Las cosas siempre pueden  ir peor, es lo que he aprendido ultimamente. Dorantes estaba hecho una furia y a nosotros nos tocaba sonreír, esquivar paparazzis, reporteros y alguno que otro fan molesto. Estuvimos en sesión maratónica de entrevistas, programas de variedades, shows privados y planeando nuestra primer gira, para colmo la rueda de prensa que se había planeado para esclarecer el tema de Sam se acercaba, pues Dorantes quería buscar más pruebas de la inocencia del chico antes de responder que no tenía una idea de la situación. Todos sabíamos que Samuel era inocente, pero ¿como demostrarlo?

La agencia le mando a hacer unos análisis toxicológicos y psicológicos para mostrar los resultados ante la prensa aunque eso no demostraría al cien que no consumía drogas o que no era un neurótico pues todos saben que con dinero se pueden alterar los resultados de casi cualquier prueba en este país.

Uno de mis días libres, me encontraba caminando por el bazar que me gustaba visitar, el ambiente relajado y los objetos artesanales que vendían, así como alguno que otro puestesillo que tenía la originalidad de vender bebidas o postres exóticos, hacían de mi día algo mágico, ya a estas alturas, algunas personas me reconocían y pedían mi autógrafo y me encantaba platicar y conocer gente nueva que apreciaba nuestro trabajo, algunas veces hasta me llegaban a regalar algún detalle. Hoy iba dispuesta a comprar la pulsera de cuero que había visto meses atrás en mi primer visita a este pequeño pasaje, aunque después de mucho buscar y preguntar al que atendía ese puesto, me comento que ya la había vendido aunque tenía otras bonitas pero no me convencieron, seguí adelante y me aventuré a comprar una bebida "paradaise" se llamaba en el cartel del menú que se desplegaba en  una lona que al mismo tiempo cubría del sol la entrada a la tienda de aquel puesto. Una combinación de mango, cereza, fresa y banana, en forma de smoothie, con algunas hojas de menta y un liquido que sinceramente no se que era pero sin duda no me lo dirían, algún ingrediente secreto debía ser, la verdad es que estaba muy bueno, tanto que pensé que deberían venderlo comercialmente por cantidades industriales. Sorbía desde mi popote mientras avanzaba por la calle cuando en un instante un golpe contra mi cara de un zapato me hizo desbalancear ¡un zapato!, toda mi bebida paradise estaba encima mío, y hoy que me había puesto un vestido blanco un poco más arriba de la rodilla con flores azules bordadas en el borde de la falda, lo dicho, el vestirse girly trae mala suerte. Voltee rápidamente hacia el origen del zapatazo, cuando otro objeto que no logre identificar se estampo en mi espalda, ¿ que diablos era todo esto? más de 8 cosas me lanzaron antes de perder la cuenta y que cerrara los ojos mientras me cubría con los brazos tratando de buscar un lugar de refugio pero no lo conseguí, logre ver como unos chicos cercanos a los 15 o 17 años se acercaban  más a mi, con la cara enrojecida, gritando groserías y estupideces, uno de ellos, me tomo del cabello y me arrastró por media calle, gritaba por ayuda pero lo máximo que alguien hizo fue grabar con su celular aunque uno de los chicos que me atrapó se lo tiro de un manotazo. Eran 5 chicos y entre todos me metieron en un callejón, uno de ellos, me mantenía agarrada del cabello y tapándome la boca, mientras otro me sostenía las piernas para que no los siguiera pateando. La frustración y la ira me hicieron llorar, esto al parecer les dio mucha gracia pues comenzaron a reír.

-Niña traviesa, haremos travesuras y te van a gustar- dijo el que parecía el lider, aparentaba más edad que yo, unos 25, que les habría hecho yo?, ni los conozco , pensé pues no podía hablar, me ataron con los brazos hacia atrás y uno de ellos me dió un golpe en la cara que me dejó tan mareada que pensé que me desmayaría.

-Si gritas, te mueres- escuché mientras uno de ellos con navaja en mano acercaba la hoja de acero a mi cuello mientras estaba en el piso

El pánico se había apoderado de mí, trataba de dar patadas aunque uno de ellos, el que me estuvo sosteniendo las piernas, logró ponerme una cuerda en los tobillos de la cual me tenía bien agarrada, el lider se me acercó una vez que ya casi no me podía moverme.

-Yo voy primero- Con cara lasciva y un gesto casi animal se desabrochó el pantalón, en mi desesperación grité por auxilio, ganandome otro golpe aún más fuerte en el estomago por una patada de uno parado junto a mi, suficiente para sacarme el aire

El lider se me acercó, me taparon la boca, él bajó mis bragas y subió de un tirón mis piernas.Llorando, intentando gritar o suplicar estaba yo llena de miedo, no podía hacer nada. Cerré los ojos intentando desaparecer en la negrura de mis parpados

Un golpe seco y varios gritos me hicieron abrir de nuevo los ojos, 2 de los chicos estaban en el suelo, el lider  se quedó junto a mi volviendo a ponerse el boxer ridículo que traía, mientras los otros 2 estaban enfrascados en una serie de golpes  con un chico que no había visto hasta ahora entre ellos, algunos destellos de la navaja se dejaron ver entre los movimientos y un corte en el brazo del chico dejó una marca de sangre en la sudadera gris que traía, la cual, como tenía capucha no dejaba verle la cara. El tipo a mi lado se lanzó hacia el que había nockeado a sus compañeros y después de algunos puñetazos que hasta a mi me dolieron, varios rastros de sangre en la cara de mi captor y algunas patadas que lo hacían gemir como niñita, el chico que apareció de la nada dejó inconsciente al estúpido que me atacó.Ahora el hombre encapuchado venía hacia mi, ¿había sido una pelea territorial? ¿ este tipo me haría algo ahora que nada se lo impedía? volví a llorar y mirando hacia donde podía buscaba algo con que arrastrarme, levantarme o algo, pero era inútil.

Rápidamente el chico de la sudadera gris se agachó junto a mi, me tomo en sus brazos y grité aunque no pudieran oirme, él se saco la capucha

-Tranquila, no te haré daño, ves? no grites

Mi asombro fue tan grande, no podía creer lo que estaba viendo, era Lucas, ¡Lucas!, pero como es que estaba ahí, ¿estaba alucinando?

-Lu..cas

-Tranquila, ven- me ayudó a desatarme y como un caballero se dio la vuelta para que me acomodara la ropa. En un segundo ya me tenía en sus brazos- parece que esto ya se está volviendo costumbre- dijo mientras cargándome me sacaba del callejón, unos cuantos curiosos volteaban, por lo que en un segundo Lucas se sacó la sudadera y me a puso en la cara, salimos casi corriendo de aquellos puestos para entrar a una plaza, lugra que a esas horas estaba bastante despejado pues era salida de varios edificios de oficinas alrededor y al ser día laboral y no ser hora de salida o comida, estaba casi desierta.

-Co-mo?...

-Calma, ya todo está bien, te llevaré a un hospital. Solo que deberíamos llamar a tus padres. 

-No, solo a Dorantes- dije aun gimoteando, el me pasó su móvil y mientras tecleaba el numero, él acariciaba mi cabello como si de repente se hubiera convertido en mi padre. Hable solo un minuto con mi agente que me indicó que fuera a casa y no al hospital como Lucas quería. Nos subimos a un taxi que nos dejó a la entrada del edificio y subimos, no sabía si Lucas podría entrar pero por el momento no quería estar sola ni en el elevador.

Dorantes ya estaba en la sala cuando llegamos.

-Que sucedió? y quién eres tu?

-Unos... unos tipos intentaron- no pude seguir o lloraría de nuevo como un bebé

-Disculpe, soy Lucas, Dar no está bien- me ayudó a sentarme sobre el sofá y se apartó con mi agente, hablaron unos minutos, mientras yo trataba de salir de la repetición continua de los horribles recuerdos que dejaran los acontecimientos recientes

-Dar!- voltée a ver a Lucas- Ve! está aún en shock, necesita un médico. Dar, llevaba 4 veces que te llamaba y no reaccionabas, linda no te vayas ok?

-No irá a un hospital, traeré a unos doctores de confianza para que la atiendan aquí.- Dorantes se fue a la cocina con el celular pegado al oído - no me interesa que esté en cirugía! dígale que lo llamo yo y que lo quiero en media hora no más!

Lucas me abrazó y acariciaba mi espalda con movimientos suaves y calmados como un padre tratando de apaciguar el miedo de una pesadilla de su hija, de alguna manera, su sudadera se había vuelto una especie de salvavidas del que no me quería desprender. Su aroma y su abrazo poco a poco me calmaban.

Un rato más tarde desperté en el sofá. Lucas tenía mi cabeza en sus piernas y también se había quedado dormido recargado su cabeza sobre el respaldo y apoyada en una mano hecha puño que se la sostenía para no cabecear. Con el otro brazo, encima del mío. Era extraño.

-Ya estás mejor? el doctor no ha llegado... -me removí haciendome un ovillo de nuevo- ¿quiere hablar de ello?

-Como es que estás aqui? como es que llegaste justo en el momento en el que-no pude acabar mi frase

-Mi padre me trajo, hace unos días llegué a la ciudad, pero como estaba acostumbrado al exterior, salí a correr, mientras hacía el recorrido, escuché que alguien grito por auxilio y al asomarme un poco vi la escena y no pude contenerme, no quería dar la vuelta sin hacer nada como un cobarde y que quedara en mi consciencia, mi padre me entrenó desde chico con algunos militares en defensa personal para evitar que alguien me secuestrara o me hiciera daño.

-Wow. Que sobreprotector

 -No tanto, puede pasar si eres el hijo del presidente de formula uno, muchos quieren su dinero, que gane su corredor o que meta alguna linea  que no cubre los requisitos.

-Pensé que eras...

-Que? pobre?

-No, normal..

-Si, es que como alienigena que soy, debo permanecer de incógnito- se me escapo una sonrisa

-por que no lo dijiste?

-Claro, es que olvide las formalidades: hola soy Lucas y como buena extraña te informo que soy hijo único del presidente de la formula uno y que vine a inspeccionar este centro propiedad de mi padre, te apuntas a ser mi amiga o quieres estar en el bando de los que quieren mi cabeza?, así estaría bien?- dijo imitando un acento tipo inglés- sería de lo más cortés no crees?

-Me refería a lo de ser alienigena- contesté riéndome

-Así está mejor, por un momento me asustaste, sabía que eras valiente pero no sabía si podrías con algo así.

-Gracias- dije con algunas lagrimas que empezaron a caer por mi rostro

-Darla, tranquila, lo bueno es que estás a salvo. Y por cierto...-tratando de cambiar de tema- por que le dices Dorantes a tu padre?

-Es que no es mi papá, es mi agente

-Que? de que?

-Creo que yo tampoco me presenté adecuadamente: Hola! Soy Darla, vocalista de la banda ______ mucho gusto!- dije extendiendo mi mano

-Oh! Gran condesa de la música, debió decirme y me hubiera evitado la descortesía de tratarla como parte del proletariado- reímos a carcajadas y pronto Dorantes se acercó

-Mi niña como estas?

-Mejor

-Ya vienen en camino esos ineptos médicos que te ayudarán- viendome fijamente- al parecer te golpearon, pensé que solo estabas roja del llanto, traeré hielo. Lucas te agradezco lo que hiciste, me gustaría que me ayudaras con una firma

-Una firma?- pregunté

- Ya bastante tenemos en todo este lío de Sam, quisiera que firmaras un acuerdo de confidencialidad con todo este asunto, llevaremos esto de una manera discreta, sin duda, se buscara el castigo para los maleantes pero sin hacerlo público

-Lío de Sam?

-Es que acaso vives en una montaña chico?

-Lo siento, no veo la televisión y tampoco soy de meterme a los espectáculos y viviendo en el campo, pues no hay mucha información

Hice las presentaciones necesarias y le expliqué a Dorantes quien era Lucas y quien creía antes que era y lo impresionante que fue al ser mi rescatista personal. Aún así Dorantes insistió en el acuerdo y Lucas no tuvo ninguna incomodidad en firmarlo. Dorantes permitió que Lucas se quedara hasta que los chicos regresaran que por lo que sabía iba a ser ya pasada la media noche. Los médicos me revisaron, curaron y la terapeuta que trajo estuvo conmigo cerca de 2 horas haciendome preguntas y hablando conmigo, aunque no creo que haya servido de mucho, debía asistir a partir de ahora una ve por semana con ella para evitar estragos en mi psique según ella.

Ya de noche, Dorantes se fué asegurándome que ya había hablado con su contacto en la policía y que conforme a la descripción que les di, junto con mi participación en un reconocimiento de agresores que tendríamos una vez dieran con algún sospechoso, lograrían atraparlos. También, que los chicos llegarían pronto y que debía atender otras actividades antes de dormir, por lo que me dejaba un rato con Lucas que había demostrado ser de fiar si yo estaba de acuerdo.

-Claro, ve con cuidado

-Te veo en 3 días, tómate un descanso y también antes de presentarte en la agencia, estaré en contacto por video llamada para ver como siguen tus heridas, no queremos más fotos comprometedoras.

Lucas prendió la tele y me preguntó si tenía hambre, la verdad es que más de una vez me gruño el estomago durante la terapia con la doctora. Mi estomago no perdona. En menos de media hora ya estabamos comiendo unos espaguettis que Lucas había cocinado, este hombre era increíble, cocinaba como el mejor cheff, salvaba como batman, trabajaba, conocía de autos y los corría, debería mantener mi boca cerrada frente a Sam con respecto a la admiración que Lucas había despertado en mi si no quería destruir su orgullo y volverlo loco.

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Hola!! mis peques consentidos! Aqui les dejo un nuevo capitulo..que? en viernes? si!!!! estaba inspirada con este capitulo pero dejaré algo para el siguiente

Creían que se habían librado de Lucas? jajaja para mala suerte de los que lo odian y buena de las que lo aman aqui está de nuevo Y ¿Quien diría que escondería tanto?

Que les parece Lucas ahora? esconderá algo más?

Estoy muy emocionada pues estamos cerca de las 500 lecturas!!!! dejenme sus comentarios y  votos ...estoy muy agradecida con todas esas personitas que han tomado el tiempo de leer la historia y regalarme una oportunidad de entretenerlos un rato, Gracias!

Besitos besitos...bybye!