—Esta bien, miremos como esta el mundo sin vida inteligente— dijo sin más levantándose de su asiento para ir a la superficie...

O tal vez lo que quedaba de esta...
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Al ir a la puerta principal se topó con un pequeño panel el cual al colocar su mano pues esta fue escaneada antes de que la puerta se abriera de par en par casi dejándola a merced de un montón de tierra que yacía encima de esta, por suerte ella evitó ser sepultada.

—Genial— dijo molesta— oye S.T.U.

— S-Si señorita Angela.

—2 cosas, la primera dime solo Angela y la segunda es si no tienes algo con que quitar esta tierra que no me esta dejando pasar— le pide Angela.

—Enseguida Angela— dice la IA.

Tras eso un par de robots armados con unas palas empezaron a despejar la tierra y llevarse a saber la chica a donde, tras un par de minutos la entrada estaba despejada y la luz del sol se filtró por ahí casi dejándola ciega pero tras acostumbrarse a eso salió a la superficie.

Y a diferencia de lo que ella pensaba pues se topó con un hermoso bosque completamente limpio de cualquier contaminación, los pájaros cantaban, las flores florecen y todo el rollo referente a la madre naturaleza.

—Este lugar es hermoso...— murmuró tomando una bocanada de aire fresco— creo que me dare una vuelta.

—Angela— le llamó la IA— po-po-por si algo llévate es-es-este comun-n-nicador para encontrar las instalaciones en caso de que se pierda— añadió mientras un robot se le acercaba con un pequeño comunicador con forma de airport.

—Ok gracias— agradeció la chica amablemente tomando el aparato— y ¿con esto te puedo llamar y eso?

—Si-Si, incluso pu-pu-puede pedir algo y un robot-ot-ot se lo llevara a dond-onde este— responde el robot por medio del aparato— sólo tendría que presionar el botón en el mango del com-unic-ador para dar la orden.

—Entendido— sin más la chica se fue del lugar.

El cielo estaba completamente despejado, en el bosque se podía ver como la naturaleza prosiguió con lo suyo, inclusive habían bastantes flores que ella misma no recordaba ver, bueno realmente podrían ser nuevas especies o literalmente no la recordaba.

Mientras caminaba se encontró con una gran colina y al darse cuenta ya estaba demasiado lejos del bunker y ya que quería estirar los músculos pues empezó a escalar la empinada colina, la verdad le costó más de lo que pensaba pero al final Angela se encontraba en la cima de aquella montaña la cual resultó ser el límite de un gran cañón.

En este se podían ver unas rocas la cuales al verlas de lejos daban la impresión de ver a un pulpo emerger de la base la cual tenia algun liquido en el fondo de este, sumado al hecho se podían ver restos de alguna clase de estructura humana entre estos.

—¿Deberia ir a ver si hay algo de interes?...— se preguntó Angela al ver esto— na... Seguro que no habrá nada.

Pero de repente vio algo ser lanzado hacia arriba y dirigirse a saber donde cosa que se le hizo raro—... Ni idea.

Sin más se dispuso a irse nuevamente a lo que sería su hogar por el momento pero en el momento en el que llegó al bosque escucho algo moverse de entre los arbustos cosa que la puso en alerta.

—¿Quien esta ahí?— pregunto la chica alerta mientras se acercaba al arbusto— 1... 2... Y...

Pero cuando aparto levemente el arbusto se topo con un pequeño pez similar a un salmón con ojos saltones el cual llevaba alguna clase de saco cubriéndole gran parte de la cola y por si fuera poco llevaba consigo una pequeña cuchara.

—... ¿Pero que demonios?— dijo la chica más confundida por el extraño pez, es capaz de respirar fuera del agua— la madre naturaleza se paso de lanza contigo ¿eh?

EL pequeño salmón al verla pues fue directo a atacarla con la cuchara aunque no le hacia nada a Angela, está por su parte se rio un poco del agresivo comportamiento hasta que escucho algo muchísimo más grande que lo que se acababa de encontrar.

En efecto resultó ser otro salmón sino que esta vez casi de doblaba el tamaño a la peliblanca y como si no fuera como llevaba un enorme sartén consigo con claras intenciones de hacerle algo a la chica.

—... ¡¿Pero qué carajos?!— dijo la chica al momento de esquivar un sartenazo por parte de aquel animal y tras eso se echó a correr lo más rápido que pudo.

Hacia su bunker claramente por suerte no se le olvido por donde vino al igual que a los salmones quienes le seguían como si tuvieran el mejor olfato de todos los animales que hayan existido.

Una vez que iba llegando a su destino se dio cuenta que muchos más bichos se habia unido a los que la estaban persiguiendo entre ellos una especie de serpiente mecánica, un paraguas metalico y un salmón cubierto por pedazos de hojalata como si de un carro se tratara además de varios iguales a los anteriores vistos.

—¡STU!— gritó Angela mientras corría y activaba su comunicador— ¡STU CONTESTA!

—Si, Angela.

—¡Unos peces mutantes me están persiguiendo dime que hay algo con que eliminarlos!

—Activa-ando cañón sorpresa y Dinamitero atu-u-urdidor— fue la respuesta que escucho la peliblanca.

Una vez llego al refugio vio como del suelo emergió un gran cañón doble de un color azul y unos metros más atrás una torreta azul de doble cañón pero mucho más pequeño.

Tras activarse estos al instante apuntaron a los peces los cuales no fueron rivales para dichos prototipos que acabaron con cada uno de los salmónidos que pasaban, claro que estos ignoraron dichas estructuras completamente salvo por uno chiquitito el cual Angela aplasto de un pisotón.

Al final el lugar terminó lleno de una sustancia verde viscosa que seguramente seria sangre o al menos eso suponía Angela, pero de entre todo eso en el suelo quedaron unas extrañas esferas doradas con una especie de embrión de pez en ellos.

—¿Son huevos?— se preguntó la chica agarrando uno— STU ¿podemos analizar que son estas cosas?

—Po-o-or supuesto, solo tráigalo al laboratorio para po-po-poder analiz-z-z-zarlo— contestó la IA.

—El mundo como carajos se fue tan a la verga ¿o sera esto normal por aqui cerca?— se preguntó la chica mientras volvía a dentro.