Me desperté de repente. Otra vez había soñado con aquel chico de la escuela que me miraba como loco. Desde aquella vez que lo vi siempre me lo encontraba por "casualidad", pero nunca me atreví a hablar con él; cuando lo veía siempre tenía esa sonrisa grande, loca y que podía pertenecer a algún monstruo debajo de la cama de un niño.

Algunas ocasiones me intentaba hablar, pero yo solo lo ignoraba y me iba del sitio, ya que me daba algo de miedo. Aparte de lo anterior, ese chico tenía la misma voz de la persona del bosque que había dicho mi nombre. Siempre me preguntaba si era una ilusión o en verdad había una conexión con lo que me había pasado, pero quiero dejar de pensar en eso.

Me levanté e hice mi rutina de la mañana, después agarré mi teléfono y un chocolate que encontré en la cocina, para luego sentarme a ver una película, hasta que escuché a alguien tocar la puerta. Paré el vídeo y me levanté del sofá, fui a abrir la puerta y miré a ambos lados, derecha y luego izquierda. Iba a dar un paso para ir a investigar hasta que mi pie tocó algo en el suelo, era una caja, la recogí del piso y fui al comedor dejando el paquete sobre la mesa para después ir a la cocina.

Regresé al comedor y abrí la caja, dentro había un vestido rojo que vi hace poco en la tienda de ropa; tanto que lo anhelaba, pero mi mamá no pudo comprarlo porque era muy costoso. Agarré el vestido para desdoblarlo, pero noté algo caer, era un sobre. Dejé el vestido encima de la mesa, recogí el sobre del suelo y lo abrí. Curiosa comencé a leer la carta que venía dentro.

Para: Lupe.
Querida Lupe, ayer vi como mirabas este vestido, pero no lo compraste, así que decidí comprarlo para ti, no era tan caro así que no te preocupes, no es la gran cosa. No tienes que dar las gracias, es un regalo para que me dejes de ignorar.
De: Angel, tu admirador.

<< Es ese chico de la escuela ¿Cómo sabe dónde está mi casa? ¿Y por qué dijo que no es tan caro y que no era gran cosa? Que creído. >>

Solo puse el vestido en la caja y fui a mi cuarto para esconderlo ya que mi mamá seguramente preguntaría de dónde lo saqué, pero antes de eso agarre la carta, la rompí y la boté en el basurero. Mañana le tenía que devolver el vestido que me regaló ese tal Angel, cómo voy a aceptar un regalo de alguien que no conozco.

Miré la hora en mi teléfono, eran las 6:57 pm. Me fui a mi cuarto para dormir, mi mamá llega del trabajo a las 9 y tengo que despertarme temprano mañana, ya que es lunes y tengo clases. Me arropé para, al instante, quedarme profundamente dormida.

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