Seis años casada, en todo este tiempo mi vida ha sido una montaña rusa que no hacía más que subir, pero de manera sorprendente caí en picada, así es la vida llena de sorpresas.

En una oportunidad escuche "nada dura para siempre", pero yo pensaba "si yo lo deseo nada más importa", en ese momento no sabía que mi mejor aliado no pensaba igual, estaba en mi contra.

Me encuentro en la casa de la playa, sentada frente al majestuoso mar, pensado o más bien torturándome en que hice mal, porque me ha tocado a mí.

Mi vista se empaña y mis mejillas se humedecen de ese líquido salado que sale de mis ojos. El frio viento y el cielo nublado exterioriza lo que mi corazón siente.

No me arrepiento de los seis años que viví junto a él, hubo muchos momentos inolvidables, me hizo sentir amada, me hizo madre y conocí el amor más puro y hermoso que puede existir, el amor que sentimos por nuestros hijos.

No puedo perdonar su error, mi corazón roto no puede dejar pasar su traición, pero aun así le deseo lo mejor.

Ahora tengo miedo, miedo a no dejarlo de amar, de no poder amar a otro hombre... solo espero que todo sea producto del duelo que ahora estoy viviendo. Solo queda esperar que con el tiempo mi corazón empiece a sanar y este deje de ser un Corazón Roto.