—Ya tomé una decisión tío, si iré a la escuela en Londres, tienes razón después de todo será lo mejor para mí, a demás quiero cambiar de aires y creo que esto me ayudará mucho

El magnate la miraba más que satisfecho, él sabía que tarde o temprano Nadja terminaría cediendo a lo propuesto, no podía estar más contento.

—Es muy reconfortante debo decir escucharte decir esas palabras querida sobrina, yo no puedo mentirte realmente esperaba que aceptaras estudiar en esta institución, no solo te servirá para instruirte en determinados aspectos, sino que crecerás como persona y te será más fácil convertirte en una chica de clase alta a la que perteneces

—Si ya lo sé, quiero decir de mi parte que no es una decisión que haya tomado tan fácil, solo quiero probar algo nuevo es más lo necesito

—Si, si es cierto todo ah sido muy difícil, sin embargo has cambiado mucho y para bien Nadja eso debemos admitirlo y dar mérito

—Si, bueno yo no estoy muy de acuerdo porque....

—Tú madre estaría muy orgullosa ¿Lo sabes verdad?

Con esa frase interrumpidora dejó al copito de nieve sin palabras, algo que debía admitir era que con su tío Kyle había conocido más cosas de su madre, tenía fotos de ella, su ropa todos tesoros valiosos que la hacían felíz, era increíble el poder de manipulación que Kyle ejercía sobre ella.

—Eso espero realmente-Bajó la mirada ocultando sus ojos bajo su fleco-Espero realmente así sea

—Creeme que si, y más saber que estudiarás en la escuela que ella tenía pensando para tí

—¿En serio?

—Pero por supuesto, ¿Acaso crees te mandaría a una escuela por puro gusto mío?

—Yo.. no.. ehh

—Nadja me ofendes, yo lo hice pensando en la idea de tu madre,mi querida hermana.

—Tienes razón, lo siento, no era mi intención

—Tranquila, estás perdonada

Kyle se levantó y caminó tranquilamente hasta la hija de su hermana y acariciando su cabello le dijo

—Eres lo más importante que tengo Nadja, solo quiero protegerte de todo mal y que seas muy felíz, ¿Lo entiendes verdad?

—¿Aún así este lejos de él?-La jovencita lo miró con los ojos llenos de lágrimas

—Si, y sabes que eso no puede cambiar, o es con él en la cárcel ya que esos hematomas que tuviste hace tres años, dejaron mucho que decir de él

—Yo sé que no fué así

—No hablemos más del tema, por favor te lo pido mi prioridad será siempre darte lo mejor se lo prometí a Solange y eso haré

Atrajo a Nadja bajo un abrazo, dejó un beso en su cabeza y acariciando sus mejillas sonrió
Y dijo.

—No te perderé como perdí a mi amada hermana, sé que puedo ser frío quizás y reiterativo pero yo te adoro, te amo eres una hija para mí

—Lo sé, lo siento ahora solo quiero irme a mi habitación

—Puedes retirarte, ya mañana iniciaremos el traslado, hablé con la rectora y tú cuarto ya está esperándote

—Buenas noches tío

—Descansa hija

Una vez que hubo cerrado la puerta una sonrisa malvada se formó en sus labios, mientras giraba y miraba por su enorme ventanal de oficina, la ciudad se sirvió un trago de whiskey relajado.

—Todo está saliendo como yo lo quiero, ¿Lo ves Solange? Yo me encargaré de que Nadja jamás me abandone, no la dejaré que me haga lo que tú me hiciste con ese infelíz, ahora dónde quiera que estés jajaja bueno más bien en ese lugar estúpido espero que estés sufriendo al máximo con todo esto Camus, lo juro por mi honor y por el amor que le tengo a mi hermana y a Nadja que jamás dejaré que vuelvas a tener de regreso a tu hija, como que me llamo Kyle, Berenger

En su habitación, la manzanita hacía sus maletas con una mirada perdida, fué guardando su ropa hasta que encontró ese peluche en forma de escorpión que le había regalado su papá del corazón, lo tomó y lo abrazó mientras dejaba correr las lágrimas por sus mejillas

—¿Por qué no vinieron a rescatarme? Ahora solo me queda decir adiós porque a dónde voy no hay retorno y ya jamás sabré nada de ustedes

Sus lágrimas siguieron cayendo mientras la luz de luna iluminaba un perfil de su rostro, las estrellas brillaba e inocentemente la constelación de Acuario, daba un brillo especial que fué transmitido al portador de brillante armadura

—Ey tu armadura, mira amigo

Mu, Shaka y Aldebarán estaban asombrados a penas Camus había bajado se había quedado conversando trivialidades con esos tres, para despejar la mente y se había hecho la tardecita

—Perdoname Nadja, pero no puedo ir por tí, te he fallado como padre deberás afrontar todo sola, lamento no poder hacer nada

La armadura seguía brillando y no pidiendo soportarlo más, se la quitó y la dejó en su forma original y salió del templo, los tres caballeros dorados no dijeron nada, solo veían que la armadura seguía brillando y lo que nadie había notado era aquellas lágrimas que el onceavo guardián había dejado salir.