-Buenos días –Daniel entro a la cocina y se quedo parada en la puerta

-Hola –Jake la miro a la cara, después no pudo evitar que su mirada se paseara por el cuerpo de ella.

-¿Dónde están mis padres y mi hermano? –Daniel dudo durante unos segundos y finalmente camino por la cocina hasta llegar a la cafetera y se sirvió una taza de café. Se giro hacia el y se apoyo en la encimera.

-Tu madre fue a llamar por teléfono a tu tía –Jake fijo la vista en sus labios rozando la taza –Y Jónatan y George fueron a Dallas, a inscribir a los caballos para la feria de ganado.

Daniel giro el rostro mirando hacia cualquier lugar de la cocina mientras bebía el café, su cuerpo se tensaba mas a cada segundo que pasaba en aquella cocina con Jake Clifork sentado frente a ella.

-Buenos días hija –Marta entro en la cocina sonriendo y Daniel se relajo inmediatamente nada mas notar la presencia de su madre –Ya hable con tu tia, ella y tu prima nos esperan en media hora en el pueblo. Jake nos llevara.

-¿Qué? –y volvió a tensarse. –Podemos ir en mi coche mama

-Cielo será más fácil trasladar todo lo necesario en la furgoneta –Marta miro a su hija con el ceño fruncido –Además Jake va a echarnos una mano para organizar todo.

-Vaya que atento –Daniel lo miro con los ojos entrecerrados mientras dejaba la taza en el fregadero, después camino hacia la puerta –Voy por mi bolso

-No tardes cielo –Marta miro a Jake -¿Listo?

-Voy arrancando la furgoneta –el asintió y salió por la puerta trasera de la cocina

Daniel subió a su habitación en busca de su bolso y resignada ante el día que le esperaba bajo a la planta baja. Como cada año, su madre y ella junto con su tía y su prima ayudaban en la organización y preparación de la fiesta de la Primavera.

Salió al porche y su mirada viajo rápidamente hacia la furgoneta que estaba parada ante la casa, "furgoneta", por llamarla de alguna manera. Aquello era un trasto viejo y oxidado, que parecía que podría desmontarse en cualquier momento. Por algún motivo una cínica sonrisa se dibujo en su rostro y su mente se dijo a si misma "Mira en que tiene que montar el niño de papa". Bajo los escalones del porche y camino hacia ella.

Jake se encontraba sentado en el asiento del conductor, su mirada estaba fija en Daniel, observando cada paso que ella daba.

-Vaya ¿Para tanto da tu presupuesto? –su lengua mordaz salto mucho antes de lograr amarrarla en el interior de la boca. Después de haberse escuchado a si misma, pensó en haber cerrado su bocaza.

-No todos podemos permitirnos un mercedes deportivo –y Jake supo como atacarla, aunque pudo ver cierta rabia en sus ojos cuando la escucho.

-¿Y eso lo dices tú? –Daniel sonrió con frialdad -¿Dónde a quedado el chico que solo necesitaba sacar su tarjeta de crédito para que todos se arrodillaran a sus pies?

-¿Y donde a quedado la chica de las trenzas que adoraba ir al pueblo en bicicleta? –Jake entrecerró los ojos

-Ya podemos irnos –Marta se paro ante ellos con una cesta entre sus manos -¿Pasa algo?

-Deja que te ayude Marta –Jake tomo la cesta y se dirigió a la parte de atrás de la camioneta para dejarla allí.

-Siéntate tu delante hija –Marta sonrió a su hija

-No, mama, no te preocupes –Daniel negó con la cabeza, yo ire detrás.

Después de la contestación de su hija Marta rodeo la camioneta y se dirigió hacia la puerta del copiloto. Resignada Daniel extendió la mano hacia la manivela de la puerta, pero otra mano se le adelanto y la puerta se abrió.

-Su carroza esta lista –Jake mantenía la puerta abierta, mirándola con ironía

-Que caballeroso –Daniel rodo los ojos, y subió a la furgoneta. Sintió la puerta cerrarse, no muy delicadamente y después observo como el se subía y arrancaba. De nuevo su boca se abrió antes de ser capaz de obligarla a permanecer cerrada –Que elegante

-¡¡Daniel!! –Su madre se giro para mirarla entre sorprendida y molesta

-Déjala Marta –Jake apretó el volante con las manos –Parece que tu hija se acostumbrado a los lujos

El camino hacia el pueblo fue totalmente en silencio, Daniel evitaba mirar como Jake conducía, pero el cada vez que tenía oportunidad desviaba la vista hacia el retrovisor y la observaba. Por su parte, Marta miraba por la ventanilla, con el ceño fruncido y preguntándose porque su hija había hablado así.

Jake paro la camioneta justo en la plaza y antes casi de darse cuenta, Daniel ya había abierto la puerta y se había bajado de ella.

-¡¡Daniel!! –Marta se bajo molesta y siguió a su hija -¡¡Daniel!!

-¿Qué mama? –ella suspiro y se giro para mirar a su madre

-¿Se puede saber porque has hablado asi antes? –Marta la miro a los ojos –Tu nunca has sido tan frívola y menos te ha importado el dinero

-Ni ahora me importa mama –Daniel la miro resignada –Es solo que... no lo soporto. Lo siento pero no soporto a Jake.

-¿Por qué? –Marta frunció el ceño –Antes le perseguías todo el tiempo, tenía que regañarte para que dejaras a tu hermano y a Jake tranquilos y...

-Los tiempos cambian mama y las personas también –Daniel bajo la voz y se dijo a si misma –Algunas

-¡Marta! ¡Daniel! –Julia cruzo la plaza en dirección a su hermana y su sobrina –Que bien que habéis llegado –dio un beso a ambas y después miro a su sobrina –Tu prima está organizando los concursos ¿Por qué no vas?

-Primero nos ayudara con las cosas de la camioneta –Marta hablo antes de que su hija respondiera y Juila las miro desconcertada. –Vamos

-Voy mama –suspirando Daniel camino hacia la camioneta, donde Jake se encontraba descargando las cajas que había detrás. –Mi madre me manda a ayudarte

-Por lo menos sigues siendo una chica obediente –Jake la miro con una pequeña sonrisa

-No te creas –Daniel hizo una mueca, giro el rostro y vio a su madre y su tía mirándolos.

-Te están vigilando –Jake se había acercado a ella, demasiado, los suficiente como para que su aliento le rozara el cuello cuando le hablo en voz baja. Se tenso automáticamente, tanto que cualquiera que la viera pensaría que era un palo, se giro molesta hacia él y Jake había desaparecido. –Ten –Escucho su voz y alzo el rostro, estaba subido en la parte trasera de la furgoneta, mirándola, mientras sostenía una caja que le tendía a ella. -¿Podrás o será mucho para la princesita?

-No te preocupes, yo si me he criado en un rancho trabajando –Daniel dejo su bolso colgado en la esquina de la cajonera de la camioneta y remangándose las mangas tomo la caja –No en una mansión entre algodones.

-Pues bien loca que estabas por ir a esa mansión –Jake se quedo parado allí arriba, mirándola, con ambas manos apoyadas en la cintura. -¿O era por verme a mí?

-En aquel tiempo, también quería una ardilla de mascota –Daniel se giro dándole la espalda para dejar la caja sobre las demás –No lo olvides

-¡Daniel Sullivan! –María, la que era nana de Jake acababa de salir de la tienda y estaba parada observándoles –Pero que hermosa estas chiquilla, cada año estas más guapa.

-Hola María –ella avanzó sorteando las cajas y la abrazo con cariño –Tengo unas ganas inmensas de comer tus galletas

-¿Por qué crees que estoy aquí? –María sonrió divertida mientras sacaba un tarro de su bolso y mostraba las galletas

-¡¡Bien!! –Daniel aplaudió como una niña pequeña y tomo el tarro guiñándole un ojo

-Así que haciendo galletas para otra persona –Jake se cruzo de brazos mirando a ambas

-Hay que saber compartir Jake –María se acerco a él y le pellizco el cachete con cariño -¿Cómo estas mi niño?

-Bien nana –el respondió con resignación –No te preocupes

-No lo hago –ella le sonrió con cariño –Se que eres un gran hombre

Daniel se alejo de ambos y se dirigió a la camioneta, la abrió y dejo el tarro de galletas en los sillones traseros. Después regreso a su labor de antes. Tomo una bolsa y tiro de ella hasta tenerla a su alcance, la curiosidad le pudo y la abrió para ver lo que había en el interior. Se encontró con lazos de colores y guirnaldas de flores, seguramente para la decoración de la plaza. Saco una de las guirnaldas de flores y la observo sonriendo, recordando aquellos años en los que su prima y ella corrían por la plaza con las guirnaldas y su madre y su tía las perseguían regañándolas.

Una suave brisa acaricio su piel y la guirnalda se deslizo de su mano al suelo, avanzo hasta ella y cuando se agacho a cogerla, de nuevo la brisa la arrastro unos metros más allá.

-¿En serio? –Daniel frunció el ceño, avanzo casi a zancadas y se agacho rápidamente, la agarro y sonrió –Te pille

-¿Te diviertes? –escucho la voz de Jake y se incorporo rápidamente. Su cabeza choco con la de él, que casualmente se había inclinado hacia delante observándola. –Augh –Jake llevo la mano a su nariz y dio varios pasos atrás –Joder, que cabeza más dura tienes

-¿Quién te manda meterte donde no te llaman? –Daniel rasco su cabeza sintiendo un leve dolor en ella. Con la guirnalda en la mano regreso a la furgoneta, la guardo en la bolsa y cerro esta. Después la bajo de la camioneta y la dejo junto a las cajas.

-Podías pedir disculpas al menos –Jake se paró a su lado aun masajeando su nariz

-¿Por qué? –Daniel lo miro y sonrió, tomo su bolso y comenzó a caminar hacia la caja -¡Acaba tu!

Con una sonrisa divertida en el rostro Daniel cruzo la plaza y se acerco a donde diviso a su madre, su tía y su prima.

-¿Qué hacéis? –frunció el ceño observando a su prima escribiendo en una libreta

-Aquí estas –Louisa la miro sonriendo –Tu madre te apunto a un beso por un dólar

-¿Qué? –Daniel miro a su madre desconcertada

-Vamos cielo, será divertido –Marta sonrió a su hija –Además estoy segura de que tendrás mucha cola para recibir un beso tuyo

-¿Y has pensado que quizás yo no quiera ir dando besos por doquier? –Daniel miro a su madre molesta

-Anda ya, no seas tonta –Julia movió la mano restándole importancia, agarro a su hermana del brazo y tiro de ella –Vamos a ver como organizan la orquesta

-¿Has visto eso? –Daniel miro a su prima incrédula

-Si –Louisa rio a carcajada limpia

-Pues yo no le veo la gracia –Daniel se cruzo de brazos

-¿Y a que no le ves tú la gracia si se puede saber? –Jake se paro junto a ellas mirándolas con el ceño fruncido

-Mi tía apunto a mi prima a un beso por un dólar –Louisa contesto mirándole sonriente

-¿Ah sí? –el fijo la vista en Daniel y alzo una ceja -¿Qué pasa?¿No eres capaz de dar unos besitos por ayudar a tu pueblo?

-¿Y tú qué? ¿No ayudas? –Daniel le miro con los ojos entrecerrados

-¿Yo? –el sonrió –Con lo que sea

-¡Genial! –Y Louisa comenzó a escribir en la libreta –Pues te apunto al tiro lanzamiento a piscina

-¿Qué? –Jake la miro sobresaltado –Un momento...

-Eso no me lo pierdo –Daniel se alejo caminando tranquilamente con una sonrisa divertida en sus labios

-¡¡Cuidadoo!! –El grito se escucho en toda la plaza, la gente rápidamente miro hacia el lugar del que provenía. El pilar central que siempre colocaban justo en el centro, para sostener todos los adornos desde allí a su alrededor, se inclinaba hacia uno de los lados y comenzaba a caer. La gente se aparto gritando y Daniel alzo la vista justo para ver como el gigantesco pilar se cernía sobre ella.

-¡¡Daniel!!-Jake grito y comenzó a correr, pero era imposible que llegara a tiempo

El polvo se levanto sobre la plaza, mientras el pilar acababa roto en pedazos en el suelo. La gente corrió hacia el lugar en busca de Daniel.

-¡¡Hija!! –Marta gritaba horrorizada, mientras miraba entre las piedras

-¡¡Dani!! ¡¡Ay Dani!! –Louisa gritaba aun parada en su lugar

-Augh –Daniel se quejo y tosió por el polvo que había a su alrededor, sintió el fuerte agarre en su cintura y una voz en su oído.

-¿Se encuentra bien? –pensó que era un sueño pero volvió a oírla más clara -¿Se encuentra bien señorita Sullivan?

-¿Eh? –Giro el rostro y vio unos ojos marrones mirándola preocupados

-¡¡Daniel!! –Jake llego hasta ellos y aparto una piedra que había a su lado

-Hija, hija ¿estás bien? –Marta agarro a su hija del brazo

-Si, estoy bien –Daniel se incorporo y sacudió el polvo de su ropa. Se giro para mirar al hombre, que ahora se encontraba de pie, también sacudiendo su ropa. –Yo te conozco

-¿Eh? –El frunció el ceño –En el avión

-Ah, si –lo observo un poco confundida. Recordó haber chocado con él en el avión.

-Muchas gracias señor, muchas gracias por ayudar a mi sobrina –Julia le tomo la mano y la estrecho moviéndola con energía

-De nada –el asintió

-¡¡Dani!! ¡Ay! ¡Dani! –Louisa se lanzo a su prima estrechándola con mucha fuerza -¡Dani! ¡Pensé que ese pilar te había hecho picadillo!

-Louisa, me estas asfixiando –Daniel aparto a su prima despacio –Estoy bien

-Bueno, bien –miro a su prima de arriba abajo –Estas echa un asco

-Vaya, gracias –Daniel hizo una mueca

-Su brazo –el desconocido volvió a hablar y todos le prestaron atención, el miraba el brazo de Daniel. Sin permiso alguno tomo la mano de ella y alzo el brazo observándolo, un corte se extendía por su antebrazo y la sangre manchaba su piel. –Parece profundo, tendrán que darle algunos puntos.

-Oh, hija –Marta acaricio el pelo de su hija -¿Te duele?

-Estoy bien mama –Daniel observaba su brazo con el ceño fruncido, después fijo la vista en la mano de aquel hombre agarrando su muñeca.

-Te llevare a urgencias –Jake se agacho, tomo el bolso de Daniel y coloco la mano en su espalda empujándola. –No te preocupes Marta, cuidare de ella.

-Gracias hijo –Marta asintió

-Llamare a George para que pase a recogerte a la vuelta de Dallas –El empujo a Daniel hacia el coche

-No es necesario ...-pero Daniel no pudo acabar

-Claro que si, venga –Abrió la puerta de la camioneta y espero a que ella subiera. Con un suspiro de resignación, Daniel subió al coche.

Jake condujo con bastante prisa por el pueblo en dirección al médico.

-Que el pilar no acabara conmigo no significa que un accidente de tráfico no lo haga –Daniel le miro de reojo –No tienes que correr tanto, no me voy a desangrar.

-Lo siento –el trago saliva y redujo la velocidad.

Ella le observo confundida, veía la mandíbula tensa de él, sus ojos ardientes, llenos de ¿preocupación?, agarraba el volante con fuerza y su cuerpo estaba totalmente tenso. Cuando Jake aparco el coche, Daniel fue consciente de que había estado observándole la ultima parte del trayecto. Movió la cabeza aclarando sus pensamientos y abrió la puerta para bajar, pero cuando estaba bajando de la camioneta sintió la mano de Jake en su cintura.

-No es necesario que me ayudes, solo es un corte –sentía su piel arder allí donde él había tenido la mano

-Solo intentaba ser amable –se sintió culpable al ver como él se apartaba y cerraba la puerta del coche, después señalo el hospital. Daniel comenzó a caminar y el la siguió.

No tardaron mucho en atenderla, la llevaron a la sala de curas y Jake se quedo esperando en la sala de espera. Tal y como aquel hombre le había dicho, le dieron cuatro puntos, le curaron un poco la herida y usaron una gasa para cubrirla.

-Ya esta –La enfermera sonrió –Como nueva

-Sí, una bonita cicatriz para lucir en la fiesta de la Primavera –Daniel suspiro mirando su brazo.

Cuando salió por las puertas de urgencias, vio a Jake sentado en una de las sillas de la sala de espera, con una botella de agua entre sus manos, la cual estaba casi aplastada. El alzo el rostro y al verla se levanto rápidamente y camino hacia ella mirando su brazo.

-¿Cuántos puntos te dieron? –Pregunto alzando la vista para mirarla a los ojos

-Cuatro –Daniel contesto mirando su brazo

-Bueno, vamos –El señalo la puerta –Tu hermano me ha llamado tres veces, todos esperan en el rancho.

-¿No le has dicho que no era para tanto? –Daniel le siguió al exterior y después al coche, de nuevo el le abrió la puerta y cuando ella subía, pudo ver que iba a ayudarla, pero finalmente se aparto. Cerró la puerta y subió por su lado.

-Por mucho que les diga ya los conoces –Jake suspiro y arranco, entonces le tendió la botella -¿Un poco de agua?

-No, gracias, ya tome con el calmante que me dieron –Daniel fijo la vista en la ventana

Permanecieron en silencio en el trayecto, hasta que este se rompió con el sonido de un teléfono. Jake la miro de reojo unos segundos y finalmente tosió, haciendo que ella le mirara con el ceño fruncido, entonces Daniel fue consciente de que su teléfono sonaba. Abrió su bolso rápidamente y lo saco, al ver el nombre en la pantalla miro a Jack de reojo, dudo unos segundos y finalmente contesto.

-Hola ..-fue interrumpida por una voz al otro lado –Veo que las noticias vuelan, estoy bien. Solo fueron cuatro puntos. –cerro los ojos respirando profundamente –Se me cayó un pilar encima mientras organizaban los preparativos, eso hubiera pasado aunque tuviera a la tropa de un ejército a mi lado. –Contesto irritado –No, no tengo ganas de discutir, estoy perfectamente. Hablaremos a la noche. –corto la llamada y guardo el teléfono en el bolso. Se mordió el labio inquieta y entonces miro de reojo a Jake, el parecía conducir concentrado, pero sabía que había estado escuchando la conversación atento. –Jake

-¿Qué? –el la miro, acaba de parar el coche ante la casa.

-Gracias –Daniel le miro a los ojos y ambos se sostuvieron la mirada

-¡¡Ardillita!! –El grito de su padre la sobresalto, se giro y lo vio corriendo hacia la camioneta. Jónatan abrió la puerta y agarro la muñeca de su hija para ver su brazo -¿Estás bien mi niña?

-Estoy bien papa, no fue nada –Ella le sonrió con cariño, se acerco y le dio un beso en la mejilla

-¡Que te gusta darnos sustos hermanita! –George grito caminando hacia la furgoneta, ella bajo del coche y el la abrazo -¿Te duele?

-No, los calmantes hicieron su efecto –y ella bostezo levemente

-Anda entremos para que descanses –Jónatan paso el brazo por los hombros de su hija y la guio hacia la casa

-Gracias tío –George se acerco a su amigo y le dio una palmada en su hombro

-Yo no hice nada –Jake frunció el ceño –Fue un hombre que había en la plaza el que la aparto

-Lo sé –George sonrió a su amigo –Pero gracias por llevarla al médico y por cuidar de ella

-Es tu hermana –Jake se encogió de hombros y observo a padre e hija entrando a la casa –Es como... como una hermana para mí.

"Es como una hermana para mi" MENTIRA.... Y LO SABIA

FIJAOS EN LOS DETALLES DEL CAPITULO, HAY ALGO QUE OS LLAME LA ATENCION? OS DEJO UNA FOTO DE DANIEL CON SU CONJUNTITO