Finalmente el amanecer se hizo presente en la mansión Kido, al ser tan temprano todos los caballeros duermen plácidamente, exceptuando al fénix, quien se encuentra felizmente despabilado.

Narra Ikki:

Es la primera vez que comparto habitación con ella después de estos años que estuvo ausente, nada ha cambiado en _____ desde entonces.
Sigue siendo la misma mujer de la que me había enamorado hace dos años, sin embargo... ahora todo es más difícil.

Ikki: Buenos días, bella durmiente —saludé al verla despertar.

____: Buenos días —me sonríe, levanta sus manos hacia el aire para estirarse, y de nuevo se reincorpora entre las sábanas.

Verla despertar era algo que añoraba, y agobiaba mi corazón desde su partida.

Aún así, no le daré chance completamente, no hasta estar seguro de que no se marchará de nuevo, al mismo tiempo debo de hablar con Esmeralda.

Ese es otro asunto que me inquieta... Esmeralda no es la misma que conocí en la isla de la muerte, me pregunto por qué se comportará de ese modo... tan egocéntrico, tan vanidoso.

Sea como fuere debo de encargarme de ella, a como dé lugar.

_____: ¿En qué piensas? —oí, en cuanto volteé a verla me encontré con una enorme sonrisa en su rostro.

Ikki: No es nada... olvídalo —respondí con nerviosismo.

____: ¿Sabes?

Ikki: Dime.

_____: Te eché de menos todo este tiempo —soltó, de la nada una capa de brillo abundaba en sus ojos.

Sentí una chispa dentro de mí al saber que aún al haberse ido ha pensado en mí todo este tiempo.

Ikki: Pues... siempre has tenido la opción de volver —revatí poniéndome de pié—, no sé por qué no regresaste antes.

____: Creí habértelo dicho —respondió entristecida.

Ikki: ¡Claro! supongo que eso soluciona todos nuestros problemas, ¿verdad? —cuestioné incrédulo.

____:El único problema es que tú jamás darás el brazo a torcer.

Ikki: Jamás me doblegaría ante alguien que me ha traicionado.

____: ¿¡Cómo puedes ser tan cruel luego de lo de anoche!? —replicó, su tono comienza a elevarse.

Ikki: Es curioso que lo menciones, lo mismo me pregunté yo cuando te marchaste el día de nuestra boda —la miré.

____: ¿Sólo me usas por venganza? —sollozó.

Ikki: No es venganza lo que busco —la fulminé—, quiero confiar en ti de nuevo, pero no sé por donde empezar a hacerlo.

____: Podrías comenzar por dejar de portarte como un idiota —fue lo único que salió de su boca antes de abandonar el cuarto, seguido de un fuerte portazo.

Realmente hubiera preferido no tratarla de ese modo, ya no estoy enfadado ni mucho menos, pero necesito hacer tiempo para acomodar mi vida y lo que me rodea, se que no lo entendería, es por ello que tomé la decisión de ser totalmente indiferente ante ella por un tiempo indeterminado.

Narra _____:

Bajé las escaleras de la mansión, parecía ser que nadie estaba despierto aún, así que repleta de cólera subí nuevamente a la planta alta.

Busqué el cuarto de Hyoga, miré por la mirilla del picaporte, no conseguía ver nada así que me adentré lentamente evitando despertar a mi hermano.

Hyoga: No hace falta ser tan cautelosa —alegó dándose la vuelta en el acolchado para mirarme y sonreirme.

____: Lo siento —reí tímida, jugaba con mis dedos a causa de mi nerviosismo.

Hyoga: ¿Todo está bien? —preguntó— creí que estabas con Ikki.

____: Así es, estaba... —suspiré.

Hyoga: Entiendo —dijo para recostarse sobre el respaldo de su cama—, ven —me invitó dando dos palmadas al acolchado. Sonreí ampliamente y me senté al lado de mi hermano— ¿Quieres hablar de ello?

____: No sé que le pasa, ayer todo transcurrió como si nada hubiera pasado y hoy... hoy actúa como si me odiara.

Hyoga: Si algo debes saber es que Ikki te ama.

____: Pero yo-

Hyoga: Debes darle tiempo, _____. Es normal en Ikki el comportarse de ese modo, ha de ser difícil de asimilar para él teniendo en cuenta todo lo que ha sucedido.

____: Supongo que sí... —vacilé.

Hyoga: ¿Por qué no duermes otro poco? Tienes cara de tener sueño —rió.

____: No estoy cansada —sonreí al jugar con sus cabellos dorados, una mueca de alegría se hizo presente en su rostro y se puso de pie.

Hyoga: Entonces déjame traer el desayuno.

____: Eso si me interesa —reimos.

En cuanto mí hermano se marchó me acomodé entre las sábanas para descansar unos minutos, sin embargo noté algo extraño.

El cielo pasó de estar despejado a tornarse completamente gris, los rayos de sol que reposaban en el ventanal del cuarto desaparecieron siendo reemplazados por una fuerte ventisca; las ramas de los árboles amenazan con azotar los vidrios, al mismo tiempo que las hojas comenzaron a desprenderse de estos.

_____: ¿Así que al fin te dignas a visitarme? —sonreí abandonando la cama de mi hermano.

???: ¿A caso añoraba mi presencia?

____: Quizás... —vacilé— y, ¿que me dice el dios del sueño? ¿me extrañó aunque sea un poco?

Hypnos: A eso mismo se debe mi impertinente visita —arguye acercándose cautelosamente, como si estuviera a punto de cazar a mi presa—, la he echado de menos.

_____: ¿Qué pretendes, Hypnos? —le miré risueña, aquellos ojos dorados podrían hechizar fácilmente a cualquiera que le mire durante unos segundos.

Hypnos: Fui claro ya con mis intenciones la última vez —tomó mis manos suavemente para entrelazarlas con las suyas—. Ven conmigo, _____.

_____: No puedo —respondí con congoja, eliminando la cercanía que ambos mantenemos— Ikki...

Hypnos: Ikki no te quiere, se ha tomado el tiempo de usarte y menospreciarte después, ¿todavía crees que siente algo por ti?

_____: Aún así... lo amo —musité cabizbaja, una lágrima resbaló por mi mejilla, pero fue eliminada por el pulgar de aquél Dios.

Hypnos: Amarías los Campos Elíseos —me miró sugerente—, y siendo mi esposa... no derramarías otra lágrima más.

¿Acaso... acaso alucino?

Todavía no me queda claro como es posible que un aliado de Hades pueda comportarse de una forma tan generosa y gentil.

Quizás Hypnos sea diferente a los demás, en cualquier caso no veo la forma en la que Hades pudiera sacar ventaja al tenerme en los Campos Elíseos.

Yo... ¿lo estoy considerando?
Al ver por última vez aquellos ojos, sentí quedarme inmóvil durante unos segundos, segundos que supo aprovechar muy bien, pues por segunda vez tomó la iniciativa para unir nuestros labios nuevamente.

Hypnos: No lo has hecho, pero prométeme que vas a pensarlo esta vez.

_____: Lo prometo —aseguré sonriente.

Hypnos: Debo de partir ahora, mi hermano me solicita de inmediato —informó, inesperadamente sacó una rosa de entre sus prendas— quiero que la conserves —me pidió.

_____: Es hermosa —le miré emocionada—, la guardaré hasta siempre, sin importar que se-

Hypnos: No va a marchitarse —interceptó, la flora de los Campos Elíseos jamás muere.

____: ¿Me has traído una rosa de...

Hypnos: Sólo para ti.

Y así... sin acotar otra palabra más se esfumó.

¿Que es esto..?

¿Por qué mi corazón late tan rápido?

No quiero enamorarme de Hypnos, sería una vil traición ante mis amigos, sobre todo para Ikki... suficiente le he traicionado ya.

Hyoga: ¿_____? —me llamó, me dí la vuelta rápidamente, se mantiene en la entrada de la habitación sosteniendo una bandeja con nuestro desayuno— ¿que estás haciendo allí parada? —preguntó observándome— y ¿de dónde sacaste esa rosa?

_____: Yo... —suspiré— hermano, creo que es hora de que hablemos...