-Penúltimo capítulo-

Narra Miranda

Entré en la habitación de los chicos, y miré como el rostro de Niall era impasible. Frío. Estaba sentado en la cama de Liam, con los brazos cruzados.

"¿Y a éste qué mierda le pasa?" Pregunté con diversión mirando a Liam, quien igualmente tenía expresión fría, sentado a un lado de Niall en la cama. "Bueno basta, los dos me asustan. ¿Quién hablará primero?"

"Liam, habla tú." Exigió Niall. Fruncí el ceño, preocupada por lo que tendrían que decir.

Parecía extraño cómo en un semestre estos chicos habían cambiado mi vida. ¿Quién diría que yo iba a terminar en una relación de tres? Con nerds. Me había perdido muchas cosas buenas los anteriores semestres, perdiendo mi tiempo con chicos que no valen la pena. Pero por supuesto que eso quedó atrás cuando conocí a estos dos chicos hermosos, adictos a los libros, y al sexo, porque el hecho de que sean nerds no les quita lo calientes que son. Joder. Nadie se lo imaginaría. Ni siquiera yo. Nunca me imaginé que podría sentar cabeza con alguien como ellos. Y ahora no me puedo imaginar una relación con alguien diferente.

Niall es divertido, informal, tiene su toque de locura que amo por el hecho de ser valiente y de retar cualquier circunstancia. Es un idiota, es un nerd idiota, inteligente y a la vez tan burro. Niall siempre tendrá la última palabra, siempre tiene la última palabra en nuestra relación. Es una diva, una diva muy controladora y exigente. Durante el sexo es mi hombre, y no me quejo de su potencial, Niall sabe cómo enloquecerme, y también sabe cómo enloquecer a Liam. Siempre se asegura de satisfacer nuestras necesidades antes que las suyas. Es muy amable, asegurándose de no causarnos dolor en ningún momento, pero siempre me hace llegar antes de tiempo porque el maldito sabe dónde tocar. Tantos libros le han dejado una gran enseñanza en sexología.

Y Liam, Liam es la persona más atenta. Se asegurará de guardar los puestos en la cafetería, pedir la comida que me gusta, ordenar las mejores películas pornográficas. Sí, Liam ha aprendido muy bien a elegir películas de ese tipo. Durante el sexo es el pasivo intermedio, se encarga de darme placer cuando Niall le está dando placer a él. Es un máster en sexo oral, aunque no puedo decir lo mismo al momento de follar. Es fácil notar que no le excita ser el activo, él simplemente no consigue placer haciéndolo, así que sólo le pido que use algún juguete, de esa manera no tiene que esforzarse. Odia ser versátil, y no lo presiono.

Estos dos idiotas me consumen, ya he perdido la cuenta de cuantas veces hemos practicado sexo. Nadie los detiene, parece que nunca se agotan. Niall siempre quiere más, siempre quiere seguir, y para su suerte, si Liam no está disponible, yo lo estaré, y así pasa en ambos casos. Y yo me llevo el premio mayor, tener a dos hermosos chicos para mí. Es la puta gloria. La mujer que nunca haya tenido dos pollas en su boca al mismo tiempo, no sabe lo que es placer. Joder, definitivamente mi parte favorita es cuando los dos empiezan a gemir y retorcerse en mi boca, y luego el premio final. Es la puta gloria, en serio.

"Uhmm bueno, es que Niall y yo hemos estado conversando." Comenzó Liam. Le hice señas para que continuara. "Y bueno..."

"Joder Liam, eres muy lento." Lo interrumpió Niall. "Lo que Liam quiere decir. Es que hemos estado hablando de formalizar una relación. Ya sabes, los tres. Habíamos estado en período de prueba, y estos seis meses han sido de puta madre. Por decirlo así. Entonces... ¿Quieres ser nuestra novia formal?" Fruncí el ceño.

"¿Habían estado en un período de prueba, malditos idiotas?" Ambos sonrieron falsamente. Liam se encogió de hombros.

"Habíamos dicho que si esto no salía bien, entonces cancelaríamos todo. Pero no te preocupes, la hemos pasado muy bien, los tres sabemos cómo llevar la relación, y hasta el momento no tenemos quejas, ni infidelidades. Creí que serías infiel, pero me has sorprendido." Puse los ojos en blanco.

"Tengo dos hombres, no necesito otro, Liam. Créeme, no seré infiel. Tengo esto." Dije, levantando la muñeca y señalando la pulsera. Ellos parecían muy satisfechos con eso.

"Más te vale ser fiel a nosotros, perra." Dijo Niall, con voz ligeramente amenazante. Luego comenzó a reír igual que Liam.

"Son unos idiotas. Nerds idiotas." Me burlé.

"Ya que saldremos de vacaciones, estaba pensando que deberíamos hacer un viaje. Los tres." Propuso Liam.

"Tarado, no tenemos dinero para costear los gastos del viaje, Leyum. Duh." Se burló Niall, poniendo los ojos en blanco.

"Tengo una casa cerca de la playa. La usamos en vacaciones únicamente." Aclaró. Observé a Niall, y él me observó igualmente, sonriendo.

"Idiota adinerado, acepto tu propuesta. ¿Tú que dices, linda?" Ambos me miraron, esperando una respuesta.

"¿Están de broma? Claro que acepto." Dije, con tono obvio.

"Excelente. Le pediré las llaves a mi padre." Dijo Liam entusiasmado.

"La pasaremos muy bien, será sexomenal." Comentó Niall. Puse los ojos en blanco, y los tres comenzamos a reír.

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Narra Georgia

Ha pasado mucho tiempo desde que Zayn salió del hospital. ¿Quién se había quedado para cuidarlo todas las noches? Sí, yo. ¿Quién le daba la comida en la boca cuando no podía moverse? Oh sí, también fui yo. ¿Quién pagó su maldita estadía en el hospital durante casi un mes? Por supuesto que yo lo hice. Pero, ¿qué más podría haber hecho? Nadie se preocupó por él, nadie fue corriendo hacia él cuando John lo golpeó como una jodida piñata y lo dejó ensangrentado en el piso de aquella casa. Sólo yo tuve el valor de acercarme y llamar a una ambulancia para su rescate. Nadie más tuvo la amabilidad de ayudarlo.

Sé que Zayn cometió un error, sé que actuó como un idiota en la fiesta. Que mostró el video del que John tanto se arrepentía de haber grabado. Sé que se descargó con un chico que no tenía la culpa de nada. Porque seguro, Marcel no tenía culpa de que Bones no sintiera nada por Zayn. No era culpa de Marcel que Bones fuera tan jodidamente dura con Zayn, y que incluso llegara a jugar con sus sentimientos. Nada de eso era culpa de Marcel. Sé que Zayn quiso vengarse de ella a través del nerd, y sé que no debió actuar así. Pero es humano, estaba dolido, su orgullo de hombre estaba herido y no supo de qué otra forma actuar.

Lo perdoné, lo perdoné esa misma noche. Porque no puedo cambiar lo que siento por él. Se me hace imposible odiarlo por algo que no me hizo. Porque si alguien debe juzgarlo por eso, no seré yo. Porque me vale mierda lo que pasó esa noche, y porque no me duele lo que hizo. No es asunto mío, y tampoco hizo algo que pudiese herirme. Vamos, ¿por qué debería castigarlo? Sabía muy bien sus planes, y lo acepté, lo apoyé, fui cómplice. ¿Y sólo para qué? Para ganarme su amor, o al menos su afecto.

Y lo conseguí.

"¿Fresita?" Sonreí al escuchar su voz ronca cerca de mi oreja.

"¿Hmm?" Me removí en la cama, antes de sentir sus brazos rodeándome.

"Quiero que vengas a vivir conmigo. Al terminar la universidad, múdate conmigo." Mi sonrisa creció más, cuando sentí sus húmedos labios presionándose contra mi cuello. "¿Qué dices?"

"Faltan dos semestres para eso, Zayn." Fue lo único que dije.

"¿Eso fue un sí?" Puse los ojos en blanco. Él me abrazó más fuerte, pegándome a su pecho cálido, desnudo. Ambos desnudos.

"¿Qué más me queda? Es eso o vivir en casa con mis padres." Me burlé. Sentí cómo todo su cuerpo se tensó. "Es broma, pendejo." Todo su cuerpo se relajó al instante.

"¿Acabas de llamarme pendejo? Eso te costará caro." Me giró, dejándome sobre su cuerpo, tomando mis dos muñecas para evitar algún movimiento, y luego me plantó un beso. Salvaje, mordiendo mi labio inferior para después introducir su lengua hasta mi garganta.

Y así fue como terminamos en una sección de sexo mañanero. En su habitación, sin nadie que pudiera molestar.

Agradezco que Zayn haya decidido abandonar el grupo después de la pelea en la fiesta. También lo abandoné junto con él, una vez que se dio cuenta de quiénes son sus verdaderas amistades, y quiénes son las falsas. Siempre es necesario saber quién estará contigo en los peores momentos para saber en quién confiar.

"Tú y yo para siempre, fresita." Dijo después de acabar, besando mi hombro desnudo. Sonreí mientras acariciaba su mejilla cubierta de sudor.

Para siempre. Es asquerosamente cursi, pero me gusta como suena eso viniendo de su boca. Estaría con Zayn hasta el final de mis días.

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Narra John

Veía a todos felices, con sus parejas, riendo y compartiendo, y no sentía nada, para ser sinceramente honesto. La única vez que sentía repulsión y ganas de explotar la maldita universidad, era cuando la odiosa de Paola se paseaba con Louis frente a mí, con una sonrisa arrogante. ¿Ella qué se cree?

Puse los ojos en blanco, dejando de mirar en su dirección. Dejando de mirar a Louis, quien no parecía notar mi presencia. Había dejado de mirarlo desde hace meses, había superado mi estúpida obsesión con él, había conseguido su perdón y era lo único que quería. Ahora estoy solo. Solo yo. Ya no hay grupo. Ya no hay nada. Soy solo yo en el comedor, solo en la habitación, solo en el salón de clases. Y descubrí que es mucho mejor así. Sin falsos amigos a mi alrededor. Ahora sólo tengo a Marcel, y por supuesto, a Sammy, quien no se me despega durante todo el maldito día, asegurándose de que no cometa ninguna locura como saltar de la ventana o atarme una soga al cuello. La amo por eso. Aunque a veces me obliga a hacer cosas estúpidas.

Ayudar a Marcel en su campaña contra el bullying. Sí. Qué irónico. Ahora soy el protector de todos aquellos escuálidos que no pueden defenderse por su cuenta. Y en realidad me siento muy bien ayudando a los más débiles. Me gusta esta campaña. Es como si de cierto modo estuviera haciendo justicia por aquél niño que nunca fue protegido. Ahora no permito que se cometan injusticias sobre cualquier chico o chica indefenso. Estoy en contra del acoso y el maltrato injustificado. Le agradezco mucho a Marcel por darme una oportunidad y confiar en mí para emprender su campaña... Aunque sé que Bones tuvo algo que ver en esa decisión.

¿Quién lo hubiera dicho? ¿Que yo iba a terminar trabajando en sociedad con el nerd?

Claro, Marcel ya no es nerd. Aunque en el fondo lo sigue siendo, y tampoco es que él intente ocultarlo. Ahora es mi mejor amigo. ¿Lógico? Claro que no.

Un sonido me sacó de mis pensamientos. Alguien se sentó a mi lado en la mesa del comedor. Me giré para verlo. Era un chico. Por su mirada y sus tímidos movimientos, supe que estaba nervioso. Era muy delgado, pequeño, de grandes ojos grises y de cabello negro lacio cubriendo su frente. Me veía con terror, entonces le sonreí, para mostrarle que no tenía nada que temer. Él pareció muy sorprendido al principio, pero después me devolvió la sonrisa, una muy hermosa y sincera, con hoyuelos incluidos. Estoy seguro de que su sonrisa opaca todas las demás. Pareció tranquilizarse, y todo su miedo quedó en el pasado.

"Bienvenido. Supongo que eres nuevo aquí. ¿Cómo te llamas?" Dije. Él asintió con la cabeza.

"Sí. Me llamo Owen. Me estoy instalando." Bajó la mirada, sonrojándose. Era simplemente precioso y delicado, con un aroma dulce.

"¿Tienes habitación ya?" Pregunté con cierta curiosidad. Mi voz era lo más suave que nunca había escuchado provenir de mi boca.

"Todavía están buscándome una habitación. Quedaron en llamarme." Fruncí el ceño, entonces me incliné para confirmar que traía su equipaje con él. Ese tonto encargado de las habitaciones es un grandísimo incompetente.

"Tengo una cama disponible en mi habitación. Puedes mudarte allí si quieres." Él levantó la mirada, con una espléndida sonrisa de dientes blancos. Por un momento quedé embobado.

"Gracias. Muchas gracias." No esperaba su siguiente movimiento. Él se estiró hacia mí, y simplemente me abrazó, rodeando mi cuerpo con sus delgados brazos. Algo en mi pecho dio un brinco. Después lo vi apartarse con rapidez, con expresión preocupada. "Oh por Dios, como lo siento." Sacudí la cabeza.

Era la primera persona que me abrazaba así, sin miedo, sin lástima. Fue un abrazo de agradecimiento, que salió de él. Me gustó. Me hallaba sonriendo como un idiota sin darme cuenta.

"No, no me molesta." Dije, y de repente me encontraba mirando su pulsera del orgullo gay en su brazo derecho. Él atrapó mi mirada en su pulsera, y parecía muy nervioso, sus mejillas a punto de explotar. No pude evitar sonreír ante aquél hermoso y frágil ángel.

Lo vi, y supe que todo mejoraría a partir de ese día. Y con eso, una nueva oportunidad para hacer las cosas bien.

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Sorry por la tardanza :c