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Capitulo 7: Un Puerto de Indias

-¡Buenos días! –Daniel entro a la cocina con una inmensa sonrisa y frunció el ceño al verla vacía. Solo estaba su madre tomando un café –Mama


-Hola hija –Marta le sonrió con cariño


-¿Dónde están los demás?-miro a su alrededor


-Empezaron al amanecer a domar a los caballos –Marta miro la hora –Ahora les iba a llevar unos sándwiches y unos refrescos.


-Yo me encargo –Daniel observo la bandeja con sándwiches sobre la encimera y cesta en la que se encontraban las cervezas y refrescos.


-Como quieras –Marta asintió divertida


Tomo todo y salió deprisa de la casa. Avanzo casi a zancadas hasta llegar a donde todos se encontraban. Los observo a todos alrededor del cercado, donde había un caballo y uno de los vaqueros montado en el, intentando domarlo a pesar de la resistencia del animal.


-¿Mira quien despertó? –George la miro subido en la valla –Pero si nos traes alimento


-Soy una buena hermana ¿Qué creías? –Daniel se acerco a él y le paso una cerveza, después le dio un sándwich, se giro a los demás y sonrió -¡¿Quién tiene hambre?!


Todos saltaron de su lugar hacia ella y la rodearon tomando sándwiches y bebidas.


-¿Quedó algo para mí? –Jake se paró a su lado mirándola de una forma intensa


-Si hubieras sido más rápido –Daniel se encogió de hombros y le mostro la bandeja, donde solo quedaban dos sándwiches


-Eso me repito muchas veces –el le respondió en voz baja, al tiempo que tomaba el sándwich, después cogió la cerveza y se alejo hacia los demás.


Daniel trago saliva nerviosa. ¿Qué había querido decir con eso? Paso la mano por su frente y dejando la bandeja ya vacía sobre un montón de heno, cogió una cerveza y se acerco a su padre.


-¿Cómo vais? –Se apoyo en la valla observando al vaquero dentro


-Se resisten, -su padre la miro y volvió a mirar al caballo –Pero eso es bueno


El vaquero fue lanzado hacia el otro lado del vallado, Daniel contuvo el aliento y vio como Jake y George saltaron al interior, el primero para tratar de agarrar al caballo y el segundo para ayudar a su compañero.


-¿Está bien? –Daniel frunció el ceño observando al chico


-Tranquila, ya están acostumbrados –Jónatan sonrió a su hija –El turno de Jake


Y el corazón de Daniel se encogió al oírle. ¿Turno? ¡Pero si Jake apenas llevaba semanas trabajando en el rancho! ¡¿Qué querían que se matara?! Inconscientemente se había subido a la valla y sentado junto a su padre en el filo de esta.


No perdió detalle de cómo Jake se subía con cuidado al caballo, como se agarraba con fuerza mientras este se retorcía inquieto, saltaba y corría en redondo intentando caerle.


Daniel apretó con fuerza sus manos a la valla cuando vio al caballo alzarse con el en su lomo y respiro cuando al fin volvió a apoyar sus cuatro patas en el suelo y Jake seguía sobre el.


Finalmente el caballo se rindió y todos gritaron y aplaudieron, Jake sonrió victorioso e hizo que el caballo diera una vuelta al cercado guiado por él. Cuando paso ante ella la miro directamente a los ojos y sonrió con altanería.


Daniel se bajo de su lugar molesta y se alejo de allí. No sabía si le molestaba más la altanería con la que él le había sonreído o la forma en la que su corazón se había desbocado al verle en peligro.


Se dirigió al granero pensando en distraerse un rato con su Mustang y así no tener que volver a ver si Jake era de nuevo tan idiota como arriesgarse con uno de esos caballos salvajes.


Abrió el capo y se quedo mirando el interior.


-¿Necesitas ayuda? –una voz la sobresalto, se giro y vio a uno de los vaqueros


-Ah, hola –sonrió –No, gracias. Es un asunto familiar.


-Me aburro un poco ahí fuera –él se encogió de hombros y avanzo tranquilamente hacia ella


-¿No se supone que es lo que te gusta? –Daniel frunció el ceño


-Si –el mostro su brazo –Pero me lo lastime hace unas semanas y tu padre no me deja montar


-Bueno, puedes ver a los demás –Daniel cerro el capó del coche –Yo ya me iba


-¿Por qué? –el se acerco a ella e impidió que se marchara –Podemos charlar


-Pero es que yo, no tengo nada que charlar contigo –señalo la puerta del granero –Te apartas ¿por favor?


-No seas desagradable mujer –y el avanzo un paso más, Daniel quedo acorralada contra el coche y empezó a ponerse nerviosa


-Apártate –apretó la mandíbula molesta


-Si podemos divertirnos mujer –y el ni corto ni perezoso, coloco una mano en la cintura de Daniel y la bajo hasta pararse en su trasero.


-Quítame las manos de encima –le dio una clara advertencia


-¡¿Qué no la has oído?! –La voz de Jake sonó como un rugido, estaba parado en el centro del granero, a apenas unos pasos de ellos, mirando con una furia inmensa a ese hombre.


-Ey –él se aparto y alzo las manos –Que yo solo quería que nos divirtiéramos un poco


-Mira, pues yo también tengo ganas de divertirme –Jake se remango las mangas de la camisa


-Jake –Daniel dio varios pasos alejándose del tipo –Esto no es asunto tuyo


-¿La has oído? –El otro sonrió con cinismo –Si al final solo has aparecido para interrumpirnos


Y no hubo más palabras, Jake se había lanzado contra aquel vaquero con una furia gigantesca. Ambos cayeron al suelo y Jake no dejaba de golpearlo mientras el otro se defendía como podía.


-¡Ahh! –Daniel se aparto sobresaltada -¡Basta! ¡Jake! –se asusto cuando vio al otro darle un puñetazo a Jake. Entonces corrió hacia la puerta del granero -¡¡George!! ¡¡George!!


Ante sus gritos, su hermano, su padre y todos los vaqueros acudieron inmediatamente.


-¡¿Qué pasa?! –George miro al interior del granero y vio a su amigo y a uno de los vaqueros enzarzados en una pelea. Se golpeaban el uno al otro mientras rodaban por el suelo, eran como dos fieras


-¡Haced algo! –Daniel los señalo -¡Separadlos!


George y dos más se metieron en la pelea, logrando después de unos minutos y no sin mucho esfuerzo que se apartaran el uno al otro. George y otro más sostuvieron a Jake, mientras el otro levantaba al vaquero del suelo.


-¡¿Qué ha pasado aquí?! –Jónatan grito y el silencio se hizo en el lugar -¡¿Quiero una explicación ahora mismo?!


-Quiso propasarse conmigo –Daniel señalo al tipo que la miraba con cara de pocos amigos


-Yo... yo solo quería charlar –el hizo una mueca ante el dolor de los golpes que había sufrido


-¿Y para hablar tienes que poner tu asquerosa mano en mi culo? –Daniel lo miro de mal humor


-¡¿Has tocado a mi hermana?! –George soltó a Jake y se lanzo a por él. Otros vaqueros tuvieron que agarrarlo evitando que golpeara a un ya magullado hombre.


-¡Sal de mi rancho! ¡Ahora! –Jónatan mantenía los puños cerrados y la mandíbula tensa –Y no vuelvas a poner un pie por aquí.


Le soltaron y el salió prácticamente corriendo del lugar.


-¡¡Ven aquí cobarde!! –George gritaba aun sujeto por los otros -¡Soltadme joder!


-¡Ya basta! –Jónatan miro a todos –Volved al trabajo –después miro a Jake –ve a lavarte y curarte –fijo la vista en su hija -¿Estás bien?


-Perfectamente –Daniel asintió


-¡Vamos! ¡A trabajar! –Jónatan salió del granero y todos le siguieron


-Ya lo pillare en el pueblo –George hablaba con furia, miro a su amigo y asintió dándole las gracias. Después siguió a su padre y a los demás.


Daniel comenzó a caminar hacia la salida del granero pero se paro al escuchar a Jake.


-Podrías dar las gracias por lo menos –Jake se cruzo de brazos e hizo una mueca


-¿Quién te pidió ayuda? –Daniel se giro para mirarle –Podría haberle pateado el culo yo solita


-Pues hablando de culos, el parecía muy entretenido con el tuyo –Jake apretó la mandíbula


-Es que tengo un culo irresistible –Daniel giro el rostro y antes de salir del granero se dio una palmada en el trasero.


Jake cerró el puño con fuerza. Si no fuera la hermana de su mejor amigo, el le hubiera enseñado que tan buen culo tenia.


-¡Ah! –Dio una patada a un bidón de aceite -¡Mierda! –y subió las escaleras del granero cojeando.


Durante el resto del día Jake no volvió a cruzarse con Daniel y tampoco se atrevió a preguntar por ella, ni cuando había visto que el coche de ella no estaba, ni cuando en la comida no había aparecido. Sin embargo cuando llego la noche y el y George estaban listos para ir al Coyote, donde habían quedado con los demás, no pudo evitar preguntar.


-¿Y tu hermana? –trato de parecer indiferente mientras conducía hacia el pueblo


-Paso el día con Louisa organizando de nuevo lo de la fiesta –George miro a su amigo con cierta curiosidad –Han retomado los preparativos para la Fiesta de la Primavera.


-Ah –Jake quiso preguntar, quería saber lo que realmente le interesaba. ¿Estaría Daniel esta noche en el coyote?


Una pregunta que tuvo respuesta nada más entrar al bar.


Cuando ambos amigos entraron al lugar, la música resonó por todos lados, la gente bailaba animada y entre esa gente se encontraba Daniel, bailando con Pablo mientras no paraba de reír.


Jake sintió un nudo en el estomago, verla riendo y bailando con otro, aunque fuera un amigo de ambos, pero eso, eso no le gustaba.


Se dirigió a la barra en busca de algo de beber junto con George y allí se encontraron a Juan, Álvaro y Louisa.


-¡¡Hola!! –Louisa les saludo bailando divertida, después tomo su copa y la llevo a los labios


-¿Por qué llegáis tan tarde? –Juan les pregunto con curiosidad


-Los caballos nos retrasaron más de la cuenta –George se encogió de hombros


-Pues te has perdido a tu hermana y a tu prima bailando en la barra –Álvaro rio divertido


-Creo que me alegro de haberme perdido eso –George hizo una mueca


-Algo me dice que yo también –Jake hablo en voz baja molesto


-Eh –Juan miro a Jake -¿Qué te ha pasado?


-¡Es que es el héroe del rancho! –Louisa grito riendo y volvió a beber


-¡El mejor hermano del mundo! –Daniel se abrazo a su hermano y le dio un beso en la mejilla. En esa pose Jake tuvo una perfecta visión de sus piernas y necesito todo su autocontrol para apartar la vista.


-¿Muy animada estas tu no? –George frunció el ceño mirando a su hermana


-¡Deja que se divierta hombre! –Álvaro sonrió, pero al ver la mirada que George le echo, cerro la boca inmediatamente. –No he dicho nada


Justo en ese momento cambiaron de música y Louisa soltó su copa sobre la barra y comenzó a cantar.


-¡¡Ahh!! ¡Me encanta esta canción! –agarro a su prima del brazo y tiro de ella hacia la pista


Y así, empezó una incesante noche de bailes, tanto con los amigos de George, como con los muchos otros del pueblo que se les acercaba.


-¿Qué te pasa esta noche? –Juan miro a Jake de reojo


-Nada ¿por? –Jake contesto de mala manera


-Son la tres de la mañana –el miro su reloj y de nuevo a su amigo –A estas alturas, tu ya habrías ligado con unas.. cinco, quizás seis, chicas.


-Pues hoy no tengo ganas –y dio un trago a su copa


-Ay madre, tu estas muy enfermo –coloco una mano en su frente -¿Tienes fiebre? ¿Has ido hoy al baño?


-Déjame en paz –irritado por la risa de sus amigos, se alejo de ellos en dirección a la barra. Necesitaba beber más para poder soportar esta noche.


-¡Gracias! –Daniel guiño un ojo al camarero y ya con su Martini en la mano se giro y choco. Choco contra el pecho de un hombre derramando su copa -¡Vaya! –se aparto y lo miro molesta


-Lo siento –Jake intento limpiar su camiseta


-Tu –en ese instante los recuerdos vinieron a la cabeza de Daniel, se quedo mirándole, a ver si él era capaz de recordar. Pero al ver que el muy imbécil seguía sin darse cuenta, decidió que se había hartado de esperar. –Ya que me has tirado la copa, podías invitarme a otra


-¿Eh? –el frunció el ceño por unos segundos, entonces asintió –Vale –se acerco a la barra, antes de pedir la miro -¿Qué quieres?


-¿Por qué no pides por mi? –ella sonrió con maldad


-Vale –Jake miro al camarero –Dos Puertos de Indias –espero y cuando el chico le sirvió, le pago. Después se giro y se lo dio a Daniel -¿Sabes lo que dicen?


-Esta es la parte en la que me cuentas que dicen que es mejor que un beso y cuando yo te pregunte si lo crees y una vez beba, te acercas y me besas. Entonces dirás, no, ahora no lo creo-dio un sorbo a la copa y después la alzo sonriendo –Gracias por la copa –se giro y se marcho a la pista con su prima.


Y Jake se quedo allí, con la copa en su mano.


Había pensado que estaba loco cuando al verla pensó que la conocía, es decir que la había visto, pero ahora entendía que su mente la recordaba. Aquella noche había bebido demasiado. Las imágenes llegaron a su cabeza, invitándola, besándola, bailando con ella, besándola de nuevo, preguntándole su nombre. ¡¿Su nombre?!


Pero no recordaba nada mas, todo estaba borroso, las imágenes venían como flashes y él, él era el mayor idiota del mundo. ¿Se había acostado con la hermana de su mejor amigo? ¿Había sido tan idiota de no reconocerla?


-Mierda –se bebió su copa de un trago –Mierda


-¿Qué te pasa? –George acababa de pararse a su lado para pedir en la barra -¡Jake! ¡¿Estas bien?!


-No –el negó con la cabeza, dejo su copa vacía en la barra y salió del local en busca de aire fresco, en busca de algo que lograra aclarar su mente.


Jake tardo más de una hora en volver a entrar a el local, primero con la intención de busca a Daniel y obligarla a responder a sus preguntas, pero al ver a Juan, Álvaro y Lucia bailando con ella, comprendió que no era la mejor opción.


Vio a George sentado en una de las mesas hablando con Pablo y decidió unirse a ellos.


-Ey tío –Pablo le miro con el ceño fruncido -¿Estás bien? Tienes mala cara


-Me sentó mal el alcohol –Jake fijo la vista en la mesa, incapaz de mirar a George


-¡Joder! –Juan llego a la mesa respirando con dificultad y se sentó -¡¡Tu hermana es insaciable!! Casi me da un infarto bailando con ella.


-Como en Miami se mueva igual –Pablo tenia la vista puesta en Daniel –No le faltaran pretendientes


-Estáis hablando de mi hermana –George apretó los labios en una fina línea –Mi hermanita


-Tu hermanita, ya es una mujer –Juan lo miro con una ceja alzada –Toda una mujer


-Una mujer que acaba de ligar –Pablo sonrió observando como Daniel hablaba con un hombre, frunció el ceño –Un momento...


-¿Ese no es el que fue a buscarla el otro día? –Y Juan fue quien hizo la pregunta que en ese momento todos se hacían


-Es ese –Jake apretó la mandíbula


-Ya que estas aquí siguiéndome –Daniel sonrió con descaro y agarro a Alex de la mano tirando de el hacia la pista –Baila conmigo


-No debería –El la observo confundido


-Venga –ella le empujo al centro de la pista y comenzó a bailar con el


Cuando Daniel ya estaba totalmente agotada de bailar, busco con la mirada a su hermano, le diviso al fondo sentado a una mesa con Juan, Pablo y Jake. Entonces recordó lo que hacía un rato le había dicho a Jake y entonces sus ojos se cruzaron. Vio en ellos enfado, pero también dudas y ansiedad. Estaba claro que Jake Clifork estaba pasando una de las peores noches de su vida. Y para ella sería una noche inolvidable. Se acerco a Alex y le hablo al oído.


-Me voy a ir ya –miro de reojo como Jake la observaba con furia y sonrió –Vigila cuando me vaya por si algún capullo me molesta.


Se aparto de él y le guiño un ojo, después agarro a su prima de la muñeca y tiro de ella en dirección a la mesa donde estaban los demás.


-¡¡Ehh!! –Álvaro las siguió desconcertado -¡Me has quitado a mi pareja de baile! –se quejo señalando a Louisa


-Nos vamos ya –Daniel sonrió a su hermano –Estamos cansadas


-¿Yo estoy..? –Louisa frunció el ceño y al sentir el apretón de su prima en el brazo asintió –muy casada, digo que estoy muy cansada.


-¿Vas a conducir así? –George frunció el ceño


-No, nos vamos andando –Daniel se encogió de hombros –Esta noche me quedo en casa de la tía Julia –miro a todos y les dijo adiós con la mano y una picara sonrisa –Buenas noches chicos


-¡¡Buenas noches!! –Todos contestaron como perritos falderos y George les miro molesto


Daniel camino a prisa hasta la salida, tirando de su prima.


-¡¿Por qué la prisa?! –Louisa la seguía intentado no partirse un pie con los tacones –Madre como me duelen los pies


-Corre, corre –Daniel tiraba de ella


-¿Pero que pasa? –Louisa frunció el ceño


-¡¡Daniel!! –Y Jake salió por la puerta del local y comenzó a correr hacia ellas -¡Daniel!


-Vale, ya se que pasa –Y Louisa quiso apretar el paso, pero con esos tacones le era imposible


-¡Daniel para! –Y Jake las alcanzo y agarro a Daniel del brazo –Tenemos que hablar


-¿Hablar? ¿Hablar de qué? –ella lo miro haciéndose la tonta, bostezo –Tengo sueño Jake


-Deja de tomarme por un idiota –El apretó su agarre molesto


-Pues lo que eres hijo –Louisa lo miro haciendo una mueca


-Suéltame –Daniel entrecerró los ojo -¡¡Que me sueltes!!


-La señorita ha dicho que la suelte –y Alex apareció en escena, agarro a Jake por la muñeca y apretó hasta que este la soltó.


-¡¿Pero a ti quien te ha dado vela en este entierro?! –Jake lo miro furioso-Daniel-quiso acercarse a ella pero Alex le puso una mano en el pecho y le empujo hacia atrás -¡¿Qué haces?!


-Alex –Daniel le llamo y él se giro a mirarla, entonces ella le lanzo las llaves del coche.- He bebido mucho, acércanos a casa de mi prima, que supongo ya sabes cuál es. –miro a Jake y le guiño un ojo –Buenas noches Jake, que duermas bien.


Y con toda la tranquilidad del mundo subió a su coche, Louisa la imito subiendo al asiento trasero y rápidamente Alex se subió al del conductor, arranco y saco el coche de allí.


-¡¡Danieeeeel!! –Grito histérico en mitad del aparcamiento, a las cinco de la madrugada.


-¡¡Genial!! ¡¡Genial!! –Louisa aplaudía sin parar de reír -¡¡Eres mi ídolo!!


-Hemos llegado –Alex aparco el coche y se bajo de el.


-¿Y este como sabe mi dirección? –Louisa salió del coche y lo miro confundida -¿Y quién es?


-Un buen amigo –Daniel le miro y sonrió –Gracias por todo Alex


-Buenas noches –el asintió y se marcho caminando


-Anda entremos que tengo mucho que contarte –Daniel agarro a su prima del brazo y tiro de ella al interior de la casa.


Nada más ponerse el pijama y sentarse en la cama, le conto a su prima como se le había ocurrido torturar a Jake y la cara de el cuando comprendió que se habían visto antes y no hablaba de cuando eran niños.


-¡¡Me hubiera encantado verlo!! –Louisa se tiro en la cama riendo, entonces se incorporo y la miro seria –Pero ... no se lo aclaraste


-No –Daniel sonrió –Que sufra un poco


-Madre mía –Louisa se quedo pensativa –Le va a estallar la cabeza de tanto pensar


Y Daniel sonrió con ironía recordando...


¿Su nombre? Jake acababa de preguntarle su nombre. Entonces no se había acercado a ella porque era Daniel, no, ni siquiera la había reconocido. Había estado bailando con ella, la había besado y no sabía quién era. Jake Clifork se había acercado a ella precisamente porque era una desconocida.


Se le acaba de que quedar la cara de la mayor idiota del mundo.


-¿Me vas a decir tu nombre? –El frunció el ceño observándola, debía de estar pensando que era retrasada. Entonces Daniel se pregunto ¿y si le digo quién soy?


-Daniel –respondió nerviosa –Soy Daniel


-Bonito nombre –el sonrió y acaricio su mejilla. Una caricia, una sola caricia y el cuerpo de ella tembló. ¿Y si no le decía nada? Ella le había dicho su nombre y el no la reconocía. ¿Y si se apartaba cuando supiera quién era?


-¿Y tu cómo te llamas? –Y ya no había vuelta atrás. Había escogido.


-Jake, mi nombre es Jake –tomo la mano de ella y la beso sensualmente –Es un verdadero placer conocerte Daniel


Y pensó que era un error, era un autentico error estar allí, en plena discoteca, bailando y besándose con Jake Clifork, que ni siquiera sabía que ella era la hermana de su mejor amigo. No se veían hacia años y ahora estaba entre sus brazos. Su corazón palpitaba con fuerza, pero su cabeza le decía, "recuerda quien es el", "recuerda quien eres tú" y "recuerda que tu novio está estudiando para su próximo examen mientras tu estas aquí"


Pero nada de lo que su cabeza le dijo basto.


Se vio arrastrada por la noche, por el alcohol, por el deseo y por ese loco amor que había sentido desde niña por aquel chico. Incluso era capaz de dejar pasar que el pensaba que era otra, cualquier otra en lugar de esa niña con la que tanto había compartido.


Apoyada contra la pared del fondo del local, oculta por la oscuridad e ignorada por la gente que bailaba se dejo llevar. Se dejo besar y acariciar, se abrazo a el como si no hubiera un mañana y disfruto de sus besos y sus mordiscos, de su mano que dejaba huella en su cintura y en su trasero.


-Vamos a mi apartamento –él le susurro al oído y después le mordió el lóbulo de la oreja


-Deja... deja que –Daniel dejo de hablar cuando el volvió a tomar sus labios con deseo, con desesperación –Que avise a mis amigas


-Te espero aquí –él le dio un último mordisco en los labios y la libero.


Temblorosa y con el corazón latiéndole a mil por hora, avanzo entre la multitud, su sangre ardía y su piel también. Cuando se acerco a sus amigas les dijo que se marchaba a casa y se negó a que la acompañaran. Una parte de ella se sentía mal ¿Estaba haciendo esto? Pero la otra le decía ¡Es Jake!


Y si, era Jake.


Era Jake el que en ese instante estaba justo en el mismo lugar en el que ella le había dejado, con una pelirroja tetona apoyada contra la pared, la misma pared contra la que había estado ella, y la besaba y acariciaba, tal y como había hecho con ella.


Se quedo allí, plantada en mitad de la pista, mientras la música sonaba y la gente bailaba a su alrededor y ella... Ella como una idiota veía todo claro, veía lo que había estado a punto de hacer, pero también veía lo que Jake Clifork le acababa de hacer.


En aquel instante le odio, le odio con toda su alma y deseo que su mundo se destruyera y que sufriera por amor, que sufriera hasta consumirse. Pero al día siguiente, después de una noche de lagrimas y desesperación, comprendió que Jake Clifrok solo le había mostrado como era el mundo, le había hecho darse cuenta que estaba dispuesta incluso a humillarse siendo otra por estar a su lado. Le había abierto los ojos, y ella había comprendido que no le había importado hacerle daño a Antonio, su novio, porque realmente no estaba enamorada de el.


Aquel día, Daniel dejo a su novio, pero también dejo de ser una niña ilusa que creía en los cuentos con príncipes y palacios.



YA SABEIS LO QUE PASO AQUELLA NOCHE, ¿CREEIS QUE DANIEL TIENE RAZONEZ BASTANTES PARA ODIAR A JAKE? PERO ESTA NOCHE, SEGURO LE PASARA FACTURA, PORQUE AHORA EL YA SABE QUE ALGO PASO ENTRE ELLOS, PERO NO LLEGA A SABERLO TODO. OS DEJO UNA FOTO DE DANIEL CON SU LOOK SEXY PARA SALIR 

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