Creemos que existe un límite en el miedo. Sin embargo, sólo es así hasta que nos encontramos con lo desconocido. Todos disponemos de cantidades ilimitadas de terror. 

(Peter Hoeg)

Voy a contarles como sucedió todo esto.
Todo comenzó hace exactamente tres años con la llegada de los caminantes, infectados, zombies, muertos vivientes, o como deseen decirles.

El mundo tomó un rumbo muy distinto al que conocía en ese entonces.

Personas de realidades muy diferentes se encuentran y buscan la manera de sobrevivir a la caótica humanidad en la que se ven sometidas, luchando para que sus vidas perduren a cada segundo. En un mundo donde los infectados dominan y los humanos tienen que vivir en las sombras, con miedo de que esas bestias los coman o los infecten. Teniendo que sobrevivir en tierra de nadie.
Les contaré el horror que pasé a lo largo de esta masacre.

La infección.

Hace tres años:

Jackeline, una mujer bellísima, con unos hermosos ojos color caramelo y cabello largo lacio del mismo color, un día, la encontré por casualidad cuando corría en la mañana por un parque que frecuentaba.
Estaba leyendo en su tableta sentada en uno de los bancos de aquel parque.

Se me hacía conocida de algún lugar, no sabía cual hasta que recordé que ambos habíamos estudiado Agroecología juntos, no la recordaba mucho porque casi nunca habíamos hablado en clases. Le resté importancia y continué corriendo. 

Al cabo de 20 minutos, la vi acercarse hacia mí. Se acercó a paso tranquilo, parecía no reconocerme. Me pidió la dirección de la cafetería más cercana, le di la ubicación, me dio las gracias y siguió su camino. A partir de ese momento empezamos a encontrarnos frecuentemente.

Unas dos semanas después, pareció reconocerme y se acercó a mi. Empezamos a hablar y conectamos rápidamente. Intercambiamos números para salir algún día y así conversar sobre como nos fue años después de vernos. Con el paso del tiempo, nos convertimos en buenos amigos.

Luego de pasar mucho tiempo juntos, entre salidas al cine, al parque que recurríamos normalmente y otros lugares, nos volvimos cada vez más cercanos, al cabo de unos meses de amistad descubrí que estaba enamorado de ella.

No sabía como decírselo directamente, temía que luego de confesarme ella se apartara de mi y no me correspondiera.  Oculté mis sentimientos por un tiempo, ya que que temía su reacción. Luego de darle muchas vueltas al asunto y ver los pros y contras, decidí confesarme. Había preparado un discurso para decirle lo que sentía, estaba muy nervioso.

Habíamos coordinado en una hora específica, porque ambos estábamos ocupados la mayoría del tiempo con nuestros trabajos. Quedamos en vernos en una cafetería, la estaba esperando con ansias y nerviosismo. La vi llegar y levanté una mano para que pueda verme. Se acercó y se sentó en frente mío, un mesero vino a pedirnos la orden. Pedí un café mocha Blanco con un rollo de canela y Jackeline un espresso macchiato con un croissant de mantequilla. Nos pusimos a hablar sobre como nos había ido en el trabajo de la semana. 

Hicimos una pausa y aproveche para poder empezar a hablar sobre mis sentimientos hacia ella  y cuando iba a  hablar, me dijo rápida y casi inentendiblemente que estaba enamorada de mi y no quería que dejáramos de ser amigos, pero que tenía que decírmelo para quitarse un peso de encima. 

Se notaba su nerviosismo, estaba como yo antes de que empezara a hablar. Nos quedamos mirando con emociones encontradas por unos largos e incomodos segundos. Rompiendo el silencio, empecé a reírme a carcajadas. Jackie no entendía la situación y me veía con una cara de confusión.

Entre risas, le dije que a mí también me gustaba su rostro solo mostraba sorpresa y un deje de enojo. No me creía, empezó a recriminarme por mentirle de una manera muy cruel y jugar con sus sentimientos. Pude ver como lagrimas se acumulaban en sus ojos, asustado por su malinterpretación  le explique todo el plan que tenía, incluso le mostré el papel que tenía mi discurso. Se limpió las pocas lágrimas de su rostro y se puso a reír incluso más fuerte que yo.

Los otros clientes de la cafetería y los meseros nos miraban extrañados, así que le dije en un susurro a Jackie que fuéramos a otro lugar más tranquilo y con menos concurrencia. Pagamos nos repartimos la cuenta  y fuimos a un parque no muy lejano de la cafetería con nuestras bebidas en una mano.

A partir de ese momento, empezamos a salir luego de 2 meses forjamos una relación formal. Descubría que al empezar a salir formalmente, teníamos discusiones con mayor frecuencia, cuando peleábamos, hacíamos una pausa durante un rato, para evitar decir cosas de más que nos lastimarían a ambos. Tratábamos de dejar el orgullo atrás para reconciliarnos y así evitar una pelea más fuerte. Hablábamos acerca lo que nos molestaba y porque estábamos enojados. El tiempo pasaba rápido y sin darnos cuenta, ya llevábamos un año de noviazgo.

Tenía planeada una sorpresa, sentía el nerviosismo a flor de piel como la vez que me confesé. Había hecho una reservación en un restaurante lujoso. Era un 5 de marzo, lo recuerdo muy bien. La estaba esperando afuera del restaurante con un ramo de tulipanes, es su flor favorita.  La vi llegar con un atractivo vestido color azul oscuro. 

Al parecer ella sospechaba algo, porque cada dos minutos me preguntaba que estábamos haciendo ahí. Le pedí a la mesera que trajera una botella de champaña, y la sorpresa que preparé. Estuvimos charlando sobre como fue nuestro día hasta que vimos regresar a la mesera con la botella y una caja pequeña. 

Le agradecí, agarre la pequeña caja y me arrodille. La ví directamente a los ojos y le pedí que fuera mi esposa. Podía ver lagrimas brotar de sus ojos y como un susurro ahogado, escuche un "si".

Todo iba como viento en popa, habían pasado aproximadamente 1 mes desde la boda y la luna de miel. Hasta que noté un cierto nerviosismo en Jackeline, además del cansancio y fatiga que tenía algunas veces. 

Se me hacía extraño, porque nosotros preparábamos nuestra comida y no teníamos ninguna en mal estado. A la mañana siguiente me alarmé porque vi a Jackie, desde mi estudio, corriendo al baño con una mano en la boca. La seguí y pude verla sentada en frente de la tasa de baño, vomitando todo el desayuno que había comido hace menos de 20 minutos.  Le ayude con su cabello y cuando terminó, me miro con los ojos un tanto inflamados y con lágrimas por el esfuerzo. Con una voz temblorosa me dijo algo que cambio mi vida totalmente. 

"Estoy embarazada"

Con solo esas dos palabras  rompió toda la tranquilidad que había. En un momento no supe como reaccionar y lleve mis manos a mi boca. No lo podía creer, Jackie estaba embarazada.
Luego de salir de mi estupefacción nos miramos fijamente por unos cuantos segundos. Al instante la abracé y le dije que no se preocupara por nada. Le pregunte si ella se sentía bien con tener un bebé y que no me molestaría si no quería tenerlo. Pero ella dijo que era algo que quería desde siempre. 

Los meses pasaron volando. Al sexto, fuimos a su ginecólogo para ver el sexo del bebé, nos mostro a una mancha en su monitor y nos dijo que esa era la pequeña bebé. Si, era una hermosa niña anteriormente habíamos pensado en ponerle Sebástian si era un varón, pero como ese no era el caso, decidimos ponerle el nombre que pensábamos ponerle si era una niña. Amara, nuestro pequeño pétalo de flor de luna.

El nacimiento de mi hija estaba a la vuelta de la esquina. Había una joven que nos ayudaba, Sabrina, como tenía que salir a trabajar, ella se quedaba cuidando a Jackeline,  se quedaba a dormir con nosotros por si algún problema ocurría en las noches. Cuando solo faltaba una semana para que se cumplieran los 3 trimestres, deje de trabajar.

Nos encontrábamos en la sala de nuestra vivienda, Sabrina había salido al supermercado para comprar lo que faltaba en la despensa, Jackeline y yo estábamos viendo una película de acción en la televisión, me di la vuelta y pude ver a Jackeline, se había quedado dormida. Apagué un momento  la televisión y la cargue con cuidado hacía nuestro dormitorio, la deje reposando en la cama con almohadas a los costados para que se sintiera cómoda.  

Volví a la sala de estar y encendí el televisor y me puse a ver una película de acción, era un día tranquilo, se podían ver las nubes blancas y el cielo azul desde la ventana, fui otra vez a la habitación, pero esta vez para recoger mi tableta y ponerme a dibujar al personaje principal de la película.

Estaba terminando el dibujo y recibí una llamada. Me di cuenta que era de mis padres, contesté extrañado, porque normalmente el que me llama es mi hermano, ellos solo lo hacen cuando es una emergencia ya que ellos se encuentran en un país diferente.

—Li-Liam hijo escapa de ahí inmediatamente, huye u ocúltate en un lugar seguro con Am-amara y Jackie—su voz se oía muy desesperada y temblorosa.

—¿Qué pasa papá, por qué dices eso?

Hubo un largo silencio hasta que se escuchó un golpe tras el móvil. Luego una especie de gruñidos a lo lejano.

—De la nada aparecieron pe-personas que mordían y comían a otras— no podía creer lo que decía, es imposible que algo así suceda en la realidad— Al cabo de minutos, las personas mordidas, se convertían en lo mismo.

—¿Estás seguro de lo que viste? Puede ser solo un producto de tu imaginación...

—¡¿Cómo eso puede ser un producto de mi imaginación Liam?! Acaban de morder a tu mamá, ella me dijo que la dejará y te llamara para alarmarte. Tu madre está muerta y... a mí me falta poco, pronto van a derribar la puerta del sótano y me van a encontrar.

—No, papá, tú vas a estar bi—

—Cuídate, tu hermano, el había ido a visitarte por el nacimiento de Amara,  nos informó de que cuando llego vio militares llevándose a la gente en camionetas, lo agarraron y lo único que le dijeron es que iba a un lugar seguro y que la infección había alcanzado la capital.

Se escuchó como un trozo de madera se rompió y gruñidos cada vez más cerca

—Adiós hijo, nos vemos pro...

Escuché un estruendo y los gritos de mi padre eran lo único que percibía.

—¡¿Papá?! ¡Papá! ¡Di algo! No... papá.

La llamada había finalizado.

Repentinamente, empezó a transmitirse una noticia en todos los canales interrumpiendo el silencio, lo que había dicho mi padre, era cierto...  

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Bueno, este es el primer capítulo. Espero les este gustado la trama, si encuentran algún error ortográfico o quieren darme un consejo, no duden en decírmelo. Disculpa si me explayé demasiado con la presentación de la pareja principal. 

Nami—

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