CAPÍTULO 3
Tal vez era muy acosador de su parte seguir viendo al menor mientras dormía, pero es que aquellas mejillas regordetas le mantenían hipnotizado.
Muchas veces tenía cumplir los mandatos Dios le daba, a regañadientes, pero lo hacía.
Pero Dios una vez le pidió algo realmente importante, que no acercara a ese pequeño y tierno humano que justo ahora tenía a escasos centímetros de su cuerpo.
Por más que debería cumplir aquella norma, no lo haría.
Todos los humanos lo veían como el malo de una historia, de la historia de la vida, pero él, lastimosamente solo seguía ordenes de un dios supremo, exactamente, aquel enorme ser que todos los humanos adoraban, a quien le rezaban y admiraban, mientras que él, solamente era el demonio oscuro y sangriento que te chupa la sangre hasta dejarte como un cascarón vacío.
Él no era malo, solo era malo cuando tenía que serlo.
-Yoongi… - Una voz a sus espaldas lo llamó, sabía perfectamente de quien se trataba.
-Seokjin… - Los ojos del ser de la oscuridad, se estaban llenando de lágrimas.
¿Quién había dicho que él diablo no tenía sentimiento? Lo echaron del paraíso, solo por defender su posición, sus palabras, por haber sido esclavizado desde los inicios del nacimiento de la tierra ¿Y lo trataban como él malo?
-Es momento de irnos, ya casi amanece – Seokjin señaló la ventana del cuarto del menor.
-Seokjin, no me quiero alejar de él, estoy seguro de que si lo hago, cualquier demonio o ángel, puede venir por él- Miró a su amigo de una manera tan lastimera que hizo revolver cada parte del cuerpo de Seokjin.
-Jimin está más seguro a tu lado, podrás ser el rey del inframundo, pero él es tu destinado-
Señaló al pequeño dormilón.
–No sería correcto que lo dejaras ir, él va a crecer y nunca va a poder amar a nadie, ni a nada, porque no va a tener a su destinado, si te vas, él nunca va a ser feliz-
Yoongi expresaba temor con su mirada, sintiéndose estresado por todo el alboroto que rodaba por su cabeza.
-P-pero sabes lo que puede pasar si nos unimos, él y yo, el mundo…- Seokjin detuvo sus palabras.
-El mundo se puede ir al mismo infierno, hay que ser egoístas, no somos humanos, pero somos seres que tienen vida, tenemos sentimientos-
Tocó con delicadeza el hombro del ángel caído.
–Y tú por ser el diablo, no significa que no tengas derecho a amar-
Yoongi bajó la mirada, tratando de controlar a su estúpido corazón.
-El supremo le podría hacer daño- Vio el pequeño bulto en la cama, sintió ternura.
-¿Dios? Por favor, si él es el primero en alejarte de Jimin- dejó salir una corta risa –él sabe lo poderoso que es ese niño, más bien le tiene miedo-
Yoongi dejó salir una risita que contagió a Seokjin.
-¿Crees que sea hora de contactarme con Jimin?- Preguntó no muy seguro.
-Creo que es hora, de que pienses por ti mismo- Le dio un leve golpe en la espalda en forma de apoyo.
–Y si el fin del mundo está en las manos de ese niño, pues bienvenido sea, de todas formas, no es como si la humanidad no se mereciera eso-
Yoongi hizo una mueca.
-Solo me preocupo por los animales, la mitad de la raza humana están encarcelada en los calabozos de tortura del inframundo-
-Si vale la pena preocuparse por los animales- Sonrió Seokjin.
Yoongi iba a responder, pero una marca en el cuello de Seokjin le hizo preocuparse.
-¿Te salió otra marca?- Preguntó Yoongi, algo curioso, acercándose para ver mejor.
-¿Qué?- Seokjin se tocó el cuello y miró a Yoongi, después le dio una sonrisa. –No es nada-
Yoongi no se creyó aquello y jaló a Seokjin del brazo, subiendo su manga con brusquedad, haciendo que el menor se quejara. Yoongi visualizó varias marcas, en todo su brazo, hasta su hombro.
Eso era justo lo que no tenía que pasar.
-¿Por qué te están saliendo más marcas?- Preguntó con un nudo en su garganta.
Seokjin bajó la vista, para evitar contacto con Yoongi.
-No lo sé, salieron ayer- Yoongi suspiró pesadamente.
-Al amanecer buscamos a Namjoon-
Yoongi iba de camino hacia la ventana hasta que Seokjin lo detuvo.
-¡No! Min, no lo hagas más difícil- Seokjin jugó con sus manos, estaba nervioso –Fue desterrado por Dios, hace un año, lo dejó sin forma física, solamente desterró su alma, es un alma perdida Yoongi- Suspiró con pesadez.
-¡Pero es él puto cupido!- Yoongi lo miró con rudeza.
-Seguía siendo hombre Yoongi- Sonrió débilmente.
-Seokjin, si las marcas te siguen consumiendo, tú…- No terminó porque el menor le pidió que se detuviera.
-Solo enfocate en ti, tienes al próximo Dios como destinado- Señaló a Jimin. –No dejes que lo destierren con la muerte, yo estaré bien-
Yoongi se sentía como una basura, quería poder ayudar a su mejor amigo, el bello chico de mejillas regordetas y ayudarse a sí mismo en el proceso, pero la magia negra no lo puede solucionar todo siempre.
....
NOTA DE LA AUTORA:
Quiero aclarar que todo lo que pasa aquí es ficción, con esto no estoy buscando ofender ninguna religión y tampoco busco que piensen que Dios es malo, cada quien con sus creencias y se les respeta.
Pero en esta historia las cosas son un poco diferentes a como se cree realmente.
RECUERDEN QUE SOLO ES FICCIÓN.
Alex Moon.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro