Capítulo #6: Un raro despertar
—Supongo que la fe es lo ultimo que se pierde— exclama la peli-amarilla sin creerle a su amiga.
—Ya verán, cuando hallen a uno con vida todos quedaran como payasos— comenta Kara segura de sus palabras terminando su almuerzo.
—Que si Kara, que si— exclaman sus amigos al unisonó entre pequeñas risas, claro que sin intención de burlarse de su amigas al fin y al cabo.
—En fin ¿vas a venir con nosotros?— le pregunta Akiro— vamos a jugar turf war despues de la escuela.
—Lo siento chicos, tengo que arreglar mi apartamento— dice la chica con pena.
—Tranquila, tal vez otro dia— le dice el de gafas— solo no te vayas por ese atajo que tienes, me parece muy peligroso.
—Oh vamos, he pasado miles de veces por ahí— exclama la chica con total seguridad— además no hay forma de que los salmónidos lleguen a esa zona del bosque.
—Si, es verdad pero esos asquerosos octarianos si y seguro que dudaran en raptar a alguien si tienen la oportunidad— le advierte el chico.
—Entendido— exclama la chica al escucharlo, aunque un tanto dudosa de sus palabras.
A los pocos minutos sonó el timbre indicando que el descanso termino, todos los presentes se despidieron para ir a sus respectivas clases aunque Kara estaba más enrollada al tema que mencionó su amigo pero dejo eso para después, ahora tenía que ocuparse de la clase que menos le gustaba... Educación física.
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—Uff, que día...— comentó Kara bastante cansada.
Oh si la clase de Educación física no es poca cosa para los Inklings u Octolings, pese a ser clases de escuela se les preparaba como si fueran a ir a la guerra o similar, esto con el obvio propósito de mantenerlos en forma para los torneos de escuelas un evento de lo más importante.
Pero a la inkling de tentáculos verdes no le interesaba eso, si bien es la moda actual a ella le interesaba más mirar al pasado, entender qué sucesos ocurrieron antes de llegar a la actualidad, saber por lo que pasaron generaciones de seres extintos y descubrir como era el mundo hace 13000 años.
Si bien su sueño de encontrarse con un humano era un completo sueño o un deseo alocado, ella estaba segura que las probabilidades nunca eran 0, y mientras caminaba por el atajo el cual siempre tomaba escuchó un crujido que la saco de sus pensamientos e instintiva volteo atrás para ver si habia algo.
Al ver que el bosque frondoso y silencioso donde ni las corrientes aire producían ruido pues suposo que fue un pájaro rompiendo una rama pero tras uno segundos escuchó nuevamente algo detrás de ella esta vez siendo unas pisadas cosa que la empezó a asustar.
—¿Q-Q-Quien an-anda ahí?— pregunto asustada mientras veía totalmente alerta hacia múltiples direcciones mientras caminaba hacia atrás presa de miedo.
—Vaya, vaya ¿qué tenemos aqui?— exclamo la voz de una mujer y al darse vuelta vio a una Octariana con su respectiva armadura y visor rojo mientras avanzaba a paso lento con su pistola octariana en mano además de algas en la cabeza que indicaba que tenía un rango bastante alto.
Kara no podía estar más asustada ya que no solo era una sino 5 en total, estas se le fueron acercando por todos los flancos bloqueando todas las rutas de escape.
—¡P-P-Por favor no-no-no tengo nada!— exclamó la chica aterrada mientras temblaba— ¡Yo--!— sin siquiera escucharla pues una octoling se le acercó y le dio un seco golpe en la nuca que dejo inconsciente.
—Claro que no tienes nada, ni siquiera el conocimiento— bromeo la octariana de elite antes de chasquear los dedos— andando, si esas agentes aparecen será mejor que lo hagan donde lo necesitamos— sin hacerse esperar 2 octarianas cargaron a la inkling para desaparecer en el bosque.
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De vuelta al presente...
Kara lentamente empezó a abrir la mirada con pesadez y con dolor en múltiples partes de su cuerpo a causa de que la maltrataban cuando estaba cautiva por aquellas octarianas, sin embargo logro sentar para intentar aliviar el dolor.
Ahí fue cuando se dio cuenta de que no estaba ni encadenada ni en aquella prisión de rejas, estaba en alguna clase de sala blanca con múltiples vasos, elementos médicos como pinzas, estetoscopios y varias otras cosas.
—¿Donde estoy?— pregunto un tanto aturdida viendo el lugar donde estaba— oh no...
Dentro de su mente algo surgió, la posibilidad de haber sido trasladada a otro lugar mientras estaba inconsciente y por ende tener muchas menos posibilidades de ser rescatada, ese pensamiento logro alterarla, su respiración se agito mientras veía a todos lados.
—¡Debo escapar de aquí!— exclamo esta hasta darse cuenta de que tenia alguna clase pegatina pegada en el brazo, esta tenia un cable conectado a una extraño aparato—...— sin dudarlo mucho se quito eso antes de bajar de donde estaba.
Con cautela se acerco a la puerta y noto que era demasiado alta para una octoling, al abrirla se topo con un largo pasillo con más puertas pero la chica al instante noto un extraño letrero al lado de estas, en un lenguaje ni octariano ni inkling.
—¿Qué?— exclamo confundida tratando de descubrir que decia, en eso recordo donde habia visto esos caracteres, eran caracteres de la escritura humana— no puede ser.
P.O.V de Kara.
Octarianos secuestrandola y un posible bunker o instalación humana subterránea me hicieron darme cuenta de lo que estaba pasando, los octarianos estaban secuestrando inklings para usarlos de carnada para atraer al Escuadrón branquias para acabar con ellos con armas humanas.
Tal vez suena descabellado pero no tengo dudas tenia que salir de aqui y avisar a las autoridades, por lo que tome aire antes de girarme en una dirección para buscar la salida de este sitio sin ser descubierta, pero una vez que lo hice me choque con algo, no supe con que pero eso me hizo caer al suelo.
—"Oh dios ¿estas bien?"— escuche una voz de la cual no entendí nada, tras sobarme la cabeza vi una mano extendida, la iba a tomar hasta que vi a que le pertenecía.
—No puede ser— era imposible era... ¡ES UNA HUMANA! Ojos sin alguna clase de contorno alrededor, orejas con forma extraña, alguna clase de hilos en vez de tentáculos y bastante alta para un inkling o octoling promedio— es una humana... ¡ES UNA HUMANA!
Claro que me levante sola mientras saltaba emocionada, habia descubierto lo que miles de cientificos soñaban encontrar ¡Una humana viva!
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