Sus pechos subían y bajaban cuando llegaron a la puerta del establo donde los caballos, alterados por el ruido y el olor a quemado, relinchaban. Una de las puertas estaba abierta y se notaba la ausencia de un par de estos animales. JiMin corrió hasta su caballo negro para tratar de calmarlo con el corazón a mil y la cabeza dándole vueltas. No había mucho tiempo.

― ¡Tranquilo, tranquilo!

Toma las riendas en el hocico del animal y lo jala para que se acerque a él y acariciarlo. Mientras Jungkook lidiaba con otro caballo desconocido para él. Después de todo, necesitaban más de un caballo para escapar de ahí, Jungkook confía en que Hoseok llegará para que los tres puedan huir de ahí.

― Eso es, calmado... ― JiMin sonríe cuando finalmente puede calmar a su caballo, acaricia su cabello y jala del bocado para guiarlo hacia afuera no sin antes darle un vistazo a Jungkook. ― ¿Necesitas ayuda? Debemos irnos.

― No, ya se calmó. ― Jungkook también había logrado manejar al animal de pelaje marrón. ― Vamos. ― Le regala una mirada de seguridad a JiMin y juntos salen del lugar.

Los ojos de JiMin tan rojizos como el fuego se atemorizan del escenario de terror que los recibe. Llamas consumiendo el palacio, personas tratando de escapar y gritos provenientes de todos lados. Sujeta con fuerza las riendas del caballo y cierra los ojos. Jungkook siente sus ojos arder, el olor de la madera quemándose, los estruendos y la impotencia de no poder salvar lo que por años llamó hogar. Pero por más que quiera volver el tiempo, prevenir todo esto y salvar a sus padres y a todo aquel que ahora se encuentra muerto, no puede.

Ahora tiene la oportunidad de escapar del caos con JiMin, y no piensa lamentarse ahora, tiene que mantener a salvo a su prometido y a su retoño. Ya no es un niño, es un hombre, y debe dejar de lado todo para colocar primero a su familia. 

JiMin es su familia ahora.

― Vamos. ― Toma la muñeca de JiMin con firmeza, este es llevado unos pasos más allá pero no entiende.

― Jungkook, J-Jungkook espera, ¿Y Hoseok?

Jungkook para su andar, baja la cabeza y suspira aún sujetando las riendas del caballo a su lado.

― Hoseok es mi amigo, lo que menos quiero es dejarlo atrás, pero ahora mismo... ― Gira hacia él. ― Tú eres mi prioridad.

JiMin no sabe que decir, solo cierra los ojos y asiente en silencio. Jungkook los guía unos metros más adelante tratando de apresurarse, sabe que los guardias de Taehyung los encontrarían en cualquier momento y es lo que menos quiere. Tiene que llevar a JiMin a un lugar seguro.

― ¿No esperaremos un poco más? ― Pregunta viendo el fuego consumir de más el palacio. Siente ansiedad y miedo recorrer cada fibra en su cuerpo, la espera lo carcome poco a poco.

Los cuervos negros vuelan por sobre sus cabezas escapando del intenso fuego que consume el palacio Jeon, aquel que vió nacer a una de las dinastías más poderosas jamás vistas. Nadie creería que aquella fortaleza cedería lentamente por las llamas.

― ¿Te ayudo a subir?

Pregunta al príncipe quién asiente y de un rápido movimiento termina sentado sobre el lomo del caballo. Jungkook lo sigue colocándose detrás de JiMin para protegerlo.

― No puedo creer que esto esté pasando y nosotros estemos aquí ocultos...

La vista es desoladora...

Jungkook endurece su rostro al notar sombras a lo lejos. ― Quédate aquí. ― Ordena mientras baja del caballo. Toma las riendas del caballo con una mano y con la otra saca su espada.

― ¿Q-que ocurre?

― Vi sombras a lo lejos, puede que sean los guardias de Taehyung. Manten los ojos bien abiertos. ― No despega sus ojos del frente, aprieta el mango de la espada. ― Pase lo que pase, corres con el caballo hasta el bosque, ¿oíste?

JiMin está a punto de negarse cuando se escucha el crujir de ramas a lo lejos, se escuchan pisadas acercarse a ellos. Jungkook en menos de un latido le entrega las riendas a JiMin y se coloca en posición de batalla.

― ¡Esperen!

Ambos reconocen rápidamente la voz de Hoseok, voltean con la esperanza de ver a su amigo. Jung llega trayendo en brazos al hermano menor de JiMin y detrás suyo la reina Heesi tratando de seguirle el paso, luciendo cansada, pero al fin y al cabo sana y salva. JiMin al ver a su familia siente un gran alivio en su pecho y baja del caballo con verdadera emoción.

― ¡Madre!

Llegan a ellos, Jungkook baja se espada y se acerca para ayudar a Hoseok con el niño. Por otro lado Heesi llega hasta su hijo y cae en sus brazos por el cansancio. JiMin la sostiene para que no caiga.

― ¡Madre! ¿¡Estás bien!?

La mujer no está inconsciente, pero parece que no falta mucho para que lo esté. El humo se ha dispersado tanto que hace toser a todos por el olor.

Hoseok toma una bocanada de aire, se sostiene en sus rodillas por el cansancio. ― La reina inhaló demasiado humo, apenas pude... sacarlos... ― Jadea, notablemente agotado, pero parece no rendirse.

JiMin sonríe para él con los ojos llorosos. ― Muchas gracias Hoseok. ― El soldado le devuelve el gesto.

Jungkook con el hermano de JiMin en brazos se acerca a su amigo. ― Hoseok... ― Jung alza la mirada con una mueca de cansancio. Jungkook pasa saliva. ― ¿Mis padres...?

El soldado baja la mirada y niega con la cabeza. Eso le dice todo a Jungkook quien aplana sus labios y desvía sus ojos azules. La esperanza dentro suyo simplemente se esfumó, dependía de un hilo fino que terminó por caer. Es todo, sus padres ya no están.

Sus hijos pican, JiMin lo nota y aún con su madre en brazos extiende su mano para colocarla en su hombro. Jungkook siente su tacto y aclara su garganta, también establece una postura recta. No puede verse débil ahora, su deber es proteger a su prometido.

Gira hacia JiMinz encontrando su mirada preocupada sobre él.

― ¿Estás bien?

Asiente decidido. ― Toma, subiré a su mamá al caballo, está exhausta. ― Le entrega el niño a JiMin y por consecuente toma en brazos el débil cuerpo de la reina Heesi.

JiMin no puede evitar mirarlo preocupado a la vez que sube a su madre al caballo. ― Jungkook...

― ¡Jungkook, tenemos compañía!

Esas palabras son suficientes para colocar en alarma cada célula en el cuerpo de Jungkook. Gira hacia JiMin, la reina ya está sobre el caballo tratando de sostenerse con sus pocas fuerzas.

― Son los hombres de Taehyung. ― Dice Hoseok con el ceño fruncido enfundando su espada, parece que la energía y decisión volvieron a su cuerpo, pero se nota el cansancio por el sudor en su rostro.

― No tenemos tiempo. ― Jungkook mira a la dirección que Hoseok apunta con su espada, y sombras a lo lejos lo hacen tomar la muñeca de JiMin y acercarlo al caballo con el niño en brazos. ― Sube al caballo, adelantate.

JiMin sube detrás de su madre con su hermanito en medio de ambos, sollozando y temblando por todo lo que vió y escuchó esa noche. Es solo un niño y está en medio de la tormenta.

Park toma las riendas y mira a Jungkook esperando que suba a su caballo junto a Hoseok pero eso no pasa, y los hombres de Taehyung están acercándose. Sus pupilas tiemblan ante una posibilidad en su mente.

― Jungkook, ¿Qué esperas? ¡Vámonos!

Jungkook se coloca en posición de batalla con ambas fuertes manos sujetando su espada. Mira a JiMin por sobre su hombro, la preocupación brilla en sus apasionados ojos.

― Cabalga hasta el bosque, yo me quedaré con Hoseok a darte más tiempo. ― Jung lo mira y asiente con decisión. Están dispuestos a quedarse y luchar.

JiMin niega ante sus palabras. ― N-no, no puedes quedarte, ¡Por favor vámonos Jungkook!

― ¡Atrapenlos!

― Ya no soy un niño, JiMin. Puedo hacer esto. ¡Tengo que quedarme y darles más tiempo!

Sus ojos se llenan de lágrimas por la desesperación, su corazón quiere salir de su pecho. ― ¡No puedo permitir eso!

― ¡Y yo no puedo permitir que corras riesgo! ¡Si voy contigo nos pueden perseguir hasta el bosque y quizás jamás lleguemos a nuestro destino con vida! ― Gira su cuerpo hacia él.

― ¡Jungkook, ya están cerca!

No hay mucho tiempo.

― ¡Me quedaré, te ayudaré!

Se acerca rápidamente hacia él y estira su mano para acariciar su mejilla. ― Tu debes cuidar algo mas importante.

Las lágrimas de JiMin descienden de sus ojos. Jungkook quiere que siga vivo para que su hijo nazca, para que el fruto de su amor pueda tener la oportunidad y seguridad de vivir. Pero a pesar de todo es un gran riesgo, y él quiere a Jungkook a su lado... pero ya no hay tiempo, su madre y hermano también dependen de él.

― Te amo. ― Le sonríe sinceramente, por un segundo sus ojos celestes le trasmiten amor y dolor por la despedida.

Se acabó el tiempo.

― Te amo, Jungkook.

― ¡Mátenlos!

La potente voz del único Kim con vida llega a los oídos de JiMin cuando con una última mirada a Jungkook se despiden, tira de las riendas del caballo y este los adentra al bosque dejando a Jungkook y Hoseok detrás.

Los está dejando atrás...

El sonido de gritos y choque de espadas siguen sus oídos, el crujido de las ramas bajo las pezuñas del gran animal acompañan sus sollozos. Su corazón se agita y la oscuridad de la noche no logra calmarlo.

Jungkook por otro lado atraviesa a su oponente con su espada, la sangre salpica su rostro y pronto es atacado por la espalda, pero logra esquivarlo. Años de entrenamiento, finalmente rinden frutos para su supervivencia.

El silbido tan característicamente perturbador que acompaña la presencia de Kim Taehyung, el único de la dinastía Kim, se escucha al rededor suyo, apoderándose de su cabeza.

Volviéndose loco, incrementando su odio.

Y odio sería lo último que experimentaría esa noche.

Una sonrisa sobresale entre la noche sobre la colina, el magnífico panorama del fuego consumiendo su antiguo hogar es la causa.

Finalmente logró su objetivo. Su venganza.

Cubre su cabeza y cabellos con una capucha negra, sus ojos se fijan en cada parte del palacio ardiendo. La satisfacción llena cada fibra de su cuerpo, nadie pudo detenerla y ahora es libre.

Dejé en pausa esta historia por un tiempo, pero es tiempo de terminarla, dentro de poco terminará, quizás sea algo apresurado, voy avisando jsjs

Gracias por la paciencia todo este tiempo, perdón por tan poco, la universidad me tiene consumida <\3

Syl ❤️