Capítulo #4: El otro lado de la moneda.
Tras preparar las granadas empezó a soltarla un por una creando en el pasillo una gran cortina de humo para empezar a moverse, no le faltaba saber por donde iba aunque si unas gafas para el humo pero le dio igual ya que tras moverse y llegar a donde estaba la celda de la prisionera tomo una granada de fragmentación.
Con el propósito de lanzarla hacia otro lado dado que la que habia soltado por accidente seguro que llamo la atención de aquellas criaturas, por lo que rapidamente abrio la celda y seguido de eso con ayuda de una ganzúa que se trajo consigo liberó a la chica calamar la cual cayo al suelo.
Siendo atrapada por la peliblanca la cual se sorprendió al notar que la chica no pesaba mucho— bueno creo que esto me ayuda—dijo esta antes de poner a la chica en su espalda, ver si habia moros en la costa y con todo despejado empezar a escaparse.
Al poco tiempo una alarma sonó por todo el lugar—lo que me faltaba— pensó Angela antes de acelerar el paso.
Cuando creyó que iba a escapar sin problemas pues 2 octotroopers le cortaron el camino por lo que antes de recibir 2 disparos de estos logro esquivarlos antes de salir corriendo topándose con un Octotirador el cual la puso en su mira, Angela solo podía seguir corriendo con la niña en su espalda.
Una vez logró salir de la vista de aquellas criaturas pensó en usar su gancho para salir por las alturas, el problema sería llevar a la niña sin que le cayera por lo que prefirió un escape terrestre.
—Le hubiera dicho que si a STU— murmuro para si molesta, seguramente esos robot hubieran sido de mucha ayuda.
Pero cuando iba a salir escucho a algo hablar un idioma completamente extraño— "¡Ahí están!"— exclamó una Octoamazona al ver a Angela con la inkling escapar.
(N/A: como verán el texto está entre "", por lo que con esto indico que el idioma en el que se está hablando es uno diferente al de los humanos)
—Creo que es hora salir echando leches— comentó la oji-amarilla antes de salir corriendo viendo como otras chicas pulpo se le unían a la anterior mencionada.
Para su suerte logró encontrar una ruta segura donde nadie se interpuso entre ella y la libertad, pero obviamente le andaban pisando los tales, para cuando empezó a adentrarse en el bosque tiró una granada activada a un arbusto cercano y cuando las octoamazonas pasaron pues explotaron.
—Tengan para que se entretengan— dijo la chica de forma burlona para seguir corriendo.
Tras correr hacia su base Angela se aseguro que no la estaban siguiendo, obviamente para evitar una invasión a donde ella se encontraba pero con la cantidad de defensas pues seguramente no es necesario, cargando a aquella niña con tentáculos ella entro a su bunker.
—¡STU!— le llamó la chica mientras se dirigía a la enfermería.
—Angela, que bueno que regresas— exclama STU apareciendo con un cuerpo robotico que en vez de pies pues tenia una rueda—...
—Escúchame no hay tiempo para explicaciones, necesitamos tratar a esta... Niña, hay que tratarla— le dice la chica mandatoriamente colocando a la chica sobre una camilla.
—Tiene i-i-i-idea de al menos-os que es ¿verdad?— le pregunta el robot.
—... No, pero no importa, lo que ahora me importa es su bienestar— dice la peliblanca— toma sus signos vitales y esas cosas para ver que necesita.
—En-En-eN seguida— exclamó el robot.
La única pregunta que tenia Angela en ese momento... ¿Qué hacía ella en ese lugar y por qué la tenían encerrada?
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Hace una semana
Inkopolis
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Un dia como cualquier otro se alzaba sobre Inkopolis, los pájaros cantaban, las flores florecen... En días como estos pues los inklings que iban a la escuela se despertaban pero no una chica de tentáculos verdes la cual roncaba profundamente y para colmo tenia las sabanas pegadas hasta la frente.
Pero poco le duraría el sueño ya que su despertador de las Squid Sisters empezó a sonar con la melodía "calamari inkantation" por lo que de muy mala gana empezó a despertar y mandar manotazos para apagar tal vil y endemoniado dispositivo.
Una vez lo consiguió se quitó las tan cómodas sábanas de encima las cuales seguramente ya no tendrían confianza en ella, pero el caso es que después de estirarse y bostezar pues se dirigió al baño para poder cepillarse los dientes.
Tras de eso fue a darse un baño para quitarse el mal olor y el sudor para ponerse ropa cómoda... Hasta que vio su calendario y se acordó que tenia clases.
—¡VOY TARDE!— exclamó alarmada antes de volver a su habitación sacar su uniforme, ponerselo a toda prisa y tomar su mochila para irse echando leches a la escuela.
En el camino a esta por poco se tropezaba con otros inklings, pero nada grave ya que llegó justo antes de que el conserje, un viejito de muy mal humor le cerrara la puerta en la cara.
—¿Otra vez se te pegaron las sabanas al cuerpo?— le preguntó el mayor con una ceja levantada— la proxima si te dejo afuera, Kara.
—SI lo sé, perdón— se disculpa la chica antes de que le gruñera el estómago—... No me tomé el desayuno...
—Tienes suerte que un estudiante me dio esta manzana— dice el conserje antes de darle dicha fruta— te ayudará a mantenerte alerta.
—Gracias señor Gale— dice la chica calamar antes de salir corriendo a clases.
—Estos jóvenes de hoy en dia, son solo afanes— suspiro el mayor tomando una escoba y un recogedor.
Tras correr hasta su salón pues por poco se quedó afuera y una vez adentro las clases tomaron su debida naturalidad, siendo el horario de la chica el siguiente: 1. Quimica 2. Historia Inkling 3. Matemáticas y la que nos importa Historia antigua donde la chica calamar de ojos violetas destacaba como la mejor alumna de la clase.
—Los humanos también conocidos por algunos como "Antiguos" fueron la especie dominante antes de que la "gran inundación" acabara con casi todas las criaturas que habitaban hace 13000 años la tierra— leía la profesora de su libro guía— diganme ¿qué se ha descubierto recientemente acerca del verdadero origen de los "antiguos"?
Muchos de los alumnos prestaban poca atención a la clase, otros estaban dormidos y algunos simplemente hablaban entre ellos, excepto Kara quien levantaba la mano frenéticamente
—¿Nadie quiere participar?— pregunta la profesora al aire hasta ver a Kara— señorita Kara.
Esta al ser nombrada pues se levantó— recientes investigaciones paleontológicas han demostrado que los humanos comparten similitudes con seres de menor tamaño, según teorías de expertos estos podrían ser primos evolutivos y tener un ancestro en común.
—Eso es correcto señorita Kara— le dice la profesora felicitandola.
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