Capítulo 63
Prometheus intentaba huir de Zoro sin éxito, hasta que Kaido, quien había dejado a Luffy en el suelo, interfiere queriendo atacar a Zoro. Law se apresura a intercambiar lugares con él y atacar a Kaido con un disparo de inyección en el cuello.
-¡Tu habilidad me perturba, Trafalgar!
Law se intenta cubrir con un escudo pero Kaido lo rompe fácilmente mandando a Law por los aires. Me apresuré pero no pude disminuir la velocidad, el golpe había sido muy fuerte.
-¡________! -Law mira atrás de él para verme cuando golpeamos contra un muro de roca. Apreté los dientes, Law se aparta de encima y levanta mi parte superior- ¡Idiota! ¡No tenías porqué hacer eso! Ya demasiada energía gastaste con ese dragón de sangre como para recibir más golpes así.
-¿Crees que me importa? -sonreí aunque siguiera adolorida-. No soy tan débil como piensas, Law. Esto no va a evitar que continúe luchando...
Él chasquea la lengua. Me ayuda a sentarme junto a él, ambos miramos a nuestro alrededor.
-¡Eh, Torao! ¡Esa bola de fuego va a salvar a Big Mom! -advierte Zoro.
-Deja que se vaya...
-¿Ah? -ambos lo miramos con confusión.
-Prefiero que la misión fracase a que muramos uno de nosotros -respondió.
Cerré los ojos un momento y lo acepté al igual que Zoro. Law tenía razón, era la mejor decisión por ahora. Sentí una punzada de dolor por el cuerpo, concentrándose de igual forma en mi brazo derecho. Caí sobre el costado de Law, él me observa y recuesta mi cabeza en su hombro. Apenas pude abrir los ojos y calmar mi respiración para ver a Kaido darnos la espalda y alejarse.
Kid, aún con ánimos, atrae varios objetos de metal hasta él y va junto a Killer a evitar que Big Mom regrese.
Me esforcé en ponerme en pie una vez más, debía hacerlo después de todo. No quería avergonzarme luego de haberle dicho a Law que no soy tan débil, debo demostrarle que puedo hacerlo.
-________, deja de levantarte. Ya no puedes más.
-Cállate... -murmuré decidida-. Podrás ser mi capitán, pero yo soy la única que decide cuando ya no puedo seguir. Aún puedo ponerme en pie, aún puedo mover los brazos... pero aunque no pudiera hacerlo, seguiré levantándome, porque hasta que esto no acabe, yo no me detendré. Si tengo que arrastrarme en mi propia sangre, tenlo por seguro que lo haré.
Zoro y Law me miran con gran sorpresa mientras yo me esforzaba en no caer de nuevo y aumentar la producción de sangre en mi cuerpo para revitalizarme y curar mayormente mis heridas. Kaido rondaba alrededor de Luffy, listo para terminar con él. Iba a hacer mi espada para detenerlo pero Zoro da una gran bocanada de aire y saca la suya, colocándola frente a mí para evitarme el paso.
-__________. Tienes la completa razón -comentó Zoro-. Oigan. Lo que voy a hacer me hará superar mi límite... Pero pelear de forma descuidada solo hará que se cansen.
Cerré los ojos y regulé mi respiración. Era la pura verdad, no solo necesitamos determinación para seguir en pie, sino también saber lo que debemos hacer.
-Si esto no funciona, será el momento de mi muerte -sentencia Zoro colocando su katana en la boca-. Encárguense de el resto...
Un gran poder emana de Zoro de tal forma que solo eso llamó la atención de Kaido. Abrí los ojos de par en par al ver el gran ataque de las nueve katanas de Zoro. Es impresionante... tanto que incluso le hizo una gran cortada en el pecho a Kaido y lo puso nervioso, podía ver la preocupación de Kaido por la habilidad de Zoro.
-¿Tú también posees el Haki del Emperador? -cuestiona Kaido haciéndome comprender la fuerza de aquel ataque y el porqué pudo hacerle un gran daño.
-¿Qué estás diciendo? No sé de qué me hablas. Solo lancé ese ataque con todas mis fuerzas. Quería que al menos cayeras... -Zoro finalmente cede a sus heridas y cae al suelo.
-Quédate satisfecho. Esto dejará una buena cicatriz.
Kaido avanza hacia Zoro para matarlo. Law y yo nos preparamos pero unos rayos del cielo nos cortan el paso.
-No se molesten en acercarse a mí...
Kaido nos ataca a los tres casi como si fuera a la vez, me coloqué frente a Law y de nuevo redirigí la electricidad, pero el golpe me lo había llevado de todas formas. Los tres caímos al suelo, sentía que no podía mover ni un músculo a pesar de mis intentos.
-Es una lástima. Si vinieran conmigo, podrían dominar el mundo -comentó Kaido.
-¿Ir contigo? -escuché la voz de Luffy. Me di vuelta con las últimas fuerzas que tenía para levantarme al menos en mis brazos-. No queremos estar contigo, idiota. Nosotros queremos a los samuráis.
Sonreí al ver a Luffy en pie de nuevo. Pegué mi frente al suelo y respiré con esfuerzo.
-¡Te daré tu merecido a como dé lugar!
Miré hacia atrás, me di vuelta y me arrastré adolorida hacia Law, aunque me fuera a arrancar el brazo derecho con cada movimiento. Me esforcé en acercarme a él.
-Agh... es un idiota... -murmuré entre quejidos mientras avanzaba-. ¿Con él? Ni soñando. Al único al que acompañaré será a mi capitán, y esa lagartija no lo será jamás.
Seguí arrastrándome hasta finalmente llegar a un lado de Law, me dejé caer agotada apoyando un brazo sobre su espalda. Miré a Luffy cuando su poder se hizo más fuerte. Kaido arremete contra él, quien rápidamente contrarresta su ataque con uno parecido. Lo observé sorprendida pero satisfecha por la mueca de Kaido, no se lo podía creer.
-¡¿Huh?! -Law levanta la cabeza para ver lo mismo que yo.
-Un hueco... -murmuré viendo la oportunidad, y esperanzas de ganar esto, en Luffy cuando le dio un gran puñetazo en el estómago a Kaido y no lo dejó allí. Volvió a plantarle un golpe en la barbilla-. Genial...
-No lo tocó... -menciona Law. Asentí al ver lo mismo.
Luffy lanza a Kaido y él retrocede hasta mantenerse en pie con decisión.
-Zoro... Torao... ________... Gracias por protegerme -comentó el del sombrero de paja-. Ustedes tres vayan abajo. Lo venceré a como dé lugar. Díganselo a todo el mundo.
Sonreí por la seguridad que transmitía Luffy, haciéndome sentir mejor por unos instantes. Volteé hacia atrás para ver a Zeus escapar del contenedor que se había destrozado al momento en que Kid se debilitaba. Law se levanta del suelo y camina hacia Zoro.
-Quédate ahí un momento -murmuró mientras se alejaba.
Asentí cayendo sobre mi espalda para tomar grandes bocanadas de aire. Sentía que mi pecho se presionaba, dolía hasta respirar. Law carga con Zoro y crea su espacio para transportarnos.
-¡Maldición! Nos intercambiamos con un objeto volador -comenta Law- ¿Piernas Negras...?
-¿Torao? ¿Marimo...? ¡¿________-chwan?! ¡Te atraparé!
-¡Atrápanos a todos! -exige Law.
-¡Por favor, Sanji! -pedí sabiendo que iba a ser la única forma en que hiciera caso.
-¡Sí! -él atrapa en un brazo a Zoro y en el otro a Law, quien cae sentado y me atrapa en brazos.
-________-chwan, ¿estás bien...? -pregunta Sanji levantando la mirada- ¡¿Eh?! ¡Yo debería haberte atrapado así!
-__________, ¿estás bien? -pregunta Law acomodándome con cuidado.
-Sí... solo algo adolorida -comenté antes de sonreír-. Pero no es nada.
-¿Qué sucedió? -pide saber Sanji antes de que el llanto de Zeus nos desconcentrara.
-¿Dónde estoy? ¿Dónde está mamá? ¡Ya voy a ayudar!
-¡Zeus! ¿Dónde está Nami? -pregunta Sanji- ¿No trabajabas para ella?
Zeus se espanta enseguida y se va volando rápidamente. Sanji intenta llamarlo pero no tiene caso que lo haga.
-Déjalo -menciona Law.
-¿Por qué descansas en mi hombro? ¡No eres ________-chwan solamente!
-Nos traje al sitio correcto -lo ignora Law.
-¡No, de eso nada! ¿De dónde salieron? -sigue preguntando Sanji- ¡No estoy obligado a cargar con hombres! ¡Bajen de una vez! Ah... pero... ________-chwan a ti sí puedo cargarte cuánto quieras. Mira lo lastimada que estás, ¡Torao, no la cuidaste bien!
Solté un quejido de dolor mientras me apoyaba en Law quien dejó de pensar en lo que fuere y me prestó atención. Sanji deja de hablar al escucharme.
-Cuida de él, Piernas Negras-ya -Law apunta con la cabeza a Zoro haciendo desconcentrar a Sanji.
-¿Qué ocurrió...? -Sanji vuelve la mirada- ¡¿Oh?! ¡Espera! ¡Explícame la situación antes de irte! ¡¿Y por qué te llevas a ________-chwan?! ¡Oye! ¡No te atrevas a descuidarla otra vez!
-Law... es verdad. No necesitas cargar conmigo -me aferré a su ropa para que me prestara atención-. Así como estoy no te seré de ayuda, puedes dejarme con Sanji, te aseguro que tú y yo estaremos mejor así.
Hablaba como podía mientras él me observaba sin responder por unos segundos antes de regresar la vista al frente y chasquear la lengua.
-Idiota... -murmuró por lo bajo para después hablarle a Sanji-. Zoro seguramente tanga entre quince y veinticinco huesos rotos. Ponle una férula en todo el cuerpo, carga con él y procura que esté consciente.
-¡No, su situación no! ¿Por qué no te encargas tú de él y yo de _______-chwan?
-Debo frenar a Big Mom. Al menos podrás sanar sus heridas, ¿no? Te lo encargo.
Law dobla en un pasillo dejando atrás a Sanji. Yo miraba hacia atrás antes de volver la vista hacia Law.
-No te entiendo... -mencioné.
-Está bien, no siempre tienes que hacerlo.
-¿Por qué no me dejas con él? Le dará más atención a mis heridas de lo que piensas.
-Porque no dejaré que ese tipo te toque -sentenció y enseguida se dio cuenta de lo que dijo-... Puede hacerlo mal y hacerte perder el brazo o algo así. Además, eres de mi tripulación, no de la suya, y yo soy el médico del grupo. Es mi deber de todas formas.
Me quedé callada mientras procesaba lo que estaba diciendo y pasando. Si es solo eso... ¿Por qué entonces se ve tan sonrojado y avergonzado? Sonreí leve y apoyé mi cabeza en su hombro.
-Solo di que te preocupas por mí... Es más fácil que buscar excusas.
-¡¿Ah?! -él me mira y me ve reír suavemente, chasquea la lengua y aparta la mirada de nuevo.
Sigue corriendo hasta entrar en una habitación, me deja sobre unas mesas y usa su escáner para revisar todo el lugar hasta encontrar vendajes.
-¿Cuánto crees que tardarás en sanar? -preguntó mientras vendaba mi brazo derecho.
-Mm... No lo sé... Si no tengo una gran cantidad de vitalidad para absorber diría que... ¿horas? Quizás una hora o dos... ¡I..Itte...! -solté un quejido cuando amarró el vendaje con fuerza.
-Peores cosas has aguantado que solo un fuerte atado.
-Quizás... -sonreí levemente-. Pero igual duele.
Él no dice más nada y solo se centra en vendar mi cuerpo. Lo observé trabajar como todo un profesional hasta que levantó mi cabeza con su mano bajo mi barbilla. Se ve tan lindo cuando está concentrado... Puso unos cuantos parches en mi mejilla, bajo el ojo y en una de mis sienes.
-¿Qué? -preguntó al darse cuenta de que lo estaba viendo de más.
-¿Hm? N..Nada, nada -aparté la mirada pero lo volví a ver de reojo-. Solo que tienes bastante sangre en el rostro.
Extendí la mano sana hacia él y limpié la sangre de su rostro. Él se vió algo sorprendido pero aún así no me apartó, incluso pude ver el proceso en el que sus mejillas se tiñeron de rojo. Finalmente parece no soportarlo y sujeta mi muñeca con suavidad a la par que cierra los ojos como si, si el no me ve, entonces yo tampoco lo vería a él.
-Sí... me preocupo por ti.
-¿Huh? -lo miré sorprendida al no esperarme esto tan repentino, pero no quería que se avergonzara por admitirlo, así que sonreí-. Ya veo... entonces me entiendes, porque yo también me preocupo por ti.
-Y por eso... -siguió casi interrumpiéndome-. Por eso no puedo ver que Piernas Negras-ya se te esté insinuando todo el tiempo.
-Law...
Eso ya no es preocupación...
Comencé a sentir mi corazón realmente acelerado, bajé la mano que él sujetaba pero la apoyé en su pecho.
-Tal vez ya no pueda hacer mucho físicamente, de verdad siento que mi sangre se congela hasta morir -sonreí sin mirarlo al rostro-. Pero si aún quieres llevarme contigo, entonces me aseguraré de que nunca te falten energías.
-Idiota, sé que eres fuerte, no necesitas demostrarlo todo el tiempo hasta quedarte sin brazos o vitalidad -agarró mi mano para apartarme y hacerme verlo al rostro-. No necesitas seguir ayudándome así.
-No... Pero quiero hacerlo -respondí-. Así que permíteme hacerlo, déjame ser de ayuda para ti.
-No -sentencia rotundamente, sorprendiéndome-. No si es a costa de tu vida. Como tu capitán me niego, tienes prohibido hacerlo.
-Law...
-No, ________. Esta vez me harás caso y vas a mantenerte al margen -me toma por los hombros- ¿Oíste?
-Entonces, ¿por qué te empeñas en tenerme cerca? -aparté sus manos y fruncí el ceño-. Creí que solo me mantenías a tu lado porque podía ser de utilidad, ahora soy todo lo contrario. Te estorbaré si no hago nada. ¿Por qué tanto esfuerzo en cargar conmigo aún así? Incluso ahora, que deberías estar buscando a Big Mom, estás aquí atendiendo mis heridas. ¿Por qué, Law?
Chasqueó la lengua con molestia y me dio la espalda a la vez que cubría sus ojos con su sombrero. Negué con la cabeza apartando la mirada y viendo su katana a mi lado, sabía bien que no lo iba a admitir, ¿para qué seguir con esto?
Agarré aquella arma y la usé para levantarme, llamando la atención de Law.
-Toma -le lancé la katana que atrapó enseguida-. Vete de aquí de una vez y haz lo que tengas que hacer. Me niego a ser un estorbo para ti.
Miré la pierna que tenía más lastimada, hice una prótesis de sangre que me ayudó a estabilizarme y me alejé hacia la puerta.
-¡Tsk! Que dramática...
-¡¿Ah...?!
Me di vuelta enfadada pero todo ese sentimiento se esfuma cuando me toma por la muñeca para hacerme girar completamente y así poseer mi cintura con su otra mano dejando caer su katana. Abrí los ojos de par en par, no podía moverme, no podía emitir palabra o pensar siquiera. No podía ni procesar el hecho de que... sus labios estaban tocando los míos.
¿Esto... realmente estaba pasando? No podía ser... Law... él nunca... Quiero decir, Law nunca parecía tener esta clase de sentimientos, digo, nunca le interesó... ¿O sí?
-¿Ya lo entiendes? -preguntó al separarse-. Es por esto que no pienso dejarte atrás, no me importa si me eres útil o no. Es algo ridículo que pienses que solo te mantengo conmigo por eso. Idiota.
Apartó la mirada cubriendo sus ojos con su sombrero y chasqueando la lengua. Finalmente pude reaccionar y lo tomé por las mejillas a la vez que me acercaba a él para repetir el momento. Me había sentido tan bien, como si mi cuerpo se revitalizara por sí solo.
-Si no te molesta... -susurré contra sus labios-. Quiero ir contigo.
Él me vió a los ojos sin responder, agarró su katana y me la dio para luego, repentinamente cargarme en brazos otra vez. Empezando a correr con una sonrisa en el rostro que me contagió. Le arrebaté el sombrero para cubrir mi rostro sintiéndome avergonzada, no quería mostrar mi emoción tan expresada en mi rostro. Escuché su corta risa, como si fuero otro de sus chasquidos de lengua.
He esperado este momento por mucho tiempo... pero ahora que está pasando, no sé cómo reaccionar.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro