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Capítulo 37:

⚠️️⚠️ADVERTENCIA:⚠️⚠️

El siguiente contenido a leer comprende de material erótico y esta relatado de manera explicita. Si eres una persona sensible con estos temas abstente de leer. Todos los personajes involucrados en estos acontecimientos son ficticios y no se pretende ofender a las personas de las cuales están inspirados.



En sus manos sostenía un vestido peculiar de aspecto erótico, y por su mente pasaban miles de pensamientos lascivos y nada puros.

— No hagas esa cara, no creo que no hayas usado algo así antes — expreso Jeon.

— No es eso, es solo que... — elevó su mirada y sonrió atrevido hacia Jeon — no sabía que te gustaban estas cosas.

 — Es solo curiosidad — se alzó de hombros quitándole peso al asunto — deberías ir a arreglarte ahora, perdemos tiempo.

— Bien — sonrió ladino deseando que el fotógrafo le ordenará más cosas.

Cuando Jimin ingreso a su alcoba Jungkook se distrajo al buscar en las alacenas una bebida que pudiera zacear su sed, encontrándose así con una botella de licor de arroz. Abrió esta y se sirvió en un vaso observando por el balcón la gran ciudad en donde habitaba a diario.

El pelinegro se hallaba frente al tocador de luces led; retoca a su maquillaje a la vez que agregaba más color a su párpado. Pensaba en que si lo que sentía era correcto, pero cada conclusión a la que llegaba su mente le hacía entender que de hecho no solo era incorrecto si no que también se estaba fallando a sí mismo.

Jurándose que todo lo que hacía era solo por placer sexual se probó el atuendo, notando que este lo vestía de maravilla. Uso entonces el adorno que iba en la cabeza, abrigando a sus piernas albinas con las panti medias, y para concluir la vestimenta de esta noche cubrió a sus manos con los guantes de encaje blanco. Ahora era como una sensual mucama y no había duda de ello.

Ya vestido y perfumado camino hacia el recibidor y contempló como Jungkook bebía del licor. La mirada del hombre se poso sobre él al verlo llegar, y sintió que su corazón latió tan desenfrenado esta vez que necesito interrumpir el momento para detener su palpito.

— ¿Vas a quedarte ahí sin hacer nada? — reto al hombre, manteniendo sus brazos cruzados.

— Ve a la habitación, yo iré a buscar algo en mi auto — dijo luego caminando hacia la puerta.

— Espero que sea cierto y no me dejes abandonado aquí como un idiota — gruñó malhumorado.

Esperando a Jeon, Jimin también se sirvió del licor de arroz y bebió este entretanto se hacía algunas fotos con su teléfono, pensando seriamente si debería publicarlas en su red social.

La puerta fue abierta unos instantes después y Park corrió a la cama donde se sentó con sus piernas cruzadas, esperando que Jeon no le tomará el pelo esta noche.

— Veo que tienes luces neón en tus paredes ¿podemos encenderlas? — pregunto mientras dejaba en el suelo el bolso que cargaba en su hombro.

— Ah claro — acepto buscando en su teléfono la aplicación de las luces — ¿deseas algún color en especifico?.

Jungkook camino entonces hacia él estando a sus espaldas.

— Préstame un segundo, necesito que estés sentando en la cama — le pidió.

— De acuerdo — respondió Park desorientado permitiendo que el hombre usará su teléfono.

Jeon uso el dispositivo para cambiar la iluminación y el control se detuvo al llegar al color fucsia. El ambiente se hizo rosa y de la mochila en el suelo Jungkook extrajo su cámara de fotos.

— Espera ¿vas hacer una sección fotográfica conmigo? — pregunto con su ceño fruncido.

— Es obvio soy fotógrafo por vocación — decía arreglando la lente de la cámara.

— ¿Y tan siquiera vas a pagarme?.

— Por supuesto — aceptó — tu solo posa y tus esfuerzos serán bien recompensados — dijo al elevar una de sus cejas.

Jimin sonrió entendiendo el doble sentido, y juntando sus piernas poso entonces hacia el hombre de gafas. Las primeras imágenes fueron en posturas sencillas, pero el tono del erotismo fue aumentando conforme a la sección iba en curso. Para algunas tomas Jimin se coloco sobre sus manos y rodillas intentando observar siempre hacia la cámara. Estando de rodillas sobre el acolchonado levantó un poco el vestido dejando ver más sus muslos, los cuales estaban siendo adornados por la fina tela de las medias blancas.

— Deberíamos dejarlo hasta aquí, comienzo a sudar — hablo Jeon secando el sudor de su frente.

El hombre guardo su cámara en donde la consiguió y sin medir palabras con Jimin acorralo a este en su cama. Fue la primera vez que el joven sintió vergüenza y no supo como reaccionar, solo trago fuerte y mantuvo su mirada en las pupilas obscuras de Jeon. Este se inclino a sus labios tomando el inferior y lo succiono con delicadeza y profundidad haciendo que en la habitación solo escucharán sus respiraciones junto a los chasquidos de sus labios.

Se separaron observando así a los ojos del otro y esta vez la boca de Jeon se acerco al cuello del joven. Allí beso su piel succionando luego la misma hasta volverla roja. Los dedos de Jimin se afincaban sobre la chaqueta del hombre mientras gemia e imaginaba muchos escenarios candentes. Jungkook hizo un recorrido con sus labios paseando por la piel tersa del cuello hasta llegar a la manzana de adán, la cual lamio para entonces subir a la mandíbula en V del joven plantando besos también allí. Debido a la cercanía de sus rostros Jimin se permitió cerrar los ojos intentando complacerse más con el lujurioso momento, hasta que sintió como el hombre abandonaba su rostro para encargarse ahora de su cuerpo.

La robusta mano de Jeon acarició el vestido hasta arribar a las piernas del joven modelo. Usando su mano abrió un tanto estas y se deslumbro con las extremidades de Jimin siendo decoradas por las finas medias. Sin esperarlo Jeon bajo hacia las mismas y con sus mejillas acarició los muslos sosteniendo estos con sus manos, y para maravilla de Park este se decidió por usar su lengua para lamer las lampiñas piernas del joven.

— Mmg — se agitó este desde la comodidad en la cama, haciendo a su espalda chocar contra las frazadas.

La lengua de Jeon fue de una pierna a la otra y acarició estas mismas con su mano abierta, pero al abrir los ojos no pudo negar que lo que vio frente a él lo sobresalto un poco. El miembro de su compañero sobresalía de la ropa interior al ser esta demasiado pequeña para contenerlo, y ahora se sentía como un idiota por haber olvidado ese detalle.

Deseando reducir los pensamientos de su mente se quito las gafas dejando las mismas sobre la mesa de noche, y respirando profundo actuó sin pensar al introducir en su boca el miembro erecto del joven.

— Haa... — gimoteo Park sorprendido por lo que sentía, y no lo creyó cierto hasta que alzó su mirada y completo la escena perfecta.

Jeon succionada moviendo su cabeza de arriba hacia abajo haciendo sonidos indecorosos. Se acomodo en la cama echándose en esta y sumergió aún más el miembro en su boca haciendo juegos con su lengua que serpenteaba. Pareció que se estaba dejando llevar cuando su mano masturbo al joven para luego con esta acariciar la zona testicular que aun permanecía guardada en la ropa interior. Se inspiró tanto en el proceso que al recordar en donde se hallaba, se deshizo de sus ropas para encontrar más comodidad.

Su boca alcanzo de nuevo a Park e introdujo su lengua para recorrer la boca del joven, dejando a este jadeando y deseoso de continuar.

— ¿Tienes lubricante? — pregunto.

— En el gabinete — dijo señalando la mesa de noche.

Al encontrar el frasco de lubricante Jeon le ordenó al joven pisar con sus manos y rodillas, acariciando luego la retaguardia pomposa de Park. Estando allí se encargo de derramar el frasco sobre la entrada del modelo, expandiendo luego esta usando sus dedos.

La intromisión en su zona genital llego poco tiempo después y dio un grito al cielo al sentir tan agradable sensación. Con sus uñas se aferraba a las frazadas de la cama mientras era empujado hacia adelante sin tener descanso. De su boca sonidos lascivos emergían y apretaba al sujeto cuando este lo embestía a más velocidad.

— ¿Tienes consoladores? — pregunto Jeon deteniendo un poco sus movimientos.

— ¿Quieres conocer a mis amigos? — le pregunto travieso mordiendo su labio.

— Trae el que desees, ahora... — pidió otorgándole libertad al joven.

Jimin busco entre sus pertenencias la alacena en donde permanecían guardados sus juguetes, optando por usar en esta ocasión el consolador de color rosado.

— Creo que este va de acuerdo a la ocasión — decía regresando a donde el fotógrafo.

— Colócate en la posición en la que estabas antes — ordenó y Jimin así lo hizo.

— ¡Haa! — gruñó cuando fue penetrado.

— Quiero que metas eso a tu boca y que lo mames como si fuese uno real — dijo moviendo sus caderas con lentitud, haciendo que el pelinegro perdiera la cordura.

Su demencia lo llevo a lamer y succionar el juguete con empeño. Chupaba de arriba hacia abajo dejando al objeto lubricado por su saliva. La inspiración de Park era tal que no percibió cuando la puerta plegada de la alcoba fue abierta por su peludito amigo. El cachorro aburrido llego a ellos y para llamar la atención de los hombres ladro frente a ellos dando saltitos.

— Alguien quiere jugar... — expreso Jeon con tono jocoso.

— Ahora no dólar, papá esta ocupado — hablo luego Jimin.

— ¿Dólar? ¿le llamaste dólar? — le cuestiono el hombre bastante confundido.

— Si...haa...

— ¿Y como porque?.

— Ah es que esa fue mi primera palabra ¡haa!... — exclamo y Jeon carcajeo al no poder creer lo dicho por Park.

Las embestidas continuaron mientras intentaban ignorar la insistencia del cachorro, el cual no desistía al estar ahora halando de la frazada de la cama. Para no obstinarse Jeon se tumbo sobre la cama haciendo que ahora el modelo estuviese sobre él, y con sus caderas hacia arriba penetro al joven hasta hacerlo acabar, concediéndole luego un tiempo para que atendiera a dólar antes de continuar.


[...]


Supieron que debían tomar un descanso cuando las piernas de Jimin comenzaron a temblar sin parecer querer detenerse, y luego de ducharse el joven seco su cabello y se echo a la cama sin ningún tipo de atuendo.

— Eso fue genial — halago al momento con su cabeza sobre la almohada.

— ¿Tienes cigarrillos? — pregunto el hombre quien también salía de la ducha.

— Tengo algunos en mi bolsa — afirmo señalando al objeto.

Jungkook seco su cuerpo con la toalla y busco entre las pertenencias de Jimin la caja de cigarrillos, la cual hayo al fondo de la bolsa.

— ¿Puedo? — hizo la pregunta señalando las gafas del hombre.

— Si. — acepto sin mas inhalando ahora del humo de tabaco.

— Carajo estas realmente ciego... — expreso probándose las gafas del fotógrafo — literalmente no puedo ver nada.

— Espera, no te los quites — le pidió buscando entre su ropa en el suelo su propio teléfono.

Jeon tomo entonces varias fotografías con Jimin usando sus gafas en diferentes posiciones y hasta se tomo la molestia de peinar al joven para que luciera mejor. No es como si Park no estuviese acostumbrado a que él le tomara fotos ya que eso era lo que hacían a diario, pero se le estaba haciendo sospechoso que Jungkook decidiera portarse así en momentos no laborales.

— ¿Qué harás con esas fotos? — pregunto queriendo aclarar dudas.

— ¿Tú que crees? — respondió la pregunta con otra, sonriendo ladino.

— ¿Se las vas a vender a viejos verdes por internet?.

— ¿Que? No — rieron los dos — la fotografía me apasiona y si veo algo que me gusta no dudo en guardar el momento en una foto.

La última palabra mencionada por el fotógrafo llamo la atención de Jimin.

— Oh ¿Entonces te gusto? — alzo ambas cejas en juego conociendo la respuesta.

Los ojos de Jeon se centraron en el rostro del modelo y aunque no podía verlo con claridad asintió con la cabeza, inhalando del tabaco después .

— Oye ¿Tu esposa no va a matarte por llegar tan tarde?.

— Yo...ya no estoy con ella, estoy viviendo solo. — aseguro sin darle importancia.

— ¿Enserio? Que bien — le felicito entre risas sabiendo que el hombre tenia libertad para quedarse junto a él en esta noche.

— ¿Vas a dormir así? — hizo referencia a la desnudez del joven.

— Si, es cómodo — se alzó de hombros.

— Yo debo vestir aunque sea ropa interior, no quiero pisármelo en la noche — bromeo.

— Ay si tú... — sonrió travieso y sus ojos se fueron al trasero desnudo del hombre quien ahora estaba fuera de las frazadas intentando buscar sus boxer.

Las mejillas de Jimin se coloraron por naturalidad y tuvo que ocultar su rostro con la frazada antes de que Jeon pudiese notarlo.

— Bueno, ten buenas noches — pronunció Park ocultándose con las cobijas, deseando que de esa forma también pudiese ocultar sus sentimientos.

Para este punto ya estaba comenzando a odiar su vergüenza involuntaria. Era como si el antiguo Jimin estuviese haciendo presencia en su vida actual. En esos en donde él no era seguro de sí mismo y todo lograba apenarlo. Porque a pesar de que ahora Park se notara firme, existió un tiempo en que estuvo a punto de ocultar sus gustos solo para enorgullecer a su familia.




Hace 6 años...

Corea del Sur. 08:15pm. Discoteca "Paradise".

Cada mañana al levantarse y comer en el mesón de la familia su padre se encargaba de restregarle en el rostro lo increíble que eran los hijos de su hermano menor. Que si el mayor estaba ingresando a una de las mejores universidades de Seúl, que si el del medio era el capitán del mejor equipo de fútbol escolar de la nación, que si el hijo menor a sus tan solo quince años estaba a punto de encontrar la cura contra el V. I. H...en definitiva un montón de falacias que no lograban otra cosa más que reducir el autoestima de Jimin.

Más encima el hombre recalcaba los defectos de su hijo cada dos por tres, haciendo que la hora del desayuno o del almuerzo fuese una auténtica tortura medieval. Para su padre no existía manera posible en la que Jimin pudiera rendirle honor a su familia, pues según él había decidido tomar el camino de los buenos para nada y desobligados.

"No voy a aceptar que un maricon guíe los negocios de la familia" - hablaba siempre el hombre cada que tenia a su hijo presente, advirtiéndole que de no cambiar su vida este terminaría en la calle sin un solo won.

Lo que pasaba era que aunque Jimin intentará cambiar no había nada que cambiar, y después de vivir escuchando lo mismo todos los días y todas las noches estaba llegando el momento en el que el joven Jimin comenzaba a creer a las palabras de su amargo padre.

La noche de otoño tenía que reunirse en la discoteca habitual junto a su grupo de amigos. Ese grupo de chicos y chicas con quien solía emborracharse y practicar momentos eroticos en colectivo. Pero esta vez ingresar a ese lugar le estaba tomando mucho más tiempo, pues lo que traía en mente era tan distinto a lo que conocía que conseguía aterrarlo.

Bajo del auto e ingreso al lugar intentando localizar entre el gentío su grupo concurrido, notando que los mismos se hallaban en el primer piso de la discoteca. Bajo allí y camino directo hasta la chica castaña con una copa de licor en su mano, quien se notaba distraída al conversar con varias personas.

— ¡Hey Jimin! Creí que no vendrías — le saludo esta, pero él no contesto esta vez.

— Ven conmigo un momento — le pidió, haciendo que la chica se alejara del grupo de amigos.

— ¿Qué sucede? Pareces nervioso — sonrió ella bebiendo del licor.

— Tú...¿Tendrías sexo conmigo? — consulto observando al suelo.

— Ah pues...si — asintió con la cabeza pensando que Jimin se encontraba ebrio.

— Sígueme — ordenó dándole la espalda.

— ¿Ah? ¿Qué?.

— Solo ven... — grito para que le escuchara ya que la música se reproducía a gran volumen.

La joven lo siguió entonces a su auto y este lo echo andar sin dirigir alguna otra palabra a la chica, la cual aun conservaba en su mano la copa con alcohol.

— ¿Esta todo bien? — pregunto por curiosidad.

— Si. — afirmó cortante con la vista a la carretera.

— ¿Y a dónde vamos? — pregunto con risas.

— A un hotel. — fue mucho más directo de lo que la chica creyó posible.

— O-ok... — carcajeo — sabes que podríamos haberlo hecho en el baño ¿no? — bromeó riendo de la actitud inusual del pelinegro.

Cuando llegaron al hotel Jimin pago la cuenta. Minutos más tarde ya se encontraban en la habitación y el joven Jimin no sabía como reaccionar.

— ¿Y ahora? — pregunto la chica al ver a su compañero perdido.

— Ve a ducharte, yo ya lo hice — le ordenó.

La joven así lo hizo y Jimin se quedó solo en la alcoba procesando lo que estaba a punto de hacer. Tal vez lo hacía porque quería demostrarle a su padre que era "realmente un hombre", tal vez también porque ya estaba harto de las burlas constantes y cansado del desprecio de su familia. Pensaba en que sí esto conseguía agradarle podría entonces ahogar esos deseos homoeroticos que tanto problema le habían traído a su vida.

La joven concluyó luego con su ducha y teniendo una toalla enrollada a su cuerpo ingreso de nuevo a la habitación.

— ¿Qué deseas hacer? — le pregunto al chico quien yacía sentado en la cama.

— Quítate la toalla — hablo firme queriendo influir detenimiento cuando realmente se moría de miedo por dentro.

Sin pensarlo mucho la toalla cayó al suelo y con su corazón bombeando a gran velocidad Jimin se acerco a la chica. Acaricio la mejilla de esta observandola a los ojos y sin pensarlo mucho beso los labios de la mujer. Ambos se besaron tocando a sus cuerpos y lo que siguió después ya es conocido por todos.

— ¿Te gustó? — la chica le hizo la pregunta cuando se vestían.

— ¿Tú que crees? — volvió su mirada fría hacia la castaña.

— Ay pero te juro que me esforcé — refunfuño ella.

— Bueno al menos esto prueba algo. No soy bisexual.

Actualidad.

Corea del Sur. 06:40pm. Departamento de Jimin.

Estando a solas en su hogar luego del trabajo Jimin aseaba a su cuerpo, mientras hacía su rutina de lavado intestinal, es decir, un enema.

Habitaba hacerse uno casi a diario pues no conocía el momento en que Jeon llegara de imprevisto para invitarlo a hacer una actividad que por supuesto terminaría en sexo.

Su teléfono sonó cuando estaba a mitad del procedimiento y como se trataba de Tae optó por contestar.

— ¿Hola? — contesto.

— ¡Jimin enciende el televisor rápido! — grito el castaño.

—Tae tengo un enema en el trasero, ahorita no puedo — contesto este.

— ¡Solo hazlo! ¡Es importante!.

Rodo sus ojos prometiéndose matar a Tae luego si solo se trataba de una tontería, y dejando todo lo que hacía corrió desnudo hacía el recibidor encendiendo entonces la televisión.

— Se reporta que el señor Park Juwon quien es ministro de relaciones exteriores ha sido acusado por un anónimo de tráfico de sustancias ilícitas y lavado de dinero. Aún no se conoce la identidad de la persona quien habría presentado la demanda a las autoridades, pero se piensa que este individuo hará presencia en el próximo juicio al señor Park, el cual se estará celebrando a mediados de diciembre — hablo la presentadora en las noticias.

En las imágenes Jimin podía observar a su padre siendo arrestado por los oficiales de policía, y al parecer el hombre se mostraba cooperador para ya no infligir más sospechas a su persona.

—¡¿Lo estas viendo?! — le pregunto Tae quien aun seguía tras la linea.

— Justicia divina... — expreso Jimin con una sonrisa brillante en su rostro.

Tal vez su regalo de navidad se estaba adelantando...


Muchas gracias por leer este capitulo🤗🤗, espero pasen unas felices navidades junto a las personas que aman ❤️❤️🎄.

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