-Ceret dale que vamos a llegar tarde a tu primer día de escuela- me gritaba desesperada mi mama
-Ya voy, me estoy terminando de peinar- le grite desde mi cuarto
Les cuento hoy empiezo una nueva etapa de mi vida, hoy voy a una nueva escuela en la que conozco si acaso a 3 personas, con las que no tengo ningún tipo de relación- les aclaro- solo son algunas que he visto en el pasillo de mi antigua escuela de vez en cuando.
Esta nueva escuela me aterroriza un poco saben, los nuevos comienzos no son lo mío. Hacer relaciones no está en mi lista de cosas, no porque sea antisocial sino porque soy un tilín penosa.
¿Un tilín nada más?  - me pregunto mi fastidiosa conciencia
Bueno lo suficiente penosa como para solo llevarme con las mismas personas desde que voy a 3er grado. Si sé que parece exagerado, pero créanme no lo es. El problema es que me atemoriza no caerle bien a las personas, que mi personalidad no sea de su agrado, si ya se eso es un tanto cobarde de mi parte, pero así soy yo.
-Mama falta mucho para llegar? - le pregunte
-No mira tú reloj y cuenta que te aseguro que en 10 minutos ya llegamos-mi mama es bastante exacta diciendo cuanto nos demoremos para llegar a los lugares, no sé cómo lo hace, pero jamás se confunde.
Y como les decía efectivamente ella nunca se confunde, en 10 minutos contados por mi reloj llegamos a nuestro destino final.
El corazón se me quería salir del pecho a medida que me iba acercando a la entrada de la escuela, las manos se volvieron sudorosas y los pies me fallaban, los nervios no eran de mis mejores amigos, sino más bien el más traicionero en los peores momentos. Todos adentro parecían conocerse, pero la verdad es que no tenían idea de la vida de las personas con las que tan emocionados parecían platicar. Un nuevo comienzo se asomaba en nuestra vida, uno que nos cambiaría la vida quizás para bien tal vez para mal, eso lo descubriríamos con el paso del tiempo.
-Vamos a formar-nos dijo una señora de unos 30 y tantos años- por favor los padres pueden ir despidiéndose de sus hijos e ir retirándose, gracias-
Así comenzó nuestro pequeño viaje.
-Hola, ¿y tú cómo te llamas? ¿Estás en el grupo 4 también?  - me avalancho a preguntas una rubia, alta y con un entusiasmo bastante pegajoso- yo igual, seremos compañeras!!!- me grito con emoción sin darme chance tan siquiera a responder.