¡Corre!
Jihoon podría no ser el más rápido del colegio, ni siquiera era el más rápido de su clase, pero en esos momentos, con sus cortas piernas a comparación de quien lo seguía y su cansancio no podía detenerse, no podía mirar atrás aun si su vida dependiera de ello, porque sabía que con solo verlo su corazón saltaría y los pequeños pétalos de colores rosa y azul saldrían disparados. Debía correr, y debía hacerlo rápido. Pero ¿Cómo llegamos a esto?
Se levantó como todos los días de su cama y camino descalzo por su habitación dirigiéndose al cuarto de baño, su cabello alborotado molestaba un poco por lo que tallo sus ojos con ambas manos. Cuando por fin estuvo frente al espejo dio unos cuantos parpadeos y se miró de manera directa, todo seguía igual, sus pequeños ojos, sus labios, sus mejillas, su cabello rosa... Espera ¿Cabello rosa? Su boca formo una perfecta "o" agitando su rosado y lacio cabello, por dios, ya había llegado la hora de pararse frente a su persona destinada y entregar todo su amor ¡Pero aún no estaba listo! Su apariencia aun no era la que él deseaba y ese mismo día presentaba un examen. Golpeó sus mejillas y giró una vez quedando de espaldas al espejo, seguramente su madre estaría feliz y su padre haría una parrillada para cuando él llegara, pero ¿Cómo decirles? No tenía el valor de verlos a los ojos y decirles que no esperaran una chica en su destino.
Esto era confuso, dio vueltas en el baño recordando cada detalle del gran cambio; Todos tienen una pareja destinada, cuando llega la hora de verla frente a frente el cabello se tiñe de colores extraños antes del gran encuentro, cuando esto sucede y la pareja se mira directamente su corazón salta en fragmentos que parecen ser pétalos de colores, así el cabello regresa a su color natural y técnicamente encuentras el amor de tu vida, ese era el gran cambio. Pero todo esto se amolda a un aspecto importante... la sexualidad, y no, no es como si pudieras cambiar de pareja destinada, pero podrías darte cuenta cuando te llama más un género que el otro desde siempre, lo normal. Y Jihoon aún estaba en negación, pero por dios ¡Su cabello era rosa! ¿eso que debía significar? ¿No podría ser un azul masculino? ¡o un gris como el de Mingyu o castaño como el de Wonwoo! O podría seguir sin todo eso, como Jeonghan quien era mayor que él. El destino era difícil.
Tomo su decisión, se colocó una gorra ocultando su cabello y se alisto para salir de casa. Bajo las escaleras asomándose por si había alguien alrededor, para su buena suerte estaba solo. Agarró sus cosas y camino a la puerta, pero una reconocida voz lo detuvo.
—Jihoonie— Canturreó Seungkwan, uno de sus pocos amigos que tenía viviendo a un lado suyo y que su madre adoraba. Un chico algo regordete y cariñoso con cabello teñido de rubio. —¿Por qué llevas una gorra? Tu nunca llevas una...
—¿Qué haces en mi casa?— Preguntó evadiendo el tema de su gorra, por suerte Seungkwan sonrió y dio la excusa de siempre.
El camino a la escuela fue lento por sus dudosos pasos y recurrentes paradas en cada tienda comprando cosas para su regordete amigo, aunque este no las quisiera, era una forma de repasar todo lo que había estudiado y retrasar el tortuoso momento de su encuentro. No es que Jihoon no quisiera una pareja, él ansiaba encontrar a quien seria el amor de su vida ¡Pero para eso necesitaba tener su vida en orden! Y encontrar a su pareja ideal el mismo dia en el que presentaría un examen no era lo indicado, aparte de la idea de lo incomodo que seria para su familia. Todo sería mejor si su cabello se tiñera años despues, viviendo solo, y no siendo nada joven. Pero ahí estaba; con las piernas temblando y el gorra bien sujeta.
—Uy, que miedo— pronunció Seungkwan deteniéndose en seco y ocultándose detrás de Jihoon. —¿ya lo viste? Allá— apuntó con el dedo hacia a un chico en específico que rondaba por los jardines de la escuela. Su cabello de colores resaltaba, pero no tanto como su mirada de querer acabar con el mundo. —¿Qué crees que busque?
—¿Minghao? Es un estudiante de intercambio, tal vez busque su clase.
—o a alguien a quien enterrarle una navaja ¡Nada mas míralo! Él debería estar feliz, hoy encontrara al amor de su vida, no tiene por qué llevar esa cara.
Woozi soltó una pequeña risa por el comentario de Seungkwan. Si, Minghao tenia una expresión que daría miedo hasta a un sicario, pero quizás también pasaba por su misma situación o simplemente no quería a nadie en su vida, eso seria comprensible. Los chicos se rejuntaban y le abrían paso al extranjero causando una graciosa imagen.
—No creo que...— Se detuvo.
De ahi todo fue en cámara lenta; verlo girar su rostro en su dirección con el cabello azul, verlo entre sus amigos y con esa agradable sonrisa, verlo lo hizo sentir como todo su interior se congelaba y explotaba a la vez. Fue ahí cuando la voz de Seungkwan se hizo lejana y con algo de eco, porque Jihoon estaba en trance, un largo trance del que no podía salir, hasta que su regordete compañero retiro su gorra para darle aire con la misma, ahí fue cuando su cabello rosa fue descubierto.
—¡Oh my gat!— Seungkwan gritó sorprendido y Jihoon reacciono al ver al chico de cabello azul acercarse con una gran sonrisa. En un segundo giró a ver a Seungkwan en busca de ayuda, su rostro expresaba el más puro miedo. —¡Corre! ¡Run! ¡Largo!
¿Por qué correr? Si ahí mismo estaba la persona que más amaría en el mundo, si ese era su destino y ... Oh, tarde, ya había empezado a correr.
Llegando a este punto; correr nunca se le había dado como algo innato, pero ahora sentía que sus piernas eran más rápidas que nunca, porque estaba corriendo bastante rápido, tanto que atropello a un chico en una bicicleta y ni siquiera se detuvo a verlo.
—¡Jihoon!— escuchó su voz tan cerca que aceleró el paso. —¡Lee Jihoon!
Pero realmente tenía una razón, había un trasfondo en el grito de Seungkwan y todo cuadraba acomodando sus pensamientos. Y es que su pareja, el amor de su vida, su desde ahora único amor era nada mas y nada menos que... Kwon Soonyoung. La persona que mas odiaba en el mundo.
No peleaban ni discutían, de hecho, dudaba que Soonyoung tuviera en cuenta que lo detestaba con el alma, pero para Jihoon estaba claro, porque le asqueaba ver su estúpida sonrisa todos los días, escuchar su voz hacer bromas era una tortura y sus tonterías siempre hacían que soltara un suspiro con deseos de estampar sus cosas sobre su fea cara. Lo odiaba, realmente lo detestaba y ahora estaba huyendo de él.
—¡Detente donde estas Jihoon!— gritó Soonyoung tratando de alcanzarlo, pero eso no estaba en los planes de Jihoon ¡Si era posible seguiría corriendo hasta el fin del mundo! Sin darse cuenta ya había llegado al centro de la ciudad, donde la gente se reunía y se empujaban entre ellas.
Izquierda, derecha y corrió saltándose la pequeña barda, porque o se decidía a dónde demonios ir. Soonyoung hizo lo mismo pero tres veces más rápido, porque solo a Jihoon se le ocurría poner a prueba su condición física cuando sabía bien que la de Soonyoung era mejor. Mo perdió ni un segundo más y entro a un callejón creyendo que lo perdería, pero no, solo consiguió entrar a la zona de moteles, mala idea. Con todo esto, pareciera que realmente todo quedaba muy cerca, pero de nuevo; no, solo que Jihoon estaba tan distraído corriendo que no había notado los minutos pasar, solo se había concentrado en el ardor de sus extremidades y el sudor que comenzaba a mojar su uniforme. Seguramente Soonyoung se estaría derritiendo en esos momentos, porque ese hombre sudaba tres veces más de lo normal.
—¡No puedes correr por siempre!
—Si, si puedo— Respondió entrecortado por la falta de aire.
—¡Te vas a cansar!— Error, porque ya estaba que se moría de cansancio, sus piernas querían renunciar, él quería renunciar, Soonyoung quería que renunciara ¡¿entonces porque demonios corría?! Ya ni siquiera le importaba que fuera un chico, incluso hubiera deseado otro, uno que no fuera el maldito de Soonyoung. —¡Ni siquiera sabes a dónde vas!
—¡Lejos de ti! — Y no mentía, porque realmente lo estaba haciendo.
Su cuerpo comenzó a fallar cuando llegaron al parque central, primero fue bajando la velocidad, intentaba no girar para ver a Soonyoung, eso solo lo empeoraría, asi que se mantuvo estable y tomo todo el aire que necesitaba para comenzar de nuevo a correr. Dejo de escuchar los pasos de Soonyoung a causa del pasto, dio una vuelta para asegurarse de que lo había perdido y asi fue. Logró respirar.
Se mareo por todo el esfuerzo, el lugar le estaba dando vueltas y él aun no podía recuperar todo el aire perdido, inhalaba y exhalaba con fuerza. Estaba libre, estaba a salvo o eso pensó antes de que lo tomaran con fuerza por la espalda. Definitivamente era él, porque estaba tan empapado en sudor que le asqueo un segundo, pero por dios, era el amor de su vida despues de todo y con solo tocarlo su corazón estaba hecho un lio. Forcejearon unos segundos que parecieron minutos hasta que Jihoon se soltó, se apartó de él y lo encaro a una distancia considerable, la suficiente para que su corazón no estallara. El silencio invadió el ambiente mientras ellos trataban de retomar el aire.
—Déjame hablar— dijo Soonyoung aun con dificultad confiando en que Jihoon no volvería a huir. —Solo escúchame.
—¡No!— gritó. —¿Por qué no te vas con otra persona? ¡Le agradas a todo el mundo! Sé que si nos negamos ahora pronto encontraremos a alguien mas, alguien mejor ¡Encontraras a una persona que le agrades y te quiera! ¿Por qué no ese chico extranjero? ¡o Jeonghan! Él necesita a alguien, y tú lo haces reír, le encanta pasar tiempo contigo ¡Incluso le agradas a todos los profesores! Consíguete a quien quieras, pero déjame en paz— Habló casi sin respirar, era la primera vez que pensaba en negarse, porque desde pequeño nunca había pensado en hacerlo, era algo que simplemente ocurría y de lo que no podías huir. —Es... nosotros decidimos esto, yo deseo quedarme con el cabello rosa...o morado o azul o del color que se quiera poner, solo déjame en paz, porque no voy a amarte.
"No voy a amarte"
—Yo se...se— intentó hablar, pero estaba claro que aún no se recuperaba del todo. —se que no te agrado, me detestas, aunque yo siempre intente dejarte en paz, aunque me vaya cada vez que llego, aunque saque mis mejores chistes o deje de hacer tonterías cada que te veo..o eso intente, aunque haga todo eso ¡Tu sigues insatisfecho! ¡Sigues odiándome! No importa lo que haga— inhalo fuerte ocultando su rostro al mirar al suelo y recargar sus manos sobre sus rodillas, pero Jihoon busco su rostro un segundo. —Hoy, cuando mi cabello se tornó azul, sabía que serias tú, y por un momento creí que me amarías de la nada, y ambos seriamos felices... y... y ... ¡Nunca he sabido decir lo correcto!
Y lo mostraba titubeado en sus palabras, cortando algunas y sustituyéndolas por otras, porque Soonyoung no era alguien que guardaba poemas en su cabeza para sacarlos ante cualquier situación, no, era un chico normal a quien le encantaba bailar y hacer feliz a la gente.
—Pero...— Continuó —Déjame intentarlo, tal vez, pueda hacer que me quieras solo un poco, o que al menos me soportes... No seré tu pareja ni tu amor, pero no me prohíbas amarte y mostrarte que lo hago, yo quiero pensar en mí, quiero que pienses en mí solo por este día, hazlo como un favor por estos tres años que yo pensé solo en ti.
Congelado o indiferente, describir a Jihoon en esos momentos seria mas fácil si cualquiera pudiera leer la mente. Se acercó con paso lento y dudoso tomando por sorpresa a Soonyoung, porque ni él mismo se esperaba lo que hacía, tampoco esperó tomar su mano derecha y estrecharla con la suya propia.
Explotó, su uniforme ahora tenía un agujero y los pétalos rosas y pocos azules cayeron sobre ellos como lluvia una vez el aire. Y una sonrisa se asomó entre ellos, una sonrisa que Soonyoung jamás había visto. Era normal, y aceptaba que Jihoon no le entregara su amor como él lo hacía, porque tenía que aceptar cuando no lo amaban. Pero Soonyoung ya podía estar en paz, ya había explotado y su sonrojo terminaba ese gran cambio.
&
—¿Hasta cuándo te quedaras con el cabello rosa?— preguntó Seungkwan dos días despues en el aula de clase, dentro de unos minutos darían la calificación del último examen que habían presentado. —No se te ve nada mal pero el cabello de Soonyoung ya regreso a la normalidad.
—se ira cuando encuentre al amor de mi vida— respondió sin rodeos mientras cambiaba de página. —¿sabes Seungkwan? — Suspiró cerrando el libro. —aun siento que estoy corriendo, estoy tan cansado y no tengo un rumbo al cual ir, solo corro de lo que ya no me está siguiendo... Pero yo lo hago porque me gusta dar vueltas sin razón.
—¿a qué te refieres? ¿Quién te seguía?— Seungkwan se mostró genuinamente confundido por las palabras de Jihoon, pero no había de otra, ese enano no se detendría a explicarle.—¿y porque ya no te sigue?
—Porque ahora me está esperando. — Fue cuando vio a Soonyoung entrar al aula con una radiante sonrisa entre sus amigos, ya no le molestaba escucharlo reír o su presencia, poco a poco ese odio irracional se desvanecía y ambos lo estaban notando. —tal vez estoy listo para dejar de correr.
Seungkwan se encogió en hombros sin llegar a comprender, pero eso no le importaba a Jihoon, mientras para él estuviera claro no tendría que dar explicaciones, porque existía una manera más fácil de explicarlo pero se negaría a decirlo.
Una última palabra salió de la boca de Seungkwan apuntando a un par de chicos que reían alegres y tomados de las manos, ambos se sorprendieron un segundo y despues comenzaron a reír de igual forma.
—Creo que encontró lo que buscaba— Dijo Jihoon al ver el rostro sereno y feliz del alumno de intercambio.
—o ya le clavó una navaja a alguien.
—también podría ser que dejo de correr.— como él lo haría.
No hace falta decir que no aprobó el examen. Pero al menos Soonyoung le haría compañía estudiando para uno próximo.
Acabo de descubrir que me gusta mucho el SoonHoon <3 y que los finales nunca me salen :'D
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro