Capitulo 31: Quedate
-Estas preciosa -Richard la miro con una inmensa sonrisa -Vas a despertar muchos intereses esta noche
-Si, ya -Daniel rodo los ojos, atraveso el salon hasta pararse ante el -¿Han ido a recoger a Louisa?
-Si, no te preocupes -Richard asintio -Ya debe estar a punto de llegar, le llevaron el vestido y todo lo demas hace unas tres horas y Fran fue en su busca hace quince minutos.
-Gracias -Daniel le sonrio
-Bueno -Richard miro a la puerta del salon y de nuevo a Daniel -Voy a terminar de organizar tu seguridad -reprimio una sonrisa al ver la mueca de Daniel.
Cuando Richard salia del salon, Daniel se giro para mirarle y entonces vio a Alex parado en la puerta.
Al quedarse solos, el la miro a los ojos.
-Hola -Daniel se mordio el labio con nerviosismo
-Estas muy guapa -Alex espero unos segundos, finalmente suspiro -Daniel yo...siento lo de ayer, no debi gritarte...
-Alex -le interrumpio, avanzo hacia el, despacio, hasta pararse muy cerca, frente a frente -No importa -lo miro a los ojos, bajo la vista a la corbata de el y sonrio, alzo los brazos y coloco sus manos en el nudo, ajustandolo y corrigiendolo. Alex bajo la vista a sus manos y de nuevo la miro a los ojos.
-¡¡Dani!! -Y se separaron sobresaltados al oir el grito de Louisa, que atraveso el pasillo hasta llegar a su prima y abrazarla -Gracias, me encanta, el vestido, los zapatos, todo.
-Estas muy guapa -Daniel correspondio a su abrazo sonriendo, mientras miraba de reojo a Alex
-Muchas gracias, de verdad -Louisa volvió a abrazar a su prima
-Venga vámonos o llegaremos tarde -Daniel miro de reojo a Alex y comenzó a caminar hacia la salida de la casa.
Como era de esperar, la prensa estaba amontanada en la entrada principal del hotel en el que tenia lugar la fiesta. Cuando el auto paro ante este, Alex bajo rápidamente y abrió la puerta para que Daniel, Louisa y Richard salieran. Fuera estaban ya dispuetos tres hombres mas de seguridad y Gonzalo, esperándoles junto a la puerta.
-Vaya -Louisa miro todo con la boca abierta -.Esto es....
-Intimidante -Daniel sonrio -Como todo lo que Said organiza
-Señorita Sullivan -Un hombre mayor de pelo canoso, se paro ante ella sonriendo, tomo su mano y la beso educadamente.
-Tomas -Daniel asintió con una leve sonrisa -Me alegra verle. ¿Qué tal esta su mujer?
-Mejor. Gracias por las flores que mando al hospital -El miro a Richard y asintió saludándole.
-Señores -Albert apareció en ese instante y se acerco a dar dos besos a Daniel -Estas impresionante como siempre Daniel -miro a Louisa y sonrio -Y tu prima, me deja sin palabras.
-Gracias -Louisa se sonrojo ligeramente
-Ya veo que Said no escatimo en gastos para la presentación de su nueva colección de joyas -Daniel observo a un camarero acercarse y tomo una copa de champan
-Ya sabes que le encanta todo lo ostentoso y mas cuando se trata de sus joyas -Albert se encogió de hombros.
-Puede permitírselo -Richard bebió un poco de su copa
-En eso tienes toda la razón -Albert asintió.
Daniel escucho la conversación de ambos de forma lejana, estaba inmersa en observar todo a su alrededor. Vio a varios de sus hombres mezclados entre la multitud, vestidos elegantemente, diviso a Gonzalo, parado junto a la puerta principal. Sin embargo no logro encontrar a quien realmente estaba buscando y empezaba a preguntarse donde se había metido cuando les vio.
-¿Qué hacen mis padres aquí? -observaba a sus padres hablando tranquilamente con su hermano y con Jake.
-Oh, Said quiere hacer negocios con tu padre -Albert les miro y después fijo la vista en ella -Tu padre tiene la mejor crianza de caballos salvajes y ya sabes que después de sus joyas lo que mas apasiona a Said son los caballos.
-Yo diría que después de las joyas y las mujeres, van los caballos -Richard sonrio divertido.
-Me esta entrando mucha curiosidad sobre ese tal Said -Louisa miro a su alrededor
-Deberias acercarte a saludar a tus padres -Albert miro a Daniel con precaución -¿No crees?
-Tienes toda la razón Albert -Richard miro a Daniel fijamente
-Si -y ella no tenia inconveniente, bueno quizás uno. Alli hablando con sus padres y con su hermano estaba el. Jake. Conforme se iba acercando se sentía mas tensa.
-Buenas noches, que elegante te veo Jonatan -Albert dio una palmada a su amigo en la espalda
-Cariño -Marta abrazo a su hija sonriendo -Estas preciosa
-Guapisima -George miraba a su hermana a los ojos -Hermosa
-Tu también estas muy guapo -Daniel se acerco a su hermano sonriendo -Y muy educado. -fruncio el ceño -Ahora en serio. ¿Quién eres tu y que has hecho con mi hermano?
Todos rieron ante el comentario de Daniel y mientras las risas sonaban en el lugar, la mirada de ella se cruzo con la de Jake. El la miraba con una mezcla de tristeza y de esperanza y eso hizo que Daniel se sintiera aun peor.
-Hola -Finalmente Jake saludo con leve asentimiento de cabeza. Todo quedo en silencio, incluso Daniel no sabia como responder, pero no hizo falta.
-Llevo toda la noche esperando que la principal joya de la fiesta llegue -Said se abrió paso entre todos hasta pararse ante Daniel y tomo su mano para besarla -Y al fin estas aquí. Aun mas hermosa de lo que recordaba.
-Said -Daniel le sonrio levemente, sin apartar la mirada de sus ojos -Una fiesta muy de tu estilo.
-Ya me conoces querida -el la miro divertido sin soltar aun su mano, entonces fijo la vista en la muñeca de ella y sonrio -Cuando Leonard insistió en comprar esta pulsera, le pregunte para que quería un viejo como el una joya asi. ¿Y sabes que me dijo? Que una belleza asi solo debería llevarla una persona aun mas hermosa y el la custodiaría hasta entonces. -Daniel miro la pulsera que llevaba puesta y sus ojos se cristalizaron levemente. -Me alegra que seas tu esa persona.
-Bueno, empiezo a tener curiosidad por tu nueva colección -Richard distrajo la atención para que Daniel pudiera recomponerse.
-Oh, es aun mas fascinante que la anterior -Said sonrio emocionado
-Eso dijiste también de la anterior -Albert bromeo divertido
-Disculpadme unos minutos -Daniel se alejo de ellos y atravesó tranquilamente la sala, salió a una de las terrazas y respiro el aire exterior. Dio varios pasos y se paro justo ante la baranda. Apoyo la mano en ella y fijo la vista en la pulsera, la acaricio con los dedos despacio.
-Le querías mucho ¿no? -se sobresalto al oir la vos de Jake, miro de reojo hacia la puerta y le vio avanzar hasta pararse a su lado. -Parece que era un buen hombre.
-Un gran hombre. -Daniel fijo la vista en el jardín -Y si, le quise mucho. -se quedo pensativa un instante -A veces pienso que no seria quien soy si no fuera por el.
-¿Sabes? Yo se que soy quien soy ahora, gracias a ti -Jake no la miro, hablo con la vista fija en algún punto del jardín. -Y eso tengo que agradecértelo Daniel. Tu me hiciste abrir los ojos, me ayudaste a cambiar.
-Eres un buen hombre Jake -se giro hacia el y le miro -Y algún día haras muy feliz a alguna mujer.
-Y ese dia no es ahora y esa mujer no eres tu -La miro, con una sonrisa triste. -Quiero que sepas que quiero lo mejor para ti Daniel, quiero que seas feliz.
-Gracias -ella deposito la mano sobre la de el -Espero que tu también lo seas.
Jake suspiro observando sus manos, después se aparto y se alejo caminando hacia la entrada de la terraza. Daniel le observo marcharse y entonces vio a Gonzalo en la puerta de la terraza contigua, le miro fijamente y sonrio.
-¿Puedes dedicarme unos minutos? -hablo en dirección a donde el se encontraba
-Por supuesto señorita -el asintió, desapareció de la vista de ella y en unos segundos estaba atravesando la puerta de la terraza en dirección a ella -¿En que puedo ayudarla?
-Eres un buen hombre Gonzalo y te respeto y te aprecio, por eso me gustaría que estuvieras de mi lado, pero también quiero que sepas que si no lo estas, no voy a cambiar de opinión -respiro profundamente -Le encantan los donuts, no soporta dormir con ropa, no le gusta correr con música, prefiera escuchar el sonido de su alrededor. Es malísimo comprando ropa interior -sonrio levemente -Le encanta prepara el desayuno. Cuando... Cuando duermo entre sus brazos, siento que todo esta en calma, que todo es perfecto. Me encanta cuando, logro dejarle sin palabras con algún comentario.
-¿Esta hablando de...? -Gonzalo suavizo su rostro levemente
-De tu hijo, Gonzalo -Daniel le miro a los ojos -Estoy hablando de Alex.
-Vaya a la casa -Gonzalo respiro profundamente -Mi hijo se marcha esta noche.
-¿Qué se marcha? -Daniel frunció el ceño -¿Qué se marcha a donde?
-Yo ... le aconseje que pensara bien lo que estaba sintiendo por usted -Gonzalo suspiro -Y estuvimos de acuerdo en que quedarse a su lado solo empeoraría las cosas.
-¿Sigue pensando eso? -Daniel se mordió el labio
-Yo... yo solo se que usted es una mujer maravillosa y que si mi hijo tiene la posibilidad de ser feliz junto a usted, no me perdonaría que no sucediera por mi culpa -hablo serio
-Gonzalo -Daniel lo miro unos segundos, finalmente se acerco a el, lo abrazo y tras depositar un beso en su mejilla entro corriendo en la sala. Cruzo esta sin siquiera mirar a su alrededor, llego a la puerta principal y al salir, se quedo parada en la puerta observando los coches. -Mierda
-¿Qué te pasa? -George llego respirando agitado junto a su hermana -Te vi irte corriendo
-Necesito llegar a la casa cuanto antes -Daniel miro a su hermano
-¿Y tu seguridad? -George miro hacia atrás -Apuesto a que estarán buscándote por la sala
-Tengo que irme ya -Daniel miro su reloj. ¿Y si no llegaba a tiempo?
-Vale -George metió la mano en su bolsillo y le mostro unas llaves. -Son de nuestro coche
-Te quiero hermanito - Daniel tomo las llaves le dio un beso en la mejilla y salió corriendo hacia los coches aparcados junto al hotel. Cuando diviso el de ellos, subió y lo arranco. Le pareció maravilloso conducir el coche que ella y su hermano habían montado. Pero ahora no disponía de tiempo para disfrutar.
El camino hasta la finca le pareció eterno y si alguien le preguntara, diría que el trafico se había puesto de acuerdo en interponerse en su camino.
Al llegar tras llamar al telefonillo varias veces, finalmente logro que uno de los de seguridad le contestara y cuando grito su nombre la puerta se abrió en unos segundos. Freno bruscamente ante la casa, bajo del coche y subió los escalones de dos en dos. Por suerte la puerta estaba abierta, entro y se dirigió rápidamente a la habitación de Alex.
Al abrir la puerta de dicha habitación, se encontró con la imagen de la maleta abierta sobre la cama, con algunas prendas ya en su interior. Escucho el sonido de la puerta del baño y miro, para ver a Alex saliendo de el con algunas cosas entre sus manos.
-¿Qué? -Alex la miro sorprendido
-¿Qué estas haciendo? -Daniel dio un paso adelante, observándole con una sonrisa.
-Yo, eh... es mejor que me marche Daniel -entonces frunció el ceño -¿No deberías estar en la fiesta?
-No, estoy donde tengo que estar -dio varios pasos hacia el -Y tu no te vas a ir
-No lo entiendes, yo tengo que marcharme, si sigo aquí todo será mas complicado y...-el la miraba nervioso
-Vas a quedarte Alex, porque yo te quiero a mi lado -y finalmente ella acorto la distancia que les separaba, y colocándose de puntillas, apoyo las manos en su pecho y le beso. Le beso con delicadeza, con tranquilidad, saboreando sus labios.
-Daniel -Alex apenas susurro su nombre mientras rodeaba la cintura de ella con sus brazos, apretándola contra el y haciendo el beso mas urgente.
-¿Vas a quedarte? -Daniel le mordisqueo los labios
-No imaginas cuantas veces soñé con esto -juntos, cayeron sobre la cama.
Y se dejaron llevar por la pasión, en brazos del otro, en una demoledora noche de libertad, con la que ambos habían estado soñado, aunque sin saberlo, durante mucho tiempo.
SIENTO LA TARDANZA, PERO COMO YA OS DIJE CIERTOS PROBLEMAS FAMILIARES ME HAN IMPEDIDO DISPONER DE TIEMPO PARA ESCRIBIR
SUBIRE EL EPILOGO INMEDIATAMENTE
GRACIAS A TODOS Y SIENTO LA ESPERA
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