Capitulo 49.
Narra Samantha
Arranqué su ropa con desesperación, lo empujé sobre la cama y comencé a comerme su polla.
"Oh por Dios... ¡SAM!" Gimió.
"¿Quieres que me detenga?"
"N-no... Sigue..." Dijo entre dientes, sonreí antes de volver a tomar su virilidad en mi boca.
Chupé su glande y apreté sus bolas hasta que comenzó a retorcerse y supe que se vendría, entonces me saqué las bragas y lo cabalgué. Me senté hasta el fondo sin previo aviso. Realmente estaba muy urgida y necesitada de él, y se lo dejé saber. Esta vez no le permití experimentar, estaba ansiosa, y no tenía ánimos para esperar por él, ya sé que es muy tímido e inseguro por la tanto el proceso se vuelve lento y aburrido si lo dejo a cargo.
Me aseguré de dejar marcas visibles por todo su cuerpo, marcándolo como mi propiedad. Marcas en su cuello, clavícula, hombros, abdomen, caderas. Grandes chupetones. Lo deseaba, y me estaba entregando con urgencia. Hundí mis dedos en su suave cabellera mientras aceleraba mis movimientos. Lo quiero, y ésta es mi única manera de demostrarle cuanto... No sé otra.
Finalmente me sentí extasiada, liberada, y me dejé caer a su lado. Recostando mi cabeza sobre su pecho, y rodeando su cuerpo con mis brazos.
"Te amo, Sam." Cerré los ojos con fuerza, tratando de guardar esas palabras en mi memoria por siempre. Sus manos trazan figuras en mi espalda, de una manera tan delicada que me hace estremecer.
También te amo
Palabras que no me atrevo a decir por miedo. Si él supiera... Tantas cosas que creo que pasarían si él supiera. Me aterra. Él no puede saberlo nunca.
Harry
¿En qué mierda estaba pensando cuando inventé todo eso? ¿En qué mierda estaba pensando cuando lo negué? Le cambié el nombre, y ahora quisiera jamás haberlo hecho. Él es especial, y no necesita cambiar nada. ¿Por qué pensé que tendría que cambiar? Es Marcel, sólo es Marcel. Y lo amo tal como es.
"¿Siempre lo harás?" Rompí el silencio.
"¿Que cosa?"
"¿Amarme?"
"Siempre. Eres el amor de mi vida, Sam. La única chica que he amado, además de mi mamá." Sonreí. "¿Por qué preguntas eso?"
"Tal vez tu amor se acabe mañana, uno nunca sabe cuanto dura el amor."
"No. Mi amor por ti no acabará mañana, ni ningún otro día. Mi amor por ti es real, es sincero, es incondicional." Una risa amarga escapó de mi garganta. Él no habla enserio.
"Marcel, es la primera vez que te enamoras. Llegarán muchas chicas a tu vida después de mí."
"Siempre te amaré, Sam. Aunque lleguen muchas chicas a mi vida. Siempre." Suspiré profundo y besé su pecho antes de cerrar los ojos y quedarme dormida sobre él.
Dormimos una larga siesta, abrazados en mi cama, desnudos. Hasta que la alarma del teléfono chatarra de Marcel comenzó a sonar, con el sonido de un gato.
"Lo siento." Dijo estirando su brazo y tomando el aparato, apagando la alarma. "Ya debo irme, visitaré a mi mamá. Volveré el lunes." Se puso de pie y lo observé hasta que se colocó toda su ropa.
"¿Debes ir todos los fines de semana?"
"Si. Se lo prometí... Tú deberías visitar a tu papá de vez en cuando." No respondí nada. "¿Cuáles son tus planes para hoy?"
"Ya sabes, ir de fiesta como todos los sábados. Si te quedaras, tal vez podría considerar la idea de no ir y quedarme todo el día contigo. Pero tu mamá es más importante, ve." Pude ver la vulnerabilidad en su mirada.
"No puedo." Bajó la cabeza. "Debo ir."
"No te detendré." Él volvió a mirarme.
"Lo siento." Puedo notar la sinceridad que hay detrás de sus palabras. Él no quiere irse, pero está obligado, lo sé.
"Incluso había pensado en llevarte a esa fiesta conmigo." Ni siquiera pensé mis palabras antes de decirlas. No puedo hacer eso. No puedo llevarlo. Todos los chicos estarán allí esperándolo para caerle encima.
"¿Lo harás?" Preguntó entusiasmado.
"No. Porque debes ir con tu mamá. No te detendré, ya vete. Ella te está esperando." Me puse de pie, tomando mi ropa del piso y vistiéndome con rapidez. Esperé que Marcel se pusiera sus zapatos y luego lo empujé hacia la puerta. Justo cuando alguien comenzó a tocar. "Joder." Mi corazón dio un salto.
"¿Bones?" Suspiré de alivio al escuchar la voz de Paola. Marcel me observó confundido.
Abrí la puerta y ambos quedamos frente a Paola. Ella miró a Marcel, y luego a mí, pero volvió a mirarlo a él. Me molestó.
"¿Que necesitas?" Pregunté irritada.
"Hola Marcel." Habló. Mi corazón dejó de latir. Ella sabe su nombre. ¿Cómo?
"H-hola." Respondió tímido.
"Lindo nombre." Dijo, ahora viendo en mi dirección, sonriendo.
"Gracias. Era el nombre de mi abuelo materno..." Lo interrumpí, antes de que contara toda la historia de sus antepasados.
"Basta. Debes irte, Marcel." Miré a Paola con advertencia. Ella sabe. Tomé a Marcel del cuello de su camisa y lo atraje hacia mí para besarlo con urgencia. Realmente no quiero dejarlo ir, y ahora mismo estoy en problemas.
"Nos vemos." Se despidió después de romper el beso. "Adiós, uhmmm...."
"Paola." Respondió ella, aclarando su nombre.
"Si, adiós Paola." Él sonrió, mostrando sus hoyuelos y luego se alejó por el pasillo.
"¿Qué sabes?" Fue lo primero que pregunté cuando Marcel estaba lo suficientemente lejos para no escuchar. Ella se cruzó de brazos.
"¿Por qué lo ocultas detrás de un nombre falso?" Respondió con otra pregunta.
"Todo tiene una explicación." Mentira. Todo empezó por ella el día de la fiesta. Mátala y esconde su cuerpo. Grita mi subconsciente. Estoy de buen humor, por esa razón me reí de mis propios pensamientos retorcidos. "Hablemos en mi habitación."
La invité a pasar y luego cerré la puerta con llave.
"¿Cómo es que sabes su verdadero nombre?"
"Pues, Louis es su compañero de cuarto. No fue difícil averiguarlo."
"Louis. Por supuesto, el imbécil tenía que abrir la boca."
"No, él no tiene la culpa de que tu mentira se haya descubierto. Es tan obvio que cualquiera podría saberlo si tan sólo se toman el tiempo de unir las piezas." Fruncí el ceño.
"Pues nadie se ha dado cuenta hasta ahora, y espero que nadie más lo sepa. Me encargaré de cerrarle la boca a su compañero, y a ti también."
"Louis no sabe nada acerca de Harry. No lo lastimes. Él no sabe que le has cambiado el nombre a Marcel. ¿Si lo supiera, crees que no se lo habría dicho ya? Es su amigo."
"Tienes razón, si Louis lo supiera ya Marcel lo sabría también.... Por favor guarda el secreto. No le digas nada a Louis sobre Harry, por favor." Supliqué, aunque de esta forma sé que me estoy humillando.
"Sólo quiero saber porqué lo hiciste."
"El día de la fiesta, cuando me preguntaste su nombre... Yo simplemente sentí vergüenza de aceptar que salía con un nerd. Porque Marcel es un nerd de primera, tienes que verlo con sus grandes anteojos y su ropa horrible... Pero eso no viene al tema. Sólo te dije un nombre falso para evitar las burlas, y luego tú lo publicaste en la página oficial de la universidad y todo se fue al caño. Nunca pensé que la mentira iba a crecer de tal manera que todo el mundo sabría su nombre al día siguiente. Yo sólo dije una mentira piadosa, sólo por un día en una fiesta, joder... Y ahora mira. Es la mentira que me está causando tantos problemas. Si Marcel llegase a enterarse de todo esto, me odiaría. Y eso me rompería el corazón, más de lo que ya está roto. Tengo miedo de que todo salga a la luz. Y lo peor del caso es que no puedo alejarme de él, ya todos saben su nombre y no puedo borrar esa mentira. Ya no puedo esconderlo."
"Habla con él." Levanté una ceja.
"¿Como crees?"
"Yo creo que él se enojará mucho más si se entera por otra fuente. Es mejor que tú se lo digas. Las mentiras tienen patas cortas."
"Pero Marcel... Él es muy sensible. ¿Qué le diré? ¿Que me avergonzaba salir con él? ¿Que no me gustaba su apariencia de nerd? ¿Que soy una superficial de mierda?" Bajé la cabeza, mostrándome vulnerable, pero ya no puedo aparentar que soy fuerte. "Él me importa mucho, no quiero hacerle daño... Y hay otras cosas que él no sabe. Esas cosas podrían hacer que me odie de por vida." Dije recordando la apuesta. Jamás debí aceptar el dinero de Vicky.
"Yo también fui superficial, y me di cuenta que eso no sirve para nada. La mejor belleza es aquella que no puedes ver por fuera, los verdaderos sentimientos están adentro. La apariencia de una persona no es importante, sino lo que hay dentro." La escuché con atención. Todo lo que ella dice es cierto. Marcel tiene los mejores sentimientos, y lo peor de todo es que también es hermoso por fuera. Su belleza rebasa los límites. "Lo aprendí con Louis, ¿sabes?"
"¿Te gusta el raro?" Pregunté indignada.
"No es raro. Es muy amable, y gracioso... Tiene lindos sentimientos, y lindos ojos... No piensa igual que los demás chicos."
"¿Eso responde mi pregunta?" Ella tragó saliva, y se sonrojó bastante. "¿Entonces ya no te gusta Zayn?"
"Zayn es un cabrón. Louis es totalmente diferente a él. Sé que sería incapaz de jugar con mis sentimientos de la manera que Zayn lo hizo."
"Entonces ve por él. Arriesgate de la manera que yo lo hice por Marcel... Pero no le cambies el nombre, sé más inteligente que yo. Y valoralo por lo que es, y no por lo que tú quieras que sea." Dije con un nudo en la garganta.
"Lo haré, gracias por el consejo. Trata de solucionar todo con Marcel, yo sé que puedes."
"Ya no tengo tiempo de arreglar nada. Sólo tengo que aprovecharlo mientras dure." Me encogí de hombros.
_
El lunes por la mañana, Marcel llegó tarde a la clase de Química. Al parecer el profesor de Ciencias renunció, así que ahora nos toca clase de Química los lunes. Marcel entró corriendo al salón, sudando y visiblemente cansado. El profesor le dirigió una mirada fría, pero no dijo nada.
"Tengo los resultados del proyecto que tiene un valor de 50% de la nota del semestre. ¿Están preparados?" Preguntó el profesor. Todos los estudiantes comenzaron a murmurar cosas. "BIEN, pasaré por sus asientos."
Marcel tomó asiento a mi lado y sacó sus cuadernos poniéndolos sobre la mesa.
"¿Nervioso?" Pregunté. Él se acomodó los anteojos y asintió levemente con la cabeza. "Saldremos bien." Le aseguré.
El profesor pasó por cada uno de los puestos, entregando los proyectos. Hasta que se detuvo frente a nosotros.
"Tienen 9, de 20. Están reprobados." Y dejó el trabajo sobre la mesa de Marcel.
Me levanté de mi asiento, enojada.
"¿Que mierda significa eso? ¡No puede reprobarnos! Hicimos todo bien." Grité acercándome a él.
"No a mi parecer." Respondió con una sonrisa malvada.
"No puede hacernos esto." Dije, suplicándole. "Debe darnos otra oportunidad."
"No más." Levantó manos, aún con esa sonrisa idiota. Escuché el sonido de una mesa siendo movida, y me giré sobre mis pies para ver a Marcel, corriendo fuera del salón, con lágrimas en sus ojos. Luego azotó la puerta y no volvió.
"Eres un bastardo de mierda. ¡Mira lo que has hecho!" El profesor sólo siguió sonriendo. Le di un fuerte empujón antes de perseguir a Marcel fuera del salón.
Corrí directo hacia el baño de chicos porque sé que Marcel se esconde en los baños siempre que quiere llorar. Escuché los sollozos y me acerqué a la puerta de donde provenían. Apoyé mi cuerpo sobre la puerta, y me aclaré la garganta antes de hablar.
"Marcel..."
"N-nunca había reprobado antes." Dijo con su voz rota.
"Lo arreglaré. Lo prometo."
"P-pero él dijo que no habría más oportunidad." Apreté los puños.
"Cambiará su opinión. No llores, por favor."
"Mi mamá va a estar muy decepcionada de mí." Golpeé la puerta con fuerza, descargando mi frustración.
"¡NO LO ESTARÁ! Dije que voy a arreglar esto. Tendremos otra oportunidad, Marcel. Confía en mí." Él abrió la puerta del cubículo, y salió con sus ojos llorosos, y sus mejillas húmedas. "Todo va a salir bien." Limpie sus lágrimas. Él sólo asintió con su cabeza, sin dejar de sollozar, así que lo envolví en un abrazo.
Tengo algo que podría cambiar la mente del profesor, pero es algo que no quisiera hacer. Sólo lo haré por Marcel, de esa manera él no reprobaría.
"Todo va a estar bien." Escondió su cara en mi cuello mientras seguía llorando. "¿Quieres volver al salón?" Negó con la cabeza. "Bien, vamos a la cafetería por algo entonces."
_
Narra Marcel
El martes a las 5:00 am fui a darme una ducha como todas las mañanas. Louis seguía durmiendo así que no hice mucho ruido para no despertarlo. Tomé una toalla y salí de la habitación.
Al finalizar mi ducha, decidí saludar a Samantha. La verdad es que sólo tenía ganas de verla. Toqué a su puerta unas cuantas veces, hasta que abrió.
Me congelé al ver al profesor de Química dentro de su habitación, acomodándose el pantalón, con su camisa de botones abierta.
¿Que está pasando?
Observé a Samantha, ella me mira con asombro, y de igual manera se está acomodando la camiseta de su pijama. La miré directo a los ojos, buscando una explicación a todo esto.
"No es lo que parece, Marcel." Rompió el silencio.
"¿No?" Volví a mirar al profesor. "¿Entonces que otra cosa es?" Pregunté clavando mi mirada en ella. Mucha rabia se acumuló en mi interior. Sentía impotencia, quería gritar.
"Te lo explicaré todo." Negué con la cabeza.
"Ya lo entendí, no tienes que explicar nada. Dormiste con él, ¿no es así?" Un nudo se formó en mi garganta. Quería llorar.
"Que inteligente, campeón." Respondió el profesor. Bajé la cabeza, sintiéndome idiota.
¿Cómo pude creer que ella sólo tendría sexo conmigo durante un mes? Me mintió. Soy muy ingenuo.
"¿Por qué me haces esto, Sam?"
"Marcel, no hagas eso por favor."
"Tú eres la que no debería hacerme esto." Traté de ahuyentar las ganas de llorar, pero me fue imposible.
"No..." Ella dio un paso hacia mí, pero retrocedí. No quería sentir su toque.
"Déjame, no quiero escucharte."
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Narra Samantha
No podía soportar la mirada de reproche de Marcel. Su mirada de asco. Su mirada de decepción. Me estaba doliendo toneladas. Él me esquivó. Verlo llorar con enojo, con su ceño fruncido, y sus puños cerrados, me estaba doliendo como nunca. ¿Qué he hecho?
"Marcel." Salió corriendo fuera de mi alcance. "¡MARCEL!" Grité con todas mis ganas, pero él no se detuvo.
"Creo que acabo de destruir tu relación. Oops... ¿Quién lo diría? Aún recuerdo cuando tú arruinaste la mía." Me giré, botando humo para quedar frente al profesor calvo.
"¡Maldito infeliz!" Le di una bofetada. "¡LARGO DE AQUÍ!"
"Gracias por la estupenda noche, nena." Escupí sobre sus zapatos. Me daba asco.
"¡Eres un asqueroso animal, largate!" Él salió de mi habitación, riendo.
"Tienes 20 puntos en el proyecto, creo que a Marcel le gustará saberlo. Realmente me conmovió toda la escena ayer en el salón, y lo que acaba de pasar... Wao. Lo siento, de verdad. No era mi intención hacerlo llorar dos veces." Dijo con sarcasmo.
"Te detesto." Él se alejó, aún riendo, y me sentí como una prostituta.
Sólo de recordar sus asquerosas manos sobre mi cuerpo me dan náuseas. Jamás debió pasar. No debí hacerlo. No debí entregarme a él sólo por aprobar un puto proyecto. Ya había superado esa etapa en mi vida.
Todo lo hice pensando en Marcel, y ahora él debe odiarme.
Eres detestable, Bones. La peor de todas. No vales nada. Eres basura. Has lastimado a la única persona que realmente te ama. Has roto su corazón. Lo arruinaste todo... Y de que manera.
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Copyright © yafanfiction
Marcy y su corazón roto otra vez :'(
No me insulten... Tenía que pasar alguna vez. Ustedes querían acción y drama. Está a punto de comenzar *sonrisa malvada* okya me voy.
Voten, comenten xx
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