Al llegar a la fábrica de juguetes todos se encontraban rotos y de un color negro profundo.

Conejo y yo caminamos por entre los muebles rotos al igual que la mayoría de juguetes. De entre los destrozos se encontraba un estuche de dientes.
Mire a de quien pertenecían. 《Son de Laura》

- ¡¿qué diablos estas haciendo Jack!? - escuche gritar detrás mi.

Mire hacía donde estaba conejo. El gritaba hacía Jack. Al observarlo lo noté con una expresión sombría mientras conjelava a Norte completamente.

- l-lo-lo ma-tas-te

- claro que no chica mestiza. ¿Por quien me tomas? - pregunto sarcásticamente frío.

- ¿qué demonios te está pasando. Regresa con vosotros. - dije pasando a conejo

- vaya vaya. Ya estás más grande - dijo pervertidamente a lo cual me moleste.

Toque el piso con ambas manos y engulli a Jack con la arenilla a la cual se cubrió con hielo y encerradondo a ambos en una cúpula de escarcha.

- ¡maldito copo de nieve caliente! - grite molesta - ¡sal de donde estes!

Como no escuchaba respuesta con unos hilos amarillos puse trampas de sensibilidad para sentir si pisaba alguno.

- crees que un juego tan banal te resultará. - se escuchó cercas de mi. Demasiado para mi gusto - estoy justo encima.

Me encasillo en la pared y se acercó a mi de forma provocativa por lo que sin dudarlo dos veces tome uno de los collares de mi bolsillo y los convertí en arena.

- si tienes hambre - dije provocativa haciendo que mirara hacía mi perfecto - ¡pues trataré esto!

Arroje la arenilla dentro de su boca y salí corriendo de ahí cuando tuve oportunidad. Antes de poder alejarme jalo mis ropas y sentí algo pincharme como una aguja.

Cuando corría, conejo rompió una de las paredes y gracias a ella pude salir. Justo en ese instante de la parte superior se escuchó el crujir del cristal y Jack escapando con el libro.

- ¡hey niña! - escuche a conejo levemente - ¡hey! ¿Me escuchas? ¡no te duermas! ¡Dayan!

Después de eso mi vista se nublo.