XXXIIi 

No hay tiempo para llorar.

Entré sin dificultad al establo, habían pasado un par de días desde mi beso con Park Jimin y seguía sin olvidarlo. Eso me motivó a ir más temprano hoy a visitarlo. Ya pasé mucho tiempo tirado en mi cama, necesitaba centrarme e ir con Jimin porque crearía una bola de nieve gigantesca si no la detenía ahora.

Había más silencio del convencional, subí por las escaleras y abrí el cuarto de Jimin, mi ansiedad disminuyó al verlo dormido junto al minino, éste último se removió un poco con el ruido de las bisagras oxidadas.

Caminé sin dificultad por la habitación y sonreí al escuchar el ronroneo de ambos al dormir. Jimin estaba en posición fetal abrazado a su suéter azul y con Jack acurrucado bajo el mentón.

Me siento para velar por el sueños de los dos y no tengo otra opción más que esperar. Ahora que lo pienso, jamás cavilé en los horarios de sueño de Jimin, creo que tomaba una siesta antes de la hora de mi llegada para despertarse ante mi visita.

«Miau», escucho a Jack mientras se remueve entre el cuerpo de su acompañante de sueños. Sonrío al ver su panza globosa, al parecer Jimin sigue sobrealimentándolo, se asoma al sentir mi presencia y gatea hacia mí.

Sin mucho más, Jack se acurruca entre mis piernas y me toma de cama. Ronronea pidiendo atención y acaricio sus patitas. El cargo de consciencia se hace presente cada vez que veo el único ojo de Jack, su oreja machacada, o la falta de pelo en algunas zonas.

Aún no puedo creer que venga pidiendo mimos sin rencor.

Al inicio del retiro, tres gatos aparecieron pidiendo refugio de la nieve y lluvia. Su error fue que se metieron en el pequeño almacén de comida y lo tomaron como hogar. No bastó mucho para que los tiraran en la basura, esos días estaba en la fosa así que miré como los echaron a una bolsa negra y los dejaron al fondo de un bote de basura. Dejé de escuchar sus maullidos inmediatamente después de que les echaron varias bolsas arriba. Pensé que todos habían muerto aplastados, pero ahí estaba Jack como único sobreviviente.

Ronronea mientras se deja acariciar y toco su cuenca sin ojo, no sé cómo se hizo eso, pero supongo que todo se lo ganó dentro de esa bolsa de basura.

O al menos eso quiero creer.

Escucho leves movimientos de Jimin, giro y le veo buscar con los ojos cerrados al minino.

—¿Jack? —susurra denso entre sueños, pero no dice ni hace mucho, sigue dormido.

Suspiro y le veo respirar calmo, definitivamente no fue una buena hora para venir. Dudo que estos dos se despierten durante un buen rato.

Dejo a Jack recostado a lado de Jimin y sonrío al verlos dormir en la misma posición. Me muevo con delicadeza y busco unos viejos libros que dejé en la cajonera desde el retiro pasado. No es nada bíblico, pero me mantendrá entretenido un buen par de horas.

Con el pasar del tiempo noto varias cosas: mi lectura es lenta debido a que hace bastante no leo; Jack ha movido sus patitas en tres ocasiones como si estuviera corriendo, apuesto que está soñando; y que Jimin habla dormido. O al menos lo intenta porque no he podido descifrar ninguna de sus palabras.

Eso es nuevo, no lo había escuchado hacerlo. Seguro es debido a la situación de estrés excesivo por la que ha pasado estos días.

Le veo removerse y buscar a tientas algo a su costado, sé que no es Jack porque él ya se puso de nuevo a dormir en su cuello. Quiero preguntarle qué busca a ojos cerrados, pero no quiero interrumpirle el sueño. Hasta que le veo, abre un poco sus ojos hinchados al tener mi reloj en la mano y ver la hora.

Trago saliva al notar que es la hora a la que siempre venía. Le veo tomar su antigua posición y volver a dormir sin mucho interés. Inconscientemente aún sigue esperándome.

¿Es normal querer encerrarlo aquí y que no salga hasta que se acabe toda esta mierda? ¿Querer eso me hace ser mala persona? Sé que él no es débil, pero... él no es como yo.

Suspiro pesadamente al verme abrumado por mis pensamientos y noto como Jimin se gira en el colchón hacia mi dirección y le veo abrir sus ojos hinchados.

Un hormigueo mi ataca y no sé qué decirle, sólo lo veo tallarse los ojos, lagrimear y bostezar. Después de unos segundos me ve con ojos brillosos e irritados.

No me atrevo a hablar, y sé que él tampoco quiere hacerlo.

—Si no quieres venir está bien —me habla lento y ve atento el libro en mis manos. Yo salgo de mi ensoñación y asiento sin saber exactamente por qué lo hago—. No es tu obligación estar aquí, no te sientas mal o algo así —suelta más elocuente de lo que yo jamás podría recién levantado.

Y no sé cuál expresión tengo, pero sé que no debe ser una muy amena porque Jimin rápido desvía su vista al techo. Intento controlar mi rostro para no intimidarlo, cierro mi libro y le veo con su cabello desaliñado y rostro hinchado.

—Quiero hablar contigo —digo y sueno intimidante, pero no puedo evitar que mis acciones sean inexpresivas. Estoy bastante tenso.

—No es necesario.

—Sí lo es —refuto inmediato. No quiero que nos alejemos por una inadecuada comunicación, por lo menos no de mi parte. No respecto a este tema. Mi rostro no funciona a la hora de conversar, así que tengo que decir todo lo que siento con palabras y esperar que Jimin me comprenda—. Perdón por irme el otro día —aclaro mi garganta intentando que salga más tenue mi voz—, pero me impresioné bastante —quería usar la palabra "emocionar", pero no supe si era adecuado, no cuando Jimin está con su rostro entristecido ante mí—. Vine a disculparme contigo, no quise herirte o hacerte pasar un mal momento —suelto y al no recibir respuesta continúo—. Perdón por dejarte aquí solo. Traje más agua —digo esto último con claro nerviosismo al verme hablando sin respuesta de su parte.

Jimin suelta un débil «Gracias», y se sienta en el colchón, Jack se despierta y busca el calor de su acompañante.

—Perdón por hacer eso —dice con un tono avergonzado.

Y me molesta que use esa palabra para referirse a nuestro beso. Suena como si fuera tan incorrecto que no puede ser pronunciado. Y opino que tuvo que sentirse así: errado. Pero no lo fue.

—De verdad, yo... estoy muy apenado. Perdón, yo confundí las cosas. Nadie me había tratado bien aquí y tú has sido muy amable —habla fragmentado y entiendo sus sentimientos.

Mi corazón late rápido, lo siento en las yemas de mis dedos.

—No creas que me gustas o algo así —dice rápido y guardo una risa para mis adentros. Creo que comenzará su parte del discurso donde dice cosas sin pensar y después se arrepiente—. Es decir... No digo que seas feo, eres lindo —juega con sus manos—, o sea, tus acciones son lindas, no tú —se rasca el cuello donde Jack durmió—, bueno, es grosero decir que no eres lindo. No digo que seas lindo, tampoco tengo por qué decirlo...

Suelta un gruñido de frustración y cubre su rostro con ambas manos.

—Voy a lavarme la cara —dice levantándose rápido y busca en la cómoda los artículos de higiene que le di.

Yo no le contesto, ni a su último comentario, ni a su soliloquio repleto de nerviosismo y vergüenza. Le veo bajar y decirle a Jack que regresa en unos minutos.

—¿Crees que tu padre haya perdido facultades verbales aquí? Se le ve afectado por el aislamiento —le pregunto a Jack y éste me ve con su ojito curioso.

—¡Te escuché! —le oigo decir a lo lejos.

Algo me dice que será una larga charla.

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💞💞💞💞Otro cap, mis corderitos