Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo Cinco


MAXINE BINNOTO

De vuelta en el resintió de Ferrari, mi ya segundo hogar.

Entró a las oficinas y a mi alrededor el personal se encontraba agitado. La presión que ahora todo el equipo conllevaba era mucho. No veía a una sola persona que no se encontrara preocupada por algún factor en la carrera. Las juntas de equipo eras demasiado largas, recién y podía ver a papá para cenar.

Ahora mismo caminaba sin ninguna ruta alguna. Ya había echo de todo allí en la oficina de papá esta mañana, necesitaba un respiro de las cuatro paredes.

Por los pasillos saludo a todas esas caras tan conocidas. Pero la realidad es que no deseaba encontrarme con ellos, allí solo buscaba a una persona en especial.

Habían pasado largos días sin haber visto a Charles o recibido una noticia suya. Tampoco ya no solía ir conmigo como lo hacía, en cambio cada noche regresaba sola a casa.

En su honor me aseguraba de utilizar la gorra de Ferrari que el mismo me habría obsequiado el segundo día que nos habíamos conocido. Una forma de sentirlo cerca de alguna extraña manera.

A mis espaldas siento un cosquilleo que me recorre toda la espina dorsal. Una mirada penetrante.

Giro sobre mis talones para encontrarme con los ojos coloridos de aquella persona que había tanto buscado.

Charles estaba de pie a unos cuantos metros de mi. Un grupo grande de personas lo rodeaban y hablaban, quizás dándole explicaciones pero aún así el no parecía estar escuchándoles del todo, puesto que su atención la tenía en mi.

Le sonrió un tanto nerviosa y veo cómo es que su sonrisa de el se agranda.

Tomando la iniciativa camino hacia con el. Nuestras miradas aún conectadas mientras que yo me acercaba.

—Andando. —entonces escuchó como una de las personas que lo rodeaban le ordena. Charles me otorga una mirada breve antes de ser arrastrado por todas esas personas hacia una de las oficinas de junta.

Esa fue la primera vez que lo logre ver en días, pero jamás espere que esos días se convirtieran en semanas.

Tres semanas más tarde entraba de vuelta a la oficina de mi padre, está completamente desierta. Me dedico a aprovechar el tiempo a solas como para empeñarlo en deberes.

Esa misma tarde me dirijo hacia la cafetería en busca de mi almuerzo.

Tomó asiento en una de las mesas al lado de los ventanales. Sonrió por inercia ante el recuerdo de mis amigos, como deseaba que estuvieran aquí.

Por su parte a Carlos había logrado verle un par de veces en ese lapso de tiempo, todas aquellas al habernos saludado brevemente en los pasillos, y/o que el me llamara vía videollamada.

Tras unos minutos más tarde terminó mi merienda y voy de regreso a la oficina de mi padre.

Entre los pasillos distingo voces y pasos apresurados de una pequeña multitud de personas. Y es entre todas aquellas cuando distinto a una persona en específico.

Me apresuró a ir detrás de esas personas.

—¡Hey! ¡Charles! —lo llamó apresurada. Veo cómo es que su mirada alza y me busca, el gira hacia atrás y me mira brevemente.

Ni una sola sonrisa asomó a su rostro como de costumbre, y en cambio una mirada sin expresión recibí. De nuevo dirigió su mirada al frente y continuó con su trayecto.

Quedó de pie allí.

Yo solo quería hablar con el, bromear como solíamos hacerlo. Me había vuelto cercaba a el que ahora en este lapso de ausencia comenzaba a sentirlo interminable. Solo quería su compañía, poder hablar como solíamos hacerlo.

El siguiente par de días varías veces logré mirar como el caminaba por la cedé completa, siempre de la mano de compañía de un grupo de personas. Varias veces logré sentir su mirada sobre mi, no me dimitía por girar a verlo. En cambio, ignoraba cómo es que el lo había hecho.

Me sentía una inútil por haberle adquirido afecto tan rápido, o por creer que el tendría tiempo como para convivir con la inútil hija del jefe.

Tres días más tarde recién llego a casa por la noche. Arrastró los pies del cansancio y con cierta dificultad me deshago de mi chaqueta y la cuelgo en el perchero junto a la puerta.

Papá aún no llegaba puesto que la casa estaba completamente desierta. Me dejó caer en el sillón de la sala sin muchos ánimos. En cuestión de segundos quedó dormida.

No sabría con certitud cuánto tiempo había pasado, un par de horas quizás, pero cuando abro los ojos aún me encontraba sola en la sala principal.

El ruido de mi móvil en la mesa frente a mi, ese mismo molesto tono que me había provocado despertar.

Maldigo a lo bajo e intento tomar mi teléfono aún con los ojos cerrados. Pronto todo ese sueño que tenia se esfumó. Me incorporo abruptamente en el sofá al leer el nombre en la pantalla de mi celular.

Charles.

¿Por que me llamaba? ¿Que quería? Me resultaba extraño su llamada en especial teniendo en cuanta de las horas que eran y que en estas par de semanas no habríamos hablado.

Me cuestiono si responder o no. Más de una ocasión había pensado en llamarle yo misma, no por nada habríamos intercambiado números telefónicos, pero jamás creí que el sería el primero en utilizarlo.

Cojo aire con dificultad y respondo la llamada.

—¿Hola? —atiendo la llamada con mi voz un poco adormilada e intentado padecer de lo más relajada posible.

—Maxine. —me llamo el, de pronto todo ese enojo que llevaba con el en estos pasados días se habían esfumado con tan solo escucharlo llamarme por mi nombre.

—Hola.

—Hola. —casi podía imaginar cómo es que el se encontraría sonriendo ahora mismo. —¿Estás en casa? —entonces pregunta y salgo de mi ensoñación.

—Mhm, si.

—¿Te importaría salir?

—¿Disculpa?

—Estoy afuera, Maxine. —su firmeza al otro lado de la llamada me indicó de que el no mentía. Era un hecho.

—¡¿Que?! —exclamó. Corro hacia la venta más cercana y desde allí logró distinguirlo. Charles me saluda desde afuera con una sonrisa al verme por la ventana. —Ahora voy. —le digo aún con mi teléfono en la oreja, tras eso corto la llamada.

Corro al baño a toda prisa. Una mueca de desagrado se forma en mi rostro al ver el estado de mi cabello y el poco rímel corrido, como puedo arreglo mi cabello y maquillaje. Sonrió un tanto satisfecha.

Cojo un gran bocado de aire, de pronto me sentía nerviosa.

Abro la puerta principal de mi casa, mi sonrisa se engancha al verlo de pie en el inicio de las escaleras principales, su auto estacionado justo tras suyo.

El frío aire de la noche golpeó mi cuerpo, por instinto llevo mis manos hacia mis brazos e intento proporcionarme calor mientras que bajaba las escaleras hacia con el.

Charles me recibe con una cálida sonrisa. —Hola. —saludó el.

—Hola. —le sonreí. Dudo un momento sin continuar o no, si debía de reclamarle o no. Tras armarse de valor, habló; —¿Por que me ignoraste, Charles? —su rostro fue un mar de emociones. Su expresión cambió por una de tristeza combinada con cierto rastro de confusión. Mi comentario le había afectado, o quizás el no esperaba que fuera tan directa.

Veo cómo su mirada cae hacia el suelo, su mano izquierda inquieta subió hasta su cuello, el exhalo todo el aire que llevaba contenido. Sus ojos volvieron hacia los míos.

El avanza hacia mi y por instinto yo retrocedo dos pasos más.

—No quise hacerlo. —decaído admitió.

—Pero lo hiciste. —le reclame, su expresión de triste creció. Se le notaba arrepentido. —¿Por que? —volví a preguntarle. No obtuve respuesta. —Solo... yo solo... yo quería estar contigo. —confieso nerviosa, fue casi inevitable no contener el tartamudeo.

Una sonrisa de lado apareció en el rostro de el, esta al igual que su rostro reflejando ternura.

Charles volvió a avanzar hasta mi, esta vez no retrocedí. Su mirada conectada con la mía provocaba un cosquilleo.

—Yo también te extrañe, Maxine.

Sonrió al escucharlo. No me contengo y lo abrazo del torso, bajo mis brazos siento como es que Charles se relajaba y pronto sus manos también envolvieron y aferraron mi cuerpo con fuerza.

Mi enojo con el ya había desaparecido, ¿a quien engañaba? Lo había extrañado. Lo había hecho mucho que ahora que me abrasa con fuerza a él sentía como es que por fin volvía a sentirme en paz.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro