Narra Louis

Cuando desperté, Paola no estaba a mi lado, la falta de su calor corporal fue seguramente lo que me ocasionó las pesadillas. Estoy sudando frío, y también estoy llorando sin poder evitarlo. Odio tener estas pesadillas.

"¿Paola?" Llamé, incorporándome en la cama, viendo a través de la habitación oscura. Pero ella no respondió. Muchos pensamientos negativos invaden mi mente.

No. Ella no fue a contarle toda mi desgracia a sus amigas, ella no lo haría. Seguramente ha ido al baño, eso debe ser.

Cuando sentí la manija de la puerta sonreí y me levanté para recibirla. Pero cuando abrí la puerta me congelé. Es John.

"No entres en pánico." Me cubrió la boca con su gran mano y me empujó dentro de la habitación, poniéndole seguro a la puerta.

Quise gritar, pero las palabras quedaron atoradas en mi garganta. Él me acorraló contra la pared y traté de golpearlo para alejarlo de mí, pero sostuvo mis dos manos con tanta fuerza que chillé de dolor.

"¡Suéltame! ¿Qué quieres de mí?" Finalmente hablé.

"A ti." Su aliento me golpeó en el rostro. "No me rechaces de nuevo." Se acercó mucho, pero cambié la dirección cuando estuvo a punto de besarme.

"¡NO! ¡SUÉLTAME! Por favor, no me hagas daño." Frunció el ceño.

"No lo haré, a menos que tú quieras rechazarme de nuevo." Comencé a temblar. Su aspecto es aterrador, y él está drogado lo cual me aterra el doble. Sus ojos están rojos, y se tambalea, pero eso no lo debilita, él tiene el doble de fuerza en sus brazos y me aprisiona hasta el punto de lastimar mis muñecas.

"Sólo, por favor, suéltame." Chillé nuevamente. Cerrando los ojos con fuerza esperando que todo sea una pesadilla malvada.

Él no había vuelto a tocarme después de ese día, por eso cuando me tomó de la cintura con su mano libre comencé a chillar más fuerte, reviviendo todo lo de aquél día horrible.

"¡NO ME TOQUES! ¡AYUDA!" Grité, pero me arrepentí enseguida cuando sentí su puño contra mi mejilla.

"No grites, sólo quiero..." Comencé a llorar, negando con la cabeza frenéticamente. Me golpeó muy fuerte justo en la herida que tengo abierta de ésta mañana cuando me patearon. Me duele mucho. "Perdón. Perdoname Louis."

"N-no. Apartate." Y de repente me abrazó, sorprendiéndome.

"Perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón." Repitió muchas veces, apoyando su barbilla en mi cabeza, sin dejar de abrazarme. Yo sólo quiero alejarlo de mí y salir corriendo de la habitación, pero estoy muy débil. Me repugna tenerlo tan cerca, me repugna su olor, me repugna todo acerca de él.

Se apartó del abrazo y colocó su mano gentilmente sobre mi mejilla lastimada. Me quejé de dolor, y sacudí mi cabeza para esquivar su toque.

"Lo siento. Por favor perdoname." Susurró, tomando mi cara entre sus dos manos. Entonces aproveché para empujarlo lejos y correr hacia la puerta, muerto de miedo.

Tropecé torpemente con mis pies descalzos y caí al piso sin poder evitarlo, cayendo sobre mis rodillas lastimadas.

"¡AYUDA!" Volví a gritar mientras me arrastraba hacia la puerta, con la poca fuerza que me queda. Unos fuertes brazos me levantaron con fuerza. Comencé a patalear y dar golpes contra su pecho insistentemente, pero él me lanzó sobre la cama, bruscamente.

"¡Maldita perra! ¡Déjate tocar, para eso trabajas aquí! Ese es tu trabajo, imbécil." También se subió en la cama y comenzó a golpearme despiadadamente con sus puños cerrados. Abracé mis piernas contra mi pecho para esquivar algunos golpes, pero no cesaron.

"¡P-para!" Me abofeteó. "¡JOHN, BASTA!" Lo miré fijamente a los ojos, pero él parece estar endemoniado. Luce más aterrador que de costumbre, y tengo mucho miedo.

"Eres una perra, no sirves para nada. Te follaré tan duro que no podrás caminar en días, y tendrás que seguir trabajando las malditas 24 horas, aunque no puedas mantenerte de pie. Ahora quítate la ropa y sé una buena perra, porque yo te pago para eso." Se me puso la piel de gallina. No puedo respirar, no puedo reaccionar ante esas palabras. ¿De qué está hablando?

Me incorporé en la cama con la poca energía que me quedaba y lo pateé con fuerza hasta tumbarlo de la cama.

"¡LÁRGATE DE AQUÍ! Estás drogado, John. Yo no trabajo para ti." Me puse de pie, pero él me alcanzó enseguida.

"Si no lo haces por las buenas, lo haré por las malas." Sonrió, relamiéndose los labios.

"¡NO! ¡YO NO SOY TU PERRA!" Alcancé la lámpara detrás de mí, y sin pensarlo dos veces la quebré en su cabeza, con tanta fuerza que él cayó al piso. Muerto. Y la lámpara quedó hecha pedazos en mis manos temblorosas. "Oh por Dios." La dejé caer al piso, viendo sangre en mis manos por los vidrios que se enterraron en mi piel.

No hago nada. No me muevo. Estoy asustado. Estoy sangrando. Acabo de matar a una persona con una lámpara.

"¿Louis?" La voz de Paola me hizo volver a la realidad. La miré con ojos suplicantes y ella corrió hacia mí. "¿Que pasó aquí?" Miró a John en el piso, y luego miró mi mano. "Mierda, estás perdiendo mucha sangre. ¿Que le pasó a John? ¿Te hizo algo?" Tragué saliva. "Louis responde, por favor." Puso su mano sobre mi mejilla. "Volvió a golpearte, ¿cierto?" Asentí débilmente. "Mírame, por favor Lou, dime qué sucedió." La miré a los ojos, tratando de asimilar lo que en realidad pasó.

"Intentó hacerlo de nuevo. Q-quiso violarme por segunda vez." Murmuré.

"Maldito idiota. Perdón, no debí dejarte solo, perdón." Negué con la cabeza.

"Y-yo lo maté."

"No Louis, no lo mataste. Está respirando. Tranquilo." Ella me abrazó con fuerza y le devolví el abrazo, aferrándome como un bebé. "Sólo está inconsciente, llamaré a Bones para que ella se haga cargo de él."

"No me dejes con él, p-podria despertar."

"Shhh, está bien." Acarició mi espalda, consolándome. "Iremos juntos a buscar a Bones." Suspiré de alivio.

Ella vendó mi mano ensangrentada con delicadeza para detener el sangrado, susurrándome palabras reconfortantes antes de salir de la habitación en busca de Bones.

"Gracias." Fue lo único que pude articular.

"No es nada, Louis, tú harías lo mismo por mí." Sonreí, asintiendo con la cabeza.

Bones no dijo ni una palabra mientras volvíamos a la habitación, ni siquiera se mostró preocupada por su ex amigo. Cuando lo vio inconsciente en el piso, me miró acusatoriamente.

"Vaya Tomlinson, no sabía que fueras asesino ahora." Bajé la cabeza.

"No puedo creer que seas tan idiota, Bones. Vamos Lou, no le prestes atención, tú no has matado a nadie." Me tomó del brazo. "Juralo Bones, lo meteré en la cárcel, con o sin tu ayuda. Cuando regresemos no quiero verlos."

Paola me arrastró fuera de la habitación, pero no pude dejar de sentirme culpable.

"No te preocupes, Louis, él jamás volverá a acercarte a ti, lo juro." Hice una mueca. "Adivina, he pedido una orden de restricción, por eso te dejé solo, fui a la comisaría y denuncié a John." Abrí los ojos como platos.

"¿Hiciste qué? Te dije que no lo hicieras. Te dije que no le contaras a nadie."

"Hey cálmate, no lo denuncié por la violación, lo denuncié por el maltrato físico y verbal de cada día." Suspiré de alivio y luego la abracé.

"No debiste hacerlo, pero gracias por preocuparte por mí." Me separé del abrazo para buscar sus labios y besarla, ella sonrió en medio del beso.

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Narra Samantha

Tomé un balde de agua fría y se lo regué en la cara. Él despertó, quejándose del frío.

"Maldita loca, ¿qué haces?" Me crucé de brazos.

"Tú eres el único maldito, John. ¿Usaste drogas? Eres un pendejo, casi terminas muerto." Él observó todo a su alrededor y se puso de pie, tambaleándose.

"¿Donde está Louis? La cagué de nuevo, ¿cierto?" Bufé.

"Por supuesto que lo hiciste, imbécil. Ya deja de buscar a Louis, ha sido demasiado para ese chico, y él no es gay como tú." Frunció el ceño.

"Cierra la boca." Salió de la habitación y lo persegui, cerrando la puerta.

"Paola te va a denunciar por intento de violación y maltrato físico, y yo no te voy a salvar el trasero esta vez."

"Yo no te pedí ayuda. Deja de perseguirme."

Me detuve en medio del pasillo mientras John siguió caminando hacia su habitación. Ya me cansé, no pienso seguir ayudándolo, nunca va a cambiar su mentalidad.

Cambié de dirección cuando me provocó hablar con Marcel. Toqué la puerta de su habitación y él abrió la puerta, con un libro abierto en sus manos, y sus gafas puestas.

"Oh hola." Rápidamente se deshizo de sus anteojos.

"No. Dejatelos." Tomé sus anteojos y se los volví a colocar, él sonrió. "¿Estas solo?"

"Si, Zayn y los demás chicos salieron a un bar." Asentí con la cabeza, y me adentré completamente en la habitación.

"¿Qué estás leyendo?" Pregunté tomando el libro.

"Uhmmm, son leyes de protección estudiantil. Estoy pensando en crear una campaña contra el bullying estudiantil." Levanté una ceja.

"Vaya, eso es... Genial, Marcy. ¿Por qué quieres crear esa campaña?"

"Nadie merece ser víctima del bullying, y estoy dispuesto a ayudar a aquellos que lo sufren día a día, como alguna vez lo sufrí yo." Explicó cabizbajo.

Tiré el libro en el piso y me lancé sobre él, rodeando su cuello con mis brazos.

"Estoy muy orgullosa, bebé. Seré la primera persona en apoyar tu campaña." Capturé sus labios, besándolo con fuerza. "Te amo."

"También te amo, Sam, gracias por apoyar mi campaña." Revolvi su cabello rebelde.

"Tienes el corazón más grande que existe en el jodido planeta." Soltó una risita adorable.

"Estás exagerando, igual que mi madre." Reí con él.

"Es difícil no sentirse orgullosa de ti y alardear sobre lo genial que es mi novio." Me tomó por la cintura besándome con mayor intensidad.

"Me gusta cuando me llamas así." Susurró en medio del beso.

"¿Asi cómo?"

"Novio." Sonreí ampliamente.

"¿Qué puedo decir? Soy muy afortunada de llamarte así." Se inclinó un poco y me tomó de los muslos para levantarme. Rodee mis piernas alrededor de su cintura y dejé que me guiara hacia su cama perfectamente tendida con olor a manzanas.

"¿Puedo hacerte el amor ahora?" Preguntó, con su cuerpo apoyado encima del mío.

"Pues, creo que ahora si estoy lista para eso, me he preparado mentalmente. Espero no tener interrupciones esta vez." Él sonrió mostrándome sus hoyuelos.

"Genial."

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Beibisss hello!!! :D ¿como están?

Una hermosa foto de Louis en multimedia ❤ ¿Les gustó el capítulo? Ya se acerca el final...

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