarse más ahí o terminaría cediendo a las palabras de Nam, justo cuando tocó la puerta para irse, lo que escuchó lo detuvo.
—No puedes irte, no puedes dejarnos, tu no, por favor no me hagas lo mismo que hizo él, tu debes cuidarnos ....yo....yo estoy en cinta alfa.— y sin más el Omega se desplomó abatido por tantas sorpresas.
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