Las semanas siguientes fueron un caos por todas partes, la tienda principal se paró por completo, uno de los hornos se averió, además de una fuerte fuga de gas que no quedo de otra que cerrar la tienda hasta que arreglaran los desperfectos.

En casa las cosas no iban bien tampoco, en una de las citas con el psicólogo le contamos a la nena lo del divorcio y no lo tomo nada bien, desde entonces ha tenido un comportamiento un poco agresivo, incluso con sus compañeros de clase. El doctor nos dijo que era normal su reacción, pero mientras continuáramos con sus consultas él nos ayudaría con la niña.

Elvis me vio con Zac en una de nuestras salidas, como era de esperarse ellos se conocían. Elvis parecía un volcán a punto de erosionar, mientras que Zac lo desafiaba con la mirada. Desde de ese encuentro Elvis agarro sus cosas y se fue de la casa, solo me dijo que no le quitara sus derechos como padre, eso es algo que nunca haría a menos que la integridad de mi hija se vea comprometida.

Gracias a mi santa madre toda la familia se enteró, a su modo, lo de mi divorcio, solo me limite a decirle a todos que eso es un asunto privado y si lo único que querían era saciar sus ganas de un buen chisme se quedarían con las ganas. Al único que le conté lo que realmente había pasado era a mi padre, el cual me apoyo sin dudar.

Llamada entrante Mery

―¡Hola amiga! ¿Qué cuentas?

―Hoy nos vamos de farra, tenemos que celebrar, así que pídele a tu mamá que cuide de la princesa o llama a la niñera.

―¿Qué celebramos?

―Tu divorcio querida amiga, al fin eres soltera, ya tienes carta blanca para rehacer tu vida y vivirla como nunca.

Chillo emocionada por semejante noticia, todos en la pastelería se giran a verme, recobro la compostura, cierro la puerta de mi oficina.

―Oh Mery, al fin una buena noticia. Llamare a la niñera, luego te aviso la hora, nos vemos donde siempre, lo tenemos que celebrar en grande.

―Por supuesto. A tu correo te envié el acta de divorcio, mándame el correo del cretino para enviarle la de él, aunque me gustaría entregársela personalmente y ver su cara.

―Eres terrible amiga, pero si vas procura tomarle una foto.

―Y dices que la terrible soy yo eh, te dejo a miga, tengo un cliente que atender.

―Nos vemos, cuídate.

Al fin una buena noticia, me recuesto en el sillón feliz, relajada, siento que un enorme peso me ha quitado de encima. Mi teléfono vuelve a sonar, un mensaje de Zac.

"Hola preciosa ¿Cómo estás? ¿Puedo invitarte un café?"

"Hola, Zac, por supuesto, nos vemos en una hora en Miga's"

"Perfecto, nos vemos"

Termino con unos pendientes en la tienda, superviso cada departamento y una vez que veo que esta todo bajo control me retiro al encuentro con Zac. El contacto con él se ha mantenido sin convenientes, él no me presiona para nada y más de una vez me ha ayudado con algo, somos buenos amigos.

Al llegar al lugar de encuentro ya él está allí, me acerco a la mesa y ya él ha hecho el pedido para ambos.

―¿Qué tal tu día?

―Desde el accidente en la tienda principal no he tenido buenos días, pero justo unos minutos antes de que llamaras recibí una excelente noticia, no ceo que algo cambié mi buen humor.

―¿Así? Y ¿se puede saber cuál es esa noticia?

―Estoy divorciada al fin, soy libre.

―Hay que celebrarlo y darle un buen comienzo a esa nueva vida que hoy estas iniciando.

―Pues sí, quede con Mery en la discoteca Zero, si quieres te nos une, luego te aviso la hora.

―Sería un honor poder acompañarlas.

Nos quedamos un rato hablando de trivialidades hasta que tuve que ir por ni nena al cole. Al llegar a casa ayude a la niña a cambiarse, le prepare su merienda y llame a la niñera, podría a partir de las ocho de la noche, así que mande un mensaje a los chicos y les avise de la hora para el encuentro.

Al llegar al lugar me encuentro con Zac en la entrada y en la mesa de siempre se encuentra Mery con un chico muy apuesto, hacemos las presentaciones correspondientes y después de unos tragos nos vamos los cuatro a la pista de baile. La noche pasa más rápido de lo esperado y ya debo volver a casa, quedamos ir el fin de semana a la casa de la playa de Mery y sin más nos despedimos.