- ¿Entonces lo besó apasionadamente? –minnie y yo estábamos en el sofá comiendo cereal. Llegando al departamento me di una ducha y vine a desayunar con la castaña. Le conté todo y con lujos de detalles-. Es increíble.

- ¿Lo puedes creer? Y lo frustrante es no saber de qué estarán hablando.

- Debes relajarte sunhee. Hay una explicación para eso.

- Ya lo veremos –me lleve la cuchara con cereal a la boca y mastique con mal humor-. ¿Y tú por que no llegaste anoche? Sería otra historia si hubieras estado aquí.

- Amiga mía –creó suspenso pausando sus palabras-. Ni te imaginas lo que paso, veras...

Quedó callada apenas escuchamos el ruido de una puerta abriéndose. Voltee a mirar de dónde provino dicho ruido y lo que observo me deja perpleja. Hoseok estaba saliendo de la habitación de minnie estirando sus brazos. El mencionado al verme me regala esa sonrisa que lo caracteriza.

- Sunhee, mi ángel, deberías cerrar la boca –hoseok viene hasta nosotras casi bailando. Y creo saber el porqué de tanta felicidad-. Puede meterse una mosca.

- Díganme que usaron protección –fue lo primero que salió de mi boca causándole gracias a ellos dos-. Por los momentos no deseo ser tía.

- Quédate tranquila –minnie suelta una carcajada junto con hoseok-. y si, usamos protección.

- ¡Felicidades! –les doy un abrazo a ambos porque estoy muy feliz de que por fin estén juntos.

- ¡Gracias! –me dijeron al unísono.

- Oye hoseok –canturreo minnie llamando la atención de su enamorado-. Quiero preguntarte algo ¿Quién es la pelirroja que vino a ver a jimin? –escupo todo el cereal en mi boca y empiezo a toser. Hoseok preocupado me da palmaditas en la espalda.

- Voy por agua –minnie corrió a la cocina y vino a mí con el vaso de agua-. Ten, bebe.

Terminandome de beber el agua, le doy una mirada fulminante a la castaña. Ella sonríe sabiendo que la mataría.

- Es Stephanie Wilson –el pelinegro capta nuestra atención-. La novia de jimin.

- ¿¡Novia!? –hoseok dio un respingón cuando nos escuchó a nosotras preguntar al mismo tiempo.

- En realidad, es su exnovia –corrigió llenándome de alivio-. Ella me dijo que vendría a daegu. Quiere reconquistar a jimin. Yo le hice el favor de darle su dirección porque creo que es mejor se vuelva a dar una oportunidad con ella. Él sufrió en el pasado por culpa de una chica. Merece ser feliz después de tanto dolor ¿No creen?

Minnie me dedica una mirada triste y siento mis ojos arder. Hoseok tiene razón en lo que dice. No me agrada nada verlo junto con otra, pero no puedo decirle nada y menos reclamarle, porque yo misma tiempo atrás me di la oportunidad con otro chico. Sería egoísta de mi parte no dejar que jimin sea feliz, así sea con otra mujer.

JIMIN

Caminamos por el Parque Apsan por alrededor de una hora, ella entrelazó nuestras manos mientras veía asombrada el lugar. Por mi parte, pensaba en sunhee y nuestros labios apunto de unirse.

¿Era una locura lo que íbamos hacer? Totalmente

¿Me hubiera arrepentido? Eso nunca.

Stephanie se detuvo para tomar unas fotografías del lugar. Metí mis manos en mi abrigo, y la miré estar feliz por estar aquí, conmigo.

- Mi primer desfile fuera de los Estados Unidos fue precisamente aquí en daegu. Recuerdo estar tan nerviosa y contenta al mismo tiempo. Es una lástima que mis compañera y yo no nos dimos el tiempo de apreciar estos paisajes tan hermosos –guardó su teléfono y vino nuevamente hacia a mi-. Es maravilloso hacerlo ahora. Y sobre todo disfrutar el momento contigo jimin.

- Quiero que te vayas Stephanie –suelto de manera cruel, arrepintiéndome en el momento. Su sonrisa desapareció y su rostro de felicidad se transformó en uno triste. Podría jurar que sus ojos se cristalizaron-. Lo siento, no quise ser tan brusco al decírtelo.

- ¿Estás enamorado de otra jimin? –inquirió mirando sus pies. Negándose a mirarme. No seré un imbécil, no le mentiré. No se lo merece.

- Sí.

- ¿La sigues amando? –asentí sabiendo que rompía su corazón. La quería, por eso me dolía verla así-. Ni siquiera me diste la oportunidad de enamorarte.

- Lo nuestro no iba tener un futuro.

- Ni siquiera lo sabes.

- Ambos sabemos que sí. Eres bellísima Stephanie, tanto en lo exterior como en el interior –sus lágrimas cayeron y lleve mi mano a su rostro para limpiarlas. Pero, ante mi tacto, ella cerró sus ojos-. No puedo obligar a mi corazón a sentir algo que no siente. Encontraras tarde o temprano a ese hombre que te amara como te mereces.

- Te quiero a ti jimin –abrió sus ojos y alejo mi mano de su rostro-. Pero entiendo.

- Perdóname Stephanie, lo intente, créeme que lo intenté.

- En el corazón no se manda, lo sé. Te amo, me iré de daegu. Es una promesa. Lo nuestro fue hermoso mientras duró.

- Deseo de todo corazón que seas feliz Stephanie.

- Espero algún día serlo –me abrazo y correspondí con mucho gusto-. También quiero que seas muy feliz algún día jimin.

- Vamos, todavía te falta para ver –pase mi brazo por su hombro dándole una sincera sonrisa.

- Está bien –ríe genuinamente-. Vamos.