"Genial. Ahora siéntate en la cama y recuéstate de la cabecera. Solo vas a tomarme por la cintura, es la posición más fácil que conozco." Desvió la mirada hacia el piso.

"E... Esa p-posición es un poco in-incomoda." Puse los ojos en blanco. No quiero agredirlo, pero a veces me provoca.

"Si, lo es. Y lo será mucho más. Ahora haz lo que te digo y cierra la boca!" Su expresión dolida me hizo reflexionar y darme cuenta de cuán duras fueron mis palabras, y rápidamente intenté arreglar la situación. "No seas tímido Marcel. Todo el mundo tiene una primera vez, sólo relájate, yo haré todo el trabajo, tu solo vas a sentir placer. No tienes que tener miedo o sentir presión." Él asintió con la cabeza.

Hizo lo que le pedí, subiéndose a mi lado en la cama y recostando su espalda de la cabecera. Lo observe en esa posición y me mordí el labio. Su piel es tan blanca y tan delicada. Tan virgen. Pero eso no durará mucho.

Marcel no me mira a los ojos, su mirada viaja del techo, a su cuerpo desnudo, y hacia los lados, evitándome a toda costa. Su pecho sube y baja cada vez más rápido, puedo notar que está muy nervioso y solo me causa risa. Su pene sin embargo esta cada vez mas erecto, su lucha interna debe ser agotadora. Me moví mas cerca de él, posicionándome entre sus piernas y finalmente sus ojos verdes se encuentran mirándome, con curiosidad. Arrastré mis manos por cada una de sus piernas hasta llegar a los huesos de su cadera, y Marcel se estremeció. Sonreí mirándolo con lujuria y luego comencé a besar su hermoso estómago, tan pálido, tan suave, tan plano, tan tierno. Metí mi lengua en su ombligo y él se retorció en la cama, besé todo el camino de su ombligo hacia sus tetillas, luego a su cuello, lamiendo todo y volví a bajar hasta los huesos de su cadera, muy cerca de su pene que se veía que estaba a punto de estallar, pero no quise tocarlo. De pronto se corre antes de tiempo y no quiero malgastar todo lo que he hecho y quedarme sin mi recompensa.

Sus ojos están entrecerrados y su boca entreabierta, una linda vista desde mi lugar. Me incorporé, sentándome en su regazo y sus ojos se abrieron inmediatamente cuando le quite los anteojos y los deje sobre la mesa. Él trató de moverse lejos cuando vio mis intenciones pero yo fui más rápida y tomé su pene comenzando a masturbarlo. Un gruñido salió de su boca y volvió a cerrar los ojos. Aproveché ese momento para posicionar su polla en la entrada de mi vagina y sentarme lentamente. Solté un jadeo cuando entró el glande y Marcel me miro horrorizado, me tomó un tiempo para adaptarme a su tamaño, pero el deseo era más grande y sin pensar en el dolor que podría sentir, me dejé caer sobre él, metiéndola hasta el fondo. Sentí que me rompía por la mitad, y supe que había cometido un error al sentarme de golpe. Marcel reaccionó y me sostuvo por la cintura como le indiqué al principio.

"AGHHHH Maldición.... Es muy grande." Gemí cerrando los ojos con fuerza. Marcel soltó un jadeo pequeño, que rápidamente fue suplantado por otro grito de dolor de mi parte. Dolía como el infierno.

"E-esto está mu-muy mal..." Finalmente abrió la boca para decir algo. Algo estúpido e innecesario para el momento.

"CALLATE! JODER! Yo soy la única que debería quejarse, no tú." El dolor es fuerte y desgarrador, no quiero moverme hasta adaptarme a éste nuevo invasor, y lo menos que quiero escuchar ahora son sus palabras de sabiduría.

"¿T-te duele?" Preguntó dejándome atónita, y abrí los ojos para mirarlo. "Uhmm yo... Yo no quiero lastimarte y parece que estás sufriendo." Él está preocupado por mí. Fruncí el ceño. Ningún chico se preocupa por mí a la hora de tener sexo, no les importa una jodida mierda si te maltratan o no, ellos solo te follan duro sin compasión, como animales desesperados.

Trato de buscar alguna pizca de lujuria en su mirada, pero lo único que veo es preocupación. Él no está disfrutando como debería, solo está preocupado por el dolor que siento. Mi cara debe lucir patética en este momento, y esa no es la imagen que quiero que él recuerde. Algo dentro de mí se encendió, pero no sé que fue exactamente. Por primera vez me sentí valorada. Me sentí importante para alguien, sólo por una simple pregunta.

"No es mi primera vez, Marcel. No me duele en absoluto." Mentí. Vale, he visto pollas grandes, pero Marcel es un monstruo y se siente como una maquina demoledora dentro de mí, pero no quiero parar. Merezco todo este dolor. "Ahora voy a empezar a moverme, de acuerdo? Quiero que disfrutes todo esto, Marcel. Solo disfruta." Intenté mostrarme fuerte.

"Lo intentaré." Dijo respirando profundo, y eso fue suficiente para mí, solo quiero hacerlo disfrutar y darle los mejores recuerdos para ayudarlo a superar sus temores y traumas, sean cual sean. Yo lo cambiaré.

"Aquí vamos." Marcel apretó su agarre en mi cintura y sonreí, para mi sorpresa él me devolvió la sonrisa. Sentí como el calor se apoderó de mis mejillas. ¿Que mierda me pasa? ¿Me estoy sonrojando por una simple sonrisa? Debo terminar con esto. Me incline hacia adelante y apoyé mis manos en su abdomen para empezar a moverme. Me levanté un poco y volví a hundirme sobre su polla. "JODER!"

Comencé a moverme frenéticamente de lado a lado, sintiendo un cosquilleo por todo mi cuerpo. Marcel mantiene los ojos en mí todo el tiempo, y eso solo me excita mas. Se siente tan bien dentro de mí, ahora que el dolor ha pasado solo puedo sentir placer. Muevo mis caderas hacia arriba y hacia abajo, rebotando sobre su pelvis, haciendo que su polla salga y vuelva a entrar cada vez más profundo, golpeando mi punto G y haciéndome gritar su nombre. Muelo mis caderas contra las suyas mientras lo sigo montando. Yo jadeo y puedo oír a Marcel gimiendo al unísono.

"T-tócame, por favor Marcel. Tócame, joder!" Dije sin dejar de saltar.

"¿D-dónde te toco?" Fruncí el ceño, realmente frustrada.

"Puta madre, Marcel! ¿Acaso tengo que decirte todo? Tienes que tocarme sin esperar mi pedido, puedes tocar donde tú quieras. SOLO HAZLO!" Hablé fuerte y él no dudo antes de quitar las manos de mi cintura y ponerlas sobre mi culo, apretando mis nalgas con fuerza. DE ESO HABLO.

Él me impulsa con sus manos de tal manera que ahora puede controlar mis movimientos, me hace rebotar sobre su polla torpemente, sin meterla completa porque sus manos lo impiden. Apoyé mi cabeza en el espacio entre el cuello y hombro y tomé sus brazos tan fuerte como pude, lo besé en los labios y ambos gemimos en el beso.

"Marcel, estoy casi allí..." Gemí en su cuello mientras seguía saltando.

"Yo también!" Grito.

Movió sus manos de mi trasero hasta mis pechos agarrándolos con fuerza, y tiré mi cabeza hacia atrás sintiendo una ola de placer.

"Oh mierda bebé, justo ahí." Gemí cuando sentí que él empujó sus caderas hacia arriba. Él comenzó a corcovear sus caderas contra las mías con más rapidez. "Joder Marcel, me voy a venir." Él se estremeció ante mis palabras, pero gimió segundos después y me tomo por la cintura, luego comenzó a empujar sus caderas más duro mientras tira de mí para encontrarme con su empuje. Yo seguí su juego y empecé a moler mis caderas hacia abajo en un movimiento circular, sabiendo que él está muy cerca de su orgasmo. Marcel gimió de placer y dejo de moverse, lo que me hizo sonreír sabiendo que soy la primera en darle placer y escucharlo gemir.

"Dios..." Jadeó llevando una de sus manos hasta su frente para empujar el cabello mojado fuera de su cara. Es la cosa mas sexy que he visto en mi vida.

Sentir su polla entre mis paredes es lo mejor que jamás había sentido, mejor que el alcohol, mejor que las drogas, mejor que el dinero, mejor que la pizza. Se metió dentro y fuera de mi lo que pareció un centenar de veces. Ya puedo sentir esa punzada familiar en el estómago. Saltar se está haciendo más difícil ahora que me estoy quedando sin fuerzas, pero no me detengo. Mis gemidos se vuelven gradualmente más agudos como sus gruñidos se hacen más frecuentes. Él esta apunto de venirse y puedo sentirlo palpitar dentro de mi. Sus manos ahora recorren todo mi cuerpo y me siento en la gloria. Quien creería que me estoy entregando a un nerd, y lo peor de todo, quien diría que lo estoy desvirgando. Naturalmente los chicos deben desvirgar a las chicas, este caso es distinto, y es excitante.

Él golpea mi punto dulce y vuelvo a gemir, motivándolo a seguir. Sus brazos se envuelven firmemente alrededor de mí, sus uñas clavándose en mi espalda. Siento que voy a desmoronarme sobre él cuando sus caderas comienzan a moverse en círculos mientras se empuja dentro y fuera de mí. Esto le da un mayor acceso a mi punto G, ya que nuestras caderas se encuentran en ritmo. Rápidamente mis paredes comienzan a apretarse a su alrededor, y estoy empezando a tener esa sensación familiar que estoy a punto de correrme. Después de unos cuantos empujones y golpes en mi punto G repetidas veces, se puede decir que estoy cerca. Gritaba su nombre mezclado con blasfemias para ayudarlo a llegar también. El sonido de mi voz rebotando en las cuatro paredes de su habitación, agradezco que no haya nadie que pueda escucharnos.

Al observar su cara contorsionarse de placer mientras me aprieto alrededor de su polla, me hizo acabar más rápido.

"Oh mierda, mierda, mierda!" Gemí aferrándome a su espalda. En cuestión de segundos Marcel redujo sus movimientos. Incluso soltó groserías, lo cual me dejo sorprendida.

"Mierda, mierda, mierda, mierda. V-voy a...." No terminó su oración. Dejó escapar un fuerte gemido y paró sus embestidas, obviamente terminando dentro del condón. Se dejó caer sobre la cama, aun con sus brazos envueltos a mi alrededor.

Su respiración era pesada y robusta. El condón pronto fue desechado, se lo quite jalándolo por la punta, y lo tire a la papelera en el otro lado de la habitación. El chico quedo muerto sobre la cama, con sus ojos cerrados. Veo como su pecho se contrae de arriba hacia abajo a un ritmo rápido, jadeando para recuperar su respiración.

"Gracias." Dijo en un suspiro, sin abrir los ojos. Sonreí al ver su cuerpo sudado y sus pómulos ardiendo. Se ve malditamente perfecto después de follar.

"No hay problema, nene." Respondí, acostándome a su lado para descansar un poco, y pronto siento sus brazos nuevamente abrazándome. Suspiré profundo y cerré los ojos dejándome llevar por el sueño.

No sé cuánto tiempo pasamos durmiendo, hasta que abrí los ojos y vi que ya estaba oscureciendo afuera. Me giré sobre la cama para quedar frente a Marcel y admirarlo. Su cabello suelto completamente despeinado, cayendo sobre su frente, su boca rosada entreabierta, sus largas pestañas adornando sus ojos cerrados. Me pregunto dónde estoy. ¿Quién es este chico? ¿Estoy con un dios griego? Me empieza a gustar este juego. Estoy metida en su cama, bueno si, su cama que parece de un niño de 5 años, es pequeña y tiene figuras coleccionables de acción, pero eso no me importa. En este momento estoy cómoda, estoy en sus brazos, y soy la primera en tocarlo. La primera que puede besarlo, y la primera que puede sentirlo. Es mi nerd. Solo mío.

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Narra Marcel

Abrí los ojos con flojera y lo primero que vi fueron los ojos azules de Samantha mirándome con atención. Todavía tengo mis brazos al rededor de ella, y al darme cuenta los aparté inmediatamente. Ninguno de los dos decimos nada por un rato mientras nos miramos, saboreando el momento de mí primera vez, y su primera vez conmigo.

Gemidos; es mi nueva cosa favorita de escuchar salir de la boca de una mujer. Me hace sentir que estoy haciendo algo bien, que estoy haciendo que se sienta bien, porque sé que ella gimió ante algo que le hice. Me gusta ese sonido, y me gusta esa sensación.

Me siento feliz. Todo lo que ella me dice me da confianza. Tengo miedo de que Louis tenga razón cuando dice que Samantha solo quiere tener sexo conmigo, tengo esperanzas de que no sea verdad. No soportaría eso. No soportaría saber que ella solo quiere jugar conmigo sin importarle mis sentimientos. Simplemente no podría soportarlo. Me quebraría.

"Gracias por ser mi primera mujer, Sam. Fu-fue increíble." Decidí romper el silencio.

"Tú eres increíble, Marcel." Respondió con voz cansada.

"¿Como estuvo?" Me animé a preguntar con un poco de vergüenza. Para mí fue perfecto, pero quizás para ella no lo fue.

"Bueno tengo que ser honesta... En el sexo apestas, pero pronto serás un experto. Yo me encargaré." Eso fue algo muy duro de escuchar.

"¿Apesto?" Pregunté tratando de no sonar tan ofendido como me siento.

"Solo un poco, si no fuera por tu gran polla que hace maravillas serías un asco." Fruncí el ceño.

"Eres muy cruel. Fue mi primera vez, debió ser un asco porque soy inexperto... Tu dijiste que no te importaba que lo fuera!" Me moví un poco lejos de ella, evitando caerme de la cama.

"Es verdad. Solo estaba siendo honesta contigo, debes ser más liberal a la hora de follar, no puedes quedarte rígido pidiendo indicaciones... ¿Sabes algo? Te tengo la solución. Voy a regalarte 3 películas porno." Abrí los ojos como platos. Estaba esperando que ella soltara una carcajada anunciando que era broma, pero en vez de eso parece muy decidida y seria.

"Por supuesto que no voy a aceptar esas películas. Si mi mamá llegase a verlas le daría un infarto por tu culpa."

"No seas dramático. Simplemente escóndelas y no te las dejes ver por ella." Respondió simplemente como si fuera normal.

"¿Es necesario? ¿Realmente es necesario que vea esas películas?"

"Si, es muy necesario. Debes observar todo lo que pasa en las películas, sobretodo debes prestar atención a los movimientos de los hombres para que puedas aprender de ellos y luego practiquemos lo que aprendiste." Dijo sonriendo y luego incorporándose en la cama, tomando su ropa.

"¿Practiquemos? ¿Juntos? ¿Tu... Tu quieres practicar conmigo?"

"Por supuesto, Marcel. Ninguna otra chica se va a ofrecer voluntariamente para practicar contigo. Soy tu única opción." Sonrió colocándose su camisa.

"¿Ya te vas?" Pregunté frunciendo el ceño.

"Obvio. Tengo muchas cosas que hacer." Respondió antes de colocarse sus bragas y guiñarme un ojo.

"P-pensé que te quedarías por más tiempo." Bajé la cara, desilusionado.

"Oh, lo siento mucho Marcel, realmente debo irme. Tengo muchas cosas que hacer en la universidad, hoy es sábado recuerdas? No voy a quedarme aquí encerrada contigo todo el fin de semana." Finalmente se puso su short y tomo su cartera.

Reaccioné inmediatamente cuando ella levanto una ceja mirándome, esperando que me vistiera para despedirla y abrirle la puerta de mi casa.

Todo paso tan rápido que no me dio tiempo de asimilar. Yo pensé que ella estaba cómoda, y por un momento creí que se quedaría durmiendo aquí toda la noche... Pero soy un idiota, ella tiene cosas más importantes que hacer que estar conmigo todo el fin de semana. Por supuesto. Trataré de no sentirme mal por eso. Aunque realmente me duele bastante.

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Narra Samantha

Justo en la entrada del estacionamiento me esperaba John cruzado de brazos. Genial. Acabo de venir del cielo a encontrarme con el infierno. Puta madre.

Después de estacionar el carro, John se acercó a mí.

"¿Dónde mierda estabas? Me dejaste abandonado en la casa de fraternidad llevándote mi carro y me tocó dormir en el piso. ¿Me escuchaste? TUVE QUE DORMIR EN EL JODIDO PISO CON TODOS LOS CHICOS! Y sin manta!" Se quejo.

"Lo siento tanto.... No, en realidad me sabe a mierda si durmieron en el piso, o en el baño, o en la encimera. Realmente no me interesa." Dije sonriendo.

"Eres una egoísta de mierda, además es MI maldito carro y no te di permiso de llevártelo."

"Me sentí mal y tuve que irme, los vi tan entretenidos en la fiesta que no quise arruinar su diversión." Mentí.

"Eso es basura!!! No te creo nada." Dijo furioso.

"Realmente me dolía el culo!!" Sus ojos se abrieron como platos. "Joder, eso era todo lo que querías saber. No quería decírtelo porque son cosas muy personales."

"Bueno yo tampoco quería saberlo... Sólo pensé que tu habías sacado al nerd de la fiesta y por esa razón te habías desaparecido." Mi corazón se detuvo por un segundo al recordar la noche anterior.

"¿Qué? Claro que no. Estuve follando toda la noche con un chi..." Me interrumpió.

"No me interesa con quien estuviste follando. Lo único que quiero es que no vuelvas a llevarte mi carro sin permiso!"

"Está bien." Me encogí de hombros.

"¿Cómo mierda salió el nerd de la casa de fraternidad si no fue contigo?" Preguntó alzando una ceja.

"No lo sé, tal vez se fue caminando."

"Son más de 80 kilómetros, es imposible que se haya ido caminando, además estaba completamente drogado. No podía mantenerse de pie." Cerré los puños con fuerza tratando de controlar mi furia.

"Entonces quizás se fue volando. Ya deja de molestar a ese chico, ya tuvo suficiente anoche."

"Si, los chicos de la fraternidad lo amaron. Hasta lo quieren de invitado especial en todas sus fiestas, ¿que te parece?" Sonrió con satisfacción.

"No lo vas a volver a llevar a ninguna de esas fiestas. ¿Me escuchaste?"

"Nuestra reputación depende de él." Se encogió de hombros y bufe.

"No. Nuestra reputación no depende de un nerd. Podemos hacer cosas mejores, vamos, tienes que apoyarme, yo también soy líder y ya probé mi lealtad con el grupo, ahora tienes que valorar mi opinión. Sacando al nerd de todas tus mierdas, incluyendo las tareas. Ya déjalo en paz, así como dejaste a Tomlinson." John fruncio el ceño.

"¿Qué? ¿Y piensas que yo mismo haré mis tareas? Estás realmente loca, Bones. Ya me voy, pero antes te sugiero que dejes de fantasear... Y dame mis llaves." Le tiré las llaves del carro contra su pecho y él sonrió con malicia.

"No estás jugando limpio!" Grité enojada.

"Yo nunca juego limpio, nena." Se alejó.

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Chic@s lamento la tardanza, deben saber que estos capitulos son complicados de escribir :$ Espero que les haya gustado (Me rei mucho escribiendolo) HAHAHA No puedo escribir smut sin reirme xD okya

Gracias a todos por sus votos y comentarios. Realmente aprecio cada uno de ellos, ustedes me inspiran y los amo ♥ GRACIAS. No se olviden de votar x

¿Que les parecio el capitulo?