Al entrar en la habitación, Marcel fue directo a su cama para acostarse. Un gran suspiro salió de su boca.

"Eres un gran cobarde, lo sabías?" Pregunté y él asintió con la cabeza. "Y te sientes bien con eso?" Volvió a asentir. "Eres increíblemente cobarde, de verdad."

"No quiero ser valiente y terminar golpeado de nuevo. No deberías seguir dando consejos, no se te da muy bien. Las cosas que aconsejas siempre salen mal." Frunci el ceño algo ofendida.

"Oh disculpa, no volveré a aconsejarte, señor sabio." Me crucé de brazos y él comenzó a reír.

"Es verdad."

"Eres un mal agradecido." Puso los ojos en blanco.

Me senté a un lado de su cama, mirándolo fijamente mientras él me sostiene la mirada en silencio. Es demasiado contacto visual para mi gusto, pero no puedo dejar de mirarlo. Demonios lo he extrañado.

Una alarma comenzó a sonar y me levanté de un salto.

"Que mierda es eso?" Pregunté mirando hacia todas partes.

"Es mi teléfono. Una llamada, seguro es mi mamá." Levanté una ceja. Por qué no sabía que Marcel tenía un teléfono? "Puedes buscarlo por mí? Está en el primer cajon." Asenti con la cabeza y comencé a buscarlo.

Pensé encontrarme con un gran teléfono, o al menos uno actual. Pero en vez de eso conseguí una chatarra. Un nokia de los primeros que salieron a la venta, un vejestorio. Lo miré con indignación, y Marcel estiró su mano esperando por su teléfono.

"En que año de las cavernas hicieron este aparato?" Pregunté observando con sarna el pequeño teléfono en mis manos.

"Dame mi teléfono, dejalo en paz." Pero lo ignoré.

"Sabes que han inventado mejores teléfonos, cierto? Una cantidad enorme, y no necesitan tener una antena para conseguir señal, o funcionar..." Dije subiendo la antena, totalmente consternada. No sabía que todavía existía esta clase de teléfonos.

"Si, ya lo sé! No vivo en otro planeta." Fruncio el ceño.

"Pues es muy difícil convencerme de eso." Levanté el teléfono, mostrándoselo. "No creo que este aparato sirva para nada."

"Yo no necesito un teléfono táctil para recibir mensajes. Este aparato como tu le llamas, tiene mayor duración que cualquier porquería nueva que hay en los mercados." Dijo con orgullo, y lo miré ofendida.

"Porquería dijiste?" Puso los ojos en blanco, respirando profundo.

"Ya basta, no quiero discutir sobre teléfonos contigo en este momento." Dijo calmado. El teléfono sigue sonando en mis manos pero no le doy importancia, aunque el sonido me aturde.

"Que clase de tonos podrías esperar de una antigüedad. Seguro tiene puros sonidos de animales y campanas. Dime que tu alarma no es un gallo porque realmente..." Me interrumpió.

"Samantha, es suficiente." Dijo furioso.

"Bueno."

"Y mi alarma no es un gallo. Es un gato." Abrí los ojos como platos. Debe estar jodiendo. Sin embargo decidí ignorar su confesión.

"Éste teléfono ha estado en tu familia por generaciones o sólo lo compraste por gusto?" Volvió a poner los ojos en blanco. "También pertenecía a tu abuelo?"

"NO! Yo lo compré. Podemos dejar de hablar de Jeremy?" Levanté una ceja.

"Jeremy?" Marcel se aclaró la garganta y se sonrojó un poco.

"Voy a contestar la llamada, dame el teléfono." Dijo cambiando el tema.

"Ay por dios Marcel, no me digas que le pusiste nombre a esa cosa antigua. En mi grupo social los chicos le ponen nombre a sus penes, no a sus teléfonos."

"Tenemos mucho tiempo juntos, fue mi único amigo cuando no tenia ninguno." Dijo bajando la cabeza. Rápidamente me acerqué a él y puse el teléfono en sus manos.

"Marcel, atiende la llamada. No quiero que me hagas llorar con tus recuerdos miserables." Él fruncio el ceño. "No puedo imaginar a un chico teniendo una amistad con su teléfono, al cual trata como un gato y encima le puso un nombe propio. Es deprimente. Me imagino que por esa razón no quieres deshacerte de él."

"Voy a hablar por teléfono, podrías hacer silencio?" Preguntó irritado.

"Tienes señal aquí?" Puso los ojos en blanco, ignorándome, antes de contestar a la tercera llamada de su madre.

"Hola mamá!" Habló con una sonrisa gigante en el rostro, igual que un niño cuando habla con su mamá. Es adorable. "Lamento haber desaparecido esta semana...." Se despegó el teléfono de la oreja, y hasta yo pude escuchar los gritos de su madre. "Ya lo sé, pero estoy bien. No tienes que preocuparte por mí, recuerda que ya soy universitario. He tenido demasiadas tareas esta semana y muy poco tiempo libre." Sonreí al escucharlo mentir. "Prometo ir a visitarte cuando tenga tiempo."

Esperé paciente hasta que colgó la llamada y guardó su teléfono bajo la almohada.

"Vaya, le mentiste a tu madre." Solté una risita.

"No le mentí, en teoría es cierto. Perdí una semana de clases y ahora estoy atrasado en todas mis materias... Seguro perderé el semestre." Bajó la cabeza. "Y mi mamá perderá todo su dinero. Soy un pésimo hijo."

"No perderás el semestre. Hablé con todos tus profesores, y les entregué una constancia médica a cada uno, avisándoles sobre tu accidente y tu estado de salud." Él levantó la cabeza sorprendido.

"Hiciste eso por mí?" Asenti.

"Todos quedaron de acuerdo en mandarte un trabajo manual, y ensayos, de esa forma recuperarás todas las notas que perdiste." Sus ojos brillan con emoción. Ya sé que se emociona hablando de tareas, pero aún no me acostumbro.

"GRACIAS! De verdad muchas gracias, no sé como pagarte todo lo que has hecho por mí. Podría tener 5 empleos y aun así no me alcanzaría el dinero para pagarte." Dijo haciendo una mueca. Me encogi de hombros restándole importancia.

"No es nada. Tampoco quiero que me pagues, no necesito tu dinero." Él sonrió.

"Eres muy buena, Sam." Ya perdí la cuenta de cuantas veces he escuchado eso saliendo de sus labios. Y me complace mucho verlo feliz por algo que hice.

No sabía lo bien que se sentía ayudar a alguien, o hacer el bien, hasta que conocí a Marcel. Pero no puedo evitar sentirme débil, porque él me ha hecho cambiar sin mi autorización. Yo no era la que debía cambiar para mejor, él debía cambiar para peor. Todo está saliendo mal. TODO. Marcel cada día está más tierno, y yo cada día estoy más ñoña.

Esto debe acabar.

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Narra Marcel

En 4 días volví al hospital para que me quitaran el yeso de la pierna. Solo para que me pusieran otro menos pesado. Pero todavía tengo que usar las muletas porque soy torpe y tengo pies de mantequilla. Usar un solo zapato no es nada divertido.

Me dormí muy temprano el viernes, así que lo primero que se me ocurrió hacer en la mañana del sábado fue ir a la habitación de Samantha a preguntarle como estuvo la fiesta de anoche. He pensado mucho en lo que hablé con Niall en el hospital, y he sacado la valentía para declararme a Samantha y preguntarle si ella siente lo mismo por mí.

Abrí la puerta de su habitación y la encontré en la cama durmiendo con un chico moreno a su lado. Mi pecho se contrajo. Ella al escuchar la puerta se cubrió a ella misma y al chico con una manta gruesa. Aparté mi mirada rápidamente.

"Marcel que haces aquí?" Volví a mirarla con algo de decepción. Ella se ve un poco avergonzada, sus mejillas se sonrojaron.

"Yo... Solo pensé que podría ser un buen momento para hablar contigo ya que ayer no te vi." Dije mirando al piso.

"Espera un momento, tengo resaca por lo de anoche." Tiene a un chico durmiendo en su cama y solo menciona su resaca? Creo que está olvidando su presencia.

"Ayer recibiste visitas?" Pregunté mirando al chico.

"Lo dices por él?" Asenti con la cabeza, tratando de ocultar mis celos "Oh no, él no es visita." Asumo que es un estudiante.

"Bueno, lamento haberte despertado... Esto es incómodo." Me giré para salir de la habitación pero ella me detuvo.

"Pero si acabas de llegar. Espera un segundo." Se levantó de la cama quedando completamente desnuda y caminó hacia el mesón, me cubrí los ojos enseguida. "Marcel, no hay nada que no hayas visto antes."

Tiene razón pero aún sigo avergonzado por lo que hicimos ese día. Además ella parece no recordar que hay un chico desnudo en su cama! Lo observé fijamente con algo de asco. Él está de espaldas hacia mi, su peinado me parece familiar.

"No seas tímido Marcel, solo es Zayn." Apenas dijo eso sentí que mi corazón se hundió profundamente. Estoy muy confundido por su revelación. La observé mientras ella toma una camisa y la tira por encima de su cabeza, luego se puso un short bastante corto. Aun estoy en shock por lo que dijo.

"Solo es Zayn?" Repetí un poco consternado por su tranquilidad. Ella se estiró la camisa y me di cuenta que no se puso bragas ni sujetador, quizás piensa seguir la fiesta con Zayn, cuando el chico despierte de su sueño profundo.

"Vamos Marcel, no hagas un escándalo." Tomó el pantalón que supongo es de Zayn, y sacó una caja de cigarrillos. Se metió uno en la boca y volvió a guardar la caja en el bolsillo del pantalón.

"Cuánto tiempo llevan saliendo tú y Zayn?" Ella soltó una carcajada ante mi pregunta. Yo mantuve mi seriedad.

"Yo no salgo con nadie Marcel, tú lo sabes."

"Pero dormiste con él anoche!" Levanté la voz un poco.

"Por qué estás actuando asi?"

"No estoy actuando extraño, solo pensé que Zayn era tu amigo."

"Si es mi amigo, pero no es gran cosa como para hacer drama sobre esto." Debe estar bromeando. Ni siquiera le toma importancia a lo que hizo.

"No es gran cosa para ti, pero para mí si lo es."

"Marcel, no estoy saliendo con Zayn. Solo se apareció en la misma fiesta que yo estaba y bebimos mucha vodka. Al final de la noche terminamos ebrios. Eso fue todo."

"Y él no pudo encontrar su habitación?"

"No, él quiso quedarse conmigo. No es gran cosa." Se encogió de hombros y volvió fumar su cigarrillo.

"Si, no es gran cosa, solo tuvieron sexo." Dije con sarcasmo.

"MARCEL! Que lenguaje es ese?"

"No vas a decirme que solo durmió contigo y no paso nada." Estoy hirviendo por dentro, tanto que no puedo controlar mis palabras. Samantha me miró sorprendida.

"Bien, te lo diré. Zayn estuvo pegado a mi toda la noche, él me trató muy bien y estaba dispuesto a hacerme olvidar mis problemas. Él solo se ofreció y yo lo acepté. Eso fue todo." Frunci el ceño.

"Vaya caballero que resultó ser."

"Estás molesto?" Preguntó alzando una ceja.

"No. Me encanta que tengas sexo con tus amigos en tu cama." Ella soltó una risita, lo que me molestó aún más.

"No es primera vez que pasa esto. No lo tomes tan mal."

"Habías estado otras veces con Zayn, además de anoche?" Pregunté mareado.

"Un par de veces. Nada serio." Pensé que no podía estar mas dolido, hasta ahora. "Estoy segura que eso no era lo que querias hablar conmigo."

"No, es verdad. Pero me siento incómodo en esta habitación."

"Marcel, puedes hablar, yo siempre te escucho." Se sacó el cigarrillo para botar el humo, el olor me marea.

"Bueno... Es que yo quería hacerte una pregunta." Tomé valor para hacerlo.

"Cuál?"

"Que si tú..." Luego Zayn comenzó a moverse en la cama, se dio la vuelta y quedó frente a mí. Sus ojos se abrieron exageradamente al verme, y rápidamente tomó la manta y se cubrió el pecho cubierto de tatuajes.

"Mierda no me digas que dormí en tu habitación." Dijo alarmado, y supe que estaba preguntando enserio. Eso quiere decir que no tiene memoria de lo que pasó anoche. Luego Samantha comenzó a reirse y Zayn volteó a verla, suspirando de alivio. "Sabia que no podría haber dormido en su habitación." Ella siguió riéndose y él se unió a su risa. Yo estoy muy dolido como para tratar de entender el chiste. Luego ambos se pusieron serios. "Que hace Marcel aqui?" Se ve muy incómodo por mi presencia, no mas incómodo que yo por la suya, pero lo está.

"Él solo vino a hablar conmigo. No te sientas incómodo." Zayn sonrió y luego me observó arrugando la frente.

"Me pasas uno?" Sam caminó hacia el meson y volvió a sacar la caja de cigarrillos del pantalón de Zayn, sacó uno y se lo aventó. Él lo atrapó en el aire. "Gracias nena." Lo fulmine con la mirada.

Zayn se colocó el cigarrillo en la boca y Samantha le sonrió, caminando hacia la cama con el encendedor en sus manos y prendiendo la punta del cigarrillo que sobresale de la boca de Zayn. Quiero salir corriendo. Ella está siendo demasiado cariñosa con él y no creo que resista otro gesto de cariño.

Me quedé observando a Zayn, creo que mi respiración esta muy acelerada, estoy furioso. Él también me está mirando fijamente, quizás está esperando que me salga de la habitación para aprovecharse de Samantha. No me doy cuenta que estoy arrugando la frente y estoy prensando la mandíbula. Las imagenes de Sam teniendo sexo con él me están desgarrando. Conozco a Zayn, he hablado con él en varias ocasiones, parece un buen chico si no tuviera tantos tatuajes y las orejas perforadas... Pero odio que esté acostado y desnudo en la cama de Samantha, y quiero reclamarle pero no puedo hacerlo porque no tengo ningún derecho. La tensión entre los dos es obvia.

"Bueno Marcel, que era eso tan importante que querías preguntarme?" Samantha rompió el contacto visual entre Zayn y yo, se sentó en la cama interponiéndose entre nosotros.

"Ahora quisiera hacerle una pregunta a Zayn, si no le molesta." Él levantó una ceja.

"Bueno, solo ten cuidado con tus preguntas." Dijo ella mirándome con advertencia.

"Lo tendré." Mentí.

"Que tienes que preguntarme?" Él se sacó el cigarrillo de la boca.

"Desde cuándo estás saliendo con Samantha?" Ella se levantó de un salto, tiró su cigarro contra el piso y Zayn trató de no reírse.

"Marcel ya te dije que no estamos saliendo! Que parte no entendiste? Joder."

"Pero es obvio que son algo más que amigos." Dije molesto.

"Este no es un buen tema para ti. Pero te voy a responder, no somos novios." Aclaró Zayn.

"Eso lo sé. Lo que quise preguntar es... Con que frecuencia tienen sexo?" Samantha se cubrió la cara con ambas manos.

"Disculpa?" Él parece ofendido con mi pregunta. "Ya sé que eres amigo de Bones pero eso no te da ningún derecho de hacer preguntas tan íntimas. Además no es asunto tuyo." Me siento como un idiota sobrando en esta habitación.

"Lo siento... Solo fue curiosidad." Sam todavía no puede verme a los ojos, creo que está enojada conmigo. Su expresión es tan fría que no puedo saberlo. Lo único que puedo saber es que ella no siente lo mismo que yo siento por ella. No me corresponde. "Ya me voy, dejaré de molestarlos"

"Gracias." Respondió Zayn un poco irritado. Me giré y arrastré mis pies hasta la puerta, giré la manija, pero cuando estaba a punto de salir Sam dijo algo.

"Dos veces... Solo hemos dormido juntos dos veces." Su voz es muy tranquila, sus ojos se ablandaron y la boca de Zayn cayó abierta. Él está tan sorprendido como yo, nunca pensé que Samantha respondiera mi pregunta.

No tengo más nada que hacer aquí, solo salí de la habitación y cerré la puerta con trancador.

Estoy destruido. Ni siquiera quería escuchar la respuesta. Ahora me siento peor que antes. Ellos han tenido sexo dos veces. Mis vista empezó a nublarse mientras caminaba de regreso a mi habitación, no quiero que nadie me vea llorando. Debí salir de allí en el mismo momento que vi a un chico desnudo en su cama, pero tuve que ser tan masoquista de quedarme y saber todos los detalles sobre ellos.

Jamás me habían roto el corazón, y no sabía cuanto dolor provocaba eso. Pensé que sólo era una metáfora que usaban sin sentido. Pero ahora lo puedo comprobar. Si es posible sentir como tu corazón se rompe bruscamente en pedazos. Duele como si te desgarraran por dentro sin piedad, como si te arrancaran el corazón del pecho sin anestesia, literalmente.

Duele.

Mucho.

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