Corazón XV.
"Ayer tropezaste en la escalera, estaba justo frente a ellas cuando te vi, creo que no me miraste y sentí la necesidad de decir que me burlé de ti por ello. ¡No lo tomes a mal! Fue inevitable.
Me alegraste el día con eso.
-Yo."
Antonio no sabía cómo debía reaccionar, hace un buen tiempo no escuchaba -o leía en este caso- que le alegraba el día a alguien. Ya había olvidado esa sensación de alegría ajena.
Hoy procuró bajar con cuidado las escaleras y poner una máxima atención de quienes estaban a su alrededor ¿cuántas veces se habrá encontrado con la persona que deja las notas? Poco a poco su curiosidad por saber quién era aumentaba y con ella la ansiedad de leer las notas en busca de algún indicio para saber.
— Toño. Debemos hablar —Francis y Gilbert le detuvieron del brazo y al español se le fueron las ganas de todo—. Por favor, arreglemos esto.
— No tenemos nada de qué hablar —dijo sin atreverse a mirarlos.
— Sabemos que hemos cometido un error —Comenzó el alemán—. Por ello lo queremos arreglar. No te pedimos que vuelvas a confiar en nosotros ni que volvamos a hacer amigos, pero te rogamos el perdón que tal vez no merecemos...
— Tu lo has dicho. No lo merecen —Antonio se giró sobre si y los encaró con la única expresión que tenía en estos días—. De verdad ¿por qué no lo olvidan y fingimos que nunca fuimos algo?
— Es fácil decirlo. ¡Somos amigos desde niños! Hicimos algo doloroso, sí, pero lo queremos arreglar. Toño por favor, sin ti no tiene sentido el seguir el Bad Friends Trio.
— Tuvieron que pensar antes de dejarme a la deriva sabiendo que los necesitaba...
— Estabas insoportable —susurró Gilbert para si sin contar que de todas formas fue escuchado.
— Mi madre falleció. Mi hermano se aferró al alcohol, mi vida familiar se fue a la mierda en menos de una semana ¿cómo querías que estará? ¿Riendo? ¿Fingiendo que no pasaba nada? Estaba destrozado, de hecho, aún lo estoy, pero tú no puedes ver más allá de tu propia nariz, pero no te culpo siempre fuiste así.
— ¿Ahora me vas a venir con charlas de cómo soy? Antonio yo no...
— Basta —cortó Francis —. Gil, queremos arreglar las cosas no empeorarlas.
— Da igual Francis, yo lo provoqué tocando su inestable ego.
— Toño, intentamos solucionar esto. Pon algo de tu parte también...
— Ya dije que no quiero nada con ustedes. Entiérrense sus "disculpas" por el culo.
Dicho esto, esquivó los intentos de Francis por detenerlo y se fue casi al trote.
¿Creías que todo iba bonito? Pues bien, recibiste tu golpe de realidad.
Oh, gran ingenuo que pensaba que todo se arreglaría con unas hojas escritas y papeles rosas en forma de corazón.
No vales nada. Ni para ti, ni para nadie.
¿Lo vez? Debes mantener cerrado a tu falso pasado.
Idiota.
Inútil.
Iluso.
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