I. Lo perdimos, amor
ADVERTENCIA: la historia es triste. Punto.
* * *
Steve entró apresuradamente al departamento y corrió hasta la habitación.
—¿Tony? —preguntó cuando no lo vio por ningún lado. La cama estaba vacía y la puerta del baño estaba abierta, pero no había nadie ahí—. ¿Tony? Recibí tu mensaje. ¿Qué pasó?
Todavía nada.
Steve llevó una mano a su pecho, tratando de calmar su acelerado corazón. Había algo ácido en su estómago. Un mal presentimiento. Intentó aligerar el momento con una broma, aunque su risa salió temblorosa: —Tony, me estás asustando. Te juro que si todo esto esto es sólo por otro de tus antojos...
Y es que su dulce Omega se la pasaba teniendo antojos de lo más inusuales y en el peor momento.
Entonces el primer sollozo se escuchó.
Tony cubrió su boca, pero no ayudó mucho. A ese primer lamento siguió otro y otro y otro...
Steve lo vio entonces. Acurrucado en un rincón oscuro de la habitación. Tony no levantó la mirada y Steve quería correr hasta él, pero estaba paralizado.
Lentamente, muy lentamente, Tony bajó sus manos y alzó la mirada. Y Steve lo supo antes de que él lo dijera, sus propios ojos llenos de lágrimas y su corazón roto.
—Lo perdí —el susurro roto de Tony, esas palabras eran algo que nunca habría querido escuchar—. Lo perdí, Steve. Perdí a nuestro hijo. Lo s-siento...
Steve se rio un poco histérico.
Tony quiso levantarse y explicarle, llorar con él, sufrir y apoyarse juntos porque justo ahora él no podía solo. Ya no.
Pero Steve levantó una mano. Negó y, ante la mirada atónita de Tony, dio media vuelta y salió de la habitación sin decir nada.
Hubo mucho ruido después. Cosas que caían y se rompían. Gritos.
Tony se dejó caer de nuevo, no sabía si iba a poder con esto. Tocó su vientre, sus dedos temblando. —Tal vez debería ir a encontrarme contigo de nuevo, mi pequeño.
Tal vez era lo mejor. Su corazón roto demasiado cansado para seguir latiendo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro