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Capítulo 11:


— ¿A donde diablos nos estas llevando? — pregunto irritado Jimin cuando observó como de nuevo Jeon lo llevaba a una zona apartada de la ciudad.

— Tranquilo, solo quiero que hablemos a solas — se excuso.

— Pues aquí el único que nos vera es Dios ¿qué carajos haces? — regreso a preguntar, pero ahora más alterado — ¿qué piensas hacer? ¿Quieres secuestrarme? ¡¿Vas a secuestrarme, violarme, matarme y luego me cortaras en pedacitos para darme de comida a los cerdos?!

— ¿Qué? — carcajeo — ¿quien demonios te traumatizo tanto?

— Jungkook detén el auto — le ordenó.

— Tranquilo solo disfruta el paisaje.

— Jungkook te lo advierto — Jimin extrajo entonces de su bolsa un spray de gas pimienta — sino detienes el auto voy a rociar esto en tu perfecto rostro — le advirtió apuntándolo con el aerosol.

— ¿Qué diablos haces? Baja eso — Jeon intento despojar a Jimin del gas, pero cuando trato el pelinegro accionó el mismo haciendo que su contenido se esparciera una parte en el rostro de Jungkook y otra parte en su cabello — ¡¿que mierdas?! ¡Jimin! — se quejo maniobrando con el volante para no chocar.

Por otro lado Park intentaba abrir a todas prisas la puerta y cuando lo consiguió salió con urgencia del vehículo.

— ¡Ayuda! ¡Me secuestran! ¡Ayuda! — gritaba mientras corría por el pasto.

Jeon logro al fin detener el vehículo en una zona segura y con velocidad, corrió hacia Jimin tumbando al mismo, mientras intentaba callar a su voz que clamaba por ayuda.

— ¡Suéltame! ¡Ayu... — ambos forcejeaban en el suelo pareciendo dos niños pequeños ensuciándose con el pasto y la tierra.

— ¡Ya cállate de una buena vez! — gritaba Jungkook quien contenía a Jimin para que este se calmara y lo estaba logrando hasta que el pelinegro osó a morderle la mano — ¡aah! ¡Idiota! — bufo levantándose y yendo detrás de él.

— ¡Déjame en paz! — comenzaron un nuevo forcejeo cuando Jungkook consiguió capturarlo por la espalda, pero entonces Jimin dio una patada desafortunada para Jeon, la cual fue a parar a su entrepierna.

— ¡Aaah! — grito al caer de rodillas al suelo sosteniendo sus partes.

— ¡Y la víctima gana! — pronunció Jimin en un estado eufórico dando brinquitos y riendo a carcajadas.

— ¿Q-que c-carajos...te pasa? — expreso apenas Jeon con su voz quebrada, soportando un dolor indescriptible — y-yo so-lo quiero hablar...

— Jajaja si esta bien, hablemos. Ya me divertí lo suficiente — dijo entre risas enojando a Jungkook.

— ¿Acaso quieres que te golpeé ahí también para que veas lo que se siente? — bufo al colocarse de pie precipitándose hacia Jimin.

— No gracias cariño. He pasado por dolores peores a ese — respondió con su risa burlona.

— Aag eres detestable — se quejo el fotógrafo caminando hacia su vehículo para cerrar el mismo.

— Lo sé cariño, lo sé.


— Entonces me trajiste hasta aquí ¿como para que? — pregunto ansioso Jimin sentándose en el pasto al lado de Jungkook.

— Te dije que quería que habláramos a solas — contesto.

— Eres mucho más dramático que yo, y pensaba que nadie podría superarme, jaja — rio — ¿traerme hasta acá solo para hablar?,?no lo se, pero es algo que solo un asesino serial haría.

— ¿Qué? — dijo desconcertado Jeon.

— Si, sabes...si de verdad me quisieras matar este es un buen lugar. Nadie pensaría en buscar el cadáver enterrado aquí — continuo con su broma.

— ¿Podrías concentrarte? Trato de hablar contigo — expreso Jungkook indispuesto.

— Aag como digas... — pronunció con fastidio.

— Sé que la cague. No debí tratarte así ni mucho menos decirte esas cosas — decía el fotógrafo al momento de despojarse de esos lentes transparentes qué siempre usaba — nunca lo habría dicho de ni ser por... — se calló.

— ¿De no ser por? — lo animo a proseguir.

— De no ser porque voy a ser padre — respondió al fin.

La mirada de sorpresa de Jimin era real, jamás se habría esperado esa respuesta de Jungkook. Por momentos había llegado a pensar que el fotógrafo simplemente estaba siendo un exagerado, pero ahora todo se veía más claro para él.

— P-pero tu esposa ella...

— No será la madre claro esta. Hemos alquilado un vientre — explico — ahora solo queda esperar al bebé — respondía sin ánimos, sin siquiera observar a Jimin a los ojos y hundido en sus propios pensamientos.

— ¿Y como te sientes tú por ello? — pregunto al observar la patente melancolía de Jungkook, quien no dejaba de estrujar su rostro con las manos.

— Yo...yo no me siento bien. Esto en realidad no me aparece una buena idea — soltó un suspiro bajando la cabeza, para luego llevar su vista al pelinegro — yo quiero ser padre, pero no así. Con un estilo de vida de mierda en donde solo me drog0, salgo a fiestas y me acuesto con infinidad de mujeres. Eso no es un ejemplo a seguir. No es el ejemplo que le quisiera brindar a mi hijo — respondió desalentado — ni siquiera amo a mi esposa como para criar a un niño con ella.

— Y si no la amas ¿porque no te divorcias? — cuestionó, haciéndosele esa decisión muy obvia.

— Por la misma razón por la que me case con ella. Por dinero...por poder, por fama. Todas esas cosas ya hasta me parecen absurdas y tan banales — decía negando con su cabeza.

— Si no la amas sepárate. Es mejor perder algo de relevancia a vivir condenado con una persona a la que no quieres. — dijo elevando sus hombros.

— Es más complicado que eso. Esa mujer sabe muchas cosas sobre mi. Tenias razón Jimin, mi vida no es aburrida. — se lamento.

— ¿Qué? ¿Acaso eres agente encubierto? — bromeó Jimin en el intento de animarlo.

— Bueno, no está tan lejos de la realidad — admitió sonriendo.

— ¿Qué te gustaría que fuera? — indagó de pronto Park.

— Mmm un niño, tal vez — concluyó.

— ¿Y si tu niño sale como yo?

— ¿Como qué como tu? — pregunto elevando una de sus cejas.

— Así...menos hombre.

— Bah — chisto su lengua, negando con la cabeza — no eres menos hombre por ser gay.

Las pupilas de Jimin resplandecieron como centellas al haber escuchado la respuesta de Jungkook, sonriendo luego con los labios.

— ¿Entonces quieres quedarte aquí lo que queda de día? — pregunto.

— No... — respondió con un bostezo.

— ¿Qué deseas hacer? — volvió a preguntar inquieto.

— Ah — suspiro para entonces reír — quiero soju.

Jimin sonrió amplio ante tal respuesta, pero al ser tan temprano no se podían dar el lujo de ir a una discoteca o a un bar. Por lo que Jeon propuso comprar una botella y compartirla juntos en su automóvil, lo cual Park acepto muy gustoso. Solo deseaba pasar tiempo con él. Era su único objetivo.

[...]

— Creo que tengo algo por aquí — decía Jungkook revisando debajo de la alfombrilla del auto.

Luego de comprar la botella de soju en una licorería cercana, aparcaron el vehículo en el estacionamiento en donde vivía Jimin, y ahora degustaban del ardiente licor junto a música electrónica.

— Ah si, aquí esta — expreso tomando una pequeña bolsa.

— ¿Qué es? — pregunto Jimin quien sacudía su cuerpo de un lado a otro.

— ¿Consumes? — le pregunto Jungkook dejando caer el polvo blanco sobre el reposabrazos del auto.

— Por supuesto ¿es buena? — cuestionó curioso mientras observaba a Jeon separar las líneas para inhalar.

— ¿Ya no te dije que solo consumo cosas buenas? — le devolvió la pregunta con otra luego de terminar su acción y sacudir su nariz. — prueba — incitó a Park entregándole el billete enrollado.

— Bueno — Jimin acepto esnifar junto a una sonrisa traviesa.

A pesar de ser común para él consumir este tipo de sustancias se sentía un tanto culpable, ya que después de su accidente y la limpieza no había vuelto a consumir dr0g4s fuertes.

— Entonces...¿Con quien vives? — le pregunto Jeon tomando más de la botella.

— Vivo solo — respondió él estrujando su nariz y dejando el billete enrollado sobre el reposabrazos.

— Mmm ¿completamente solo?

— Si ¿porque? ¿Quieres subir? — le pregunto siendo atrevido, alzando sus cejas.

— No, solo que se me hace extraño.

— ¿Porque?

— Porque creí que como buen niño mimado qué eres tendrías al menos tres sirvientes a los que les pagas miserias — se dio a entender esnifando más de la dr0g4.

— No, solamente tengo a una señora que va a limpiar de vez en cuando, pero no se queda — termino de decir tomando también del licor, a la par de esnifar un tanto más aquella sustancia dañina tan atrayente.

— ¿Entonces no tienes ni perro que te ladre? — supuso.

— Ay cariño, si supieras cuantos perritos andan por ahí babeando por mi — respondió con aires de superioridad.

— Puedo creerlo — admitió con desdén.

— Aaff — Jimin suspiro tumbándose por completo — esta mierda ya se me esta subiendo — expreso al sentir como todo a su alrededor parecía dar vueltas.

Ahora los colores del mundo eran más brillantes y Jimin sentía una felicidad que no sabría como describir. Percibía como la música que escuchaban apoderaba cada esquina de su cuerpo. Las melodías lo invitaban a moverse y él sin ser tímido por supuesto que aceptaba.

A sus fosas nasales llego también un dulce aroma...tan encantador y fascinante que su cuerpo indagó por instinto de donde provenía tan deleitable olor que lo hacía vivir con brío.

— Hueles tan bien — pronunció hacia Jeon restregando su rostro en el pectoral del mismo.

— Oye ¿qué? — exclamó consufo el fotógrafo quien intentaba apartar a Jimin de su cuerpo.

— ¿Qué colonia usas? Yo uso Chanel — dijo inhalando ahora el cuello de su contrario.

— Eeh...Jimin deberíamos mantener la distancia — dijo quitando a como pudiera el rostro del pelinegro de su abdomen.

— Dime la verdad — musito Jimin acariciando el brazo sin tatuajes de Jeon.

— ¿ Cual verdad? — cuestionó desconcertado.

— ¿A que le tienes miedo? — Jimin sostenía su mirada lasciva mientras apoyaba sus palmas en las piernas de Jeon y se acercaba a su rostro con lentitud.

— A muchas cosas...como a las alturas quizás — contesto apartando las manos de Jimin de sus muslos.

— No tonto — entonces Park siendo osado subió a horcajadas en las piernas del fotógrafo — me refiero a esto, a lo de nosotros — expreso dejando caer sus brazos en el cuello del hombre.

— ¿A que lo de nosotros? — pregunto haciéndose el desentendido.

— No te hagas el inocente — lo abrazo acostando su cabeza en el hombro del contrario — los dos sabemos que es lo que deseamos del otro.

— No se de que hablas. Estas muy drog4d0...bájate ahora. —! ordenó intentando quitarlo de su cuerpo.

— Dime Jungkook ¿quieres que me baje? Es lo que tu mente y cuerpo desean o ¿solo eres tu diciéndoles que pensar? — musito casi sobre los labios de Jeon.

— Estas loco... — musito sintiendo el calor ardiente que emanaba el pelinegro.

Les era difícil apartar la vista del otro, se observaban a los ojos con deseo creciente, con claras intenciones sexuales. Jimin sonrió entonces cuando sintió la respiración acelerada de Jeon. Había ganado la apuesta Jungkook sí lo deseaba.

— No se que me pasa...debo estar muy drog4d0 — se excuso bajando su mirada.

— Se llama atracción cariño — dijo antes de hacer su primer movimiento en la entrepierna de Jeon.

— Haa — gimió un tanto el fotógrafo quien sentía como las partes íntimas de su contrario masajeaban sin pudor su miembro.

— ¿Lo sientes tan bien como yo? Mmg — le pregunto acercándose a sus labios. Aun no se atrevía a besarlo, tenía miedo de que Jungkook se asustara.

Esto era más de lo que podía soportar Jeon. La dr0g4 en su sistema ni siquiera lo ayudaba a pensar bien o a detener sus instintos, ya que sin pensarlo mucho sus manos se dirigieron a los muslos y al trasero de su contrario donde acarició y toco a su antojo.

— No...para — se rehusó Jungkook con su respiración agitada apartado sus manos del cuerpo ajeno.

— Puedo sentir tu erección ¿y aun así te atreves a fingir que no eres gay? Eres todo un descarado... — le cuestionó Park acariciando su mejilla y moviendo más sus caderas.

— Yo... — una llamada al teléfono de Jeon interrumpió lo que este mismo tenía para decir — un momento — pidió tomando su teléfono y Jimin volvió sus ojos bajándose de su regazo — ¿si? Hyori — hablo.

Al pelinegro no le quedo de otra más que esperar en su asiento, y escuchar como Jeon dirigía motes cariñosos a su esposa que ni siquiera amaba.

— Tranquila Hyori, debe ser un error. Iré para allá, no te preocupes — concluía al colgar la llamada.

— ¿Y ahora que? — pregunto Jimin obstinado.

— Un problema con los contadores, necesito regresar a la agencia — explico arreglando su atuendo y haciendo avanzar el auto.

— Aag ¿piensas ir ahora con tu esposa en ese estado? — pregunto señalando el bulto que era asfixiado por el ajustado pantalón.

— No me queda de otra.

— Mmm bueno, yo puedo hacerte un favor — se ofreció elevando de manera coqueta sus cejas.

— Park sé que ahora estas pensado muy diferente de mi, pero créeme cuando te digo que no quiero nada contigo — insistió tratando de ser firme.

— No dirás lo mismo cuando te la chupe y luego vengas rogando a mi para que lo haga de nuevo — pronunció con sus brazos cruzados.

— Jajaja ¿qué?

— La próxima vez no te salvará la campana bebé.

A pesar de que Jimin insistiera mucho más de lo que debería, el fotógrafo se rehusaba a ceder. Situación que ya lo estaba desconcertado por no poder disfrutar al hombre tatuado.

Esa tarde Jungkook lo hubo dejado en la agencia y Jimin concluyó su día estando convencido de que el fotógrafo a pesar de ser un hueso difícil de roer, se encontraba maravillado por su persona y que el tiempo demostraría que él había tenido la razón desde un inicio.



25 de agosto. 03:00 am. Departamento de Soo.

En una habitación oscura alumbrada por unas cuantas v

elas, Jimin yacía acostado en una cama de sábanas rojas. Los cuadros aterradores y deprimentes habían regresado y Jimin observaba cada uno de ellos con su corazón latiendo con furor.

Ansiaba llorar, sus manos y piernas temblaban, más sin embargo, la voz de su madre diciéndole que "no debía preocuparse de nada" le otorgaba cierta tranquilidad a su alma, esto hasta que una de las personas presentes a petición de su madre intento desnudarlo.

Se resistió, gritó y ahora si las lágrimas fueron presentes. No había nada que el pequeño Jimin pudiese hacer. Estaba a merced de estas personas quienes disfrutaban del morbo que les producía escuchar sus gritos.

— ¡Aaah! — Jimin se despertó con su corazón latiendo desenfrenado, con sudoración excesiva y lagrimas en sus ojos.

Aun era de noche, el reloj digital marcaba las tres de la mañana y él solo había despertado de un mal sueño. Un sueño que quizás era mucho más que eso...quizas eran recuerdos...

[...]

— Oh hola Jimin, no esperaba verte aquí — dijo Soo quien había sido sorprendida por la presencia de su hermano en el departamento.

— Hola... — musito y continuó jugando con su consola de videojuegos.

— ¿No tienes trabajo? Es lunes hoy — pregunto mientras buscaba un yogur en la nevera.

— Agende un descanso por dos días — respondió con desgana.

— ¿Qué? ¿Porque? ¿Te sientes mal? — al analizar esa posibilidad Soo se precipitó hacia su hermano para poder verlo mejor.

— Deja de verme así, no estoy enfermo — aseguró.

— Pero te ves muy mal. Como si no hubieses dormido bien — acertó a decir Soo, notando las ojeras oscuras de su hermano junto a su expresión cansada — ¿ocurre algo?

— Solo quiero descansar — afirmó continuando con el juego.

— Jimin no me mientas, te conozco. A ti te pasa algo — insistió Soo.

— Y si así fuera ¿qué más importa? — respondió arisco.

— Importa porque eres mi hermano y odio verte así ¿algún imbécil te hizo daño?.

— No y ya cállate. Te importo tanto que te vas de nuevo en una semana ¿no?.

— Jimin por favor. No me trates así, soy tu hermana — Soo intentaba mostrarle un poco de humanidad, más sin embargo, el pelinegro se negaba a ello.

— No. Ya te dije que no hablaré de eso — respondió para luego levantarse del sofá y apagar la consola.

— Jimin por favor, no me dejes con esta angustia — decía al perseguirlo hasta la habitación donde Park pretendía ocultarse.

— ¡¿Qué quieres?! — pregunto Jimin al borde del declive.

— Son esos sueños otra vez ¿no? — Soo había dado en el punto débil de Jimin (conocerlo).

— ¿Q-que? No...

— Si estas viendo esos sueños de nuevo tienes que decirme — expreso con sus ojos tristes.

— ¡Te pido que respetes mi privacidad! ¡No quiero hablar sobre esto y se acabó! — aventó la puerta de su recamara para luego pasarle seguro, dejando a Soo afuera.

— ¡Jimin! — toco varias veces, pero el pelinegro no respondía — Jimin por favor no hagas esto... — Soo apoyo su cabeza sobre la madera dándose por vencida — debes hablar con alguien. No puedes vivir así — susurro con su corazón ahogando su garganta.

— Déjame solo — pidió.

— Dame un momento — Soo camino hasta su bolso y del mismo extrajo una pequeña tarjeta, la cual paso por debajo de la puerta — sé que es difícil hacerlo solo. Llama a ese número cuando estés listo para compartir tu dolor.

El pelinegro tomo la tarjeta que yacía en el suelo y sin tener que leer mucho supo de que se trataba. Su hermana le había insistido por años que debía buscar ayuda profesional, pero Jimin estaba seguro de que esto no funcionaria. Los sueños iban a regresar, al igual que la depresión y la ansiedad, y él lo único que podía hacer sería darles una agónica bienvenida.


Muchas gracias por leer 🤗❤️❤️

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