Capítulo 28:
— Soo ¿estás ahí? — pregunto angustiado.
— Si...
— ¿Dónde esta John?.
— Él se encuentra visitando a sus padres en Montana... — respondió con sollozos.
— ¿Estas sola?.
— Si.
Esto era una emergencia para Jimin. Su hermana se encontraba en la soledad y sufría pesadillas, que más allá de ser pesadillas reflejaban una cruel verdad. Su instinto lo orillo a querer cuidarla y protegerla entre sus brazos, debido a esto al observar sus maletas tomó la decisión de viajar hacia ella.
— Iré para allá — afirmó.
— ¿Q-qué? Pero...
— Necesito verte, necesito saber que estás bien — pronunció Jimin intentando llamar un taxi. No sabía como iba a conseguir un vuelo hasta California a estas horas, pero tenía fe de que todo saldría a su favor.
[...]
— ¡¿Cómo que el vuelo más cercano sale hasta mañana?! — vocifero el modelo al personal del aeropuerto.
— Lo lamento señor, el último vuelo a California salió a las ocho y media. Los vuelos a Estados Unidos se retomarán a partir de las siete del día de mañana — le hizo saber la persona en cuestión.
— Carajo... — mascullo alejándose del mostrador en el momento en que su teléfono timbro — ¿si? ¿Soo?.
— Jimin que bueno que me contestas. Quería decirte que ya tome un té y medite...y ahora me siento mejor — afirmó usando un tono de voz muy distinto al de la primera llamada. Pareciendo ser cierto lo que decía.
— No Soo, necesito verte ¿como sabré que estas bien?.
— ¿Estas en el departamento?.
— No...
— Bueno, cuando llegues haremos video llamada hasta quedarnos dormidos ¿te parece? — le sugirió la idea.
— Pero...
— Acabas de llegar de viaje y sé lo cansado que debes estar como para salir de Corea de nuevo. Te prometo que voy a estar bien, además la psicóloga ya nos dijo que son solo pesadillas ¿no?.
El corazón de Jimin se arrugó en su pecho cuando escucho a su hermana decir eso. Él no conservaba el valor para decirle la verdad. Tampoco tenía idea por donde empezar. Todo era tan aberrante y obscuro que las palabras que conocía no le alcanzaban para expresar lo que sentía...lo que él realmente sabía.
— Claro...son solo pesadillas amor — pronunció con sus ojos apagados y voz silente
— ¿Lo ves? — rio — no te preocupes y deja que tu hermana mayor se encargue de ella.
Con apremio Jimin regreso al departamento junto a sus maletas, y apenas su espalda sintió el acolchonado de su cama inicio la video llamada con Soo. Conversaron sobre los preparativos de la boda y Jimin le comento lo que hubo vivido en Singapur (ahorrándose las partes sexuales claro esta). Soo le informo muchos detalles sobre John y su familia, conociendo ahora que el prometido de su hermana era un ingeniero industrial, quien le había conseguido a Soo un puesto como promotora de marketing en la empresa donde trabajaba.
Hablaron sobre muchas cosas, pero ninguna de las conversaciones tenían que ver con las pesadillas que hubo padecido. Era como si Soo solo hiciera la vista gorda, y Jimin entendía que esto se debía a su miedo a lo desconocido porque de hecho él alguna vez llegó a actuar así. Debido a ese sentimiento que comprendía a la perfección concluyó que lo mejor era no hacerle recordar aquello, él no deseaba torturarla con preguntas.
— Oh que hermosos debieron haberse visto bailando, me hubiese encantado estar allí para grabar — le decía Soo luego de enterarse de como Jungkook había invitado a su hermano a bailar.
— Oye no — carcajeo — eso no me hubiese gustado verlo.
— ¿Y porque no? — indagó.
— Porque eso hubiese sido algo muy romántico y como de pareja. Me vómito — expreso fingiendo tener arcadas.
— Pero es que es algo romántico Jimin. Tal vez Jungkook te aprecie mucho más que solo como un amigo de cama — opino.
— Ay no ¿tu también? — se quejo haciendo una mueca de disgusto con sus labios — yo jamás me enamoraría de un amigo de cama Soo. Sabes que eso es algo muy grave para mi, no lo tomo a la ligera.
— Si, lo lamento tienes razón. No deberías enamorarte de un hombre que tiene esposa. Por eso mismo opino que deberías dejar esa vida. Hay muchos hombres que si desean algo de verdad Jimin — respondió ella.
— Yo no pienso casarme Soo. Entiendo que el amor este en tus planes de vida, pero no se encuentra en los míos. La única vez que me enamore fue muy doloroso... — expreso acongojado y en sus ojos se dibujaron diminutas lágrimas.
La idea de debilidad le aborrecía tan a la par como la idea del amor. No era sano para él recordar lo que hace mucho tiempo le hubo hecho daño. Pero su cabeza no podía borrar esas memorias, quizás porque era el motivo principal por el que no deseaba enamorarse, y lo conservaba en mente para no volver a cometer el mismo error. No se lo perdonaría si regresará a tener sentimientos por alguien...
9 años atrás...
Corea del Sur. 02:00pm. Mansión de los Park.
Era el cumpleaños de la señora Park Iseul. La mansión se encontraba repleta de rostros importantes, desde abogados, hasta doctores y ministros todos festejaban el conmemorable día de cumpleaños, pero al ser la mayoría de los invitados adultos el joven Jimin de catorce años no tenía mucho que hacer, más encima su hermana se hallaba ocupada en la academia de gimnastas. Así que camino hasta el jardín trasero intentando ocultarse de los adultos aburridos y la música.
Con sus dedos tocó la fuente que allí habitaba y jugó un tanto con el agua en la misma. Elevó su mirada al sol brillante de una fresca tarde, y se encontró luego con los coloridos claveles rosados que colgaban de las enredaderas en la pared. Usando sus pulgares acarició los mismos y sonrió al contemplar como sus matices permanecían aún en este mundo tan gris.
— Hola... — saludo alguien detrás de Jimin sobre saltando a este — ¿me recuerdas?, soy el hijo del ministro de economía, Kim Daehyun — dijo el joven muy bien vestido.
— Si... — susurro tímido Jimin apenas observando al mismo a los ojos.
— Me presento de nuevo — rio jovial — soy Kim Dakho, pero tú puedes llamarme solo Dakho. — hablo intentando hacer conversación, pero Jimin se notaba retraído y distante.
— No eres de mucho hablar ¿eh? — pregunto y Jimin pensó que se burlaría de él —, eso es bueno. A veces la gente estúpida tiende a hablar demasiado, puede ser entonces que tú seas inteligente. Solo dices lo indicado.
Con su traje y su cabello negro bien peinado Dakho se notaba como un joven empresario de negocios. Su rostro era atractivo y su tono de voz conservaba calidez. Jimin pensó que de seguro el chico tendría a muchas mujeres detrás de él.
— ¿Te gustan los claveles? — le pregunto tocando los mismos al notar la fijación del joven en estos.
— Si. — contesto Jimin aún distante.
— A mi también son realmente hermosos, pero ¿sabes como se verían aún más hermosos? — sonrió hacia Jimin y este negó con la cabeza — así... — Dakho arrancó un clavel y siendo delicado colocó esta flor en el cabello de Jimin — ahora si aumento su belleza — expreso sonriendo al joven por última vez antes de marcharse.
Ese día Jimin no comprendió porque su corazón latió tan fuerte o porque sus manos sudaron al pensar en Dakho. Conservo el clavel en su pieza y se guardo esa experiencia para él, sin saber que se lo encontraría de nuevo.
[...]
3 meses después...
Corea del Sur. 07:05pm. Salón de reuniones.
El matrimonio Park celebraba junto a sus compañeros de trabajo y amistades el día de Chuseok. Ellos comían y bebían acompañados de la música clásica tocada en vivo. Para todos era una ocasión bastante agradable, excepto para Jimin quien se moría de sueño debido al gran aburrimiento que padecía.
— ¿A dónde vas? — le pregunto Soo al observarlo elevarse de su asiento.
— Iré a tomar aire al balcón — expreso caminando hacia allá.
Se apoyaba con sus brazos en la baranda de piedra del balcón. Observaba hacia la noche estrellada y pensaba en que sería de su futuro. Solo esperaba cosas buenas de este y conseguir enorgullecer a su familia.
— Hey — le saludó un joven llamando su atención.
— Oh hola — saludo Jimin al chico sin poder creer que se trataba de Dakho.
— Acabo de llegar con mi padre, pero te vi tan solitario que vine a verte ¿estas bien?.
— Si — sonrió bajando su cabeza. Le avergonzaba sentirse tan tonto al estar junto a él.
— ¿Y que tal es la comida que sirven en este lugar? ¿Comiste mucho?.
— No demasiado. Mantengo una dieta estricta al ser modelo — explico con su voz cabizbaja.
— Ah es cierto, he visto tus fotos haces un gran trabajo — le halago.
— G-gracias... — titubeo Jimin creyendo que sus mejillas lucían pintorescas.
— Por mi parte intento estudiar todo lo que pueda para ser un buen economista como mi padre.
— ¿Que edad tienes? — indagó con curiosidad, ya que Dakho le ganaba en altura.
— Tengo veintiuno — admitió.
— Oh vaya... — la respuesta impacto a Jimin pues el chico se notaba muy joven como para ser universitario.
— ¿Qué ocurre? — pregunto entre risas debido a la expresión de sorpresa de su contrario.
— Bueno, no me puedo imaginar porque un universitario desearía hablar conmigo — expreso juntando sus pequeñas manos.
— Porque te ves como alguien adorable — aseguro el joven y Jimin creyó no haber escuchado bien. Nunca ningún hombre lo había llamado así...
Mientras sus padres hacían comenta de sus ajetreadas vidas, Dakho y Jimin compartían conversaciones sobre sus propias experiencias y gustos. De hecho Park descubrió que ambos poseían muchas más coincidencias de las que se hacían notar, pues a pesar de llevarse una diferencia de edad considerable ellos lograban entenderse y congeniar.
— Ahora entiendo porque eres modelo — le dijo Dakho.
— ¿Ah si? — pregunto con su ceño fruncido.
— Si, tienes una sonrisa deslumbrante — le halago luego de verlo sonreír por un chiste que le recitó.
— Gracias... — agradeció ahora si con sus mejillas demasiado rojas.
— Oh qué lastima ya son las nueve. Debo ir a casa, mañana iré a la universidad — le explico Dakho —, me gustó mucho conversar contigo, eres muy agradable Jimin.
— A mi también me gustó hablar contigo Dakho, me sentía tan aburrido hasta que llegaste tú — sonrió de nuevo tal y como un niño tierno.
— Al menos ya se donde vives...¿Crees que tu padre me dejaría ir de vez en cuando?, podríamos jugar en la consola o ver películas, ¿que opinas?.
— Esta bien, podría preguntarle — afirmó asintiendo con la cabeza.
— Bien debo irme...hasta pronto mi chico adorable — pronunció tomando la quijada de Jimin para posteriormente plantar un beso en la mejilla suave del mismo.
El joven Jimin no supo como responder a ello, solo se quedó paralizado y con su boca semi abierta sin poder creer lo sucedido.
— Adiós... — respondió luego de un tiempo cuando su raciocinio regresó a él.
Unos días más tarde Jimin le pregunto a su padre si el hijo de su amigo el ministro de economía, podía visitarlo. El señor Park aceptó pensando que si su hijo convivía con un universitario podría llegar a aprender cosas positivas de él. Su intelecto aumentaría así como también las buenas relaciones, y ya que el joven Kim siempre se comportaba como un caballero delante del padre de Jimin este no llegó a sospechar nada.
Las primeras visitas fueron normales, los jóvenes siempre jugaban a videojuegos o también a algún deporte en el patio trasero, pero a medida que las semanas trascurrían los latidos en el corazón de Jimin iban en incremento. Ya no podía estar junto a Dakho sin padecer frenesí. Ahora entendía a que se debía la popular frase de "sentir mariposas en el estómago", pero para su mala dicha Dakho no era una mujer así que no debía sentir nada más por él que no fuese una tranquila amistad. Eso lo deprimió e hizo que Dakho notara esta actitud en él.
— ¿Qué sucede? ¿Porque esa cara tan larga? — le cuestionó cuando se encontraban a solas en la habitación de Jimin.
— Nada. Estoy bien. — mintió regresando a la película que veían.
— Te conozco Jimin. Dime que ocurre, no se lo diré a nadie — insistió.
— Te prometo que no es nada — se negó a hablar.
Park solo lamentaba sentir este amor extraño hacia su amigo, y se odiaba por ser tan diferente a los demás. Pero su percepción cambió cuando Dakho sostuvo su quijada y beso sus labios. Jimin no fue capaz de cerrar sus ojos debido a la tremenda sorpresa, hasta que sus labios se movieron y se dejó guiar entonces por su mayor. Era su primer beso no conocía como besar, aún así vaya qué lo estaba ansiando desde hace mucho tiempo.
— Yo soy igual a ti Jimin... — susurro cuando se separaron —, y tú también me gustas. — esas fueron las palabras que pronunció Dakho antes de pedirle ser novios en secreto.
Dakho le prohibió decirle a sus conocidos, amigos y hasta a su hermana. Nadie podía saber que se amaban, que eran novios y que se regalaban flores. De vez en cuando salían fuera del hogar y Dakho lo invitaba a parques de diversiones, centros comerciales y cines. Convivían como un noviazgo normal y de hecho Jimin creía estar viviendo su romance de ensueño, hasta ese día.
[...]
6 meses de noviazgo después...
Ese día los padres de Jimin se encontraban trabajando y Soo se hallaba fuera de Seúl debido a una competencia deportiva. Dakho le pidió a Jimin invitarlo a su hogar y este al tener la suficiente confianza con él acepto. Pero el joven Kim hoy tenía otros planes para su relación.
— ¡¿Qué?!, pero...yo nunca lo he hecho — exclamó Jimin con angustia.
— Lo se cariño, pero eres tan hermoso que ya no puedo resistir estas ganas que tengo por ti — acarició su mejilla —, necesito expresar el amor que te tengo de una manera física.
— ¿Me va a doler? — pregunto en un susurro.
— Un poco amor, pero yo seré cuidadoso. Prometo que se sentirá bien — dijo intentando convencerlo y al ser Jimin una persona inocente y joven acepto.
La primera vez no fue cómoda por obvias razones, y todo empeoró cuando debido a estar ocupados no percibieron la presencia de las personas que arribaban a la mansión.
— ¡Jimin! — vocifero estupefacta Youngmi al abrir el dormitorio del chico y ver dentro de este una escena perturbadora.
Desde ese momento el infierno se hizo presente en la vida de Jimin.
Actualidad.
Corea del Sur. 10:30pm.
La canción "I was made for lovin' you" del grupo Kiss se reproducía en el equipo de sonido del auto, mientras Taehyung iba al volante y Jimin utilizaba su teléfono como micrófono. Después de una semana intrincada de exámenes nuestro amigo castaño había salido victorioso. Aún no entregaban los resultados, pero tenía por seguro que debido a su basta habilidad su graduación ya se encontraba a la vuelta de la esquina.
En esta noche ellos cumplían al fin lo que Jimin hace algún tiempo hubo puesto sobre la mesa, y esto era salir con el Ferrari de Tae a recorrer cada bar y discoteca de Seúl. Para estas horas habían visitado ya tres establecimientos e iban por el cuarto, una de las discotecas más alejadas del centro de la ciudad.
Una discoteca gay conocida por su buen estilo musical y exclusividad. Tae aumento entonces el volumen de la música cuando empezó el coro y canto junto a su amigo la letra en inglés.
Ellos arribaron tiempo después al lugar y por urgencia Taehyung tuvo que correr al baño para vomitar. Tanto alcohol en su sistema le estaba afectando.
Jimin camino pasando a las personas escuchando la música pop contemporánea, y se sentó en un taburete del bar con intenciones de pedir una bebida.
— ¿Eres nuevo por aquí? — le oyó decir al hombre que estaba sentando a su lado.
Cuando Park se volvió a la voz se encontró con un chico de cabello rubio y rasgos extranjeros, quien debido a su buena presencia y gusto al vestir parecía ser este un actor de cine.
— ¿Y tú? — decidió preguntar al este llamar su atención.
— Oh por supuesto que no. Suelo concurrir el lugar muy seguido — hablo el hombre bebiendo de una copa.
— ¿Entonces porque preguntas algo de lo que ya conoces la respuesta?.
— Oh chico listo ¿eh?... — rio y Jimin le siguió — es solo que no sabía como comenzar a hablarle a un chico tan guapo como tú.
— ¿Esa es tu mejor frase de ligoteo? — se burlo de él.
— No. Tengo muchas más, pero las iras conociendo si me das una oportunidad — le propuso de forma atrevida.
— ¿Y porque te daría una oportunidad a ti? — pregunto observando a este por encima de su hombro.
— Porque no pierdes nada al intentarlo — dijo logrando hacer carcajear a Jimin —, juro que si resultó ser solo un idiota yo mismo voy a abofetear mi rostro.
— Bien... — lo observó de arriba abajo — veamos que tal te mueves — expreso invitando al hombre a la pista de baile.
Por otra parte Taehyung no la estaba pasando nada bien en el baño. Vomitaba sin cesar y sentía un fuerte dolor de cabeza, siendo esto una tortuosa pesadilla para él.
Jimin bailo junto al extraño quien luego de unos minutos le confesó que se llamaba Liam y que era hijo de inmigrantes, pero había nacido en Corea. Debido a estar perdido entre la música y la conversación Jimin paso por alto a su amigo y se alejo de la entrada en compañía de Liam. Avanzaron entonces hacia el segundo piso del local, siendo este un lugar más privado y allí Liam pidió whisky para ambos. Bebieron sentados en unos puff entretanto el hombre intentaba con todas sus fuerzas agradar al modelo, pero este no escuchaba nada...de hecho tampoco lograba ver bien.
Cuando Jimin entendió lo que le ocurría se levantó de los puff e intento buscar a Tae pasando el gran bullicio de gente. Pero le era imposible mantenerse de pie o hacer algo con coherencia. Solo veía sombras y reflejos borrosos, nada era claro. Entonces cayó siendo recibido por el hombre llamado Liam quien fue detrás de él. Jimin se perdió entre las estrellas y cuando Taehyung abandono el baño no logró encontrarlo, pareciendo como si Park se hubiese desvanecido en el aire.
Muchas gracias por leer 🤗🤗. Apoyen al Jikook en su viaje a Tokyo ❤️❤️.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro