La calle se encontraba solitaria y quien sabe porque. No era como si se pudiera explicar por ser un día festivo o con el inicio de otra cuarentena. Tal vez la respuesta más concreta era que a nadie en esa cuadra le gustaba meterse en discusiones ajenas.

— ¿Jeon? — se preguntó Jimin estando en desconcierto.

— ¿Podrías dejarnos solos?, solo somos una pareja resolviendo un inconveniente común — explico Dakho intentando verse lo más lúcido posible.

— Eso haría de no ser porque tengo un asunto que discutir con tu pareja — dijo señalando luego a Jimin.

— ¿Qué? — arrugó el entrecejo — ¿conoces a este tipo? — pregunto a Jimin.

— Solo suéltame, carajo — refunfuño Park en el intento de zafarse del hombre quien lo apresaba.

— No tienes nada que hacer aquí ahora. Hablaras con él en otro momento — dictó Dakho abriendo la puerta de su vehículo y llevando a Jimin hacia este.

— No. No debo y no quiero hacerlo en otro momento. Había quedado con tu pareja para hablarlo ahora y así va a ser — hablo Jeon con postura sin desear cruzarse de brazos.

— Aag que molesto eres — gruñó Dakho volviendo sus ojos — solo vete al carajo ¿si? — dijo posicionando a Jimin detrás de él, quien para este momento parecía ser solo un espectador.

— ¿Tienes idea de a quien le hablas con tanta prepotencia? — expreso colocando las manos a cada extremo de su cintura.

— Por favor... — carcajeo — la pregunta aquí sería: ¿si tu sabes a quien le estas hablando?.

— ¿A un idiota con traje mal planchado? — dijo Jeon y la mirada de burla desapareció en Dakho — si, desde aquí puedo ver las arrugas amigo.

— Pfff — resoplo pesado — no pienso discutir con un imbécil como tú. Jimin súbete al auto — le ordenó al joven haciendo que este pisara de nuevo tierra.

— Ah s-si... — pronunció para luego caer en cuenta de lo que decía — digo ¡claro que no, idiota! ¡Vete al demonio! — exclamó empujando a Dakho del pecho, pero este arremetió contra el modelo haciendo que se estrellara contra el auto.

— Jimin por favor, deja de forzar esto y ven conmigo. Te juro que solo quiero que hablemos — manifestó como lo haría un demente, sosteniendo a Park de las muñecas.

— ¡Déjame en paz, maldito loco!.

— ¡Hey! ¿Van a seguir jugando al K-drama o ya nos podemos largar? — le pregunto Jungkook recortando la distancia con ellos.

— ¡Aléjate! — bufo — no te dije que te acercaras...

— ¿Y tú quien carajos eres como para decirme a mi que tengo que hacer? — dijo Jungkook siendo terco, pero manteniendo su serenidad.

— ¡Jimin sube al auto ahora! — grito Dakho.

— ¡No voy a ir contigo! — vocifero a la par Jimin intentando agredir a Dakho en el rostro.

— Ven, vamos — pronunció Jungkook tomando a Jimin del ante brazo, sin esperar que Dakho le apuntaría con un arma.

— ¡Atrás! ¡No lo toques y aléjate de nosotros! — gruñó hecho una bestia, y Jeon retrocedió unos pasos hacia atrás con sus manos al aire.

— ¿Qué demonios haces Dakho? — le pregunto Park sin poder creer que esta discusión estúpida escalara a tanto.

— Que patético ¿no eres lo suficientemente hombre como para resolver tus problemas sin el uso de armas? — se burlo de él.

— ¡Cállate!, tu ni siquiera me conoces...

— Como tú tampoco a mi. — dicho esto Jeon extrajo una pistola de su cinturón y apuntó hacia el pecho del hombre — ¿lo ves?, yo también tengo con que jugar — respondió con sorna.

— ¿Estas desquiciado?.

— ¿Lo dice el hombre que esta forzando a otro a hacer algo que no quiere?.

— Tú no serias capaz ni de matar a una mosca — le reto con burla.

— ¿De verdad?, porque estoy viendo a una asquerosa cucaracha que esta rogando por ser aplastada — exclamó quitándole el seguro a su arma.

El corazón de Jimin latía con impaciencia. Era como sino conociera a ninguno de los hombres que lo acompañaban. Ambos actuaban con tal nivel de demencia que no sabía que hacer o decir. Solo rogaba al cielo para no salir herido de esta estresante situación.

— Suelta el arma, no seas idiota — expreso Dakho con muestras de agotamiento.

— Suéltala tú mejor. A mi no me vas a lograr intimidar.

— ¿Entonces que diablos pretendes conseguir con todo esto?.

— Suéltalo — le ordenó señalando a Jimin con la cabeza — o seguiremos así toda la noche — rio luego con soberbia.

— Eso ni lo estés pensando — se rehusó.

— A ver ¿qué deseas perder primero? ¿Tu brazo o tu pierna? — hablo apuntando con el arma a las extremidades mencionadas.

— ¡¿Qué les sucede par de locos?! — se quejo Jimin siento ignorado por ambos hombres.

— Yo no quiero jugar a esto, idiota — mascullo Dakho tensando su mandíbula.

— Haz lo correcto entonces y suelta a Park.

Dakho se volvió hacia el joven modelo pensando que hacer, y tal pareció que el remordimiento llegó a su mente cuando eligió darle libertad para terminar con esta trifulca. Jimin entonces camino lejos de él, estando ahora más cerca de Jungkook.

— Bien hecho. Avienta el arma al suelo y patéala hacia mi — exigió sin bajar su propia arma.

— ¿Eres un policía acaso?, ya termina con la estupidez y vete al diablo — bufo uniendo el entrecejo.

— ¿Qué me asegura que no me atacaras cuando me de la vuelta? — le hizo cuestionarse.

— ¡¿Qué?! — exclamó sintiéndose ofendido.

— Avienta el arma al suelo y patéala hacia mi. No lo diré otra vez... — repitió haciendo que el ambiente empeorará.

— Vete al carajo, ¿quieres salir muerto de aquí? ¿Eso es lo que quieres? — pregunto recortando distancia con Jeon, siendo envalentonado.

— ¿Quieres que cuente?, bien contaré...

— Jeon no... — susurro Jimin atemorizado de lo que pudiera pasar por la mente del fotógrafo.

— Uno...dos...

— Ya deja de jugar...

— Tres...

Jungkook jalo del gatillo y su bala afecto a la pierna de Dakho, haciendo que este perdiera el equilibrio y que por consiguiente cayera al suelo.

— ¡Aah! ¡Maldito! — vocifero el hombre.

— ¡Jungkook! — grito Jimin el cual de la sorpresa estaba helado en su sitio.

— ¡Ve al auto Park! ¡Sube al auto! — dijo Jeon quien corrió hacia Dakho para tomar su arma, forcejeando luego con el mismo hasta que consiguió desarmarlo.

— ¡Malnacido! ¡Vas a morir en cuando te encuentre! — gruñó el hombre sosteniendo su pierna herida y sangrante.

Jimin reaccionó al grito de este y avanzó desesperado hacia su propio vehículo subiéndose en la entrada del piloto.

— Déjame conducir — le  pidió Jeon al entrar y Jimin le hizo espacio al sentarse a su costado, mientras intentaba analizar lo que acababa de ocurrir.

— ¿Qué...diablos fue eso Jeon? — hablo con su respiración acelerada.

— Es lo que es. Ese hombre intentó intimidarme y debes saber algo de mi Park… — se volvió a él — a mi nadie me jode. — aseguró con su expresión fría, acomodando sus lentes en el puente de la nariz.

— ¿Estas loco o algo así? — le cuestionó abrumado mientras conseguía calmar a su violento corazón.

— Todos tenemos un grado de locura, ¿o acaso tú eres la excepción?.

— No, pero...le disparaste.

— Si y agradece que lo hice antes de que él lo pensara primero. No debes preocuparte la bala solo le rozó la pierna. Tu noviecito va a estar bien.

— Bah, no es mi novio — chisto su lengua con fastidio —, solo es un idiota de mi pasado que jamás debió volver.

Jimin se recostó sobre la ventana abierta usando sus brazos como almohada, permitiéndole a su rostro refrescarse con la suave brisa que corría a estas horas de la noche. Se le notaba cansado y con angustia, viéndose muy deprimido desde la perspectiva de Jungkook, casi pareciendo otra persona. Debido a todos estos sentimientos palpables, el fotógrafo sintió pena por el muchacho naciendo en él motivos para hablarle con más tacto.

— ¿Deseas hablar sobre ello? — le pregunto con un tono más acogedor.

— No tiene caso. Solo regresó para hacerme sufrir, como sino le hubiese bastado con lo que me hizo hace nueve años... — respondió apesadumbrado y con su mirada opaca.

— ¿Él fue tu novio? — hizo la pregunta y Jimin asintió con la cabeza —, lo lamento.

— ¿Porque lo lamentas? — pregunto por la rareza en la actitud de Jeon.

— Porque no pareces ser una mala persona — aclaró.

— No me conoces lo suficiente como para afirmar eso — dijo volviéndose a Jungkook.

— ¿Porque serias una mala persona? ¿Por beber y dr0g4arte?, vivir en libertinaje no te hace una mala persona. No eres más o menos humano que los otros.

— ¿Y qué me haría entonces una mala persona?.

— Asesinar... — se lo pensó — solo por placer. ¿Has asesinado solo por placer Park? — le hizo la pregunta arqueando una de sus cejas.

— No ¿y tu?.

— Por supuesto que si, todos los días. Se me conoce como el asesino miope del hacha — bromeó y en el rostro de Jimin apareció una deslumbrante sonrisa de ojos achinados.

— Si eres un asesino, ¿debería entonces preocuparme por mi vida? — le siguió la broma.

— Estas en lo correcto. Justo ahora te llevo a mi lugar secreto en donde planeo asesinarte con mi hacha. Aunque no prometo una muerte rápida al ser de noche y yo estar medio ciego.

— Ay estas loco — carcajeo Jimin con el ánimo totalmente cambiado — ¿en dónde estamos? — pregunto al observar por la ventana y no ver nada más que árboles y maleza.

— Muy bien Park aquí se acaba la broma... — detuvo el auto — voy por mi hacha.

— ¡Ya no molestes! — refunfuño golpeando un poco los brazos de Jeon — de verdad ¿en dónde estamos?.

— ¿No lo recuerdas?, aquí es donde casi me dejas sin hijos — hablo abriendo la puerta y saliendo por la misma.

El cielo inundado de estrellas le dio la bienvenida a Jimin cuando esté abandono el auto. Sus ojos se maravillaron con el manto nocturno y sonrió si saber porque lo hacía. La culpabilidad de este acto quedo en manos de su desequilibrio emocional, pues él no admitiría que un hecho tan simple lo había hecho sentir alegría y mucho menos en presencia de Jungkook.

— ¿Te gustan las estrellas? — hizo la pregunta Jeon cuando se acerco al modelo.

— Lo normal — contestó el pelinegro aparentando indiferencia — oye ¿era verdad eso de que querías discutir algo conmigo o solo era una excusa?.

— Era cierto — exhalo dejando caer su cuerpo sobre la puerta cerrada de vehículo —, quería hacerte saber que nuestros encuentros van a reducirse.

— ¿Qué ocurrió? ¿Ya te aburriste de mi? — dijo usando un tono lascivo acariciando el cabello de Jungkook.

— No...mi vida es mucho más estresante de lo que parece, además recuerda que voy a ser padre.

— Bien — Jimin enrollo entonces sus brazos en el cuello de Jeon —, eso significa que si ya no nos vamos a ver tan a menudo, ¿podemos dejar de ser exclusivos?.

— Una cosa no tiene nada que ver con la otra Park... — negó con la cabeza, sosteniendo ahora la fina cintura del modelo.

— Pero si tú no eres exclusivo conmigo.

— ¿Qué te hace pensar eso?.

— Te acuestas con tu esposa — reclamo haciendo una mueca de fastidio con sus labios.

— Eso no es cierto — afirmó cortante.

— ¿Ah no? — se cuestionó con sorpresa — ¿entonces cómo?.

— Solo no lo hago...

— De acuerdo — Jimin acepto el hecho con obvia satisfacción — entonces hagamos esto...¿Que te parece un trío?.

— ¿Un trío? — expreso con un rostro que indicaba repudio.

— Ay no hagas esa cara. No es como sino hubieses hecho uno antes.

— No es por eso es solo que...nunca ha sido con hombres.

— ¿Y ahora que? ¿Vas a fingir heterosexualidad de nuevo?.

— No, pero tampoco me gustan los hombres.

— ¿Y yo que carajos soy entonces? — pregunto mientras expresaba carcajadas, se le hacia increíble que ya para este punto Jeon continuará negando lo evidente.

— Eres Jimin — respondió y al pelinegro se le hizo interesante que Jeon lo llamase por su nombre, ya que literalmente nunca lo hacía.

Esa anomalía del momento hizo manifestar en Jimin un sentimiento distinto. Un tipo de emoción que no supo reconocer pero que, más sin embargo, llenaba el vacío agónico que la situación enrevesada con Dakho le hubo dejado. Él no era de las personas a las que les gustaba mostrar emociones. Se rehusaba a expresarse tal cual era con alguien más que no fuese Tae, y con respecto a sus anteriores amigos de cama ellos ni siquiera se habían tomado la molestia de testificar actitudes positivas de su persona. Sintió que al estar junto a Jeon todo era tan aterrador y confuso. Él le hacía sentir, él le hacía expresar, él le hacía imaginar situaciones que nunca iban a ocurrir y por ello lo odiaba tanto...

Intento ignorar esa voz en su cabeza que le gritaba, pero era tan encantadora que consiguió deleitarlo...maravillarlo, y le enseñó una clase de vida que él hubiese preferido no comprender.

Su mirada se concentró en las pupilas dilatadas del fotógrafo otorgándose el consentimiento de pecar, de cometer el desliz de besar los labios de Jungkook sin sentir lascivia.

Ejecutaron un beso lento en donde la respiración pausada de ambos era audible. Jimin lo beso siendo suave y acaricio la mejilla de este entendiendo que no necesitaba sentir deseo sexual para poder besar. Fue como si este fuese su primer beso, pues esta vez se habían tomado la oportunidad de descubrirse, de acariciar sus bocas con calma. Park sintió cosquillas cuando sus narices rozaron y rio entonces en el beso, continuando este cuando la lengua de Jeon se introdujo en su paladar y recorrió cada esquina de su boca.

Esto era tan placentero para Jimin, no solo porque Jeon supiese besar lento sino también porque el aliento a menta de este combinado con el perfume que usaba era un deleite de dioses, y lograba hacer temblar sus piernas a tal nivel que consiguió escapar de la realidad, siendo así como por unos segundos se dejó llevar por la delicia que era besar sin tener nada impúdico en mente.

— Ya...esta haciendo frío, ¿no te parece? — le pregunto a Jeon para separarse de él y cambiar el rumbo de la situación.

— Si. Deberíamos entrar al auto — contestó el fotógrafo y Jimin no espero que esté se subiera a la parte trasera del auto — ven, ¿acaso no tienes frío?.

Pensó que tal vez Jungkook le propondría tener relaciones, pero su manera de ver las cosas dio un giro cuando el fotógrafo no intento nada obsceno. Solo deseó conversar con él y hacerle distintas preguntas sobre tan variados temas. Jimin contesto entonces, pero con el cuestionamiento en mente de "¿qué era lo que estaba intentando hacer?" "¿porque no simplemente tenían sexo como cualquier otro día habitual y ya?", nada de lo que ocurría en la noche de hoy le hacía sentido.

— A mi también me gusta patinar sobre hielo, pero lamentablemente no lo he hecho mucho en mi vida — afirmó Park recostado sobre el pecho abultado de Jeon.

— ¿Cuando fue la ultima vez que lo hiciste? — pregunto el hombre quien jugaba con los dedos delgados del modelo.

— En las vacaciones del 2014 en navidad. Alquilamos una enorme cabaña en el bosque digna de un cuento de hadas. Amaba cada espacio de esta, desde las paredes hechas de roble, hasta el suelo de caoba rojizo...la chimenea era realmente hermosa y brillante, mi hermana y yo nos abrigábamos cerca de ella mientras nos contábamos historias de terror — rio próspero —, oh también puedo recordar el estudio de ballet que quedaba cerca del lugar.

— ¿Te gusta el ballet? — pregunto Jeon.

— Si quería entrar a una academia para practicarlo, pero el hombre que se hace llamar mi padre no me lo permitió.

— ¿Y porque no?.

— Porque se supone que un varón no hace esas cosas — respondió abatido bajando su mirada y al Jungkook observar esos ojos tristes en él, decidió cambiar de tema.

— ¿Porque no tienes mascotas?.

— Mmm no se como cuidarlas — respondió luego de pensarlo por un tiempo.

— ¿No te gustaría tener? — insistió estirando un tanto los dedos de Jimin.

— Quizás...podría tener un perro —menciono recordando cuando en su infancia había compartido largas horas de juego junto a cachorros de labrador.

—    Los perros son geniales — admitió Jeon —, yo tuve uno cuando era niño se llamaba King, pero era un perro muy viejo y no duró mucho en mi vida. Ojalá hubiese nacido yo mucho antes para poder vivir más tiempo con él. — pronunció en un susurro observando luego a Park sin decir nada.

Este momento no fue conveniente para Jimin cuando la mirada de Jungkook en él duró más de lo normal y su corazón comenzó a palpitar con brío, como si despertará luego de un largo receso de hibernación.

— ¿Porque le disparaste a ese imbécil?.

— Porque sentí que se lo merecía. Al menos así su ego ya no rozara los aires — respondió con sus ojos fijos en Park, y sus manos acariciando las del modelo.

— Eso fue tan inesperado...

— Lo se — rio — ¿viste su cara cuando observó que yo también poseía un arma?.

— Si... — rio también Jimin a la par de las carcajadas de Jeon, hasta que otra idea no tan buena llegó a su mente — ¿no temes de que tome represalias contra ti?.

— ¿Tú temes de que me pueda hacer algo? — pregunto Jungkook y Jimin ya no tuvo ideas para responder a ello...Jeon se estaba comportando tan extraño.

— Bueno él si es un verdadero maricon así que no usará sus propias manos para dañarte, pero tiene gente que si puede causarte mucho daño — respondió afligido.

— Jimin yo tampoco estoy a la deriva, así que no debería haber preocupaciones por lo que el inútil de tu ex pueda llegar a hacerme — le hizo entrar en razón.

— Gracias... — agradeció de pronto.

— ¿Porque? — cuestionó Jeon sin entender.

— Por hacerme sentir menos solo.

Jimin no recordaba la última vez que le había agradecido a un amigo de cama por algo que fuese real, un sentimiento verdadero que no tenía nada que ver con lo sexual.

No recordaba la última vez que un amigo de cama lo tratara como persona y no como objeto...

Muchas gracias por leer y estar aquí presente, se los agradezco mucho. Perdonen sino hago maraton es que me gustan las cosas bien hechas y tampoco tengo mucho tiempo 😥. Igualmente deseo traerles una buena historia y me encuentro agradecida con cada persona que comenta o lee, muchas bendiciones 🤗❤️❤️.

📝Nota: dentro de poco se viene un episodio muy +18 y doy la advertencia ahora por si hay personas leyendo a las que no les gustan las ideas de trios o cuartetos. Perdonen si es algo muy fuerte en una historia Kookmin, pero recuerden que el Jimin de esta historia vive en libertinaje y hará lo que sea para no enamorarse 😣...