Capítulo 56
Abrí los ojos una vez sentí la vitalidad de los chicos acercarse, hace tiempo que esperaba su llegada; fruncí los labios al saber el resultado con solo sentir cuántos de ellos han llegado hasta aquí. Me levanté del suelo y me acerqué a la entrada en donde comencé a escuchar voces.
-¡Cuánto me alegra que estén vivos! -distinguí la voz de Nami, ella ya estaba afuera para cuando ellos aparecieron.
-Sí, siento haberte preocupado -responde Bepo, se le escuchaba más apagado, pude saber la razón de inmediato.
-Oí que los habían atrapado.
-Por suerte, logramos escapar.
-Ya veo.
-Ah, sí. Mira esto -Bepo le entrega lo que escuchaba era un papel-. Antes de morir, un daimyo llamado Yasuie... dibujó el símbolo y se lo mostró a la gente de la prisión.
-Espera... ¿añadieron dos líneas a la serpiente? -cuestiona Nami algo sorprendida.
-Sí, así es. Creo que esas lineas alteran el sentido. La gente de Wano sabía lo que significaba. Es el último mensaje de Yasuie -responde Bepo.
-¡Es algo muy importante! -sentencia Nami exaltada.
-Entonces Kin'emon debe saberlo cuanto antes, ¿no lo crees, Nami? -pregunté cruzandome de brazos y recostándome contra la puerta, llamando la atención de todos.
-¡_________! Te levantaste -asentí en respuesta, ella mira el papel en sus manos-. Tienes razón, me encargaré de que Kin'emon lo reciba.
-Gracias -dice Bepo sonriendo ampliamente.
Nami se va corriendo, despidiéndose de nosotros. Apenas dejamos de verla el ambiente cambia, suspiré profundo y miré de reojo a mis compañeros, quienes tenían la mirada oscura y frustrados.
-Vicecapitana... -volteé a ver a Bepo que tenían la cabeza gacha y apretaba los puños y dientes-. El capitán...
-No tienes que decirlo -lo interrumpí al ver como se forzaba al hablar-. Lo sé.
-Nos pidió que le dijéramos que... La sangre aún no es fría, aunque no sabemos qué quiera decir -comentó, sin embargo, yo me mantuve con la mirada perdida y una sonrisa ladina-. Es nuestra culpa que el capitán...
-Bepo... -apoyé la mano en su cabeza para llamar su atención-. No es necesario señalar culpables ahora, pero si lo hacemos, yo me haré responsable. Acepto que fue mi culpa por no ser capaz de detener a Hawkins ahí mismo, si lo hubiera hecho él no tendría porque haber hecho esto.
Bepo parecía apunto de derramar lágrimas pero se contuvo y limpió su rostro. Sonreí conmovida por su preocupación y me aparté.
-Pero bueno... Lo hecho, hecho está -miré a los demás quienes estaban igual que Bepo, especialmente Penguin y Shachi-. Y sé que dejar solo al capitán no es una opción.
Todos levantan la cabeza y me miran con esperanzas. Bepo tenía un brillo en los ojos, sonreí de lado al mirarlo y asentí para aclararle que sí, lo sacaríamos de aquel lugar en donde lo tuvieran.
-Chicos. Hay una cosa que siempre deben recordar... y es que somos los Piratas Corazón; Law es nuestro capitán y su vida es lo que más importa. Incluso las nuestras son insignificantes comparados con la de Law. ¿No es así?
Aprietan los dientes decididos y asienten afirmando que tengo la razón. Es bueno saber que todos piensan de la misma forma, todos saben lo primordial.
-Pero también saben que él no solo es fuerte, sino también inteligente. Por algo es nuestro capitán -solté una corta risa amarga-. Aún así lo creo un idiota... Entiendo que por esto no quiso que fuera con él. Siempre está un paso adelante.
Apreté los puños y cerré los ojos un momento pensando en lo que Bepo me dijo sobre la sangre que aún no es fría. Enseguida recordé lo que significaba para nosotros.
《 Hace un par de años. Law y yo miramos el horizonte, el mar estaba en calma y todos dormidos dentro del submarino.
-¿Frases clave? -preguntó luego de escucharme- ¿Para qué quieres algo así?
-Por seguridad -sonreí-. Mira, es simple. Si necesito tu ayuda en algo secreto entonces escucharás la frase: "La sangre aún no es fría".
-¿Por qué tiene que ser con sangre? -preguntó resoplando.
-Porque es lo que fluye mejor -reí un poco y él negó con la cabeza-. Además, tiene sentido, si es de vida o muerte significa que aún no es tarde para recibir ayuda.
-No me parece una idea importante. Si necesitas ayuda solo hay que decirlo directamente.
Bufé y rodé los ojos por su amargura. No entendía que esto podría servir en algún momento, es por eso que no ve ridículo.
-Bien. Como digas -me enderecé estirando mi cuerpo-. Tengo sueño, iré a dormir.
Asintió simplemente y yo me alejé de él pero sin olvidarme de darle un empujón con el hombro del cual se quejó pero yo reí y lo dejé atrás.》
Sonreí de lado al recordar ese momento y enarqué una ceja.
Y él creyendo que nunca lo iba a usar. Ahora comprende que así fue más fácil para mí entender que ahora es mi momento de ir. Es por esto que no me dejó hacerlo antes, para así aparecer en el momento ideal. Joder, Law. De nada por existir.
-Vámonos -avisé a mis compañeros.
-¡Sí!
Ellos me siguieron. Les di instrucciones de lo que iba a hacer cada uno. Cuando ya todos estuvieron distribuidos con ordenes claras, yo me apresuré a infiltrarme en aquella prisión. Fue realmente fácil al ser solo yo y con el nuevo entrenamiento que fortalecí en este lugar antes de que Luffy llegara.
Caí limpiamente y sin ruido hasta estar frente a frente con mi capitán. Él levanta la mirada para verme y yo me concentré en la sangre que derramaba por su cabeza.
-__________. Lo entendiste.
-Por supuesto, yo fui quien hizo ese código que... "no era importante como para usarlo" -hice comillas con los dedos y él bajó la mirada mientras sonreía levemente-. Te dije que funcionaría.
Detuve el sangrado en su cabeza y saqué de mi ropa la llave de sus esposas de roca de mar. Estas estaban tras su espalda, tuve que tener paciencia y buen pulso para no tocarlas y lo conseguí.
-Listo -mencioné al quitarlas.
-Es bueno saber que cuento contigo -comentó de la nada haciéndome sentir sorprendida unos segundos. Es extraño cuando suelta ese tipo de comentarios por su propia voluntad.
-P..Pues, sí, obvio. ¿A quién no? Digo, soy la mejor -traté de aparentar que su comentario no tuvo efecto en mí pero creo que se podía notar de más-. Y..Ya viene.
Al avisarle de la llegada de Hawkins, volví a esconderme en las sombras del techo. El hombre vudú abre la puerta de la celda y Law no desperdicia la oportunidad de su libertad y que Hawkins ya no contaba con ningún muñeco vudú de nadie importante para nosotros. Rápidamente lo deja en el suelo, también lo corta por la mitad de manera horizontal junto a sus brazos. Volví a bajar del techo, llamando la atención de Hawkins.
-Debí saber que no tardarían en venir a buscarte -comentó este cerrando los ojos-. Sabía que no debía dejarte escapar a ti.
-Habla, ¿qué pasó con su alianza? -exige saber Law amenazando a Hawkins con su katana.
Este, al no ver otra salida, suelta todo y menciona que no tuvo elección, Apoo formaba parte de los Piratas Bestia y Kaido les dio la oportunidad a Hawkins y a Kid de unirse a ellos. Kid y Killer se negaron mientras que Hawkins, luego de comprobarlo con sus cartas, no tuvo más alternativa y ahora está aquí. Law termina esta adorable conversación con él y ambos salimos de la celda, pero nos detuvimos y miramos a un lado.
-Si planeas dejarme escapar... me apunto -menciona Law al hombre parado junto a nosotros.
Salimos de la prisión finalmente para reunirnos con nuestros compañeros quienes estaban felices de ver a su capitán a salvo. De todas formas, no hubo tiempo para festejos largos, enseguida nos pusimos en marcha con los preparativos. Aunque yo fui a mi habitación a cambiarme de ropa primero.
Casi al mismo tiempo de acabar de cambiarme, escuché toques en la puerta, supe quien era hasta antes de que llamara. Le di permiso y escuché cuando entró y cerró la puerta tras él.
-Los demás estaban preocupados por ti, ¿lo sabías? -cuestioné aún dándole la espalda mientras me retocaba la ropa.
-Sí... creo que pude deducirlo cuando Bepo saltó sobre mí -respondió acercándose-. Pero... ¿Y tú no lo estabas a caso?
-Estaba más preocupada porque no les rompieras el corazón a ellos que por ti, que te sabes cuidar solo... a medias -me crucé de brazos y suspiré profundo -. Faltan seis días para el asedio, será mejor concentrarnos en los preparativos.
-¿Ah? No me des órdenes, _________.
-No fue una orden. Te di un consejo, ¿no es mi trabajo hacerlo? Y aquí te va otro... -me di la vuelta para verlo de pies a cabeza y bufé-. Arréglate mejor, te ves desaliñado.
Pude ver como si una vena fuera a saltarle de la frente mientras me sonreía con molestia y una ceja temblando. Rodé los ojos y le arreglé el cuello de la camisa sin mirarlo al rostro. Debo admitir... que solo fue una excusa para acercarme.
-Claro que estaba preocupada... Siempre haces que lo esté -le saqué una pluma suelta y la dejé caer-. Pero siempre recuerdo que sabes arreglártelas, no necesitas a nadie atrás de ti.
-Me alegra que sepas algo tan básico como eso -estaba por ahorcarlo con su propia sangre cuando vi la sonrisa en sus labios que me mantuvo hipnotizada unos segundos-. Pero me sorprende que no sepas lo más obvio.
-¿Qué?
Me sobresalté cuando se inclinó sobre mí hasta obligarme a retroceder un paso, ocasionando también que comenzara a sentirme nerviosa y completamente roja por su rostro cerca del mío. Ríe corto, como si se burlara de mí luego de unos segundos así.
-No, no es nada -se aparta cubriendo sus ojos con su sombrero.
Law se aleja y sin decir nada más se va, dejándome anonadada... ¿Qué acababa de pasar? Toqué mis mejillas para sentir el ardor en estas, sacudí la cabeza y suspiré echándome aire con las manos para calmar el calor en mi rostro. Tenía que salir y no quería que los demás me vieran así y confundida. ¿A qué se debía esto ahora?
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