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Capítulo 5:


Una noche de un sábado Jimin terminaba de retocar su maquillaje, había decidido ir a la fiesta de Woo.

Luego de vivir entre tantas fiestas y reuniones algo que había aprendido Jimin era que nada de eso lograba satisfacerle, y mientras a más reuniones asistía más vacío conseguía sentirse.

"¿Qué acaso nada puede llenar mi alma?" — pensaba siempre al contemplar su reflejo sin vida en el espejo.

Manejo entonces intentando imaginar la clase de "pocilga" en donde vivía la chica, pero su impresión fue inmensa cuando el GPS del auto lo iba llevando a otra zona lujosa de Seúl, no tan lejos de donde él vivía.

— Buenas noches — saludo el portero del condominio residencial. Jimin por su parte no respondió, solo le hizo muestra de la invitación física que Woo le hubo entregado. — puede pasar — el portero entonces accionó la puerta eléctrica y Jimin ingreso al conjunto residencial.

No fue difícil encontrar el hogar de Woo, pues la música a todo volumen junto a las luces de neón delataban a la mansión gigante frente a él.

Jimin estacionó entonces su auto junto a los otros vehículos ostentosos y bajo sosteniendo el regalo que había comprado su nana por él. Camino hacia la puerta y toco varias veces deseando ingresar enseguida con la esperanza de embriagarse un poco. Pero sus ánimos decayeron un tanto cuando fue recibido por la tal Yon. Jimin hizo una expresión de asco con su boca y cejas, más sin embargo, la chica no se inmutó ante la mala actitud del pelinegro, solo le dio paso y sonrió.

— Bienvenido entra — lo saludó y Jimin alzó una ceja ante tal comportamiento tan inusitado, y sin responder el saludo solo camino dentro de la mansión.

La fiesta no era muy distinta a comparación de otras en donde había estado. Solo luces de neón por todos lados como decoración, guirnaldas, globos, música y personas ebrias en cada esquina. Continuo su camino subiendo por las escaleras adorando cada detalle excéntrico y seguramente costoso de la vivienda, hasta que se topo con Woo.

— ¡Hola! ¡Creí que no vendrías! — la mujer se abalanzó hacia él abrigándolo en un abrazo el cual fue demasiado incómodo para Jimin, quien ni siquiera supo cómo reaccionar a eso.

— ¡Feliz cumpleaños! — la felicito entregándole el obsequio que llevaba consigo.

— ¡Ay gracias! — lo tomo con desespero mientras bebía de su copa — ¿Qué es? — pregunto, pero Jimin no podía responder a ello ya que ni siquiera se había tomado la molestia de comprar el regalo él mismo.

— Ábrelo y verás — se le ocurrió decir. Solo deseaba que vaca Ly le hubiese comprado algo muy bueno que no lo hiciera quedar mal.

— ¡Aaah, un bolso Palace! Esta increíble gracias Jimin — introdujo por la fuerza al pelinegro en otro abrazo incómodo.

— ¿Dónde bebemos? Tengo sed — pregunto Jimin en el intento de zafarse de su pegajosa amiga.

— Ven, vamos a la barra — Woo sujetó entonces la muñeca de Park y lo hizo caminar hasta más adentro de la mansión, a un lugar adornado por una descomunal fuente que caía en cascada desde el techo hasta el suelo. Jimin quedo deslumbrado con ella definitivamente iba hacer que instalarán una así en su casa.

Llegaron al bar privado que se situaba justo al lado del Dj quien mezclaba en vivo. Este ambiente era una terraza amueblada con sofás morados y azules en conjunto con más luces de neón.

—Te presento Jimin ellos son...(Woo procedió a presentar a Park con una serie de personas irrelevantes para él. Tan irrelevantes que ni siquiera se tomo el tiempo de recordar sus nombres, como tampoco yo de escribirlos 😉).

— Un martini — pidió Jimin al bartender al acercarse a la barra y así fue como tomo su primer trago de la noche, el cual fue seguido por muchos más tragos mezclando entre bebidas como siempre acostumbraba a hacer.

Después de tanto alcohol el cuerpo de Park se manifestó por si solo exigiendo moverse, debido a esto procedió a bailar uniéndose a Woo y a sus irrelevantes amistades en la pista de baile. Danzaron así sin pasos concretos o certeros solo intentando seguir algo coherente, o sin más otorgándole libertad a sus extremidades adormecidas con vida propia.

Cantaron al mismo ritmo varias canciones populares hasta que uno de los amigos de Woo parecía hacer algo interesante.

— ¿Quieren probar? Es traído desde América del Sur — explico el amigo de Woo quien ya no se veía tan irrelevante.

— ¿Estas seguro de que no es mierda? — pregunto Jimin mientras el chico separaba los polvos blancos en líneas.

— Hermano cuando pruebes esto será el momento en que al fin conozcas la coca verdadera — no era como si el pelinegro no hubiese probado nunca dr0g4 de otros, ya lo había hecho en tantas ocasiones. Por lo que al asegurarse de que otros la probarán primero él se dio pase libre a inhalarla. Quedando maravillado al instante.

Una, dos, tres líneas más tarde y Jimin ya no sabía en donde se encontraba. Solo sabía que su cuerpo se movía por voluntad propia al compás de la música electrónica.

— ¡Tu no serias capaz! — grito Woo a Jimin debido al alto volumen de la música.

— ¡Claro que si estúpida! — la retó.

— ¡Conozco a los gays como tu! ¡Le dan asco las mujeres! — respondió tomando de su vaso con vokca.

— ¡¿Acaso crees que nunca he besado a una mujer?!.

— ¡¿Tu?! ¡Ni en un millón de años perra! — fue entonces cuando Jimin sin medir consecuencias tomo a Woo por la fuerza y estrelló sus labios con los de ella.

Al inicio la delgada chica intento negarse, pero luego de notar que Jimin no besaba nada mal se dejó hacer por él. Total no era el primer gay que besaba.

Aquel beso comenzó a ser tan candente que hizo que la joven arrojará su bebida al suelo para sostenerse entonces del cuello de Jimin. Los dos estaban envueltos en una situación que no entendían, pero que les agradaba. Por lo que continuaron descubriendo sus bocas mientras la música sonaba a sus espaldas y sus manos recorrían el cuerpo del contrario.



A la mañana siguiente los modelos se encontraban siendo medidos por modistas. "La Gala Butterfly" se llevaría a cabo dentro de poco y debían estar listos cuanto antes.

Este año la famosa gala se celebraría en Seúl, y la agencia de modelos Fantasy había sido nombrada como la compañía más importante que modelaría en está. Para Hyori todo debía ser perfecto pues los ojos del mundo estarían sobre su agencia y sobre sus modelos. Aunque para Park Jimin la situación era un tanto distinta. Esto debido a que según su cabeza los ojos del mundo estarían solamente sobre él quien luciría un despampanante vestido color modado. Sí, así mismo VESTIDO.

— Aaag ¿Cuánto falta? — se quejo Jimin quien ya estaba hasta al hartazgo de ser medido y observado.

— Lo lamento, es solo que soy muy detallista - habló una modista — ¿Qué te parece? — le pregunto al pelinegro mostrándole a este el vestido que hubo dibujado en su tableta.

— Qué sea más abierto — opino.

— ¿Donde?.

— Justo aquí —  señaló con el dedo la zona de su pecho - quizás un corte en V no se, tu eres estilista de moda no es mi trabajo — termino por decir cruzándose de brazos.

— Bien, haré lo que pueda señor Park, es todo. — termino por decir.

— Vaya al fin. Creí que llegaría a los cuarenta — respondió con sarcasmo siendo descortés.

Dejo de esta forma la habitación en donde se hallaba y camino hacia la sala de maquillaje en busca de su bolso. Cuando lo encontró tomo la botella de agua y bebió de esta.

— Jimin, Jimin, Jimin — dijo Woo quien corrió hacia él con apremio.

— ¿Mmm? — preguntó con fastidio tomando aun de la botella.

— No quiero que te asustes, pero...esta circulando este video de nosotros — Woo le enseñó un video en su teléfono en donde se les veía a los dos besarse y tocar sus cuerpos más de lo que deberían.

— ¿Y eso que? — cuestionó sin darle importancia.

— ¿Lo recuerdas? — pregunto sorprendida expandiendo sus ojos.

— Por supuesto ¿tu no? ¿Acaso nunca te haz metido coca? — dijo entre risas burlonas.

— Si, pero luego no recuerdo una mierda. ¡Oye! — lo llamó sobresaltándose y tomándolo de los hombros — tienes que decirme sino paso algo más.

— ¿Qué?...¿Cómo que algo más — pregunto con flojera.

— No estuvimos juntos ¿no?.

— ¡¿Qué?! — rio a carcajadas estupefacto — ¿acaso no ves lo que soy? — pregunto haciendo referencia a su obvia orientación sexual.

— Lo sé, pero estábamos muy dr0g4dos ¿estas seguro de que no ocurrió nada? — volvió a preguntar con temor.

— No...

— ¿Viste si me fui con alguien o algo así?.

— Qué no...solo nos quedamos bailando hasta que se hizo de madrugada y me fui a mi hogar — concluyó tomando su bolso.

— Uuff que alivio. Creí que tendría que comprar una de esas pastillas.

— ¿Cuáles pastillas? — indagó curioso mientras iban de salida.

— Ya sabes esas pastillas del día después — explico encendiendo un cigarrillo y fumando del mismo.

— Eres muy irresponsable, si sabes que no recuerdas nada cuando te dr0g4s deberías tener a alguien que te cuide — opino con desgano caminando hacia el estacionamiento.

— ¿Y ese cuidador no eras tu Jiminie? — pregunto haciendo un puchero con sus labios y acariciando el cabello del contrario.

— Supongo... — termino por decir apartando la mano de Woo de su cabello.

A veces no comprendía porque esta chica se comportaba tan extraño con él. Era bastante curioso...




— Aag ¿Qué diablos? — Jimin refunfuñaba en su auto al no poder encender el motor. Desconocía el motivo y luego de varios intentos ya se estaba rindiendo — enciende mierda... — se quejo una vez más sintiéndose como un idiota. Le era inaudito no poder hacer funcionar un auto tan costoso y casi nuevo. En definitiva esto lo veía como una burla hacia su imagen.

Luego de otro intento golpeó el volante debido al estrés y dejó caer su cabeza sobre el mismo, cuando de pronto escucho a alguien hablarle.

— ¿Esta todo bien? — Jimin alzó confuso su mirada encontrándose con aquel fotógrafo que llevaba más de un mes ignorándolo. Lo analizó por varios segundos recorriendo el cuerpo el contrario con su mirada hasta que se decidió por responder.

— No... — se echó sobre su asiento — esta mierda no quiere funcionar y no se porque.

— ¿Dejaste el motor o las luces encendidas? — pregunto apoyándose del techo del auto.

— Mmm la verdad es que no tengo idea. Anoche llegué muy ebrio a mi casa — contesto rascando su frente.

— A ver — le hizo una señal con su mano para que lo dejase entrar en el vehículo y Jimin cedió sentándose en el asiento de copiloto.

Jungkook se acomodo haciendo girar a las llaves notando de esta manera que la batería del auto estaba más que muerta.

— No lo entiendo, solo llevo tres meses usándolo — se quejo el pelinegro.

— Espérame aquí — Jungkook hizo avanzar su auto hasta estar cerca del de Jimin. Bajo del auto y abrió el capo de su vehículo como también el de Park, conectando luego los cocodrilos positivo y negativo de su propia batería a la ajena. — esto te servirá — aviso a Jimin cuando el mismo bajo de su vehículo.

— No sabía que eras tan amable — vaciló Jimin con sus brazos cruzados y una sonrisa coqueta.

— Ja — se burló Jeon del comentario — yo siempre soy amable. — aseguro dejando cargar la batería.

— ¿Siempre? — incrédulo alzó una de sus cejas — con todo el dinero que tienes no creo que lo seas siempre - camino entonces acercándose al hombre con gafas transparentes.

— ¿Acaso te estas proyectando en mi? — cuestionó fijando su mirada en el pelinegro de una manera tan cautivadora que lo hizo sentir más atraído hacia él. — ya esta bien así. Necesitas conducir por lo menos cuarentena y cinco minutos para que se cargue.

— Bien — Jungkook cerró el capo de los dos vehículos y se dirigió al suyo propio siendo luego detenido por Jimin — oye ¿te gustaría ir a tomar algo? — pregunto con una de sus cejas elevadas y la típica sonrisa envalentonada que siempre poseía.

— ¿Ahora? ¿A las tres de la tarde? — cuestionó.

— No dije que tenia que ser licor — mordió su labio inferior — puede ser un...café — terminó de decir observando a su mayor con picardía.

— Esta bien — acepto metiéndose en su auto — sal de tu puesto de estacionamiento para yo entrar en tu lugar, iremos en tu auto necesita recargarse.

— De acuerdo — acepto con una enorme sonrisa la cual ocultó de Jeon.

Su pensamiento actual era creer que Jeon había caído en su red. Le fascinaba pensar que esto había sucedido si tan siquiera haberse esforzado. Lo que el pelinegro no conocía era que en esta historia el depredador no era él.

Muchas gracias por leer ❤️🤗🤗

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