Kanjuro se aleja con Momonosuke en un ave de tinta bien hecho que soporta la lluvia. Sanji fue tras ellos para evitarlo. Law y yo regresamos al submarino en donde seguían los samuráis preocupados por Momonosuke, hasta que Kanjuro agita su cabello creando una gran nube negra de tormenta.

-¡No, Sanji-dono! ¡Atrás! ¡Esto no me gusta! -exclama Kin'emon en advertencia-. Usará otra técnica que no habíamos visto.

De la gran nube sobre nosotros empiezan a caer flechas de tinta, miré al cielo despreocupada cuando una flecha caería directamente sobre mi cabeza, pero esta se parte al instante por el capitán a mi lado quien vuelve a guardar su katana sin mirarme. Sonreí y creé un techo de sangre sobre nuestro barco.

-¿Qué... es esto? -se preguntan los samuráis al ver el techo.

-No se preocupen, estarán bien debajo de este techo -comenté con una sonrisa ladina.

-Oye, estás usando demasiada sangre de nuevo -me reprende Law, pero eso solo me hizo sonreír un poco más.

-Puedes estar tranquilo, ya no debemos preocuparnos por eso. Mira -apunté mi rostro y mostré mis manos-. No estoy pálida, ¿cierto?

Se ve algo sorprendido al notar que tengo la razón. Reí entre dientes por su expresión y me acerqué al borde para ver a Kanjuro y Momonosuke, cuando este último empezó a gritar.

-¡Por favor! ¡¿Pueden oírme?! -todos prestaron su atención al cielo- ¡Dejen todos de preocuparse por mí! ¡Es justo oo que quieren! ¡Puedo escapar por mi cuenta! ¡Quiero que acaben con Kaido y Orochi y salven Wano!

Podía escuchar a todos los demás siendo conmovidos por las palabras de Momonosuke. Apoyé el codo en el barandal del barco para así apoyar la cabeza en mi mano y sonreí sintiendo un leve orgullo por ese niño que comenzaba a tomar las palabras de Luffy y actuar como alguien importante, que es lo que es.

-¡Así es, Momo! Solo eres... un mocoso ifiota y cobarde, pero siempre vas dando órdenes enano con copete.

Aparté la mirada al bufar y reír a carcajadas por Luffy y lo que ha dicho. "Enano con copete" joder, no es el momento para reírse así.

-Podrían estar matando a todos con esta lluvia de tinta y tú riendo -comenta Law recostándose a mi lado.

-¿Y es culpa mía? Gracias a Luffy tengo el humor roto, casi todo me da risa ahora -me defendí volteándolo a ver-. Deberías hacer lo mismo y no estar tan serio, amargado. Dicen que la risa es la mejor medicina.

Él me mira fulminante pero yo solo sonreí en respuesta, haciéndolo rodar los ojos y apartar la mirada a la vez.

-¡Sobrevive como puedas! ¡Iré a rescatarte! Porque eres mi amigo -sentencia Luffy al final haciendo llorar al niño aún más.

Suspiré enderezándome y me di vuelta para ver a los que llegaron al barco, entre ellos, el tal Denjiro a quien los demás recibieron alegres. Mientras Kin'emon gritaba a los otros barcos, pero Law se acerca al frente de ellos.

-Oye -llama la atención de todos- ¡Este no es un sitio para un samurái! ¡Vuelvan a su bote!

-Gracias por acogernos.

-¡No los acogí! ¡Váyanse!

Cubrí mi boca con una mano para intentar no reír a carcajadas de nuevo y así no morir antes de la batalla, aún así Law me fulmina con la mirada, por lo que aparté la mía.

-¡No te rías, _________!

Dejé de hacerlo al instante en que escuché una explosión y miré a un lado para saber qué estaba pasando. Uno de los barcos de los Piratas Bestia estaba disparando desde la distancia.

-Ya veo, es por eso que se había alejado -murmuré para mí misma.

El barco estaba destruyendo muchos de los barcos aliados. Cuando algunas balas fueron hacia nosotros, usé la sangre del decho y la redirigí hacia el frente evitándolas. Si pudiera, lanzaría la sangre hasta allí pero estaba demasiado lejos, ya no estaba dentro de mi alcance de control. Sin embargo, no hizo falta, pues algo los ataca desde el mar hasta destrozarlo. Todos nos dirigimos hacia allí, solo para darnos cuenta de que se trataba del ex Shichibukai y primer hijo del mar, Jinbe.

-Les di muchos problemas a mi gente en todo el mundo, pero ahora intercambiaré una copa de sake con Sombrero de Paja. Ahora soy un simple principiante. La gente me llama ¡Primer Hijo del Mar Jinbe!

-Debes estar de broma -menciona Law sin creerse lo que sucedía frente a sus ojos.

-De nuevo, Luffy vuelve a atraer gente interesante -comenté-. Que suerte tiene.

Todos los Sombrero de Paja saltan de alegría por el anuncio de Jinbe, quien sube al Sunny con ellos. Nosotros solo los observamos, aunque al ver la expresión de Law decidí sacarlo de sus pensamientos para molestarlo un poco, con ambos brazos lo rodeé por la cintura, metiéndome bajo su abrigo azulado.

-¡¿Huh?!

-Sí que hace frío, ¿no? -me excusé y evité reír por su mirada levemente sonrojada-. Que a gusto estar aquí.

-Tsk -fue su única respuesta antes de apartar la mirada, pero sin apartarme a mí.

Nos desconcentramos cuando Kin'emon empezó a querer llamar la atención de Luffy para hablar sobre lo que harán al llegar a Onigashima, sin embargo, nadie del Sunny lo escuchaba. Law y yo caminamos, en la misma posición, hacia Kin'emon.

-¡Luffy-dono!

-Para, Kin. Es inútil darles un plan -menciona Law.

-Es verdad. Las palabras "plan" y "Luffy" no van en la misma frase a menos que sea una negativa. Ah, y "discreción" tampoco -dije con algo de humor.

-Además, este es mi barco. Si quieres reunirte, vete a otro barco -le dice Law a Kin mientras nos daba vuelta para alejarnos de él, pero alguien nuevo nos interrumpe llegando de la nada.

-¡Necesito que me informen de su estrategia!

Un Mink, parte de los Mosqueteros de Inuarashi, aterriza en el barandal, haciendo que todos ignoren la orden dr Law sobre abandonar el barco para una reunión.

-Me parece que... no piensan irse por ahora -suspiré enderezándome y dando algunos pasos al frente-. Bueno, al menos escuchemos lo que tienen pensado.

Escuché su clásico chasquido de lengua antes de sentir sorpresivamente su brazo sobre mis hombros. Ni siquiera me miró, solo nos hizo sentarnos junto a los demás miembros de la tripulación, quienes también estaban de brazos cruzados y mirando a los samuráis tener su reunión sin permiso, haciendo amargar a Law.

-Les dije que no usaran este barco para su reunión -se queja.

Sonreí divertida pero no dije nada, en su lugar solo me acomodé y cubrí mejor con su abrigo, a pesar de tener el mío. El suyo es más calentito, hay que admitir cosas aquí.
Como sea, Kin'emon hablaba sobre un plan para entrar a Onigashima por la puerta trasera y lanzar un ataque sorpresa. Pero al ser tan mal plan, Danjiro se piensa que es uno de mentira, por lo que pide el verdadero plan sin tantos fallas.

-¿Cuál es el verdadero plan?

-M..Mi verdadero plan...

Law ya no pudo aguantar tanta idiotez al frente, así que decidió finalmente tomar la palabra.

-Primero, si el enemigo descubre el ataque, se centrarán en los samuráis Akazaya. Además, estoy yo, pero también Sombrero de Paja-ya y Eustass-ya. Somos tres capitanes.

-Sí, eso es cierto -comenta Kin.

-No importa qué clase de plan hagan, sabemos que hay dos ifiotas que entrarán por la puerta delantera.

Apoyé un dedo sobre mis labios para evitar reírme al imaginar a aquellos dos tontos competitivos peleando por quien entra primero a la base de Kaido por la delantera. Pero mi sonrisa deja de ser divertida cuando entendí que ellos serían la carnada principal. Ya veo... por supuesto, al ser dos capitanes tontos pero fuertes, enviarán a miles de subordinados para detenerlos.

-Como planeamos, avanzaremos por los caminos montañosos. Pero... los que vayan por allí también son la carnada.

Algunos se ven sorprendidos por el comentario de Law, seguramente no se esperaban sacrificar a más personas para ser doble carnada.

-¿Cómo procederán los Akazaya?

-Por agua, es obvio -sonreí al responder.

-Pero los remolinos nos cortarán el avance -menciona Kiku.

-No tienen que preocuparse por eso -comenté. Law da leves toques a la puerta tras nosotros.

-Al ir bajo el agua con mi Polar Tang y rodear la isla, podemos evitar los remolinos del camino. Y también... mi habilidad me permitirá enviarlos a la isla.

-Sí, suena bien. Pero, Law-dono, tengo que liderar al resto -sentencia Kin'emon.

Es allí cuando Danjiro se levanta para responder, siendo ambos los que lideren los grupos que irían por los caminos montañosos. Todos estaban listos para llevar a cabo el plan, se veían emocionados y confiados. Yo me levanté y me acerqué al barandal para saber qué estaban haciendo los demás.

-Law... Te interesará saber esto -apunté hacia la isla de Kaido. Él se acercó y se dio cuenta al instante en que hubi una explosión.

-Oigan, falta el barco de Sombrero de Paja.

-¡¿Eh?! ¿Luffy-dono está ahí? -cuestiona Kin acercándose a nosotros.

-¡Law-dono, ve allí con el barco! ¡Debemos salvarlos! -pide Raizo.

-¡No, llegaré antes si voy nadando!

-¡Kawamatsu, es peligroso ir solo! Iré yo también...

Law y yo retrocedemos para salir de entre ellos que empezaban a empujar. Me sobresalté cuando Raizo y Kin se acercaron más de repente y yo me tropecé con Law quien enseguida me sujetó.

-¡Estorban! -se queja él.

Los samuráis se acercan al borde para comprobar lo que pasaba. Nosotros nos apartamos y miramos desde la distancia como Luffy su tripulación se hacía cargo sin problemas de la pequeña fortaleza en el Torii rojo.