Capítulo 31:
Hace un año...
Corea del Sur. 11:40pm. Hogar de Yehun.
- ¡Lo encontré! - exclamó el hombre con una botella de whisky en su mano.
- Genial, necesitaba un trago - expreso Jimin estirando sus brazos y piernas para posteriormente sentarse sobre la cama.
- Mi padre me lo trajo de New York, dice que es una de las mejores marcas de América - explicó Yehun vertiendo el licor en los vasos de vidrio, entregado uno de estos a Park - ¿piensas hacerlo? - consulto.
- No, me iré en cuanto termine el vaso - aviso el modelo bebiendo del alcohol - carahi sabe muy bien - expreso abrigando a su cuerpo desnudo con la sabana gris de la cama.
- Por supuesto. En lo que respecta a whisky mi padre nunca miente.
Jimin bebió un sorbo más, hasta que el disfrute del licor fue interrumpido por un pensamiento absurdo que lo hizo reír.
- ¿Qué? - le pregunto Yehun al escuchar su risa.
- Nada, es solo una tontería - respondió para luego cambiar de opinión al decidir hablar lo que pensaba - ¿te haz enamorado Yehun?.
- No ¿se puede comer? - hizo la broma y Jimin rio junto con él - ¿porque preguntas? ¿Tú si?.
- Por supuesto que no - respondió frunciendo el ceño - pero...antes si quería.
- ¿Querías enamorarte? - pregunto incrédulo bebiendo de su propio vaso.
- Es una estupidez lo se, pero en el pasado yo era muy inocente y pensaba que eso del amor existía...queria encontrar a alguien que no fuese un idiota. Que me tomará de la mano cuando caminaramos por las calles, que me besara cada vez al despedirnos y me regalara flores...eso quería, pero luego comprendí que era un homosexual que había nacido en uno de los países más homofobicos que hay en el mundo. Nada de lo que deseaba podía llegarse a cumplir - susurro con aires deprimentes.
-Si, el amor no existe para personas como nosotros...
[...]
Actualidad.
Corea del Sur. 07:17pm. Departamento de Soo.
*El amor no existe para personas como nosotros*.
Era lo que resonaba en la mente de Jimin a estas horas. Se encontraba sentado en una silla del comedor jugando con un encendedor de bolsillo. Encendía y apagaba este mientras pensaba en lo complicado que era todo. No era libre de sentir como tampoco de expresarse. De hecho esa era la razón por la que a menudo bebía hasta desmayarse, porque al estar inconsciente ¿cómo iba a afectarle la realidad?.
Dejo el encendedor sobre la mesa y camino hacia el sofá para hacer uso de la televisión e intentar buscar algo que lo distrajera de tan tormentosos pensamientos. Caso fue su error al pensar en esta alternativa pues a cada canal que cambiaba una historia de romance se encontraba transmitiendose, y cuando no era una historia era canciones de amor o en algunos otros casos de desamor. Después de unos diez canales Jimin ofuscado aventó el control remoto al suelo pensando que el mundo se encontraba en su contra.
- ¡¿Pero que diablos?! - gruñó hecho un león furioso, cruzandose de brazos.
Lo que le estaba sucediendo no podía discutirlo con nadie. No sabía ni como plantearlo o si debería tan siquiera plantearlo. Todo era tan confuso en su mente que no consiguió otra opción más que tomar píldoras de sueño para poder dormir.
Agencia Fantasy. 12:30pm.
Poco le había servido las píldoras para dormir pues una vez y el efecto acabó, su cuerpo se sintió tan pesado que apenas y si consiguió despegarse de las sábanas.
- Jimin, hey - le llamaba Woo al hombre con mirada perdida y patente cansancio.
- ¿Qué quieres? - pregunto en un bostezo.
- ¿Porque esa cara? Deberías estar celebrando, te ves increíble en esta fotografía - decía Woo quien observaba a Jimin en la portada de Secret.
- Era de esperarse - contestó este bebiendo de su batido proteico.
- ¿Te gustó Singapur? ¿Conociste a alguien interesante?.
- Si...me gustó - contesto pensando en aquel baño en el jacuzzi y sin querer una sonrisa se dibujo en su rostro, siendo adornada por sus mejillas redondas y coloradas.
- ¿A quien conociste? ¡Cuéntame! - exclamó Woo ansiosa de conocer las buenas nuevas.
- No conocí a nadie ¿porque piensas eso? - contesto este siendo indiferente.
- Y ese rostro de felicidad ¿qué?.
Las cejas de Jimin se elevaron y su expresión cambió a una de terror, pareciendo como si le hubiese informado de una fatal noticia.
- ¿Qué dices? - pregunto con pánico.
- Si mira tus mejillas rojas, te vez como un frambuesa - recalcó la chica prestándole a este su espejo de mano y cuando Jimin observó su reflejo pensó en cosas terribles.
- Seguramente he enfermado - sussuro tocando sus mejillas de color rojizo - tocame ¿tengo fiebre? - le pregunto haciendo que Woo tocará su frente.
- No...de no ser por tu cansancio yo diría que te vez muy bien - afirmó ella a quien se le hacía chistoso el terror de Jimin por algo tan simple como un sonrojo - no debes preocuparte por eso. Eres un humano no una máquina - decía al sujetar el teléfono de Jimin sin permiso de este.
En otro momento Jimin se lo hubiese arrebatado antes de que Woo pudiera tan siquiera tocarlo, pero esta vez otra cosa había llamado su atención y esa "cosa" era una referencia al fotógrafo. Él ingresaba al bar vegano acompañado de su asistente y por unos segundos, Jimin olvido que no era normal observar a alguien por tanto tiempo sin parpadear. Su desconcierto finalizó cuando escucho como uno de los videos de su galería era reproducido.
- ¡Oye! ¿Qué haces? - exclamó apartando el teléfono de las manos intrepidas de Woo.
- Tranquilo, no vi tus conversaciones. No hay porque hacer tanto escándalo - respondió la mujer con fastidio.
- ¿Quién te crees? Podrías saber mis secretos, estúpida - reclamo escondiendo su teléfono lo más que podía.
- ¿Cómo cual? ¿Cómo que te acuestas con Jeon? - dijo Woo y Jimin de la sorpresa se atraganto con su batido.
- ¿Cómo es que sabes eso? - le pregunto en un sussuro.
- ¿Vamos a fingir que eres la portada de Secret solo porque si? Jeon jamás ha escogido a un hombre - respondió la mujer peinando su cabello con los dedos.
- ¿Quién más lo sabe a parte de ti?.
- Tal vez toda la agencia o quizás solo unos cuantos, por ahora nonlo sabremos - vaciló riendo después cuando un mensaje llegó a su buzón.
- ¿Qué sucede? - le pregunto Jimin deseando olvidar el confuso momento.
- Nada, es tu amigo. Salí con él la otea vez y tal parece que no es un idiota.
- Por supuesto que no. De serlo no sería mi amigo...mi mejor amigo - expreso perdiéndose entre pensamientos variados. El día de hoy Jimin se percibia muy distraído.
Por momentos su mente lo hacía viajar a otras realidades. A mundo en donde se manifestaba "¿Qué hubiera pasado si?". En este caso su mente le planteabla "¿Qué hubiera pasado si no hubiese aceptado ser exclusivo con Jeon?" "¿no tendría estos pensamientos extraños ahora?".
Y la respuesta siempre era "Si" a todo. De mantener una vida en libertinaje él no tendría ahora motivos para sentirse mal cuando pensaba en el fotógrafo.
Jimin agradeció cuando esos insanos pensamientos fueron interrumpidos por una llamada a su teléfono, y se alegro aún más cuando leyó el nombre de su hermana en el identificador de llamada.
- ¿Hola? - atendió.
- ¡Aaah!.
- ¿Q-que? ¿Qué paso?.
- ¡No puedo creerlo! ¡Qué hermoso te ves! - entonces fue allí donde Jimin entendió lo que ocurria, permitiendose respirar con tranquilidad - cuando vi la revista esta mañana junto con John creí que era mentira ¡no puedo creerlo!.
- Tranquila. No es como si no hubiese aparecido en una portada antes.
- Si, pero esta vez posas tú solo ¡y te ves increíble! ¡Aaah! - regreso a gritar y el modelo tuvo que alejar el teléfono de su oreja antes de que su hermana le dañara el tímpano.
- Me hace feliz que al menos a ti si te guste... - expreso recordando como a nadie de su familia parecía importarle su existencia.
- Jimin por cierto...¿Sabes como se encuentra mamá? - pregunto y el pelinegro no tuvo de otra más que expresar detalles.
Park le explico que su madre se encontraba recuperándose en la nueva mansión que había comprado su padre. Que sus tías eran quienes se encargaban de sus cuidados y que cuando no estaban era la enfermera que él contrato quien atendía a su madre. Porque a pesar de todo Jimin no tenía el corazón para abandonar a su progenitora.
Octubre.
Corea del Sur. 04:30pm. Hannam - dong.
- Este es el último departamento que tenemos disponible - le decía a Jimin la mujer de bienes raíces.
Cuando el auto en donde viajaban estacionó, Jimin bajo de este junto a la mujer y ella le indico por donde debían caminar para ingresar al establecimiento. El conjunto de departamentos era una zona residencial la cual recibía a los habitantes con prospera áreas verdes. Ya estando en el recibidor Jimin piso sobre el suelo de mármol, observando su figura en los cristales en forma de diamantes que yacian en la pared.
- El edificio fue construido a finales del 2011 y obtuvo su primera remodelación al año siguiente. Cuenta con un estacionamiento amplio, un mínimo bar, una sala de reuniones en donde puedes encontrar una mesa de billar, también posee otra de pin pon en conjunto de una televisión de 77 pulgadas que puedes usar solo o comprqrido con tus vecinos - decía la mujer mientras le enseñaba los lugares que iba nombrando - oh por aquí se encuentra la piscina... - expreso al abrir la puerta de cristal y Jimin paso a través de esta - es de quince metros de largo y posee 1,8 metros de profundidad...
Jimin concentró la mirada en su reflejo, el cual se percibía gracias al agua en la piscina y optó por ignorar todos esos detalles innecesarios que le brindaba la mujer, pues desde su regreso de Singapur él no podía estar atento a las cosas por demasiado tiempo. Era como si su propia mente se apagará por unos instantes, sin ser él quien dominará estas acciones.
- Señor Park...señor Park - escucho quizás a la cuarta vez.
- ¿Si? - pregunto como si todo estuviese en orden.
- Ya que hemos visto las áreas comunes ¿desea que subamos al departamento?.
El pelinegro acepto y ambos subieron los niveles usando el ascensor, llegando así al piso catorce.
- Es uno de los mejores departamentos de esta edificación. Cuenta con tres habitaciones, un rebicidor espacioso... - explico entretanto caminaban por el lugar vacío - un balcón con una hermosa vista a la ciudad. Por acá tenemos el cuarto de baño el cual posee una ducha de dos metros con calentador junto a un purificador jacuzzi.
- ¿Un qué? - se detuvo Jimin en su sitio antes de ingresar al baño.
- Un jacuzzi ¿sucede algo? Porque sino le gusta podemos mandar a quitarlo y...
- No, no... - negó el pelinegro avanzando al jacuzzi, acariciando la porcelana del mismo - me encantan los jacuzzis - sonrió descarado riendo luego por un chiste interno.
- ¿Y qué le parece este lugar? ¿Consigue agradarle? - hizo la pregunta la mujer.
- Si, es muy costoso... - hablo al recordar la cantidad de números que poseía el precio de la vivienda - que bueno que puedo pagarlo ¿no? - sonrió después y la mujer le siguió feliz de haber concretado una venta.
Ese mismo día Jimin acompaño al personal de bienes raíces hasta la agencia inmobiliaria, y luego de firmar algunos acuerdos y papeleo en general este pago la vivienda usando su black card. Las llaves del inmueble se le fueron entregadas al momento y Jimin ya era poseedor de un departamento propio.
[...]
La última noche en la vivienda Soo no fue agradable. Se había prometido no drogarse tan a menudo, pero le fue imposible mantener la promesa. Las voces en su cabeza gritaban sin querer detenerse, no tenían piedad con él. Jimim quien se encontraba sentado en el sofá cayo al suelo golpeando luego su cabeza consecutivamente usando sus puños. El bufaba y chillaba desesperado queriendo que las voces se callaran, pero no lo hicieron hasta conseguir desquiciarlo.
Se arrastró cual gusano por el suelo llegando hacia la mesa de noche, y de un gabinete extrajo algo que sabía que iba a ayudarlo. Dejo caer los polvos por el piso y con apenas fuerza consiguió separarlos e inhalar una cantidad considerable. Se acostó de espaldas al suelo permitiéndole a sus brazos caer, sonriendo y riendo luego al no escuchar más gritos o quejas, solo paz y felicidad...eso fue lo que sintió por al menos treinta segundos hasta que tuvo que lidiar entonces con un nuevo inconveniente.
Escucho pasos que venian de algún sitio, y voces desconocidas se hicieron presente en su vivienda. Corrió alarmado hacia el baño ocultándose allí, pensando que era alguien o algo quien lo buscaba y según por lo que le hacía creer su propia mente este ser ansiaba devorarlo. Se resguardo en la tina que allí habitaba y usando sus manos tapó sus oídos, cerrando los ojos y orando para no ser encontrado.
Más tarde luego de unos pocos minutos creyó que aquel ser se había cansado de buscarlo, y abandono el baño pensando estar a salvo. Hasta que momentos después se encontró cara a cara con una mancha negra y colosal con forma humana esperándolo a la entrada de la vivienda. Esté grito sin poder creer lo que estaba ocurriendo y una vez más se precipito hasta su habitación.
Escucho los pasos pesados de la enorme bestia corriendo detrás de él, y una vez estuvo ya en la recamara cerro la puerta de la misma antes de que la bestia consiguiera atraparlo. Pero este monstruo producía bramidos espantosos como si de un alce se tratase y no conforme con eso pateaba la puerta de forma violenta con intenciones de abrirla. Jimin apoyo sus manos contra la madera y empujaba la puerta luchando por no ser llevado por el feroz animal, pero al pasar el tiempo su fuerza se iba debilitando. Perdía ánimos y energías, además de que su llanto se estaba haciendo presente y al no conseguir otra idea para sobrevivir solo reposo su espalda contra la puerta, sintiendo como esta era azotada sin clemencia. Sollozo abrazando a sus piernas y esperando lo peor, pero sus ojos lograron abrirse cuando la luz del sol se escapaba a través de los cristales de la pequeña ventana en la pared.
Se encontró a sí mismo sobre el suelo helado, con sus ropas arrugadas y su cabello despeinado. No entendía que estaba ocurriendo ¿qué había sido de la tal bestia que deseaba atraparlo?. Pero no podía pedir coherencia a un cerebro maltrecho como el suyo. Entendió que toda culpa recaia en lo que hubo consumido hace unas horas. Se levantó entonces del suelo queriendo ignorar el bochornoso viaje que hubo tenido hasta que se topo con la puerta de la habitación totalmente derribada. Esta estaba hecha añicos como si alguien muy pesado hubiese caminado sobre ella y de nuevo la incertidumbre regresó a él quien no comprendía lo sucedido. Siendo así como sus ojos se volvieron a el espejo redondo en su tocador, el cual se encontraba ahora marcado poseyendo una escritura en el mismo. Avanzó hacia a este para poder verlo mejor y leyó lo escrito con plumón permanente...
*El amor no existe para personas como nosotros*
Muchas gracias por leer 🤗. El siguiente capítulo es el que les comente +18 jeje 🤭 por favor esperenlo.
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