Capítulo 38:
Noviembre 30.
Desde la noche en que Jeon se quedo a dormir con Jimin la relación de ambos se hizo más estrecha. Ya no tenían que verse a solas para estar en contacto, pues los mensajes de texto se hicieron constantes. Solían preguntar sobre los estados de ánimo del otro, que habían desayunado o almorzado ese día y se mantenían al tanto de lo que hacían a diario luego del trabajo. También en los últimos días Jungkook se tomaba la molestia de enviar emojis cariñosos al final de cada texto. Empezó primero por enviar caritas felices [😄], evolucionó luego a caritas con besos [😘] y hoy se hubo atrevido a enviar un corazón [❤️]. Todo esto mantenía emocionado a Jimin quien ya no estaba escuchando a su parte desesperanzadora o a su raciocinio, solo se encargaba de ser feliz.
Jungkook:
— Buen provecho 😘.
Jimin:
— Gracias cariño ❤️.
— Te ves más radiante — decía Woo la cual almorzaba junto al pelinegro.
— ¿De verdad? — pregunto con sorpresa.
— Si, desde hace unos días tu rostro ya no esta tan pálido y tus pupilas conservan más brillo — aseguró ella teniendo razón.
¿Y es que como Jimin no se iba a notar más feliz?.
Su padre estaba siendo enjuiciado al fin y todo concluía a que esta vez si iba a obtener su merecido. Como también por otro lado estaba experimentando lo que era tener la atención de alguien.
Que alguien se interesara en sus rutinas, que alguien le preguntara como se sentía, que alguien le hablara de forma cariñosa. Jungkook parecía querer enamorarlo y para ser sinceros lo estaba logrando.
[...]
— La patita, dame la patita amor — le hablaba a dólar cuando intentaba entrenarlo.
El cachorro por los momentos solo mordía su pata sin entender nada y le ladraba con ansias de jugar. Así que cuando el teléfono sonó con una video llamada entrante Jimin acarició al perrito y le permitió ser libre. Luego iban a continuar con su rutina.
— ¡Hola! — canturreo Soo a través de la video llamada.
— Hola amor ¿Cómo te encuentras? — pregunto su hermano peinando su propio cabello.
— De maravilla, me siento mucho mejor desde que voy con el terapeuta una vez a la semana — hablo sonriente.
— Eso me hace feliz.
— Si, aunque a decir verdad aún estoy teniendo esos sueños feos...
La mirada en Jimin cambio al escuchar eso.
— ¿Ah si? — su pecho subió y bajo, teniendo la respiración acelerada.
— Pero todo está bien. Hable con madre y me dijo que pronto sabré la verdad, no se a que se refiere — rio ingenua.
— ¿Hablaste con madre? — pregunto y el corazón de Park bombeo con urgencia.
— Si...¿Hay algo malo?.
— Soo... — susurro queriendo encontrar las palabras indicadas - no creo que sea bueno que hables con ella sobre eso.
— ¿Porque? — cuestionó.
— Porque...
Por su mente viajaron un millón de respuestas tanto ciertas como falsas y ninguna parecía ser apta para decir. Él no podía ser quien arruinara su primer mes de matrimonio.
— Porque ella no cree en la psicología y puede ser que te lleve la contraria, ya sabes como es — volvió sus ojos - solo debes conversarlo conmigo ¿esta bien?.
— Mmm esta bien — respondió como sino entendiera el punto de Jimin.
— Soo quiero que entiendas que a pesar de que ellos son nuestros padres no los necesitamos. Créeme que no les importamos lo suficiente y si aun nos contactan es solo por interés — hablo convencido queriendo no ser brusco con sus palabras.
— Lo se, es solo que mis amistades preguntan por mis padres todo el tiempo y ellos si tienen a los suyos cerca por lo que ya no se que decirles. A veces me siento tan sola — musito deprimida y los ojos de Jimin se cubrieron con lágrimas al haber entendido ese sentimiento.
— Yo seré tu madre...seré tu madre y tu padre si lo deseas... — sonrió limpiando sus lágrimas — no los necesitamos si nos tenemos a nosotros.
— Es cierto — sonrió ladina y sus palabras fueron interrumpidas por los ladridos de dólar — ¿y como esta el bebé de la casa?.
— Dólar ven aquí - le llamó buscando al cachorro — saluda a Soo dólar - decía al acercarlo a la cámara.
— Que tierno es, parece una torunda de algodón — carcajeo risueña observando como Jimin besaba a dólar en la cabeza — me hace tan feliz que tengas un nuevo compañero.
— Si... — sus mejillas se tiñeron de rojo cuando recordó como había llegado dólar a su vida — me gustó mucho mi regalo...
— Hablando de eso, el tal Jeon ¿te trata bien? — hizo la pregunta que coloco en alerta a Jimin.
— Si... — asintió nervioso observando al suelo.
— Te gusta mucho ¿no es así? — pregunto sin poder dejar de observar las mejillas rosadas de su hermano, y este asintió con la cabeza sin decir nada - tengo miedo Jimin. Ese hombre es casado.
— Lo se, pero él no la ama. Solo se caso por interés — excuso por primera vez a Jungkook.
— ¿Estas seguro de eso?.
— Demasiado seguro, esa señora debería ser su madre no su esposa. Además yo estoy mucho más guapo — se halado haciendo menear su cabellera y produciendo risas en Soo.
Una hora más tarde ellos concluyeron la llamada y ese día dólar tampoco pudo dar la patita.
Jungkook:
— Que tengas buenas noches ❤️.
Jimin:
— Tú también descansa bomboncito ❤️ 😘.
Diciembre 06.
Agencia Fantasy. 09:45am.
Distraído Jimin tecleaba en su teléfono enviando mensajes al fotógrafo Jeon. En estos instantes se encontraba siendo peinado por su estilista antes de salir a escena para las fotos del día.
Sonreía por lo que le comentaba Jeon quien hacía énfasis en lo mucho que lo apretaba su trasero, pero unas risas burlonas junto a cuchicheos llamaron su atención.
— ¿Qué le ocurrió? Parece un cerdo — escucho decir de una de sus compañeras la cual lo observaba y se reía.
— Si esta horrible — musito otra.
Sin poder dejar pasar esta insolencia dejo su teléfono en su bolsa y le pidió un momento a la estilista. Ahora se encaminada decidido hacia sus compañeras quienes no se notaban asustadas.
— Hola — saludo una de las chicas con una sonrisa soberbia en su rostro.
— Al parecer tienen mucho que decir sobre mi ¿porque no me lo dicen en la cara? — hablo con sus brazos cruzados.
— ¿De que hablas Jimin? — se hizo la desentendida una de la ellas.
— Escuche las mierdas que hablan de mi, pero tal sucede que son tan insignificantes y cobardes que prefieren negar lo evidente.
— ¿Ah si? — una de las chicas se elevó de su asiento — pensamos que te ves como un cerdo ¿tienes algún problema con eso? — dijo la chica intentando retarlo.
— Pues admitiré que debo felicitarte, yo no me atrevería a hablar con tanta seguridad teniendo el aliento de una rata muerta — pronunció este haciendo reír a otra de las chicas, quien callo su risa al ver el rostro enfadado de su amiga.
— ¿Quién te crees para ofenderme así, imbécil? — gruñó la chica.
— ¿Acaso nadie te lo había dicho? Puedo adivinar que tus novios siempre deben vomitar cuando te besan.
— Tú eres quien da asco aquí Jimin. Todos sabemos que no vales ni dos wones como modelo, y que solo te mantienes en esta agencia porque tus padres compraron a Hyori.
— Lo lamento, pero no puedo tomar en serio las palabras de alguien que apesta como la basura - carcajeo — así que me iré antes de desmayarme - se dio la vuelta entonces para regresar a su asiento.
— Miren chicas, ahí esta escapando la puta de Seúl...
Las palabras retumbaron dentro de su cuerpo como si estas hubiesen producido un eco, y su cabeza ardió pretendiendo estallar en furia.
— ¡¿Qué mierdas dijiste?! — vocifero girando sobre sus talones.
— ¡Jimin espera! — grito su estilista corriendo hacia él.
— ¿Acaso nadie te lo había dicho? Todos aquí conocemos tu seudónimo pu-ta — pronunció la chica sobre el rostro de Park, sin entender el error que cometía.
La irá cegó al modelo pues este sin pensarlo dirigió su mano a la mejilla de la chica propinándole una bofetada.
— ¡Jimin no! — grito su estilista apartando a este de la escena, y las amigas de la joven agredida tuvieron que sujetar a la misma para que no se abalanzara contra el pelinegro.
— ¡Maldito! ¡¿Te atreves a golpear a una mujer?! — gruñó la joven.
— ¡Tú no eres una mujer! ¡Eres una cucaracha inmunda! —exclamó Park siendo contenido por la estilista y ahora también por Woo.
— ¡Jimin, detente! — pedía Woo.
— ¡Te voy a matar idiota!.
— ¡Si continuas hablando lo conseguirás dentro de poco!.
La situación se calmo cuando la chica fue llevada por sus amigas a otro lugar, pero de igual forma Jimin tuvo una citación por Hyori la cual pauso las actividades hasta resolver el inconveniente.
[...]
— Siéntate — le pidió Hyori a Jimin cuando este ya se encontraba en su oficina.
Jimin se sentó frente al escritorio de la mujer y ella le ofreció de beber una taza de té.
— ¿Quieres explicarme qué diablos te sucede? — pregunto con cara de pocos amigos.
— Ella comenzó, se burlo de mi apariencia y uso un epíteto intolerante — hablo con sus brazos cruzados.
— ¿Tienes idea de lo que acabas de hacer? ¿De lo crucial que resulta esto para mi agencia? — hizo el cuestionamiento con el entrecejo fruncido y el rostro colorado — ¿Qué piensas que dirá la prensa cuando se enteren de que tú un HOMBRE agrediste a una mujer?.
— Esa no es una mujer es una víbora...
— ¡No me importa lo que te haya dicho! — golpeó el escritorio con su palma, elevándose de su asiento - agredir a un compañero de trabajo esta mal visto sea cual sea el caso ¡y tú hoy haz pasado el limite! — le señaló con el dedo.
— No soy idiota, sé que esta mal y no pienso volver a hacerlo — expreso con fastidio.
— Y por supuesto que no lo harás a menos que quieras que cancele todas tus actividades de diciembre. - le amenazo usando un tono despiadado — debes agradecer que he tenido paciencia contigo Jimin, de no ser porque conozco a tus padres hoy estarías despedido.
— No es justo que solo yo salga perjudicado — respondió demostrando que no aceptaba la intimidación.
— Por favor Jimin ¿acaso intentas engañarme? Yo conozco tu vida y sé que eres todo menos un santo — hablo regresando a su asiento — así que ahora vas a ir con la chica Jihyun y vas a disculparte para terminar con todo esto.
— Pero...
— Sin peros Jimin — lo interrumpió — irás a disculparte como un hombre lo haría y nada más. Puedes irte — concluyó ella.
En la mente de Jimin solo existieron ideas de como acabar con la vida de la anciana mujer, siendo interrumpido luego cuando esta lo llamo una vez más.
— Ah y Jimin mantén tus manos alejadas de mi esposo o un día de estos podrías recibir un correo de despido — regreso con otra amenaza, pero esta vez Park no contesto.
Maldiciendo internamente camino fuera de la oficina de Hyori y odio no poder hacer algo más que ir a disculparse con la igualada.
— Hey ven... — oyó decir y al girarse se encontró con Jeon quien lo llamaba para ir fuera de la agencia.
Camino con él llegando entonces al jardín trasero en donde pudieron esconderse entre los suburbios de las calles. Jimin no se encontraba con ánimos de ser reprendido por su segundo jefe así que no espero nada bueno de la situación.
— ¿Qué ocurrió? — le pregunto Jungkook quien no se veía enfadado.
— Seguramente ya te lo han dicho — actuó con indiferencia.
— Por supuesto que si, pero no me interesa saber la opinión de los demás. Quiero saber tu parte de la historia — hablo este.
Park suspiro pesado creyendo que este suceso no tendría fin, pero debido a la actitud calmada que le brindaba el fotógrafo decidió hablar.
— Estando en los vestidores pude escuchar como esas mujeres se burlaban de mi y de mi apariencia así que fui a encararlas, pero entonces algo sucedió... — dio otro suspiro cerrando sus ojos.
— ¿Y eso que fue?.
— Quiero que entiendas que yo no violento mujeres y que tampoco soy un maltratador, pero esa mujer me llamo de una manera que...hizo que mi sangre hirviera — Jimin bajo la cabeza observando al suelo expresando ahora una mirada deprimente — ¿recuerdas cuando te comenté que incendie el auto de mi exnovio porque él difundió mis fotos privadas?.
— Así es.
— Pues no hizo solo eso. Él junto a otro grupo de idiotas me inventaron un apodo y lograron que se hiciera popular llamarme de esa manera. Lo hacían solo en las redes sociales, pero empeoró cuando comenzaron a apodarme así también en las discotecas donde concurría. La mujer a la que abofetee hoy me llamó por ese apodo..."la puta de Seúl"...no justificó lo que hice, es solo que lo pase muy mal en aquellos días.
Susurro las palabras sin poder observar a Jeon al rostro. Su pasado estaba regresando a él y le avergonzaba que aquello aún pudiera afectarle.
— Puedo entenderlo. — pronunció Jungkook y el rostro de Jimin se elevó — lamento que hayas tenido que pasar por eso.
— Mmm bueno yo tampoco soy una buena persona y ahora todos creen que soy un golpeador de mujeres.
— Yo no creo eso. — aseguró — es solo que debemos actuar en base a lo que se supone que es "correcto", aún así solo tomamos en cuenta lo que ocurre dentro de la agencia no fuera de esta...solo lo que ocurre dentro de la agencia. — Jeon brindó ese dato y Jimin sonrió al haber comprendió la indirecta.
— ¿Sabes que más paso? — pregunto elevando una ceja.
— ¿Qué?.
— Tu anciana me acaba de amenazar y me dijo que mantuviera mis manos alejadas de ti — sonrió.
Jungkook sonrió a la par de Jimin y solo por jugar hizo que la mano del joven tocará su rostro, brazos y pecho haciendo que este mismo carcajeara.
— A pesar de todo me siento algo angustiado — susurro el pelinegro.
— ¿Porque?.
— ¿Crees que me veo como un cerdo? — pregunto haciendo un puchero con los labios.
— Ja... — Jeon llevo su mano a la mejilla del modelo y acarició esta — por supuesto que no.
Sus ojos conectaron y Jimin no entendió porque el mundo a su alrededor se detuvo. Solo sabía que deseaba sentir la calidez de la mano de Jungkook en su mejilla por mucho tiempo.
Para poder continuar las actividades Jimin fue obligado a disculparse con la chica frente a la mitad de la agencia, y esta misma no aceptó las disculpas hasta que se le tuvo que sobornar con dos mil dólares que serían pagados por el propio Jimin.
Diciembre 06.
Departamento de Jimin. 07:15pm.
Jimin aprendía a colocarle la correa a dólar de estas que pasaban por las patitas y se ajustaba en la espalda del perro.
Una vez y ya estuvo preparado bajó con el can por el ascensor, caminando entonces al auto estacionado que lo esperaba.
— Hey — saludo posicionando a dólar sobre sus piernas.
— ¿Vas a dejarlo en la guardería? — consulto Jeon.
— No creo que volvamos tan temprano, hoy irá con su tío Tae — explico haciendo mimos al cachorro.
— De acuerdo — acepto el fotógrafo manejando según las indicaciones de Jimin al hogar del castaño.
Para hacer a un lado el amargo día Jeon propuso al joven modelo beber en una discoteca. Tal vez el alto volumen de la música y el alcohol ardiente viajando por sus torrentes les iba a funcionar para eliminar sus preocupaciones.
Pero esta ocasión era diferente a las anteriores o al menos así lo sentía Jimin. Sus ojos no perdían de vista al fotógrafo y podía dilucidar su rostro aún teniendo varios niveles de ebriedad. Danzaba junto a él, reía junto a él y no necesitaba tener sexo para sentirse conectado con Jeon.
No pudo pasar desapercibido la forma en la que el hombre lo observaba, siendo esta mirada muy distinta a otras que le hubo ofrecido pues ahora Jungkook contemplaba al joven con cariño, como si de verdad se preocupara por él, como si deseara protegerlo...
No supo en que momento se le había hecho tan adictivo estar junto a él, desearlo, sentirlo, besarlo. Ansiar desesperadamente abrigarse entre sus brazos. Sentirse amado y sentirse de él. Tal vez verse a sí mismo como una pertenencia y a Jeon como su dueño. Esto era muy enfermizo y el Jimin de hace unos meses se hubiese abofeteado para regresarse a la realidad, pero era que Jeon se sentía mejor que cualquier dr0g4. Era como un elixir, como un manjar.
Sentir a los dedos del hombre acariciar las mejillas de Park era comparable a encontrar mar en medio del desierto. Tan satisfactorio y divino, difícil de explicar con simples palabras humanas. Ahora comprendía que Jeon nunca hubo sido la presa, siempre fue el depredador.
Se besaron con la música electrónica, el aliento a licor y las oxitocinas revoloteando en el aire.
[...]
Teniendo ya a dólar con ellos luego de una noche atrayente Jeon estacionó su auto en una gasolinera para cargarlo.
— Voy por cigarrillos ¿quieres algo? — le preguntaba a Park.
— Quizás una soda — contesto.
— Bien ya regreso — aviso cerrando la puerta del vehículo y caminando hacia la tienda en la gasolinera.
Dentro del auto Jimin intentaba contener a dólar el cual se notaba ansioso y con ánimos de jugar.
— Tranquilo, quédate quieto — le decía al cachorro que halaba con sus colmillos del abrigo de su dueño - no hagas eso dólar — le regaño, pero debido al movimiento ajetreado de ambos el perro choco contra la guantera del auto abriendo la misma.
Jimin sujeto entonces a dólar haciéndolo a un lado e hizo ademan de cerrar la guantera, pero algo dentro de esta captó su atención. Entre los distintos objetos se encontraba un papel escrito y podía jurar que la caligrafía le pertenecía.
Con sus cejas juntas y sin comprender la situación tomó la carta y leyó esta, siendo así como algunos recuerdos de una pasada noche aterrizaron en él, pues reconoció esta carta como suya y se trataba de una despedida.
Percibió los pasos de Jungkook regresando a el auto pero, más sin embargo, no oculto la carta necesitaba respuestas.
— Tu bebida — le dijo queriendo entregarle la misma.
— Jeon ¿porque tienes mi carta de suicidio? — pregunto con su corazón doliendo, ya que las palabras usadas en el escrito habían alterado sus sentimientos.
— Yo no quería que la vieras — hablo este con su voz profunda.
— Y si no querías que la viera ¿porque la conservaste?.
— ¿Eso importa?.
— Claro que importa esto es... — exhalo antes continuar — es algo muy fuerte y no deseaba compartirlo contigo...con nadie. Debiste haberla desechado — decía al secar sus lágrimas.
— Solo dame la carta ¿si? — le pidió extendiendo su mano.
— ¡No! Es mía ¿porque habría de dártela? — exclamó sintiéndose insultado - ni siquiera deberías tenerla, esto es un abuso de confianza.
— Jimin solo... — y entonces Jungkook se calló, tal y como si el mundo se hubiese detenido o como si él hubiese visto algo aterrador.
— ¿Solo qué? — pregunto sin obtener respuesta.
Jungkook se encontraba con su mirada perdida y expresión congelada. No parpadeaba y no gesticulaba palabras, apenas y si podía respirar. Dejo entonces a Jimin en una situación comprometedora quien con su rostro desconcertado no entendía que le sucedía al hombre frente a él.
Y en segundos Jeon cerró sus ojos para volverlos a abrir siendo de esta forma como pareció despertar.
— Vas a entregarme la carta ¿o no? — pregunto con prepotencia siendo antipático.
— Obvio no ¿Qué diablos te suce...
Con su mano izquierda Jungkook sujeto a la fuerza la mandíbula de Jimin, haciendo que este se callara debido a la impresión, teniendo ahora a sus mejillas presas entre los dedos del fotógrafo.
— ¿Acaso quieres que te meta mi verga a la boca para que te calles? — mascullo cerca del rostro de Park pasando luego su lengua por los labios en pico del joven, y soltando a este una vez terminó.
El nivel de confusión en Jimin era tan grande ahora que aquello le impedía decir nada, y de nuevo Jeon pareció quedar en pausa hasta que sus ojos de cerraron y abrieron una vez más.
— ¿Qué me decías? — pregunto ahora con un tono amable echando el auto a andar.
Era la primera vez que Jimin vivía una circunstancia como esta así que no tenía ni idea de como actuar. Su boca abierta y rostro impactado lo decían todo, pero él eligió callar e hizo una pelota con la carta en su mano arrojando la misma por la ventana.
— Nada...solo íbamos a mi departamento — aseguró Park con sus nervios a flor de piel.
Jungkook manejo hasta el departamento de Jimin y no hubieron más que besos debido a la excusa de mal estomacal por parte del pelinegro.
Corrió entonces con dólar a su piso y estando allí se planteó formas para explicar lo ocurrido a su amigo, pero es que nada lo había preparado para una situación semejante.
Marco al castaño deseando que este se encontrará despierto y cuando el mismo atendió expresó lo primero que se le vino a la cabeza.
— Tae, creo que Jeon esta loco...
Muchas gracias por leer el capítulo de hoy 🤗. Este episodio me recuerda a la canción "Addicted to you" de "Avicii", la deje arriba por si le quieren echar un vistazo 😉. Nos vemos el domingo ❤️
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