Pequeña niña, lamento decepcionar te, pero no vivimos en un castillo como soñaste, no tengo un millón de mascotas y el doble de amigos, no encontré al príncipe azul y menos la cura del cáncer.

Pequeña princesita, descubrí que no vivimos en un cuento de hadas y que no importamos mas que a un puñado de gente, que los malos no son ni brujas, ni monstruos, se camuflan entre los buenos. También descubrí que el lobo no siempre fue el villano, sino que te lo pintaron así.

Linda princesita, disculpa a esta pobre plebeya por dejar que opacaran tu brillo por muchos años, sigues mereciendo lo mejor.

Mi pequeña yo, debo confesarte que no todo ha sido malo, los amigos que tengo valen mas que el oro,y aunque sin castillo, amo mi hogar. ¿Y a quien le importa el príncipe azul? Nunca lo hemos necesitado pues nuestro verdadero sueño es volar por las nubes. Pequeña princesita, puede que dejada de ser princesa, pero ahora soy cual ave, surcando los cielos, cruzando el mar y viendo mas de lo que pudiste imaginar.