—¿Papi? —la vocecita a su lado, pequeñas manitas frías tratando de moverlo. Un sollozo—. Papi, me duele...
Tony luchó por abrir los ojos.
Sus manos, sin coordinación alguna, se movieron buscando al pequeño.
—Papi, me duele mucho. Me duele. Me duele...
Había lágrimas escapando de los ojos tristes, apagados, casi sin vida, de Tony Stark.
“También me duele, bebé. También me dueles.”
—No me quiero ir, papá. No quiero —el peso de un pequeño cuerpo se posó sobre el pecho de Tony.
Ambos lloraron.
Tony lloró por el hijo perdido, por el niño que nunca conoció y que tenía que irse. Al que tenía que dejar ir ya, porque sólo se lastimaba más.
“Pero es sólo por un momento, Peter. Sólo un ratito y después estaremos juntos para siempre, bebé. Yo voy a estar contigo siempre.”
El niño lloraba amargamente en el pecho del omega agonizante.
Peter lloraba por el dolor de Tony. Porque él nunca nació. Porque él ya no estaba. Porque él era producto del corazón roto de su padre.
Tony lo acunó en sus brazos con sus últimas fuerzas. Susurrando palabras tranquilizadoras. Acariciando la espalda de su pequeño hijo.
—Nos veremos pronto, Peter. Muy pronto. ¿Ves? ¿Ves esa luz? Vamos a cruzar los dos. Pero tú tienes que ir primero.
—¿Papi Steve? —el niño preguntó, limpiando sus ojos y sus mejillas con su manita—. ¿Él también?
Tony negó. —Sólo tú y yo.
El niño hizo un puchero antes de soltar la mano de su padre. —¿Pero tú sí vienes? —preguntó, deteniéndose antes de cruzar.
Tony sintió su corazón romperse mientras asentía. No podía ver ya bien al pequeño, quizá por las lágrimas, quizá porque el dolor de tenerlo aquí sin tenerlo realmente era ya demasiado.
—Sí. Yo sí voy. Contigo. Donde tú estés, yo estaré, Peter.
El niño soltó un grito lastimero y corrió una última vez a abrazarlo.
Tony sollozó, apretándolo a su pecho, a ese corazón lleno de grietas que lloraba y sangraba por su hijo.
—Sshh, sshh. Sólo un poco más y estaremos juntos. Lo prometo, lo prometo.
Peter asintió, despegándose de su padre. Sonrió con un puchero. —Mira, la luz es más grande, papi.
Era cierto. Era como si no tuvieran que esperar tanto, la luz venía hacia ellos.
* * *
Pepper se apartó de la ventana asustada.
Hace unos momentos había escuchado un último aullido. Un aullido inconfundible que había provocado un “Steve” por parte de Tony.
Después la voz de su propia Alfa en su cabeza y su corazón: “Está mal. Muy mal. No sé si llegaremos a tiempo.”
Pepper rogaba porque así fuera, casi quería ir allá afuera y correr a buscar a Nat para ayudar con Steve. Para sentirla porque el dolor de Tony se estaba filtrando hasta ella, sentía su pérdida y su dolor y era insoportable.
Entendía, dolía, pero entendía que ni Tony ni Steve lo soportaran, que no quisieran sentir más.
No había dejado de mirar por la ventana, esperando verlos aparecer en cualquier momento.
Pero al otro lado no había más que oscuridad y silencio. Su reflejo en el cristal y más allá Tony que seguía abrazando algo inexistente, balbuceando algo incomprensible pero inconfundiblemente doloroso.
Miró a tiempo de verlo abrir los ojos una última vez. Sonrió, ¡incluso sonrió! Antes de que su cuerpo tuviera una especie de convulsión rápida, se levantó con un espasmo repentino. Pepper corrió, pero Tony ya estaba inmóvil antes de que ella llegara.
—No, no, no, no, no. ¡Anthony Edward Stark, no! ¡No nos hagas esto!
A los lejos, un aullido lastimero. No del todo animal, no del todo humano.
Un corazón roto que nadie en este mundo debería tener que expresar nunca.
* * *
Tengo que decirlo, de todos los capítulos escritos es el primero que me hace llorar 🙈💔
Nos acercamos al final. ¿Qué han imaginado? (Además de corazones rotos 🙊)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro