Capitulo 17.
Samantha encendió el motor y ya puedo sentir el corazón en mi garganta. Espero no arrepentirme de esta decisión. Nunca he tenido una cita. ¿Esto es una cita? No lo creo, dijo que me cambiará de look. No puedo creer que haya aceptado eso solo por estar con ella unas cuantas horas.
"Marcel no te asustes, voy a conducir despacio esta vez. El centro comercial no queda tan lejos como tu casa."
"Te lo agradecería." Respondí aferrándome al cinturón de seguridad. Ya había olvidado que su habilidad en el volante apesta.
"Pues, vas a tener que agradecerme muy bien." Dijo con un tono divertido, pero tengo el presentimiento de que está hablando en serio. Todo lo que ella dice tiene doble sentido, quisiera entender su lenguaje pero no logro entenderlo. Traté de sonreír pero en vez de eso me salió una mueca terrible de pánico.
En todo el recorrido no miré otra cosa que no fueran mis manos sobre mi regazo. El ambiente dentro del auto se siente pesado, es muy intimidante viajar con ella, tiene un extraño don de transmitirme corriente siempre que estoy a su lado, o cerca de ella. Debí sentarme en el asiento de atrás.
Cuando me bajé del auto y miré el gran centro comercial quedé boquiabierto. No visito muchos lugares como este, apenas salgo de mi casa para ayudar a mi mamá con el mercado. Esto es impresionante. Samantha puso los ojos en blanco y caminó hacia la entrada dejándome atrás.
Por dentro es más grande aún, hay muchas escaleras mecánicas y ascensores por doquier. Estoy ansioso por ver todo lo que hay.
"Me gusta esa tienda." Dijo Samantha sacándome de mis pensamientos y apuntando un lugar. "Tienes que probarte toda la ropa que venden allí."
Por el aspecto de la tienda puedo observar que la ropa que está en la vitrina no está a mi alcance. Es decir, yo jamás podría comprar ropa de esa calidad. Es demasiado dinero. Tomé una bocanada de aire y abrí la boca para decirlo.
"Pero yo no..." Me interrumpió.
"Marcel, no quiero pretextos. El día de hoy yo soy la estilista, tu puedes callarte la boca y hacer todo lo que te digo."
"No tengo dinero para comprar nada." Logré decir antes de que pudiera interrumpirme de nuevo.
"Oh, ¿eso es lo que te preocupa?" Asenti con la cabeza tímidamente. Estúpida timidez.
No debería avergonzarme por ser pobre, tengo todo lo que necesito y no me falta nada. Estoy muy agradecido con Dios por lo que tengo.
"Tengo suficiente dinero para comprar toda la tienda, rélajate." Frunci el ceño. Ella entró a la famosa tienda y yo la seguí.
"¿Cómo es que tienes tanto dinero?" Pregunté sin dudar.
"Herencia. Ahora entra a los probadores, yo te llevaré toda la ropa que me guste." Se perdió en la multitud y no pude preguntarle sobre la herencia. Pero no le crei absolutamente nada.
Me dirigí hacia los probadores y entré en una cabina. Afuera hay varios asientos y no entiendo cuál es su función, dudo mucho que sean útiles para probarse ropa.
Los probadores son muy grandes por dentro, estoy impresionado por la calidad de la tienda. No puedo dejar de sentir curiosidad por ver la ropa que Samantha eligió para mí. Estoy seguro que no tenemos los mismos gustos, y eso me aterra. Pero también quiero saber lo que a ella le gustaría que yo usara. Quizás... Solo quizás de esa manera logre fijarse en mí. Si empiezo a vestirme como ella quiere, tal vez algún día me mire con otros ojos.
Que patético suenas Marcel. ¡Ella jamás se fijaría en alguien como tú! Solo te está ayudando a cambiar. No confundas las cosas, abre los ojos.
Tengo que hacerle caso a mi voz interior, pero todavía conservo la esperanza.
"¿Marcel, dónde estas?" Escuché su voz y abrí la puerta del probador para que se acercara a la cabina. "Bien. Primero pruebate el jean oscuro y una camisa azul con cuello V sin mangas, te va a quedar genial. Yo elegí las combinaciones." Mostró una sonrisa satisfecha y tomé la ropa de sus brazos. Estaba a punto de cerrar la puerta cuando ella me detuvo. "Una última cosa. Debes salir a mostrarme como te queda cada ropa, de esa manera yo podré elegir la que más me guste." Hice una mueca y ella cerró la puerta antes de que pudiera protestar.
La ropa debería gustarme a mí, no a ella. Yo debería elegir cual ropa comprar... Pero claro, ella lo va a comprar con su dinero, debe ser ella quién tenga la última palabra.
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Narra Samantha
Me senté frente al probador donde entró Marcel y saqué mi teléfono para decirle a Georgia que me cubra frente al grupo mientras estoy afuera. Por supuesto que no le dije que estoy con Marcel, nadie debe saber que le compraré ropa.
Me distraje con el teléfono hasta que escuché a Marcel aclarándose la garganta y volteé para mirarlo.
La ropa le queda perfecta, el azul le asienta bien, pero hay algo que no me convence... Ese peinado y esos anteojos. Hice una mueca de disgusto y él pareció notarlo.
"¿No te gusta?" Preguntó mirando hacia el piso.
"¡Si! Me encanta. Pero déjame mejorar algo." Me levanté del asiento y me acerqué hasta el probador. "Bien, vamos a intentar una cosa con tu cabello." Llevé mis manos a su cabello y comencé a despeinarlo revolviendo todo el gel.
"¿Que haces? Me estás despeinando." Se quejó pero no me detuve hasta que todo su cabello quedó libre de gel. Mis manos quedaron enredadas con la maraña de cabello pero logré liberarlas.
Me alejé un poco y lo observé. Él se apartó el cabello de su cara y lo peinó hacia atrás, luce malditamente sexy. Se ve genial. Ahora parece un león salvaje con su melena suelta y despeinada. Me siento bastante satisfecha con lo que hice.
"¿Puedes quitarte los anteojos un segundo?" Le pregunté mientras doy un paso atrás para verlo mejor. Él se quitó los anteojos y me miró con expresión tímida. ¡Que gran cambio! Estoy asombrada con lo que veo frente a mí. "Vaya." Es lo único que puedo decir.
Marcel es guapo. Que digo guapo, él es hermoso. Es real e inexplicablemente hermoso.
"¿Cómo me veo? Me siento raro." Preguntó mirando la ropa que tiene puesta.
"Claro que si. Falta una cosa."
Me acerqué a él rápidamente y llevé mis manos a su cintura, tomé el dobladillo del pantalón y tiré de él bruscamente hacia abajo, hasta situarlos más abajo de su cadera. Un jadeo se escapó de sus labios y su cuerpo se tensó ante mi inesperado asalto.
"Los pantalones deberías usarlos a esta altura. Esos pantalones hasta la cintura no dejan ver tu fabuloso cuerpo." Me mordi el labio involuntariamente.
"Lo que tu digas." Nuestra cercanía es intimidante, él me mira directo a los ojos y yo todavía le sostengo el pantalón en su lugar. Estoy obligándome a no tirarlo completamente hacia abajo, con todo y boxers. La idea es muy tentadora. Sus ojos se ven mas verdes ahora que lo veo en la claridad. Simplemente me encanta.
"Me gusta como te queda esta ropa, te ves muy sexy sin mangas." Me obligué a dar un paso hacia atrás.
"G-gracias." Dijo esquivando mi mirada. "¿Puedo ponerme mis anteojos?" Asenti con la cabeza y él volvió a entrar en el probador.
"Ahora quiero que te pongas la camisa blanca de botones con el sombrero que te di. Dejate los mismos pantalones... Y sal sin anteojos."
"Bien."
Caminé de un lado a otro pensando en que mierda haré después de cambiarle el look a Marcel. Tal vez debería llevarlo a un hotel y enseñarlo a f0llar. Eso suena efectivo... Pero no tengo c0ndones en mi cartera. Puta madre, debí pensarlo.
La puerta del probador se abrió y Marcel salió con la ropa que le pedí que se pusiera. Mi respiración se atascó en mi garganta. Se ve perfecto. El sombrero me causa gracia, pero la camisa blanca de botones le queda muy bien, el único error fue que cerró todos los botones hasta el cuello. ¡Vamos! Todos sabemos que esos botones no se cierran.
Me acerqué a él y sin preguntarle le abrí los 3 botones principales, dejando a la vista su cuello y parte de su pecho. De solo verlo me causa 0rgasmo visual.
"¿Que piensas de esta ropa?" Pregunté sin dejar de mirar su pecho. Tiene una cadena con una pequeña cruz, también tiene pequeños lunares y su clavícula es extremadamente excitante. Quisiera besar todo el camino desde su cuello hacia abajo. Necesito pensar con claridad.
"Parezco un idiota." Rompió el silencio y no pude evitar reírme de él.
"Cierto... Ve allá y pruebate el pantalón negro con la camisa de cuadros... Y Marcel, ¡no te cierres todos los botones! Hazlo por respeto a la moda."
"Está bien." Volvió a encerrarse en el probador.
"Este es el último cambio. Después iremos a comer algo y te llevaré a la óptica para que revisen tus ojos. Estoy pensando que deberías usar lentes de contacto. ¿Que te parece?"
No tuve ninguna respuesta así que volví a sentarme. Un chico salió de un probador contrario y me miró con expresión divertida. Siento un poco de vergüenza, pensé que Marcel era el único en los probadores. Le mostré mi dedo medio y el chico dejó de mirarme y caminó lejos de mi vista.
Marcel tardó más de la cuenta con el último cambio, estoy perdiendo la paciencia.
Cuando finalmente salió del probador, se paro frente a mí con el pantalón negro y la camisa de cuadros rojos que le dije.
"¿Que te parece esta?" Preguntó tímido.
"Da una vuelta." Él frunció el ceño pero luego dio una vuelta y mis ojos se desviaron directo a su trasero. Ese pantalón le queda ajustado y mi nivel de calentura está aumentando. "Me encantan esos pantalones. ¿A ti te gustan?" Negó con la cabeza.
"Es muy apretado, creo que me está obstaculizando la circulación. Siento que si doy un paso al frente se va a romper por la parte de atrás. También me está molestando en... Ya sabes, me aprieta mucho en mis genitales. Es un pantalón muy incómodo, no me gusta. Ni siquiera sé como pude entrar en ellos, será difícil sacarmelos." Solté una carcajada. Me emociona el hecho de que él este hablando conmigo sin tartamudear, es un gran avance.
"Yo puedo sacártelos." Abrió los ojos como platos y sus mejillas se tornaron rojas.
"No, gracias." Volví a reír.
Ese pantalón realmente le queda muy ajustado. Tal vez lo escogí al propósito porque sabía muy bien que no era su talla desde el principio cuando lo tomé del montón de ropa. Sin embargo no me arrepiento de haberlo escogido. Se le marcan todas las piernas y yo estoy disfrutando la vista desde aquí. Sobretodo la parte delantera que está justo al nivel de mis ojos -ya que estoy sentada y él está parado frente a mí- Que cosa mas entretenida. Esta posición es perfecta para darle una m#mada. Tengo ganas de hacerlo desde que lo vi en la ducha. Tienes que ser muy paciente y amable con él, si no quieres que te mande a la mierda. Respiré profundo e ignoré todos mis pensamientos retorcidos.
"Esta bien, compraremos el otro pantalón que te pusiste antes. ¿Ese te gustó?" Él asintió con la cabeza. "Perfecto. Ve a ponerte tu ropa, ya nos vamos."
Volvió al probador por última vez. Hice mi mayor esfuerzo por esperarlo sentada... Pero mi instinto me obligó a caminar hacia allá y abrir la puerta.
Para mi sorpresa ¡lo encontré en ropa interior! Justo se estaba quitando la camisa. Demonios, es muy sexy.
"¡Oh por Dios! ¿Que haces? ¡Sal de aquí! Estoy desnudo." Trató de cubrirse con las manos pero fue inútil. Miré su pecho fuerte y su abdomen marcado y me detuve en sus piernas blancas y tonificadas. Solo deseo arrancarle la ropa interior y f0llarmelo en el probador. "¡Necesito privacidad, Samantha! Por Dios del cielo."
Cada vez que pronuncia mi nombre siento que un escalofrío recorre mi espina dorsal. Quizás es por su raro acento británico, o por su ronca voz... O porque lo pronuncia con tanta delicadeza que me derrite. Me encanta cuando dice mi nombre, me encanta más de lo que alguna vez podré admitir.
En mi vida he conocido chicos hermosos, chicos musculosos, chicos altos, chicos inteligentes, chicos sexys... ¡Pero Marcel tiene todo eso! ¿De dónde ha salido este chico? Al parecer bajó del cielo.
No tiene el cuerpo muy marcado, pero me conformo con lo que tiene. Nunca me han gustado los chicos demasiado musculosos, tanto que al tocarlo pareciera que estás tocando una pared. A mi me gustan los chicos con un cuerpo natural, ni tan flacos, ni tan explotados, y mucho menos gordos. Marcel cubre todas mis expectativas en cuanto a cuerpos se refiere. Tiene el abdomen un poco marcado, unas buenas piernas, un trasero firme, la V bien marcada, unos brazos fuertes, y una gran p0lla. No necesito mas nada en un hombre.
"¡CIERRA LA PUERTA!" Gritó desesperado.
"Deja el escándalo. No he visto nada." Mentí. "Date prisa, ¿quieres? No puedo pasar todo el día contigo en esta tienda. Hace calor aquí, y me está dando hambre." Cerré la puerta del probador y me quedé parada frente a ella.
"Cristo." Dijo del otro lado y me reí para mis adentros. Él es un chico muy tímido y claramente no se siente cómodo con su cuerpo. Quisiera decirle que no tiene de que avergonzarse porque es perfecto tal como es, pero tengo orgullo. Jamás le diría lo hermoso que creo que es. Sigue siendo un nerd.
"¡Vamos Marcel, tengo hambre!" Volví a apresurarlo.
"Santo Dios, ¿podrías ser más impaciente?" Sonreí, pero luego me aclaré la garganta y fingí molestia.
"¡Deja de nombrar a Dios y sal del puto probador ahora!"
"¡No voy a salir hasta que todo mi cuerpo esté cubierto! Ya deja de meterme prisa." Me mordi el labio ocultando la risa. Él habla muy gracioso, y usa palabras que ya nadie usa.
Pensar que está en ese probador sin ropa, me está torturando. ¡Necesito los putos c0ndones! A este chico solo le falta aprender a f0llar, de resto creo que he completado mi misión.
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Terminamos nuestra comida y pedimos postres. Marcel ha estado hablando sin tartamudear y eso me alegra mucho. Parece un chico más seguro de si mismo ahora, totalmente diferente al chico que conocí.
La he pasado muy bien en estas 2 horas que hemos compartido. Pensé que me aburriría y acabaría dejándolo en el centro comercial, pero me he divertido mucho más de lo que creí. Marcel ha sabido llevar las conversaciones y he descubierto que tiene buenas metas para el futuro. Realmente no le he prestado mucha atención, pero me gusta escuchar su voz.
"Este postre sabe a pies." Dije alejando el plato y haciendo una mueca de asco.
Marcel soltó una carcajada y me tomó por sorpresa. Nunca lo había visto reír de esta manera.
Él no para de reir y hasta se cubre la boca para seguir riendo. No me había fijado que cuando se ríe se le forman unos hermosos hoyuelos en sus mejillas. Creo que es la cosa más adorable que he visto. Casi quiero reir con él, pero no quiero arruinar el momento. El melodioso sonido de su risa me causa espasmos, y quiero escuchar ese sonido más a menudo. Quizás pueda lograrlo si me gano su confianza.
"Lo siento." Dijo cuando terminó de reir y se limpió la boca con una servilleta. "No pienses que me estoy burlando de ti, es solo que recordé un episodio muy gracioso de Friends." Una risita infantil volvió a escaparse de sus labios y no pude evitar sonreír al verlo.
"Descuida, nunca pensé que te estabas burlando de mí. Cuéntame de que se trata ese episodio, a veces también veo esa serie." Mentí. Nunca veo nada en televisión que no sea p0rno. Pero como dije antes, solo quiero escuchar su voz, aunque no tenga idea de lo que está diciendo.
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Me perdi el desayuno por dormir hasta las 8 am. Me comeré cualquier cosa en la cafeteria si tengo suerte.
Después de salir de la ducha me conseguí a Marcel rodeado de chicas en el pasillo.. ¿MARCEL!? ¿RODEADO DE CHICAS? ¿Que mierda? Me acerqué a la multitud y tomé a Marcel por un brazo. ¡El idiota se puso la ropa que compramos ayer! ¡Y no tiene anteojos! ¡Pero él no puede ver sin sus atojos! Maldicion. Estoy cabreada.
"¡Fuera de aqui pu.tas! No hay nada que ver." Nos alejamos de las chicas y lo llevé hacia mi habitación. Tenemos que arreglar este problema.
"Gracias por ahuyentarlas, no me dejaban caminar a mi salón." ¿Me está agradeciendo? Tengo ganas de matarlo.
"¿Que mierda se supone que estás haciendo?" Él me miró con el ceño fruncido en confusion.
"¿Que hice?" Preguntó después de un minuto de silencio.
"Te pusiste la ropa que compramos ayer. ¿Y que pasó con tu cabello? ¿Te peinaste con un ventilador?" Se tocó el cabello, y por su expresión puedo ver que está ofendido. "¡No puedes cambiar así! No puedes cambiar tu peinado."
"P-pero pensé que te gustaba mi cabello asi." Dijo bajando la mirada.
"Si me gusta, pero no puedes peinarte asi para ir a clases. Y definitivamente no debes usar esa ropa cuando tú quieras."
"¿Por qué ahora no quieres que use la ropa que me regalaste? ¿Te arrepentiste de comprar algo para mi? Es eso, ¿cierto?" Abrí la boca para decir algo, pero estoy tan enojada que se me fueron las palabras.
"No. Por supuesto que no, Marcel. Es solo que yo no te compré toda esa ropa para que la uses aquí."
"No comprendo."
"¡No quiero que la uses para ir a clases! ¿Esta claro?"
"¿Y cuándo podré usarla?" Frunció el ceño.
"¡Cuando yo te diga! Únicamente cuando YO lo diga." Levanté la voz.
"Eres rara, ¿lo sabías? Pensé que nos estabamos llevando mejor ahora, pero tu me confundes. Me compras ropa y luego me dices que no puedo usarla. ¿Entonces solo la tendré de adorno en el armario? ¿Es eso lo que quieres? Pensé que me ayudarías a cambiar."
"¡Eso trato! JODER, tu no entiendes nada."
"Te voy a devolver toda tu ropa. Yo no necesito nada de ti. Nunca debí aceptarla en primer lugar." Me dio la espalda y caminó hacia la salida de mi habitación.
"No se trata de eso, Marcel..." Cerró la puerta dejándome con la palabra en la boca.
¡Soy la persona mas jodida del planeta! ¿Que mierda está pasando conmigo? ¿Por qué le compré ropa a Marcel en primer lugar? Yo solo quería verlo con otra clase de ropa, pero ahora que ha llamado la atención de todas las pu.tas del campus me arrepiento de haberlo hecho. No puedo discutir con él. Necesito mejorar nuestra relación, no empeorarla.
Llegué a su habitación y toqué la puerta desesperadamente hasta que abrió. Volvió a ser el mismo de siempre, tiene su misma ropa horrible, su peinado y sus anteojos. Suspiré de alivio.
"¿Marcel, estás enojado conmigo?" Pregunté después de cerrar la puerta.
"¡Si! Debiste aclararme que solo cambiarias el look de mi armario." Se cruzó de brazos.
"No. No voy a cambiar el look de tu armario. Odio tu sarcasmo. Si vas a usar esa ropa, pero solo en ocasiones especiales."
"¿Cuáles ocasiones especiales?"
"Como por ejemplo... La fiesta que tenemos el viernes."
"¿Qué? ¿Me estás invitando a una fiesta?" Asenti con la cabeza. No debiste invitarlo, arruinará todo el plan.
"Si. Y te vas a poner una de las cosas que compramos ayer, te dejaré elegir." Traté de ignorar los comentarios negativos que dan vueltas en mi cabeza.
"No lo sé. La única fiesta a la que he ido..." Lo interrumpi.
"Ya lo sé, te llevaron a una fiesta de gays. Pero quedate tranquilo, esta vez iremos a una fiesta de personas populares. ¡Una verdadera fiesta! Te vas a divertir."
"¿P-populares? Pero yo no soy popular." Puse los ojos en blanco.
"Pasarás desapercibido. Todos te van a aceptar."
"¿Estás segura?"
"Claro que si. Mañana buscaré los lentes de contacto que te mandé a hacer. Vamos a divertirnos mucho en esa fiesta, pero no debes alejarte de mí."
"No me alejaré de ti." Respondió mirándome a los ojos y sonreí.
"Excelente." Caminé hacia la puerta y luego me devolví. "Oh, y Marcel... Me divertí mucho ayer. Espero que tú también la hayas pasado bien."
"Yo también me divertí." Lo escuché cuando me di la vuelta y salí de su habitación con una sonrisa estúpida en la cara.
Ya lo tengo en mis manos, y pronto lo tendré en mi cama.
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Copyright © yafanfiction
SKAHASKHASAS Hola :) En el capitulo anterior votaron por su pareja favorita #TeamMarantha asi que escribi este capitulo 100% Marantha (Soy una ternura) okya. Espero que les haya gustado y VOTEN ♥ bye.
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